GUERRA MALVINAS: Los mensajes secretos a través de LN con el topo Costa Méndez – Resumen capítulos publicados

Resumen de los capitulos ya publicados 1 Inicio comunicación oculta 2 Traición en el Consejo de Seguridad 3 Fecha de recuperación de las islas 4 Incidente Georgias 5 Relaciones vaticanas 6 Preparando Georgias 7 Escalar Georgias 8 El TAU Ros.
Guerra Malvinas, mensajes secretos a traves LA NACION con el topo Costa Méndez, capítulos publicados

Resumen capítulos 1 a 6

En el capítulo primero de esta serie, Guerra Malvinas: los mensajes secretos a través de LA NACION con el topo de la OTAN canciller Costa Méndez 1, a modo de introducción  Stripteasedelpoder.com reseñó la publicación de notas anteriores, que fueron revelando parte de la intriga secreta que dio lugar a la trágica Guerra de Malvinas de 1982. Cuyo objetivo fue instalar en ella una base de la OTAN en el Atlántico Sur, ante la expansión de la Unión Soviética en él.

Expusimos en ellas como la cúpula del Ejercito liderada por el Gral Leopoldo Galtieri, fue intoxicada por parte de EEUU de un supuesto “hands off” en Malvinas, en base la existencia de una presunta alianza estratégica con dicha potencia, por la colaboración en la “guerra sucia” en Centro América. Y lo mismo hizo el Reino Unido con la cúpula de la Armada, liderada por el Alte. Isaac Anaya, respecto que a dicha potencia solo le interesaba el petróleo, pero no su soberanía. A la par que fingía un desmantelamiento de la “Royal Navy”, que supuestamente garantizaba su inacción militar.

También revelamos un documento secreto, que acredita que fue la cancillería a cargo de Nicanor Costa Méndez, la que tempranamente a principios de enero de 1982, esbozó el inusitado plan diplomático militar “Ocupar para negociar”. Que llevó a la Junta Militar a recuperar las islas Malvinas, sin prever su defensa posterior, ante la prognosis de que el Reino Unido no reaccionaría militarmente, y en todo caso EEUU lo impediría.

Expusimos también el notable antecedente histórico que fue el despojo de Malvinas en 1832/33, mediante una operación ejecutada en tándem por el Reino Unido y EEUU. La primera que concretó esa “alianza especial” que lleva ya dos siglos. Revelamos también la actuación estelar que tuvieron en el conflicto de Malvinas Henry Kissinger y sus asociados: el general Alexander Haig, ex comandante en Jefe de la OTAN; el canciller ingles Lord Carrignton, que renunció por supuestamente no haber previsto la recuperación de las islas, y luego paso a desempeñarse como secretario de la OTAN; y de Thomas Enders, que le aseguró a Galtieri el “hands off” por parte de EEUU.

Señalamos también que la estrategia previa para tratar de instalar la base de la OTAN, consistió en llevarnos a un enfrentamiento bélico con Chile, con motivo del fallo adverso de Su Majestad Británica respecto el canal de Beagle. Lo que habría derivado en un conflicto regional y desembocado en la disolución de Argentina como nación. Siendo parte de esa estrategia de fracturación, la proliferación de los trágicos campos de concentración clandestinos que pulularon previamente durante la dictadura militar.

Tras el fracaso de esa estrategia por la intermediación papal, como una maniobra prebélica de contención, para mantener a Argentina en el campo occidental, se produjo el masivo endeudamiento externo “sucio” argentino. Mediante la “tablita” de Martínez de Hoz; el crac bancario que se precipitó a partir 1980, con cientos de entidades liquidadas por efecto de la baja de encajes de la Cuenta de Regulación Monetaria dispuesta por el BCRA; y la enorme emisión monetaria que deparó la garantía estatal de los depósitos bancarios, que se encaminó a la compra de dólares obtenidos mediante endeudamiento externo.

