La voladura de los gasoductos Nord Stream que vinculan gasiferamente a Rusia con Alemania por parte presumiblemente de EEUU y la OTAN, equiparan a estos con Hernán Cortes en la conquista de México, y Alejandro Magno en la conquista de Fenicia. Quienes quemaron las naves conque desenbarcaron en esas colonias, para imponerles a sus tropas que no había otro camino que la guerra y la conquista.
Ante una Europa que actualmente segun las encuestas, quiere mayoritariamente PAZ en el conflicto bélico rusoucraniano. Cansada tras no seis meses, sino siete años de guerra, y ante la perspectiva de soportar el invierno mas crudo en su historia posmoderna, por la ausencia de la energia suministrada de diversas maneras desde Rusia. Que ademas ha complicado enormemente su producción industrial, y también la alimenticia por el costo de operación de sus invernaderos.
Razón por la cual entrando en el invierno, esas demandas de paz seguramente se agudizarían notablemente, y ante ello parecería que EEUU y la OTAN, preventivamente, hicieron volar los gasoductos que llevaban el gas ruso a Europa. Al mismo tiempo que con la anexión de las áreas ucranianas en conflicto, Rusia ha anunciado un escalamiento del mismo, para dar un rápido final al enfrentamiento.
Ver Otra visión de la guerra ruso-ucraniana “Las cosas están empezando a calentarse”
Días previos la secretaria del Tesoro de los EEUU Janet Yellen, como una pitonisa dijo: “Este invierno va a ser duro y desafiante para nuestros vecinos europeos”, pero sus “heroicos intentos” de reducir la dependencia de la energía rusa podrían ayudar a mitigar eso.” Por su parte tras la voladura, el secretario de Estado de EEUU Antony Blinken haciéndose el sonso, dijo que ello ”no interesa a nadie, ni a Occidente ni a Rusia”, y ufanamente agregó que lo “fundamental” es que EEUU:
“Está trabajando día a día” para garantizar la seguridad energética de Europa, con “el aumento de las exportaciones de crudo y de gas natural licuado estadounidense a los países europeos para sustituir las exportaciones rusas… También estamos trabajando con nuestros socios para reducir la dependencia de combustibles fósiles en Europa y acelerar la transición a energías renovables”, explicó.
Por su parte el eurodiputado y ex ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Radek Sikorski, publicó en Twitter una fotografía de la superficie del mar con gas saliendo del fondo, acompañada de las palabras: “Gracias, EEUU”. A la par que presenciaba la inauguración del nuevo gasoducto que va de Noruega a Polonia, en reemplazo del gas ruso.
Además recordó los dichos del presidente de EEUU Joseph Biden, que en febrero pasado prometió acabar con los Nord Stream si Rusia invadía a Ucrania. Y ante la pregunta aclaratoria de un periodista sobre cómo exactamente Washington planeaba implementar esta intención, el jefe de la Casa Blanca respondió: “Te lo prometo, podemos hacerlo”. Amenaza que recordó el presidente Donald Trump, insinuando que EEUU es el autor de la voladura, al mismo tiempo que se ofreció a mediar en el conflicto, que podría deflagrar la 3ra Guerra Mundial.
Según su primer secretario general, el inglés Lord Hastings Ismay, la OTAN fue creada “para mantener a EEUU dentro de Europa, a Rusia fuera de Europa, y a Alemania sometida”. Como consecuencia de la visión del estratega estadounidense Halford Mackinder, que afirmó que “El pivote geográfico de la historia” está en el centro de Eurasia, y por ello EEUU debía impedir a toda costa la unión o complementación entre Rusia y Alemania. País que con su tradicional capacidad industrial y la energía barata rusa, se convirtió en la potencia rectora de la Unión Europea.
La destrucción de los gasoductos Nord Stream en la zona bajo el mando de la OTAN, en la plataforma submarina bajo jurisdicción de Dinamarca y Suecia, que según los rusos sí no se reparan rápidamente se perderán para siempre, asegura la escasez crónica de energía a Alemania. Y así los empresarios alemanes, al no poder contar con energía barata, no podrán competir contra estadounidenses y chinos, y se verán obligados a relocalizarse al otro lado del océano Atlántico.
Esos costosos gasoductos tendidos en el Mar Báltico, que tuvieron un costo de 17 mil millones de dólares, fueron la alternativa a los gasoductos qué para llegar a Alemania, antes pasaban por Ucrania, Polonia, la Republica Checa, y Eslovaquia, como se puede apreciar en el siguiente mapa. Razón por la cual Alemania se encuentra ahora ante el desafío existencial de aceptar definitivamente la pérdida de sus ventajas comparativas y la competitividad de su economía.
O hacer de esa región de Eurasia una zona de paz, comenzando con la neutralización de Ucrania, como exige el presidente Vladimir Putin. Siendo esta la verdadera razón del actual conflicto urdido por EEUU desde el 2014, bajo la presidencia del premio Nobel de la Paz Barack Obama, completado ahora por quien fue su vicepresidente, el presidente Biden.
Ver La provocación de EEUU, OTAN, y Ucrania a Rusia según el estratega suizo Jacques Baud
Ver La guerra en Ucrania es culpa de Occidente
Seguidamente Stripteasedelpoder.com traduce y reproduce completa la encuesta de opinión, uno de cuyos gráficos luce en la portada, publicada por el European Council Foreign Relations (Consejo Europeo Relaciones Exteriores). Reveladora, a pesar de la feroz propaganda anti rusa concretada por los medios occidentales, de la aspiración de Paz supuestamente sobre la Justicia, que tienen los habitantes de los principales países de Europa. La cual explicaría porque EEUU y la OTAN decidieron quemar las naves con la voladura de los gasoductos.
