La reciente elección provincial en Mendoza reportó una dura derrota para la candidata de La Campora Anabel Fernández Sagasti. Al registrar una notable caída de 61 mil votos, bajando del 40 % al 35 % del padrón, en relación a los votos obtenidos en las PASO nacionales por el Frente de Todos. A la par de que el candidato del Frente para el Cambio, con otras siglas de por medio, cosechó un notable incremento de 142 mil votos, pasando del 37 % al 50 %, y superando en 105 mil votos los obtenidos en las PASO provinciales. Revelando esto que muchos que votaron al Frente de Todos en agosto pasado, ahora lo hicieron por el candidato de Juntos por el Cambio. Abriendo el interrogante si esto es fruto, además del perfil K duro de Fernández Sagasti, de la aparición del voto religioso por la cuestión del aborto.
Por Redacción – 1/10/19
El fin de semana pasado trajo buenas nuevas al alicaído frente Juntos por el Cambio encabezado por Mauricio Macri. Una fue la nutrida concurrencia que obtuvo el sábado al mitin que había convocado en la paqueta Barrancas de Belgrano de la CABA, que cuenta con vecinos de muy buen vivir. Y la otra fue el desastre que cosechó al día siguiente La Campora en las elecciones provinciales en Mendoza.
Donde su candidata ultracristinista Anabel Fernández Sagasti, padeció una sustancial pérdida de votos, respecto los cosechados por la fórmula Fernández – Fernandez, cabeza del Frente de Todos. Pese al notable apoyo que recibió de Alberto Fernández, quién en vísperas del acto electoral concurrió allí con un ostensible sequito de gobernadores, como para apabullar a los mendocinos.
Esto no obstante no modificó gran cosa el caudal de votos que el peronismo había obtenido en las PASO provinciales realizadas el 9 de junio, que solo aumentó escasos 15 mil votos. Y además en términos porcentuales disminuyó del 36 % al 35 % del padrón. Al haber votado 63 mil personas más, pasando la concurrencia de votantes del 74,6 % al 79,1 del padrón.
Cifra muy pobre si se tiene en cuenta los 17 mil y pico que aumentó el partido local testimonial, Protector Fuerza Política, liderado por José Luis Ramón. Y los casi 105 mil votos que aumentó el frente Cambia Mendoza, encabezado por Rodolfo Suarez.
Quien se quedó con el 70 % de los nuevos votantes que fueron a votar entre una y otra elección provincial; más la disminución de los votos en blanco y anulados de un 5,6 a un 3,4 % del padrón (21 mil votos); y de los partidos que se presentaron en las PASO y no entraron en la elección, un 4,7 % del padrón (66 mil votos).
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El resultado negativo se ve aún más duro, si se lo contrasta con las PASO nacionales de agosto, a la que concurrieron a votar más personas, un 80,2 % del padrón. Donde se impuso el Frente de Todos, con casi 450 mil votos, un 40 % del padrón, sobre el Frente para el Cambio, que obtuvo 412 mil votos, un 37 % del padrón. Habiendo perdido así la candidata Fernández Sagasti en la reciente elección, no obstante apellidarse Fernández, 61 mil votos respecto los obtenidos por los candidatos Fernández Fernández en las PASO, bajando su cuantía del 40 al 35 %.
Mientras que por su parte Mendoza Cambia, el sucedáneo del Frente para el Cambio en el orden nacional, aumentó 142 mil votos, pasando del 37 % al 50 % del padrón. Alimentando así sensiblemente el sueño macrista de poder revertir el resultado catastrófico de las PASO de agosto, no solo con una mayor concurrencia de votantes, sino bajo el supuesto que hay un voto líquido y cambiante que se puede explotar.
Este resultado cambiante a favor de Cambiemos, sería consecuencia de tres factores concurrentes. Uno es que los dirigentes radicales de Mendoza Cambia, lo borraron del mapa al presidente Macri, como si nunca hubiese existido una alianza con él.
Provincializaron la elección a fondo, y la contrastaron con los conflictos salariales sufridos por los mendocinos durante el último gobierno peronista de Francisco Pérez entre el 2011 al 2015. Factor este que indudablemente no incidirá en las elecciones nacionales de octubre, sino todo lo contrario.
El otro factor fue que en Mendoza desapareció la postura política flexible por parte del kirchnerismo en el orden nacional, consistente en poner sagazmente como candidato cabeza, no a un ultra, sino a uno todo lo contrario, que incluso en un tiempo había sido un detractor. Como consecuencia que en las PASO de junio, apoyada por CFK, se impuso por muy escaso margen la senadora Fernández Sagasti, por poco más de 10 mil votos, y un punto porcentual.
Quien no obstante apellidarse Fernández, en nada se parece a Alberto Fernandez, y si a Cristina Fernández. Habiéndose abierto paso muy joven en el peronismo mendocino, mediante proclamarse “soldado de Cristina”, que en género femenino bien podría interpretarse como “soldada a Cristina”.