Finalmente en una develamos la posible existencia de alta traición por parte del canciller Nicanor Costa Méndez, en base a los gravísimos cargos que el Informe Rattembach (CAERCAS – Comisión Análisis y Evaluación Responsabilidades Conflicto Atlántico SUR) hizo respecto la actuación del canciller argentino.

El canciller argentino topo de la OTAN

Tras esos antecedentes, expuestos en una decena de notas previas, en el capítulo 1 de esta serie, Stripteasedelpoder.com comenzó a revelar el desempeño del canciller argentino Nicanor Costa Méndez, como topo o agente encubierto de la OTAN. Dirigido para esa tarea mediante unas alucinantes comunicaciones “opacas”, cursadas a través del diario LA NACION, el “diario de registro” de Argentina según la embajada de los EEUU, conforme los cables de Wikileaks. Utilizado como canal encubierto para prepararlo desde mediados de 1979 a esos fines de alta traición.

Al respecto señalamos los antecedentes de las técnicas literarias y psicológicas que posibilitan esas comunicaciones o mensajes elípticos u “opacos”. Que obstan a su desciframiento, hasta que aparecen las respuestas de comportamiento por parte del receptor. A los efectos de sortear tanto la inteligencia humana (Humint) preponderante durante la dictadura, como la inteligencia de señales (Sigint).

Los cuales, como el lenguaje de los sueños de Sigmund Freud, tienen un contenido manifiesto y otro latente. Empleando para ello un lenguaje alegórico o figurado, construido con parábolas y metáforas, cuyo contenido fáctico, o sea a los efectos de la acción, solo puede ser interpretado por el receptor al que está dirigido, conforme su contexto de situación.

También describimos la “aproximación” hecha a Costa Méndez, como topo dormido o por su perfil apto para ello, tras la creación en agosto de 1979 por parte de LA NACION, de la página OP-ED (Opuesta Editorial) en la cual Costa Méndez era colaborador. Medio a través del cual se sostuvo un fenómeno comunicativo, con el cual no solo se concretó la delicada tarea de aproximación, enrolamiento, y señalamiento del blanco en su traicionera misión, con instrucciones muy precisas para cumplirla, como se verá particularmente en esta nota.

Sino qué a través del mismo, sin ningún contacto personal directo, se le enseñó a leer los mensajes que se le cursaban. Cuyo contenido esencial o topic estaban en los metamensajes de índole literario enigmáticos insertos en la pagina OP-ED, firmados por Nemo y otros, que debían completarse (el coment) con el texto anexo al mismo. Empleando en muchos casos bilingüismos o multilingüismos acorde con las técnicas literarias de James Joyce.

Usando en un principio como llamadores para la comunicación, vocablos relacionados con la identidad e intimidad de Costa Méndez. Los cuales, por razones de seguridad, en semanas previas a su designación como canciller, fueron reemplazados con un filete negro o “luto” alrededor del meta mensaje seudo literario, como indicador de la existencia de este.

Pero lo más significante de todo, es qué a través de ese medio, se lo sostuvo psicológicamente para que lleve a cabo su misión, en un marco de enorme estrés durante la sangrienta dictadura militar. Imbuyéndolo en un estado de “trance” narcisístico, pero también extorsivo, referida al ejercicio de su sexualidad, condenada en esa época; y al haberlo además involucrado en el criminal negocio de las “naftas adulteradas”, que le reportaba un alto bienestar económico. Funcionando esto como la zanahoria y el palo, el chantaje y la dádiva, para obligarlo in extremis a cumplir su misión, como se verá en futuras notas.

En esa primera nota señalamos también que Costa Méndez no actuó solo, ya que su cómplice esencial, con quien mantenía una íntima y sugestiva relación desde la niñez, fue Eduardo Roca Hunter. A quien propuso como embajador ante la ONU, y quién con la excusa de una enfermedad, tardó un enorme tiempo en hacerse cargo de la misión, a total destiempo con el desarrollo de los acontecimientos relacionados con Malvinas.