Ver Multipremiado periodista John Pilger: así funciona la propaganda y la prensa occidental
En sus Conclusiones , con una postura abiertamente a favor de la OTAN y EEUU, la encuesta advierte: “La guerra es como una montaña rusa: la opinión pública puede cambiar con cada giro y vuelta, y también es un motor muy poderoso. Como escribió recientemente Gideon Rachman del Financial Times : “La guerra en Ucrania se está librando esencialmente en tres frentes y entre tres protagonistas. El primer frente es el propio campo de batalla. El segundo frente es económico. El tercer frente es la batalla de voluntades. Los tres participantes son Rusia, Ucrania y la alianza occidental que respalda a Ucrania”.
Lo que sucede en cualquiera de los tres frentes afecta a los otros dos. Los éxitos militares de Ucrania son críticos para reforzar el tamaño del campo de la Justicia (cuyo líder informal, Zelensky, tiene una extraña habilidad para comunicarse con el público europeo). Los partidarios del campo de la paz ya son el grupo más grande entre los ciudadanos europeos y probablemente aumentarán en número si crece la sensación de que las feroces sanciones económicas contra Rusia no están dando resultados.
Entonces, ¿qué dicen los hallazgos de esta nueva encuesta sobre la batalla de voluntades en curso y cómo mantener el apoyo a las medidas tomadas para armar a Ucrania y sancionar a Rusia? La dependencia de Ucrania de las acciones de sus vecinos europeos significa que es probable que quien gane esta batalla de voluntades sea aún más importante que lo que ocurra en los terrenos económico y militar. Las próximas semanas serán críticas y los datos muestran que debería ser posible mantener a Europa unida con los mensajes políticos correctos.
Paz versus justicia: la próxima división europea por la guerra en Ucrania
ivan krástev Presidente, Centro de Estrategias Liberales
marco leonard @markhleonard en Twitter Director
15 junio 2022

TABLA DE CONTENIDO
- Resumen
- Introducción
- Europa después de la invasión de Rusia
- Paz versus justicia
- Europa dividida: país contra país
- Divisiones dentro de Europa del Este: Polonia contra Rumania
- El oeste dividido: Alemania contra Italia
- ¿Una próxima crisis de refugiados?
- Conclusión
- Sobre los autores
Resumen
- En los primeros 100 días de la guerra de Rusia contra Ucrania, la opinión pública europea ayudó a solidificar la respuesta política de Europa. Pero una nueva encuesta revela que las preferencias públicas divergentes podrían debilitar esta unidad.
- La investigación de ECFR muestra que, si bien los europeos sienten una gran solidaridad con Ucrania y apoyan las sanciones contra Rusia, están divididos sobre los objetivos a largo plazo. Se dividen entre un campo de “Paz” (35 por ciento de las personas) que quiere que la guerra termine lo antes posible y un campo de “Justicia” que cree que el objetivo más apremiante es castigar a Rusia (22 por ciento de las personas).
- En todos los países, excepto en Polonia, el campo de la “Paz” es más grande que el campo de la “Justicia”. Los ciudadanos europeos se preocupan por el coste de las sanciones económicas y la amenaza de una escalada nuclear. A menos que algo cambie drásticamente, se opondrán a una guerra larga y prolongada. Solo en Polonia, Alemania, Suecia y Finlandia existe un apoyo público sustancial para impulsar el gasto militar.
- Los gobiernos deberán encontrar un nuevo lenguaje para cerrar la brecha entre estos campos emergentes, para fortalecer la unidad europea y evitar la polarización entre y dentro de los países. La clave será presentar las entregas de armas y las sanciones como parte de una guerra defensiva
Introducción
En las semanas y meses transcurridos desde la invasión de Ucrania, los europeos han sorprendido tanto a Vladimir Putin, como a ellos mismos, por su unidad y decisión. Las sociedades europeas posheroicas, indignadas por la agresión de Rusia e hipnotizadas por el valor de los ucranianos, proporcionaron la fuerza motivadora para el giro inesperado de Europa. Inspiraron a sus gobiernos a adoptar cambios a escala histórica; abrieron sus casas a millones de ucranianos; exigieron duras sanciones económicas; y obligaron a las empresas occidentales a abandonar Rusia lo antes posible. Mientras que los “momentos europeos” anteriores estuvieron marcados por la bandera europea que movilizó a la gente más allá de las fronteras de la Unión Europea (incluso en Ucrania), esta vez la bandera ucraniana movilizó a la gente dentro de la UE.
Los europeos han descubierto que son una fuerza más seria de lo que pensaban anteriormente. El distinguido comentarista Moises Naim ha argumentado que “Europa descubrió que es una superpotencia”. Pero, ahora que la guerra se acerca a su quinto mes, ¿durará la unidad europea? ¿O comenzarán a surgir grietas entre y dentro de los países de la UE?
