La cuarentena no es para pobres: 1 de cada 3 cordobeses tiene graves problemas de vivienda

Así lo revela un informe del Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (OTES) basado en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y los presupuestos de la provincia de Córdoba. Se refiere a  falta de agua potable, cloaca, hacinamiento, y/o problemas de infraestructura. Abarca 465 mil personas del Gran Córdoba donde se vienen registrando los mayores casos de contagio de Coronavirus. Además, según el informe, el gobierno de Schiaretti viene realizando recortes a los programas de viviendas, en torno al 38% entre 2013 y 2020.

Por Lea Ross | @LeandroRoss

“Quedate en casa” es el principal paliativo contra la propagación del Covid-19 que ha impuesto el gobierno nacional, comandado por Alberto Fernández, y el  provincial cordobés, comandado por Juan Schiaretti.

Sin embargo, para miles de habitantes del Gran Córdoba -ciudad de Córdoba y localidades de alrededores-, esto no es nada sencillo, y mucho menos confortable, porque simplemente carecen de una casa  vivienda digna.

El Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (OTES) de Córdoba acaba de presentar un informe titulado “Condiciones de Vivienda En Gran Córdoba”. En él destaca que uno de cada tres personas que viven en el área metropolitana del Gran Córdoba, donde habitan un total de 1,8 millones de  personas, tienen serias dificultades de  viviendas.

Informe OTES “Condiciones de Vivienda en Gran Córdoba”

Según OTES, son 465 mil personas que hoy deben estar en cuarentena en la ciudad de Córdoba u otros grandes centros urbanos como Villa Carlos Paz, Alta Gracia, Jesús María, Cosquín, Villa Allende, como así también pequeñas comunas. Es decir, un tercio de la población que tiene carencia de agua potable y/o desagüe (8%), carencias edilicias (11%) o hacinamiento  (21%).

El trabajo se realizó mediante la recopilación de información relativa al estado general de las viviendas, provenientes de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) para el tercer trimestre de 2019, que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), sumado al análisis de los presupuestos de la provincia de Córdoba de los años 2013 al 2020.

 “Frente a esta problemática, el Estado no ha dado respuesta suficiente. Se evidencia que en los últimos años los recursos del gobierno provincial destinados a resolver esta cuestión fueron cada vez menores mediante recortes a programas de viviendas en torno al 38% entre 2013 y 2020, y montos sub-ejecutados que alcanzaron el 49% de lo presupuestado el último”.

Las viviendas vulnerables

En base a las estadísticas de la Encuesta Permanente de Hogares, según el informe, en el Gran Córdoba, hay 116.000 personas que no tienen acceso al agua potable o alguna conexión con desagüe. O sea un 8% de la población de 1,8 millones. Esto no incluye otros servicios, como la luz y el gas, o internet.

En cuanto a aquellos que tienen problemas edilicios, como es el caso de la falta impermeabilidad en techos o paredes, falta de aislamiento térmico o la ausencia de un cuarto de baño, la cifra alcanza los 166.000 habitantes, o sea el 11% del total. Más de uno cada diez.

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Finalmente, figura el hacinamiento, que se refiere cuando en un dormitorio  conviven tres o más personas. Una problemática habitacional que hoy afecta a  317.000 habitantes del Gran Córdoba. O sea el 21%. Más de una quinta parte de su población.

En conclusión, OTES subraya que “465.000 habitantes del aglomerado residen en hogares con deficiencias fundamentales, esto representa al 31% de la población, equivalente a 3 de cada 10 habitantes del Gran Córdoba”. Los que ahora, y desde hace 25 días, deberían estar en cuarentena confinados en sus hogares.

Mayoría pobres

Profundizando su análisis, además, el informe destaca que esta tercera parte de los habitantes del Gran Córdoba que tienen problemas de viviendas, como es de suponerse, están bajo la línea de pobreza. Para ello, OTES divide a la población en 10 grupos o deciles, según su nivel de ingresos. El primer decil, contempla aquellas personas con un ingreso per cápita familiar mensual de hasta $ 5.280. El segundo, entre los $ 5.280 a los $ 7.500.

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En ese sentido, destacan que el porcentaje de personas con falta de acceso de agua y desagüe, 8% del total, se duplica al 17% en el primer decil de ingresos. Es decir en aquellos un ingreso de $5.280.

A medida que avanzamos en ingresos las proporciones van disminuyendo, donde el segundo decil llega el 15%. Si consideramos los 3 primeros deciles, que representan al 30% de hogares con menores ingresos, vemos que acumulan  79% del total de estos casos.

Lo mismo ocurre con el segundo problema, el de las carencias edilicias, que lo padecen el 11% de los habitantes del Gran Córdoba. Allí vemos que el primer decil, es decir aquellas personas que tienen un ingreso hasta $ 5.280, abarcan el 25% del total de casos. Y que los tres primeros deciles, de los ingresos más bajos, concentra el 75% del total de personas que hoy están en cuarentena en el Gran Córdoba con problemas en sus techos o paredes, aislamiento térmico o baño.