Además, su secretario personal era Gustavo Figueroa Bosch, cuñado de Roca, quien completaba una célula de tres. A la que se sumó el director de Antártida y Malvinas, Carlos Blanco, firmante del memorándum secreto de principios de enero, que instaba el plan “Ocupar para Negociar”. Mostrando esto que la cancillería argentina estaba profundamente penetrada por la inteligencia anglo americana.

Al respecto, la índole y coherencia de los mensajes recibidos, y las inmediatas “respuesta de comportamiento” por parte de Costa Méndez, permiten acreditar de por sí e independientemente, tanto la siniestra existencia de ese canal encubierto, como el desempeño del ex canciller argentino como agente encubierto del enemigo anglo norteamericano.

En la segunda entrega GUERRA MALVINAS: Los mensajes secretos a través de La Nación con el topo Costa Méndez 2 –Traición en la ONU, detallamos lo que era el “El “Fatum” de Costa Méndez, o sea su principal faena de alta traición. La que consistió en ayudar al Reino Unido a que este obtuviera velozmente la resolución 502 en el Consejo de Seguridad de la ONU. Con la cual el 3 de abril, al día siguiente de la recuperación de las islas, se condenó a Argentina por haberla concretado apelando al uso de la fuerza, y se instó al retiro de sus tropas de allí.

Esto fue una “sorpresa estratégica” para la extraviada Junta Militar argentina. El espíritu práctico inglés resulta elocuente para expresar la importancia decisiva de dicha resolución, conseguida con la traición del topo Costa Méndez: “El gobierno ingles tenía ahora carta blanca para tratar con la Argentina, del mismo modo que un policía tiene carta blanca para negociar con un secuestrador armado que tiene a sus rehenes en un auto robado. La situación estaba ahora en manos de los negociadores -estadounidenses- y los tiradores -británicos-.”(El hundimiento del Belgrano, Gavshon y Rice, p. 60).

A esos efectos siguiendo al pie de la letra las instrucciones cursadas a través de la página OP-ED de LA NACION, del 29 y 30 de marzo, y del 1 y 3 de abril, el canciller argentino y topo de la OTAN Costa Méndez, además de cubrir tardíamente la misión allí con su cómplice Eduardo Roca, primero hizo una presentación absurda y extemporánea ante dicho consejo, en el cual el Reino Unido cuenta con el derecho a veto. Con la que facilitó el control de los tiempos del trámite de la resolución por parte del Reino Unido.

Pero además el mismo 2 de abril viajo a Nueva York, asistido por su otro cómplice, su secretario Gustavo Figueroa, y al día siguiente además de malquistarse en una entrevista con los Países No alineados integrantes del Consejo, cuyos votos resultaban decisivos, pronunció un artero discurso ante el mismo Consejo, donde no dejó ningún falta por cometer.

Concretamente, aceptó haber amenazado con el uso de la fuerza con el comunicado de la cancillería, emitido tras las negociaciones con el Reino Unido en febrero anterior. Y alegó además que la carta de la ONU no tendría validez en relación con el conflicto de Malvinas, al haberse sancionado muy posteriormente al inició del mismo.

A ello se sumó que astutamente el Reino Unido, sabiendo que se iba a concretar en forma inminente la recuperación de las islas por parte de Argentina, al haberla propiciado a través de Costa Méndez, precavidamente había logrado una declaración previa del presidente del Consejo, el zaireño Kamanda wa Kamanda. Con la que instaba a ambos países a abstenerse del uso de la fuerza, y continuar con las negociaciones.

Con esos tres elementos, el embajador inglés Sir Anthony Parsons, que pocos días después fue nuevamente condecorado por el Reino Unido, destrozo la postura argentina, que solo obtuvo el voto a favor de Panamá. El mismo día en que a través de la página OP-ED de La Nación la inteligencia anglo estadounidense lo instruía respecto el traicionero discurso que debía pronunciar allí, y le prometía: “alguien que aguarda el fruto de un acto que lo colocará en una situación excepcional, al margen de todas las necesidades”.