El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores realizó una encuesta de opinión paneuropea en diez países para encontrar respuestas a estas preguntas. La encuesta se realizó a mediados de mayo, en un momento en que los ciudadanos habían tenido la oportunidad de absorber el impacto de la invasión. El debate público se estaba alejando de los acontecimientos en el campo de batalla y hacia preguntas sobre cómo terminará el conflicto, así como su impacto en la vida de las personas, en sus países y en la UE. También fue un momento en el que los europeos se estaban volviendo mucho más conscientes de las consecuencias económicas y sociales globales de la guerra: alta inflación y crisis energética y alimentaria. Esta encuesta mide la resiliencia de los ciudadanos europeos en lugar de solo su ira por la guerra de Putin.
Las aproximadamente 8.000 personas encuestadas procedían de toda Europa. Los países encuestados fueron Polonia y Rumania, estados de primera línea, tradicionalmente escépticos de Rusia, en Europa central; Francia, Alemania e Italia: grandes estados de Europa occidental que anteriormente se ganaron la reputación de Russlandverstehers (“entendidos de Rusia”); Portugal y España: estados del sur de Europa que en el pasado generalmente han estado menos involucrados en la política de Rusia; Finlandia y Suecia: estados del norte de Europa que solicitan la membresía en la OTAN como resultado de la invasión; y Gran Bretaña.
Los resultados de la encuesta sugieren que la opinión pública europea está cambiando y que los días más difíciles pueden estar por venir. La resiliencia de las democracias europeas dependerá principalmente de la capacidad de los gobiernos para mantener el apoyo público a políticas que, en última instancia, causarán dolor a diferentes grupos sociales. Esto obligará a los gobiernos a equilibrar la búsqueda de la unidad europea detrás de la presión sobre Moscú con opiniones divergentes tanto dentro como entre los estados miembros. La encuesta revela una brecha creciente entre las posiciones declaradas de muchos gobiernos europeos y el estado de ánimo público en sus países. La gran división que se avecina es entre aquellos que quieren terminar la guerra lo más rápido posible y aquellos que quieren seguir luchando hasta que Rusia haya sido derrotada.
¿Quién es el principal responsable del estallido de la guerra en Ucrania? En porcentaje
Europa después de la invasión de Rusia
Los europeos no están divididos sobre a quién culpar por la guerra: las tres cuartas partes dicen que Rusia es responsable del conflicto. Tampoco están divididos sobre quién representa el principal obstáculo para la paz: dos tercios apuntan a Rusia. La única excepción a esto es Italia, donde las opiniones de los ciudadanos están muy equilibradas sobre si Ucrania y Occidente no son el mayor obstáculo.
¿Qué país constituye el mayor obstáculo para la paz entre Rusia y Ucrania? En porcentaje
En general, los europeos no dudan sobre de qué lado están: quieren que Ucrania prevalezca. Y están listos para ayudarlo a defenderse. Además, la nueva encuesta de ECFR muestra que la mayoría de los europeos están dispuestos a demostrar solidaridad con Ucrania, proporcionando asistencia económica, enviando armas, apoyando la pertenencia de Ucrania a la UE y aceptando refugiados. Al mismo tiempo, también respaldan medidas duras contra Rusia, incluida la aplicación de sanciones económicas, el fin de las importaciones de combustibles fósiles y el despliegue de tropas en Europa del Este (pero no en la propia Ucrania).
¿Apoyaría o se opondría a que la UE aceptara más refugiados ucranianos en su país? En porcentaje
Pero, aunque los europeos culpan a Rusia por la guerra y esperan una victoria ucraniana, los estados y sociedades europeos están divididos sobre cómo ven el final de la guerra.
Paz versus justicia
En teoría, todos los gobiernos europeos coinciden en que corresponde a los ucranianos decidir cuándo detener la guerra y acordar la forma de la paz. Pero surgen claras divisiones en la encuesta cuando los votantes eligen entre si Europa debe tratar de poner fin a la guerra lo antes posible, incluso si eso significa que Ucrania haga concesiones, o si el objetivo más importante es castigar a Rusia por su agresión y restaurar el territorio. integridad de Ucrania, incluso si ese camino conduce a un conflicto prolongado y más sufrimiento humano.
Tamaño de los diferentes campos de votantes de Europa en respuesta a la guerra de Rusia contra Ucrania En porcentaje
Estos resultados sitúan a los europeos en dos grupos opuestos: un campo de la Paz y un campo de la Justicia. Los partidarios del campo de la paz quieren la paz ahora incluso a costa de las concesiones de Ucrania a Rusia. El campo de la Justicia cree que solo la clara derrota de Rusia puede traer la paz. Esta división atraviesa muchos países, y entre ellos. A medida que el conflicto en Ucrania se convierte en una larga guerra de desgaste, corre el riesgo de convertirse en la línea divisoria clave en Europa. Y, a menos que los líderes políticos manejen con cuidado esta diferencia de puntos de vista, podría significar el fin de la notable unidad de Europa.
En los diez países encuestados, un tercio (35 por ciento) de los encuestados están en el campo de la Paz y una quinta parte (22 por ciento) pertenecen al campo de la Justicia. Otro quinto (20 por ciento) se niega a elegir entre Paz o Justicia, pero sigue apoyando en gran medida las acciones de la UE en respuesta a la guerra de Rusia en Ucrania. Los miembros de este grupo Swing comparten los sentimientos antirrusos del campo de la Justicia, pero también se preocupan por la escalada, como el campo de la Paz. En los próximos meses aumentará la presión sobre este tercer grupo para salir de la valla. Sus puntos de vista, y sus votos, podrían ser cruciales para determinar los próximos pasos de Europa.