Por su parte el tercer problema, el hacinamiento en un cuarto de tres o más personas, muestra claramente la relación entre vivienda e ingresos. Dado que este se concentra principalmente en el primer decil con ingresos hasta $ 5.280, con el 49% del total de casos. Mientras que los tres primeros deciles más bajos acumulan el 75% del total de cordobeses con problemas de hacinamiento hoy la ciudad de Córdoba y alrededores. ¿Cómo será su cuarentena en estas condiciones?

“Por lo tanto, mientras que poco más de 3 de cada 10 personas (31%) habitan viviendas que no cumplen por lo menos una de los estándares mínimos, esta proporción aumenta a 6 de cada 10 personas (61%) para quienes viven en hogares del primer decil, es decir, los de menores ingresos. A su vez, el 71% de personas con el derecho a una vivienda digna vulnerado se ubican en los hogares de los primeros tres deciles. En otras palabras, 7 de cada 10 personas en condiciones de déficit habitacional está en los 3 estratos más bajos de ingresos” concluye OTES en su informe.

Presupuesto indigno

Ante esta crítica situación de vivienda que padecen 1 de cada 3 cordobeses, sobre todo los sectores más vulnerables ¿qué pasó con los fondos que destinó la Provincia de Córdoba para tratar de paliar esta situación?

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Analizando los presupuestos consolidados y ejecutados del periodo 2013-2020 de la provincia de Córdoba, OTES detectó que este tuvo un aumento en términos reales hasta el año 2017. Luego,  en sintonía con el cambio de dinámica nacional, con el salto del tipo de cambio y la inflación desde abril de 2018,  su tendencia cambió abruptamente y comienza a decaer.

“Observamos que la participación de los mismos en relación al presupuesto provincial se mantuvieron relativamente constantes en torno al 2,2% entre 2013 y 2017, para luego caer hasta llegar al 1,4% en 2020. Esto implica que para igualar en 2020 el presupuesto de vivienda de 2016 (el máximo valor del periodo analizado), serían necesarios $2.882 millones adicionales” señalan en el informe.

Los programas sociales que tiene la provincia para mejorar las condiciones de acceso a una vivienda digna son: “Programa de Vivienda”, “Programa de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento Comunitario”, “Escrituración de Viviendas y Crédito Tu Casa” y “Plan Lo Tengo y Vivienda Semilla”.

Los mismos, desde el 2013 al 2016, según OTES, implicaron un presupuesto anual ejecutado -lo que realmente el gobierno gastó- en torno a los $ 3.000 millones. Que saltaron a los $ 5.100 millones en el años 2017. Año electoral donde Schiaretti, antes de las elecciones, amplió el programa “Vivienda Digna”.

Luego de ese pico, el dinero real destinado a mejorar las viviendas de los cordobeses cayó estrepitosamente a unos $ 1.500 millones en el 2019. Un 50% menos de lo que el gobierno destinaba en el 2013 a valor nominal. Datos lapidarios que se puede observar en el siguiente gráfico, sería aán mas lapidario, si se tuviera en cuenta la inflación.   

“De esta manera queda evidenciado como en los últimos años, los programas  destinados a mejorar las condiciones de vivienda han sido deteriorados a partir de dos prácticas llevadas a cabo por el gobierno provincial: en primer lugar se realizó un recorte en la participación de los programas de vivienda dentro del Presupuesto provincial del 38% si se compara 2013 con 2020. En segundo lugar, para todos los periodos fueron subejecutadas las partidas, quedando sin ser utilizados el 43% de los recursos presupuestados en todo el periodo”, apunta el informe de OTES.

Y detalla: “en el 2019 se utilizaron tan sólo $49 por cada $100 que estaban destinados a mejorar las condiciones de vivienda de la población, y en términos agregados, solo para ese año quedaron sin ser utilizados $1.692 millones”.

Este ajuste descomunal, que impacto también en los sectores de menores recursos, se  debió, según lo confesó el ministro de Finanzas Osvaldo Giordano, para que de esa manera el gobernador Schiaretti pagará la deuda, y llevara adelante un faraónico plan de obras públicas. Destinado a impactar y maravillar al electorado cordobés, tras el resultado electoral muy negativo que obtuvo en las elecciones legislativas nacionales del 2017, el que el peronismo obtuvo poco mas del 30 % de los votos, contra casi el 50 % de Cambiemos.

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De esta manera el peronista cordobesista logró en las elecciones del 2019, extender su mandato hasta el 2023, perpetuándose 24 años en el poder, con la alternancia de José Manuel de la Sota y Schiaretti como gobernadores, de la Docta cada vez menos docta.

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Uno de cuyos tantos resultados negativos, ateniéndonos a la frase de Lord Acton “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”, es el que hoy en el gran Córdoba, el 36% de su gente esté en la pobreza casi absoluta. Y que Córdoba encabece los mayores índices de pobreza y malestar en el empleo del país.

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“En definitiva, nos encontramos ante una dimensión social que en el Gran Córdoba se encuentra altamente vulnerada y que frente al contexto de aislamiento que atravesamos nos permite dimensionar (y resignificar) su importancia en la vida de las personas” concluyen desde OTES.-

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