En GUERRA MALVINAS: Los mensajes secretos a través de La Nación con el topo Costa Méndez 3 – La fecha de recuperación, revelamos tres instrucciones previas que recibió el topo Costa Méndez a través de la página OP-ED de LA NACION. La primera de ella referida a la fecha temprana en la que Argentina debía recuperar las islas Malvinas, que no debía ser antes del 1 de abril.

Fecha en que cambió la presidencia del Consejo de Seguridad, pasando de la embajadora de EEUU Jeane Kirpatrick, que manifestaba gran empatía con las dictaduras militares sudamericanas, al embajador del Zaire Gérard Kamanda wa Kamanda, cooptado por la inteligencia anglo estadounidense, quién imprimió un veloz trámite a la resolución 502 de ese organismo.

Que condenó la recuperación de las islas por parte de Argentina, al día siguiente que esta la concretara, impactando a la Junta Militar con una sorpresa diplomática estratégica. A la que se sumó la asfixia política interna, magnificada enormemente por la prensa de LA NACION, CLARIN, y DYN, en los últimos días de marzo de ese año. Y la euforización posterior de la población, tras la recuperación de las islas por parte de esos mismos medios.

Coctel psico social que hizo que la Junta Militar abortara el plan “Ocupar para negociar”, que preveía a los pocos días el retiro del grueso de las tropas argentinas de Malvinas, para cambiarlo por el plan “Reforzar para obligar a negociar”.  Quedando así atrapada Argentina y la Junta Militar en las Malvinas, en manos de la supuesta mediación del secretario de Estado y ex comandante de la OTAN Alexander Haig. Quien como única alternativa a la guerra, exigió el reconocimiento de la autodeterminación de los isleños, revocándose de esta manera la resolución 2065 de la ONU favorable a Argentina que rechazó esa exigencia inglesa.

En mensaje posterior a través de la página OP-ED de LA NACION, se le comunicó que los militares “estaban hechos”. O sea que se había decidido la recuperación de las islas con una operación anfibia, no aéreo transportada. Y en otro posterior se le advirtió del “reflujo” que iba a sobrevenir por el fracaso de esa recuperación, razón por la cual debía cuidar su prestigio y hacer desaparecer la documentación generada por él, con la que había justificado esa aventura diplomática militar.

En GUERRA MALVINAS: Los mensajes secretos a través de LN con el topo Costa Méndez (4) – El incidente Georgias, se revela como el topo de la OTAN, siguiendo expresas instrucciones de la inteligencia anglo norteamericana, cursadas a través de la página OP-ED del diario LA NACION, el  canciller Costa Méndez introdujo el detonante para el estallido del incidente de las islas Georgias, el “Sarajevo del Atlántico Sur” según CAERCAS. El que a su vez precipitó la decisión de recuperar las islas por parte de la Junta Militar.

El mismo se logró con la entrega a los chatarreros de Constantino Davidoff por parte del topo Costa Méndez, de las “tarjetas blancas” que eran válidas solo para viajar a las islas Malvinas. Quienes debían viajar a las islas Georgias, para desguazar las factorías balleneras de Puerto Leith, según el contrato firmado en Edimburgo por Davidoff a fines de 1979. A la par que a mediados de ese año se creaba la página OP-ED en el diario LA NACION, y a través de ella, con sus mensajes convencionales elípticos encriptados, se tomaba contacto con Costa Méndez, el futuro canciller, para enrolarlo como topo al servicio de la OTAN.

Astutamente, con la denominada Declaración de Comodoro Rivadavia de 1977, la diplomacia inglesa a fines de endulzar una solución tipo Hong Kong -reconocimiento de soberanía y retroarriendo de las islas por 99 años- había extendió el área en conflicto, ceñida hasta entonces exclusivamente al archipiélago de las islas Malvinas, al “Territorio de las islas Malvinas”.