Tamaño de los campos de votantes de Europa en respuesta a la guerra de Rusia contra Ucrania En porcentaje
La representación de los campos de Paz y Justicia varía considerablemente entre los diferentes estados miembros, generaciones y partidos políticos. Un hallazgo notable es que, mientras que en los diez países el campo de la paz está igualmente dividido entre hombres y mujeres, hay un claro predominio de los hombres en el campo de la justicia: en una proporción del 62 % de hombres frente al 38 % de mujeres.
En términos de política partidaria, se podría suponer que los votantes de derecha son más propensos a pertenecer al campo de la Justicia que los votantes de izquierda. Pero esta regla rara vez se cumple por completo. En Alemania, la preferencia por la paz domina tanto entre los votantes de centro-derecha de la Unión Demócrata Cristiana/Unión Social Cristiana como de los socialdemócratas de centro-izquierda, mientras que, entre los principales partidos, los Verdes destacan por tener el mayor número de votantes indecisos.
Alemania: Tamaño de los campos de votantes de Europa en respuesta a la guerra de Rusia contra Ucrania En porcentaje
En Finlandia, los partidarios de los socialdemócratas en el poder tienen una fuerte preferencia por la justicia, mientras que los votantes del Partido de la Coalición Nacional, de centro-derecha, están divididos por la mitad. En España, Vox, de extrema derecha, tiene la mayor parte de los partidarios de la Justicia entre sus votantes (aunque todavía tienen una ligera preferencia por la Paz). Del mismo modo, en Suecia, los votantes de derecha radical de los Demócratas de Suecia son los más pro-Justicia de los tres partidos más grandes. Mientras tanto, en Francia la extrema derecha es la más pacifista, con muchos votantes de izquierda ocupando posiciones del Swing. Y, en Italia, mientras que los votantes de todos los partidos prefieren la Paz a la Justicia, el mayor apoyo a la Paz (más del 60 por ciento) se encuentra entre los votantes de los Hermanos de Italia y la Liga.
Los miembros del campo de la Paz y del campo de la Justicia tienen actitudes distintivas hacia la guerra. Si bien todos culpan a Rusia por el conflicto, menos en el campo de la Paz lo hacen (64 por ciento, en comparación con el 86 por ciento en el campo de la Justicia que apuntan a Moscú). Y, de los tres grupos, son los votantes indecisos quienes atribuyen la mayor responsabilidad a Rusia (92 por ciento). Del mismo modo, las mayorías tanto en el campo de la Paz como en el de la Justicia consideran a Rusia como el principal obstáculo para la paz, pero muchos menos en el campo de la Paz lo hacen (53 por ciento, en comparación con el 79 por ciento en el campo de la Justicia). Una vez más, la gran mayoría de los votantes de Swing cree que Rusia es el principal obstáculo para la paz (87 por ciento). Y si alguien considera que Estados Unidos es un obstáculo para la paz, es más probable que esté del lado de la paz.
Si bien algunos votantes pro-rusos (o anti-estadounidenses) pueden ser parte del campo de la Paz, esto no necesariamente convierte al campo de la Paz en un grupo favorable a Rusia. Si bien tanto el campo de la Paz como el de la Justicia están de acuerdo en que tanto Rusia como Ucrania estarán peor como resultado de esta guerra, el campo de la Justicia cree que, sobre todo, Rusia estará “mucho peor”, mientras que los miembros del campo de la Paz prevén que, de los dos, Ucrania sufrirá más. Por lo tanto, algunos en el campo de la paz pueden querer que la guerra termine porque consideran que está infligiendo un sufrimiento excesivo a Ucrania.
¿Estarán mejor o peor Rusia y Ucrania como resultado de la guerra? En porcentaje
El campo de la paz también es más probable que el campo de la justicia crea que la UE estará peor como resultado de este conflicto. Esta puede ser otra razón por la que quieren que esta guerra se detenga. En muchos aspectos, el campo de la paz es un campo de pesimistas.
¿La UE estará mejor o peor como resultado de la guerra en Ucrania? En porcentaje
En términos de la respuesta política y práctica de Europa a la guerra, los tres grupos principales apoyan el corte de los lazos económicos con Rusia. Pero lo hacen en proporciones radicalmente diferentes: en el campo de la Paz, el 50 por ciento respalda esto pero el 37 por ciento no lo hace; en el campo de la Justicia, la diferencia es del 83 al 11 por ciento. Entre los votantes indecisos, es del 83 al 7 por ciento. Los bandos de la Paz y la Justicia también difieren en cuanto a la ruptura de los lazos diplomáticos: el bando de la Justicia claramente apoya esto (70-23 por ciento), al igual que los votantes indecisos (60-30 por ciento), mientras que el bando de la Paz se opone a esto (49-23 por ciento). 40 por ciento). Asimismo, el campo de la Justicia y los votantes Swing quieren cortar los lazos culturales mientras que el campo de la Paz se opone a esto.