Lo cual causó grandes rispideces en la interna peronista, al punto incluso de haber sido acusada de carecer del título de abogada, igual que sucedió con CFK. Y de esa manera, siendo veinteañera, logró en el 2011 una banca de diputada nacional. Y luego apenas treinteañera logro en el 2017 otra banca en el Senado de la Nación. Habiéndose desempeñado ínterin en el Consejo de la Magistratura.
Si algo distingue a Fernández Sagasti, como así también a los integrantes de la Cámpora, es su autosuficiencia, propia quizás de su juventud. Acompañada de ideas demasiado estructuradas, no obstante la modernidad líquida en la que vivimos. Mezcla que generalmente lleva a despreciar las estructuras de ideas de otros, si no se compadecen con la suya.
¿Apareció el voto religioso?
Entre ellas se destaca su postura en defensa de la legalización del aborto. Tema que apareció con toda su intensidad en el debate televisivo que protagonizaron los candidatos a gobernador, en vísperas de los comicios.
Donde las dos mujeres candidatas, Fernández Sagasti, y Noelia Barbeito del FIT se proclamaron firmes defensores de su legalización y ejecución gratuita por parte del Estado. Mientras que los candidatos masculinos Suárez y Ramón, se opusieron frontalmente a ambas cosas.
Siendo así esta delicada cuestión que divide a la sociedad, el tercer factor que parece haber incidido en el flamante resultado electoral. En una provincia conservadora, gobernada durante larguísimos años por los “gansos” del Partido Demócrata.
No siendo casual también que en los discursos del mitin del sábado en Barrancas de Belgrano, haya aparecido un contenido religioso en ellos, con citas bíblicas incluidas. Principalmente por parte de Elisa Carrió, y el candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Pichetto. No obstante su proclamado laicismo y rotunda postura a favor del aborto, que ahora parecen haber pasado al olvido.
Al respecto el diario ultra oficialista Clarín destacó esta cuestión diciendo: “En medio de los contactos del Ejecutivo con grupos evangélicos y de la tensión con la Iglesia católica sorprendieron las numerosas menciones religiosas que hubo durante el acto. “¡Con Dios claro que se puede!”, cerró un Macri eufórico minutos antes de sostener un cartel con la leyenda #SíSePuede. Pichetto y Carrió también citaron el evangelio y a Jesús.”
En relación al aborto el candidato Alberto Fernández, tras triunfar apabulladamente en las PASO, se despachó con declaraciones al menos inoportunas, e incluso desubicadas respecto ese delicado tema que divide a la sociedad, y que parece estar en los planes del macrismo emplearlo a fondo, para captar el voto religioso. Fenómeno que no es novedoso, si uno observa lo que sucedió en EEUU y a Brasil, donde Donald Trump y Jair Messias Bolsonaro llegaron a la presidencia montado en él.
En el programa televisivo “Corea del Centro”, toreado por su conductora María O’Donell, y abandonando su postura manifestada previamente de despenalizarlo, como queriendo congraciarse con el Banco Mundial y el FMI que preconizan el uso de esa feroz herramienta para limitar el crecimiento de la humanidad en un planeta exhausto, Fernández afirmó rotundamente, no obstante que ello escaparía a sus funciones como presidente:
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“… tengo la decisión política de legalizarlo exactamente, pero a mí me parece que hay dos etapas, porque hay una etapa muy fácil que prácticamente nadie debería estar en desacuerdo que es la etapa de la despenalización… definitivamente yo creo que hay que legalizarlo, pero creo que podemos dar un primer paso inmediatamente despenalizando y ahí lograremos que el aborto deje de ser clandestino, después creo que hay que ir por la despenalización…”
“El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras” dijo Aristóteles hace más de dos mil años. Máxime en una campaña política. Y a la luz de lo sucedido en Mendoza, y el tenor religioso que se advierte en los discursos en el lanzamiento de la campaña política por parte de los líderes de Juntos para el Cambio, este parece ser otro de los recursos que desesperadamente piensa utilizar este frente electoral, para tratar de revertir el resultado catastrófico de las PASO.
En cuya receta habría intervenido el asesor de la campaña macrista, Jaime Durán Barba con sus focus group. No obstante el apoyo publico que manifestó respecto la legalización del aborto, y el desprecio que manifiesta por las religiones y el Papa Francisco. Y como sucedió en Mendoza, el mas entusiasmado por los debates presidenciales es el presidente Macri, para allí dejar definitivamente instalado ese parteaguas.
No obstante los reparos que opone el candidato hasta ahora virtualmente triunfante, Fernández. Quien dice que el debate podría repercutir negativamente en la economía. Pero a la luz de la profunda división existente en la sociedad respecto la cuestión del aborto, también podría repercutir en su masa de votantes, como habría sucedido en Mendoza.-
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