El que para la administración inglesa abarcaba los archipiélagos de Georgias del Sur, y Sandwich del Sur. Se generó así una zona gris, que la inteligencia anglonorteamericana explotó para detonar el incidente. Mediante exigirle a los chatarreros para poder desembarcar el pasaporte, y no las “tarjetas blancas” de las que iban munidos. Suministradas por el director de Antártida y Malvinas, Blanco, cómplice del topo Costa Méndez, con el aval de este.

En otro mensaje posterior, Costa Méndez fue felicitado por el éxito de la infiltración, diciéndole metafóricamente, aludiendo a su cojera, que ahora todo el gobierno rengueaba como él. Le advertía también que el gobierno de Galtieri no iba a durar mucho. Como el del presidente francés Deschanel, que “se cayó del tren”, y tuvo que renunciar a los seis meses de asumir. O como el presidente Garfield de EEUU, quién por las complicaciones de una herida de bala tras un atentado, solo duro otro tanto en su mandato. Igual de lo que le sucedió a Galtieri.

Un tercer mensaje, le recordó al topo Costa Méndez la partida obligatoria del ARA Bahía Buen Suceso hacia Georgias, portando a los chatarreros de Davidoff. A la par que lo felicitaba porque estaban “cazando tenientes generales como a patos”.

En GUERRA MALVINAS: Los mensajes secretos a través de LN con el topo Costa Méndez (5) Vaticano y otros, se revelan los tres mensajes consecutivos convencionales elípticos que receptó el topo de la OTAN canciller Costa Méndez, a mediados de marzo 1982, a través de la página OP-ED de LA NACION, tras la partida del Bahía Buen Suceso hacia las islas Georgias.

En el primero de ellos, le advierte sobre el valor que podrían tener en un futuro la documentación que recibía y emitía. Mensaje que fue completado con otro posterior, revelado en el capítulo 3, que le ordenaba hacer desaparecer la documentación emitida por él. Como consecuencia, además de observar el CAERCAS la superficialidad y carencias de firmas, en la documentación emitida por la cancillería referida al conflicto, se da la circunstancia que no existe ninguna firmada por el topo Costa Méndez. Quien la retiro, supuestamente para redactar su libro MALVINAS – Esta es la historia, pero que nunca reintegró.

En un segundo mensaje, se le ordenó suspender el “operativo ALFA”, que la Armada había planificado paralelo al “operativo Davidoff”. Consistente en instalar una base científica militar en las islas Georgias, similar a la que había instalado en la isla de Thule en 1976, en el archipiélago Sandwich del Sur. Finalmente la Junta Militar dispuso que el mismo quedará a decisión de la cancillería.

El tercer mensaje y más importante, fue el que le ordenó comportarse como una “arpía” respecto las relaciones con el Vaticano. El que en 1978 había hecho fracasar la estratagema anterior de la inteligencia anglo norteamericana de la OTAN guiada por Kissinger, consistente en llevarnos a una guerra contra Chile.

Así en la actual estrategia, el Vaticano debía cumplir un rol ambivalente. Por un lado mantener tranquila la frontera Oeste con Chile, para que la Junta militar se decidiera avanzar hacia el Este, hacia Malvinas. Pero en manera alguna debía interferir en esta marcha, como lo había hecho en 1978. Salvo como consuelo cuando la derrota militar ya era inminente, tal como sucedió.

A esos efectos la inteligencia anglo norteamericana, había tomado sus recaudos. Con el restablecimiento pleno de las relaciones entre Inglaterra y el Vaticano, cortada cuatro siglos atrás, tras la creación de la Iglesia Anglicana. Y la invitación por parte de esta al Papa Juan Pablo II, que visitara Londres. Que se concretó dos semanas antes de la caída de Puerto Argentino, sucediendo pocos días después la consoladora visita del Papa a Buenos Aires.