¿Qué lazos con Rusia deberían cortarse como resultado de la guerra en Ucrania? En porcentaje
Los asuntos militares también generan un desacuerdo considerable. Los tres grupos no están de acuerdo sobre si imponer una zona de exclusión aérea sobre Ucrania. Los votantes del campo de la Justicia y del Swing apoyan tal propuesta (en un 54-24 por ciento y un 41-23 por ciento respectivamente), mientras que el campo de la Paz se muestra escéptico (48-25 por ciento). La cuestión del envío de tropas a Ucrania también divide la opinión: el campo de la Justicia y los votantes indecisos lo apoyan (52-32 por ciento y 49-31 por ciento respectivamente), mientras que el campo de la Paz se opone (59-24 por ciento).
Y sobre la adhesión de Ucrania a la OTAN, el campo de la Justicia y los votantes indecisos están ambos a favor por amplios márgenes (71-15 por ciento y 75-8 por ciento respectivamente), mientras que el campo de la Paz está dividido, con un 37 por ciento a favor y un 40 por ciento ciento en contra. Sobre si enviar tropas adicionales a los miembros orientales de la OTAN, nuevamente el campo de la Justicia y los votantes indecisos están fuertemente a favor (75-14 por ciento y 75-8 por ciento respectivamente), mientras que el campo de la Paz está dividido (el 41 por ciento apoya mientras que el 40 por ciento se opone).
Sobre la posible pertenencia a la UE de Ucrania, todos los campos están a favor, pero el campo de la paz ofrece sólo un apoyo tibio.
Además, los miembros de los campos de Paz y Justicia llegan a conclusiones radicalmente diferentes sobre la cuestión de si su país ahora debería aumentar el gasto en defensa. Una mayoría en el campo de la Justicia (53 por ciento) apoya aumentar el gasto militar, incluso si eso significa hacer recortes de fondos en áreas como salud, educación y prevención del crimen. Mientras tanto, solo el 29 por ciento dice que su país no debería aumentar el gasto en defensa, a pesar de la guerra, ya que esto podría requerir recortes en otras áreas. En el campo de la paz, las proporciones se invierten casi exactamente: 29 por ciento a favor y 51 por ciento en contra. Los votantes indecisos están más o menos divididos sobre este tema, con una ligera preferencia por abstenerse de gastar más en defensa (entre un 35% y un 30%). Las otras opciones disponibles para esta pregunta eran “Ninguna de estas” o “No sé”.
¿Apoyaría o se opondría a que la UE aceptara más refugiados ucranianos en su país? En porcentaje
Por lo tanto, los votantes de Swing son tan duros, si no más, que el campo de la Justicia en sus críticas a Rusia: culpan a Rusia ante todo por la guerra; sostienen que Rusia es el mayor obstáculo para la paz; y creen que Europa debería romper sus lazos con Rusia. Pero no comparten la indignación moral y los objetivos escalonados del campo de la Justicia. En temas como si la guerra dejará peor a Ucrania y la UE, o si se debe aumentar el gasto en defensa, están mucho más cerca del campo de la paz. De alguna manera, los votantes Swing poseen los instintos de los realistas kissingerianos. Son abiertamente hostiles a Rusia y apoyan políticas duras hacia ella, pero temen que una guerra prolongada sea demasiado costosa para Europa.
¿Cuánta atención dedica su gobierno a la guerra en Ucrania, en comparación con otros problemas que enfrentan sus propios ciudadanos? En porcentaje
Hablando ante el Foro Económico Mundial en Davos a fines de mayo, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, advirtió que “nuestra tarea es que el mundo no se canse de la guerra”. Es un desafío abrumador. El cincuenta por ciento de los miembros del campo de la paz creen que su gobierno dedica demasiada atención al conflicto, mientras que el 38 por ciento dice que hay “suficiente” o “demasiado poca”. Por el contrario, en el campo de la Justicia, el 52 por ciento considera que se está prestando suficiente o muy poca atención a la guerra; sólo el 38 por ciento piensa que es demasiado. Los votantes indecisos están más cerca del campo de la Justicia en este tema: solo el 35 por ciento está de acuerdo en que se dedica demasiada atención a la guerra, mientras que el 47 por ciento dice que hay suficiente o muy poca. Por lo tanto, es poco probable que el cansancio de la guerra (todavía) haga que los votantes indecisos duden entre el objetivo de la paz y el objetivo de la justicia. Y el resto de los votantes son más propensos a decir que se dedica “demasiada” atención a esta guerra (38 por ciento).
Estos datos también muestran que incluso entre el campo de la Justicia puede surgir pronto algún tipo de ‘fatiga de la solidaridad’. Dos de los estados de primera línea más expuestos, Rumania y Polonia, son los únicos países donde más del 50 por ciento de las personas dicen que sus gobiernos se están enfocando demasiado en la guerra a expensas de otros problemas apremiantes. Dado que muchos partidarios de la paz piensan que Ucrania, en lugar de Rusia, terminará peor debido a este conflicto, los avances militares rusos adicionales también pueden hacer que más personas se unan al campo de la paz.
Europa dividida: país contra país
Están surgiendo grandes divisiones entre los estados miembros de la UE cuyos ciudadanos sienten que son participantes en la guerra y aquellos en los que la gente todavía quiere tratar de evitar involucrarse en el conflicto.
Un claro caso atípico es Polonia, donde los encuestados prefieren Justicia a Paz en un 41% frente a un 16%. Mientras tanto, la preferencia por la paz es más fuerte en Italia (52 por ciento) y Alemania (49 por ciento).