En GUERRA MALVINAS Los mensajes secretos a través de LN con el topo Costa Méndez (6) – Preparando Georgias, en primer lugar se señala el cambio de manos que hubo en Clarín, con la entronización del grupo Magnetto, y la simultánea creación de la agencia DYN, por parte de ese diario y LA NACION.

Siendo ello tres vectores mediáticos decisivos para la euforización de la población tras la recuperación de las islas, a los efectos de que la Junta Militar cambiara el plan “Ocupar para negociar”, por el de “Defender para obligar a negociar”. Quedando así Argentina militarmente atrapada en las islas Malvinas, y en manos del supuesto mediador, el secretario de Estado Haig. Quien la única alternativa que brindó a la guerra, fue el reconocimiento de la autodeterminación de los isleños.

Los mensajes abiertos encriptados elípticamente a los que se refiere este capítulo, cursados el 17 y 18 de marzo de 1982 en la página OP-ED de LA NACION, están referidos esencialmente para preparar al topo canciller Costa Méndez, para el incidente de las islas Georgias. A la par que el ARA Bahía Buen Suceso, portando a los chatarreros de Davidoff, se disponía a amarrar allí. Dicho incidente, reputado por CAERCAS como el “Sarajevo del Atlántico Sur” fue el que precipitó a la Junta Militar a recuperar improvisadamente las Malvinas.

En el primer mensaje encriptado, le anticipaba que tenía que comportarse salvajemente, al “estilo Brigadas Rojas”, que poco tiempo atrás habían perpetrado el asesinato del ex premier italiano Aldo Moro y otros.  Evitando caer “en las trampas y carnadas de la devoción, la protección y la fidelidad”.

El segundo mensaje en la página OP-ED, venía acompañado de “comida para llevar”. Consistente esta en una aviesa nota de un columnista estadounidense, referida a la doctrina Monroe. La que supuestamente ratificaba la alianza de Argentina con EEUU, e impediría una excursión británica como reacción a la recuperación argentina de las islas.

Y anticipaba que “satisfecho el tiempo de la meditación, prontamente se pasó a la acción”, con el altercado que dio comienzo ese mismo día en las islas Georgias. Y le insinuaba también un total fracaso para el gobierno militar en los acontecimientos en curso.

El capítulo está completado con los testimonios de dos de los integrantes de los denominados “chatarreros” de Davidoff, que evidenciaban la sincronización de esos mensajes en la página OP-ED de LA NACION, con lo que comenzaba a suceder en las islas Georgias. Quienes además atestiguaron haberse sentido usados “como a los chicos, nos hicieron creer cosas que nunca existieron. Mire, yo quiero que usted publique esto: a nosotros nos usaron como carne de cañón.

En GUERRA MALVINAS Los mensajes secretos a través de LN con el topo Costa Méndez (7) – Escalar Georgias, se revelan los mensajes encriptados elípticamente que recibió el topo Costa Méndez a través de la página OP-ED del diario LA NACION, entre el 20 y 23 de marzo de 1982, en forma previa a la Guerra de Malvinas. Ordenándole que escalara el incidente de las islas Georgias, y colaborara con la guerra psicológica descargada sobre la Junta Militar a través de la misma prensa, para que asumiera la decisión de recuperar las islas con el absurdo plan “Ocupar para negociar”.

El contexto de situación de esos mensajes, era por el lado externo, la escalada de la crisis de las Georgias, descripta por CAERCAS como el “Sarajevo del Atlántico Sur”. En donde el topo Costa Méndez, que la había precipitado con la entrega de las “tarjetas blancas” a los chatarreros de Davidoff, que solo eran válidas para las islas Malvinas, recibió la orden de “jugar brusco”. Y por el lado interno, la sensación de crisis y asfixia política que la quinta columna periodística de LA NACION – Clarín– DYN descargó sobre la Junta Militar argentina, para que asumiera la decisión de recuperar militarmente las islas en disputa.

El primer mensaje encriptado elípticamente, recibido el día 20 de marzo a través de la página OP-ED del diario LA NACION, además de exaltar en esa edición el rol jugado por el topo Costa Méndez, instaba a este que engrupiera al presidente Galtieri. Mediante una semblanza del Gral. José San Martín inserta en esa misma página, en la que con un trasfondo con la imagen de las islas Malvinas, se desarrollaba un supuesto notable parecido entre ambos generales.

El segundo mensaje encriptado elípticamente, recibido el día siguiente en la misma página OP-ED, lo instaba a que colaborara con la quinta columna periodística, en la faena de empujar a los integrantes de la Junta Militar hacia Malvinas. Señalándole con una imagen adjunta en la página editorial, como blancos al Gral. Galtieri y el brigadier Lami Dozo. Dado que por su parte el Alte. Anaya era el más firme impulsor de esa aventura, pasando actualmente a reconocer con todas las letras que Argentina “cayó en una trampa”.

Ese día en esa misma página, el topo Costa Méndez también recibió la instrucción de que vetara la candidatura de Santiago de Estrada como embajador en el Vaticano, dada la altísima sensibilidad de esta relación diplomática. Que había hecho fracasar la anterior estratagema desplegada por la inteligencia anglo estadounidense al servicio de la OTAN, consistente en llevarnos a la guerra con Chile, para resolver sin esfuerzo propio el conflicto de Malvinas.

Al día siguiente, 22 de marzo, con una continuidad demostrativa de la dinámica impresa a la situación, el topo Costa Méndez recibió en la página OP-ED de LA NACION, la orden encriptada elípticamente, de “jugar brusco” en la crisis de las Georgias. Habiendo señalado especialmente CAERCAS el mal desempeño del topo Costa Méndez a partir de esa fecha, magnificando y complicando el incidente, además de haberse originado por el supuesto error de la cancillería del otorgamiento de las “tarjetas blancas”.

En ese marco de doble acción por parte de la quinta columna periodística de LA NACION, Clarín, DYN. Con los mensajes manifiestos de estos tres vectores mediáticos, dirigidos hacia la cúpula militar, y los mensajes encriptados elípticamente de LA NACION dirigidos al topo Costa Méndez, se produjo un cuarto mensaje el 23 de marzo de 1982.

En el cual para consumo de la cúpula militar a través del topo Costa Méndez, en la página OP– ED se enaltecía la figura del subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos Thomas Enders. El mismo que supuestamente había garantizado al “hands off” en esa aventura por parte de EEUU.

En GUERRA MALVINAS: Los mensajes secretos a través de LN con el topo Costa Méndez (8) – El TAU Ros, se describe el sutil proceso de aproximación que se hizo con su persona para enrolarlo en esa tarea, entre fines del año 1979 y principios de 1980. A través de las páginas OP- ED (Opuesta Editorial) del diario LA NACION, sin mantener ningún contacto humano o físico con él.

El capítulo tiene además un notable matiz siniestro, dado que para enrolarlo en esa tarea al futuro canciller, en abril de 1980, dos años antes de que se precipitaran los hechos de la reocupación argentina de las islas Malvinas y la trágica posterior guerra, se le señaló nada menos quienes iban a liderar esos acontecimientos. El Gral. Leopoldo Fortunato Galtieri, que a fines de 1981 llegó a la presidencia de la Nación, y el subsecretario de Relaciones Exteriores de la Cancillería Enrique Jorge Ros, que llegó a ese puesto en 1980, y fue uno de los impulsores del absurdo plan “Ocupar para negociar”.

Tras la inauguración de la página OP-ED de LA NACION el 13 agosto de 1979, y la publicación en ella el 16 de agosto de una nota con la firma del topo Costa Méndez, según se describió en el capítulo 1, se dio inició a un proceso de aproximación hacia él, desarrollado a través de esa misma página.