Las opiniones de los europeos sobre las causas de la guerra varían considerablemente. Por ejemplo, más del 80 por ciento de las personas en Polonia, Suecia, Finlandia, Portugal y Gran Bretaña dicen que Rusia es la principal responsable de iniciar el conflicto. Esto contrasta con solo el 56 por ciento en Italia, el 62 por ciento en Francia y el 66 por ciento en Alemania que culpan al Kremlin. Sobre la pregunta de quién representa el mayor obstáculo para la paz, el 64 % en todos los países encuestados dice que Rusia, pero solo el 39 % en Italia y el 42 % en Rumania están de acuerdo. En Italia, más de una cuarta parte (28 por ciento) dice que Estados Unidos tiene la culpa, frente al 9 por ciento en los otros nueve países encuestados.
Aún así, la ruptura con Moscú es real y permanecerá durante algún tiempo, independientemente de cómo y cuándo termine la guerra. Existe un fuerte apoyo en todos los países para romper todos los lazos económicos con Rusia (62 a 22 por ciento), y ningún país, ni siquiera Italia, disiente de este curso de acción. También hay un importante apoyo a la ruptura de lazos culturales y diplomáticos con Rusia, aunque no tan fuerte como en el caso de las relaciones económicas. En algunos países, los encuestados se oponen a la terminación de dichos lazos (Italia sobre contactos culturales; e Italia, Francia y Alemania sobre relaciones diplomáticas).
¿Qué lazos con Rusia deberían cortarse como resultado de la guerra en Ucrania? En porcentaje
Los europeos creen que Rusia y Ucrania saldrán perdiendo a causa de esta guerra. Una mayoría de europeos, al contrario de lo que se dice en muchas capitales europeas, que ven la guerra como un “momento” de la UE, también creen que la UE estará peor. A su vez, la opinión predominante en la mayoría de los países encuestados es que la guerra no tendrá impacto en EE. UU. o China.
Los dos temas que más preocupan a los europeos con respecto al conflicto en curso son el costo de vida (incluidos los precios más altos de la energía) y la amenaza del uso de armas nucleares por parte de Rusia. Pero, si bien la ansiedad por estas preguntas existe en todos los países, surgen diferencias en las principales preocupaciones de los encuestados. En Portugal, Italia y Francia, la gente está más preocupada por el impacto de la guerra en el costo de vida y los precios de la energía. Por el contrario, en Suecia, Polonia y Rumanía, los ciudadanos son los menos preocupados por este tema. Los suecos, los finlandeses y los franceses están más preocupados por la amenaza de los ciberataques rusos que la gente de otros países. Y los países ubicados más cerca de Rusia (Finlandia, Polonia, Rumania y Suecia) están comparativamente más preocupados por la amenaza de una acción militar rusa contra ellos.
¿Quién estará peor como resultado de la guerra en Ucrania? En porcentaje
¿Cuáles son sus mayores preocupaciones con respecto a la guerra en Ucrania? En porcentaje
¿Cuáles son sus mayores preocupaciones con respecto a la guerra en Ucrania? En porcentaje
Divisiones dentro de Europa del Este: Polonia contra Rumania
Al tratar de imaginar las futuras divisiones en Europa causadas por la guerra, los analistas a menudo se refieren a una “división este-oeste” ya las diferencias entre los países de primera línea y los que están geográficamente más alejados del conflicto. El estudio de ECFR sugiere un mapa mucho más matizado. Revela, por ejemplo, diferencias significativas entre Polonia y Rumanía, ambos países de primera línea que acogen a un gran número de refugiados y que históricamente sospechan y son hostiles a Rusia.
Los diferentes campos de votantes de Europa en respuesta a la guerra de Rusia contra Ucrania por el grupo más grande
Incluso si tanto Polonia como Rumanía limitan con Ucrania y sus gobiernos se encuentran entre los principales partidarios de Kyiv, sus ciudadanos muestran actitudes bastante distintas hacia la guerra. El ochenta y tres por ciento de los polacos culpan a Rusia por el conflicto; en Rumania, solo el 58 por ciento lo hace. Aún más importante, el 74 por ciento de los polacos ven a Rusia como el mayor obstáculo para la paz, mientras que solo el 42 por ciento en Rumania lo hace.
Los dos países también están efectivamente en dos planetas diferentes cuando se trata de su preferencia por la Paz o la Justicia. Como se señaló, Polonia es el único país en la encuesta donde el campo de la Justicia claramente prevalece sobre el campo de la Paz (41 a 16 por ciento). Mientras tanto, Rumania, junto con Francia, Alemania, Italia, Suecia y España, muestra una clara preferencia por la paz sobre la justicia (42 a 23 por ciento).
¿Debería su país gastar más en defensa ahora dada la guerra en Ucrania? En porcentaje
Los polacos se encuentran entre los halcones más grandes de Europa y los rumanos entre las palomas más grandes. En Polonia, el 77 por ciento quiere cortar todos los lazos económicos con Rusia; en Rumania, solo el 45 por ciento lo hace. El setenta y cuatro por ciento de los polacos apoya el fin total de las importaciones de combustibles fósiles de Rusia, en comparación con el 51 por ciento en Rumania. Del mismo modo, el 71 por ciento de la población en Polonia, en contraste con solo el 39 por ciento en Rumania, quiere cortar todos los lazos diplomáticos con Rusia. Y el 73 por ciento en Polonia, frente a solo el 40 por ciento en Rumania, apoya terminar todo contacto cultural con Rusia.