Con alusiones enigmáticas hacia su persona, su entorno, y su intimidad, que en algunos casos se completaban en el Suplemento Literario dominical, o con avisos clasificados. Y además venían acompañadas de “llamadores” relacionados con su apellido u entorno, que confirmaban los intentos de hacerle llegar mensajes a él.

Este inusitado asedio a través de la página OP-ED, obviamente llenó de inquietud a su receptor, Costa Méndez, además de expandir notablemente su narcisismo, ante la hipótesis de que nada menos que el “diario de registro” de la Argentina, como lo denomina la embajada de EEUU, se estuviera dirigiendo directa y subrepticiamente hacia su persona.

La inquietud en tal sentido se vio confirmada un mes después, el 13 de septiembre de 1979, con la nota OVNI Mito y realidad, inserta en la página OP-ED, en la que metafóricamente se refería a esos intentos de comunicación, equiparándolos con el contacto con alienígenas. A la par ella lucía notables “llamadores” que confirmaban el asedio o aproximación al que estaba sometido Costa Méndez, y hablaba de agentes de la CIA.

El asedio o aproximación continuó en los días posteriores, hasta llegar al 29 de septiembre de 1979. Donde a la par de una nota que llevaba la firma de Costa Méndez, que operaba como “llamador” reaparecía una segunda versión de OVNI Mito y realidad.

Por su lado la nota de Costa Méndez, con un supuesto error en la cita de un apellido, se refería bilinguisticamente a la cojera de Costa Méndez, como consecuencia de una parálisis infantil. Lo cual también era interpretable como el “juego del cojo”. Mientras en la de OVNI Mito y realidad, además de referirse una acción parecida, “yo juego”; se aludía a la relación íntima que tenía con Eduardo Roca; y se daba a entender que el 8 de abril de 1980, aparecería el TAU, emblema, compromiso, o misión para la que estaba siendo requerido.

Seguidamente Costa Méndez fue introducido en el negociado de la “nafta adulterada”, al pasar a presidir la Compañía General de Combustibles, del grupo supuestamente suizo Soldati. Y a presidir también Arfina, la financiera de este grupo. De esta manera con esa zanahoria la situación económica de Costa Méndez mejoró ostensiblemente. La que luego durante su desempeño como canciller se transformó en un palo, para, entre otras cosas, obligarlo a darle curso al numen del absurdo plan “Ocupar para negociar”, emitido por el director de la Antártida y Malvinas, Carlos Blanco, y avalado por el mencionado Ros.

Costa Méndez también hizo un viaje a Londres, del que dio cuenta en una nota publicada en la página OP-ED de LA NACION el 26 de marzo de 1980, Diez días en Oxford. En la que en un recuadro Nemo le remarcaba que no había ningún intercambio telefónico, solo unidireccionales a través de la OP-ED.

Seguidamente el sábado 5 de abril de 1980, como un anticipo de lo previamente anunciado, apareció en la tapa de LA NACION Enrique Ros, el futuro vicecanciller de Costa Méndez durante la Guerra de Malvinas. La que lucía además unos llamadores textuales y de imágenes, que derivaban al topo Costa Méndez a la página 12 del diario. Señalando en esta, en relación con el TAU de próxima aparición el martes subsiguiente, a anticipos de notas que iban a aparecer en el Suplemento Literario dominical del día siguiente, relacionadas con las Fronteras territoriales, y Los torneos de Dios.

Por su parte en la página OP-ED de ese mismo día, se insistía por un lado en la importancia de su íntima relación con Eduardo Alberto “Bertie” Roca, a los efectos del cumplimiento de su misión, en la que “los espías viajan con pasaporte diplomático”. Y a la par se ratificaba la importancia de las notas del Suplemento Literario, con la “etiqueta tierra”.-

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