Polacos y rumanos también difieren en la fuerza de la solidaridad que sienten con Ucrania. Por ejemplo, el 71 por ciento de las personas en Polonia, pero el 54 por ciento de las personas en Rumania, apoyan brindar más asistencia económica a Ucrania. Sobre la cuestión de enviar armas adicionales a Ucrania, el 78 por ciento en Polonia está a favor frente a solo el 46 por ciento en Rumania. Los dos países difieren más significativamente sobre la idea de enviar tropas a Ucrania: Polonia se encuentra entre los pocos países donde el apoyo a esta opción prevalece sobre la oposición, en un 46 por ciento a un 30 por ciento; Los rumanos se oponen al envío de tropas en un 44% frente a un 26%.
Si bien Polonia es uno de los dos países donde el 50 por ciento o más está de acuerdo en que la guerra significa que los países deberían aumentar el gasto militar, los rumanos están mucho menos convencidos. La geografía no es el destino cuando se trata de definir las actitudes de los ciudadanos hacia la guerra.
El oeste dividido: Alemania contra Italia
Una mirada a algunos de los países europeos anteriormente más amistosos con Rusia también muestra trayectorias divergentes. Mientras que los europeos del este acusan regularmente a Alemania de apaciguar a Rusia, esta nueva encuesta muestra que los ciudadanos alemanes son significativamente más agresivos que los italianos.
Por ejemplo, incluso si la mayoría de los alemanes (66 por ciento) e italianos (56 por ciento) culpan principalmente a Rusia por la guerra, difieren sobre quién representa el mayor obstáculo para la paz. El 63 % en Alemania cree que la respuesta es Rusia, pero solo el 39 % en Italia está de acuerdo. Italia también es el país con el mayor número de encuestados que afirman que EE.UU. es el principal culpable (20 por ciento) y es el mayor obstáculo para la paz (28 por ciento); menos en Alemania (11 y 9 por ciento, respectivamente) comparten estas creencias.
En ambos países, prevalece el apoyo a la ruptura de los lazos económicos con Rusia: el 57 % en Alemania y el 47 % en Italia lo respaldan, mientras que el 29 % y el 36 %, respectivamente, se oponen. Los alemanes son más agresivos que los italianos en varios otros aspectos. Por ejemplo, cuando se les pide que decidan si es más importante reducir la dependencia energética de Europa de Rusia o ceñirse a los objetivos climáticos de la UE, los italianos están muy divididos. Sin embargo, la mayoría de los alemanes prefieren abordar la dependencia energética de Europa. Los alemanes están bastante divididos sobre si cortar los lazos culturales con Rusia, mientras que los italianos son claros en su preferencia por mantener abiertos los canales culturales, el único país en este estudio que apoya esto.
Los alemanes apoyan (entre un 52% y un 33%) el envío de armas y suministros militares adicionales al gobierno ucraniano. Los italianos son la única nacionalidad encuestada que está en su mayoría en contra de esta idea (en un 45 por ciento contra un 33 por ciento). De manera similar, la opinión predominante en Alemania es que se deben enviar tropas adicionales a los miembros del este de la OTAN (en un 45 por ciento contra un 32 por ciento). Pero los italianos en su mayoría se oponen a tal movimiento, en un 45 por ciento contra un 30 por ciento.
Quizás la diferencia más llamativa entre Alemania e Italia radica en la postura de sus ciudadanos sobre el gasto en defensa. Italia es un caso atípico entre todos los países encuestados, con un 63 por ciento que dice que no es necesario aumentar el gasto en defensa, a pesar de la guerra; un mero 14 por ciento quiere ver un aumento. Mientras tanto, Alemania se encuentra entre los cuatro países (junto con Finlandia, Polonia y Suecia) en los que la gente respalda en gran medida el aumento del gasto en defensa (entre un 41 % y un 32 %).
¿Qué debería ser más importante para la UE: reducir la dependencia energética de Rusia o ceñirse a los objetivos de la política climática? En porcentaje
Por lo tanto, las posturas anteriormente (relativamente) amistosas de los gobiernos hacia Moscú tampoco son una guía confiable para la opinión pública.
¿Una próxima crisis de refugiados?
La guerra en Ucrania ha destruido suposiciones previas sobre las divisiones en Europa. Una de las características más llamativas del impacto de la guerra ha sido la metamorfosis de Europa del Este en lo que respecta a quienes huyen de la violencia: algunos de los estados que alguna vez fueron más entusiastas en mantener alejados a los refugiados sirios durante la crisis de 2015 ahora reciben la mayor cantidad de llegadas.
¿Apoya a su gobierno en la acogida de refugiados ucranianos? En porcentaje
Sin embargo, la encuesta de ECFR insinúa formas en que la migración aún podría convertirse en un tema de división en el este, tal como lo ha hecho en Turquía desde que Ankara abrió la frontera del país a los refugiados sirios. Si bien la mayoría de los europeos están felices de recibir refugiados ucranianos, Rumania, Polonia y Francia se encuentran entre los países menos abiertos a esta perspectiva. Esto quizás esté influenciado por el hecho de que Rumanía y Polonia ya han acogido a muchos refugiados ucranianos, y por la toxicidad de la política de inmigración en Francia, un país que hasta ahora ha acogido a pocos refugiados ucranianos. El hecho de que los refugiados en Polonia se alojen principalmente en casas particulares tal vez pueda influir en la actitud del público a la hora de imaginar qué debería hacer su país a continuación.
Conclusión
La guerra es como una montaña rusa: la opinión pública puede cambiar con cada giro y vuelta, y también es un motor muy poderoso. Como escribió recientemente Gideon Rachman del Financial Times : “La guerra en Ucrania se está librando esencialmente en tres frentes y entre tres protagonistas. El primer frente es el propio campo de batalla. El segundo frente es económico. El tercer frente es la batalla de voluntades. Los tres participantes son Rusia, Ucrania y la alianza occidental que respalda a Ucrania”.
Lo que sucede en cualquiera de los tres frentes afecta a los otros dos. Los éxitos militares de Ucrania son críticos para reforzar el tamaño del campo de la Justicia (cuyo líder informal, Zelensky, tiene una extraña habilidad para comunicarse con el público europeo). Los partidarios del campo de la paz ya son el grupo más grande entre los ciudadanos europeos y probablemente aumentarán en número si crece la sensación de que las feroces sanciones económicas contra Rusia no están dando resultados.
Entonces, ¿qué dicen los hallazgos de esta nueva encuesta sobre la batalla de voluntades en curso y cómo mantener el apoyo a las medidas tomadas para armar a Ucrania y sancionar a Rusia? La dependencia de Ucrania de las acciones de sus vecinos europeos significa que es probable que quien gane esta batalla de voluntades sea aún más importante que lo que ocurra en los terrenos económico y militar.
Las próximas semanas serán críticas y los datos muestran que debería ser posible mantener a Europa unida con los mensajes políticos correctos.
La encuesta sugiere que la ruptura de Europa con Rusia es irreversible, al menos a corto y medio plazo. Ahora no hay ninguna posibilidad de que los europeos sueñen con integrar a Rusia en sus propias estructuras o comunidad política. Parecen estar mirando hacia un mundo en el que Europa se desvincule por completo de Rusia.
Pero el consenso europeo sobre Rusia no se traduce automáticamente en una posición común sobre qué roles debe desempeñar la UE en la guerra. Los datos anuncian una creciente divergencia entre el campo de la paz y el campo de la justicia a medida que la guerra se prolonga y los costos asociados con ella aumentan.
La encuesta expone divisiones potenciales sobre los refugiados, la adhesión de Ucrania a la UE, el impacto en los niveles de vida y la amenaza de una escalada nuclear. Estos se combinan en un cisma central entre los campos de la Paz y la Justicia. En muchos países europeos, la causa de Ucrania podría dejar de ser un esfuerzo nacional unificador y convertirse en un tema político divisorio. Pero, además de causar tensiones dentro de los países individuales, la guerra podría significar que las posturas políticas de estados como Polonia e Italia diverjan cada vez más.
En las primeras etapas de la guerra, los países de Europa central y oriental se sintieron reivindicados en su anterior actitud agresiva hacia Rusia, y han ganado confianza y poder dentro de la UE. Pero, en la próxima fase, países como Polonia podrían verse marginados si el campo de la paz amplía su atractivo entre los demás estados miembros.
La clave para mantener la unidad europea en apoyo de Ucrania es tomar en serio los temores de una escalada y presentar el conflicto como una lucha defensiva contra la agresión rusa en lugar de hablar de la victoria de Ucrania y la derrota de Rusia.
Si bien el conflicto de Ucrania aún podría resultar ser la partera de una UE mucho más fuerte, esta investigación muestra que el apoyo al aumento del gasto en defensa es más débil entre el público de lo que podría parecer si solo se escuchara a los líderes políticos.
Quizás el signo más preocupante es que la mayoría de los europeos ven a la UE como un gran perdedor en la guerra, en lugar de interpretar su unidad relativa como un signo de fortalecimiento de la unión.
Sigue existiendo el peligro de que los campos de la paz y la justicia puedan llegar a estar tan polarizados como los deudores y acreedores en la crisis del euro de principios de la década de 2010. Si se permite que esto suceda, y si la UE queda inmovilizada por sus propias divisiones, entonces la guerra podría señalar la marginación permanente de Europa en el escenario mundial.
La opinión pública europea fortaleció la unidad de la UE frente a la invasión rusa de Ucrania. Ahora depende de los líderes de Europa mantener esta unidad. Encontrar un lenguaje que atraiga a los votantes Swing (duro con Rusia, pero cauteloso sobre los peligros de una escalada) podría proporcionar una forma de cuadrar el círculo de la opinión pública.
Si la UE logra mantener el frente amplio que ha mostrado hasta ahora, y si los gobiernos de todos los bandos se unen en lugar de tratar de humillarse unos a otros, una Europa geopolítica más fuerte aún podría emerger de la sombra de la guerra. La forma en que se resuelva la invasión rusa de Ucrania tendrá consecuencias de gran alcance para el conflicto que se está gestando entre Estados Unidos y China.
Sobre los autores
Ivan Krastev es presidente del Centro de Estrategias Liberales de Sofía y miembro permanente del Instituto de Ciencias Humanas de Viena. Es autor de Is It Tomorrow Yet?: Paradoxes of the Pandemic , entre muchas otras publicaciones.
Mark Leonard es cofundador y director del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. Su nuevo libro, The Age of Unpeace: How Connectivity Causes Conflict , fue publicado por Penguin en rústica el 2 de junio de 2022 . También presenta el podcast semanal “ El mundo en 30 minutos ” de ECFR.
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