Miguel Pichetto y Diego Bossio, los líderes de la oposición en el Senado y en la Cámara de Diputados respectivamente, desde el principio del actual Gobierno parecen más preocupados por la gobernabilidad del actual Gobierno, que el mismo Gobierno, habiendo recibido en consecuencia el mote de opoficialistas. Actitud de extrema docilidad que tendría relación con una interminable auditoría realizada en la ANSES, cuyos resultados afectarían gravemente al actual diputado Bossio y al hijo del senador Pichetto.
Por Javier Llorens – 21/7/2018
A poco de asumir el actual Gobierno, el 21 de marzo del 2016, mientras se discutía la ley clave en el Congreso referida al arreglo con los fondos buitres, LPO (La Politica Online) publicó una nota con título “Inquietud en el Gobierno por el impacto de una auditoría en Anses, sobre Bossio y Pichetto” – Un informe ordenado por el Ejecutivo golpea aliados claves en las negociaciones en el Congreso por los holdouts”.
La breve nota decía: “En el Gobierno nacional hay preocupación por los resultados de una auditoría ordenada en la Anses que podría rozar a Diego Bossio y al hijo de Miguel Pichetto, dos arietes que necesita el PRO en el Congreso para avanzar con la ley que habilita el acuerdo con los holdouts.
El estudio fue pedido por el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, para conocer el estado de situación del organismo previsional que acaparó la caja más grande de la era kirchnerista. La consultora Deloitte fue la contratada para indagar sobre las cuentas del organismo, que a través de su Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS) manejaba 548.000 millones de pesos anuales.
En el gobierno anterior, el número dos de ese Fondo, utilizado por el kirchnerismo para múltiples funciones, era Juan Manuel Pichetto, hijo del jefe de bloque de senadores del Frente para la Victoria, en quien el Gobierno deposita las esperanzas para que el Senado convierta en ley el proyecto de holdouts que ya tiene media sanción de Diputados.
En el avance de la ley en Diputados fue clave Bossio, cuya extensa gestión es materia de la auditoría encargada por Basavilbaso. En el Gobierno manejan este estudio con hermetismo puesto que advierten que no pueden salpicar a Pichetto y Bossio con denuncias justo en este momento y por eso se habla de postergar la publicación del informe para luego de la aprobación de la ley.
Además de Bossio y Pichetto, un grupo de empresarios poderosos también figuraría en el estudio que va desde negocios de cientos de millones como la construcción -que Anses financia a través del plan Procrear- hasta las operaciones en el mercado financiero y en menor escala el reparto de la pauta publicitaria.
Desde Anses reconocieron a LPO que se encargó la auditoría a Deloitte pero aseguraron que aún no hay información oficial sobre el estudio, que aún está en marcha.
Al hijo que hace referencia el artículo es Juan Manuel Pichetto que durante la gestión de Diego Bossio al frente del ANSES fue el responsable del Fondo de Garantías de Sustentabilidad. La realidad es que nunca se han dado a conocer los avances de la mentada auditoría. Llama la atención que cada tanto resuena su existencia.”
El dueño de LPO es Ignacio Fidanza, hijo del fallecido Amílcar Fidanza, que fue jefe de prensa de la SIDE en los primeros tramos del menemismo. Trabajó además para el banquero Raúl Moneta en la revista “El Guardian”, dedicada a operaciones periodísticas. La que ante el afán de Moneta de controlar el diario LA NACION, denunció escandalosamente la compra de LA NACION por parte de la ignota offshore Barton Corp, y el lavado de dinero de quienes detentan actualmente su control, la familia Saguier.
Años después quien habría sido confidente de esas maniobras, el ex accionista de LA NACION Luis Emilio Mitre, apareció asesinado con un submarino seco. Sin que los grandes diarios con los que estuvo vinculado, LA NACION y Clarín, se esmeren en exigir que se aclare ese homicidio. Ni tampoco lo hace LPO.
Como toda opereta de prensa, que escracha en continuado, o tira una punta y se olvida, nada de nada se supo después de esa auditoría. A la par que Pichetto y Bossio desplegaban su dócil opoficialismo, salvo algunas salidas de faja en algunos asuntos menores. Como la ley de limitación de las tarifas, como para que su opoficialismo no parezca obsecuencia. Ni tampoco Bossio y Pichetto salieron a reclamar que se haga pública esa auditoría, para salvar su buen nombre y honor.
Tampoco salió nada en otros medios. Recién dos años después LA NACION tiró una pulla al respecto, mediante la nota de Damian Nabot con título “Pichetto contra el maleficio de la Reina de la Nieve” (27/5/18). En la que narra que la senadora Silvina García Larraburu, que en su juventud había sido Reina de la Nieve en Bariloche, había decidido abandonar el interbloque de Argentina Federal al mando de Pichetto. Para pasarse al del Frente para la Victoria, tras incorporarse al mismo su líder, Cristina Fernández de Kirchner.
Nabot apunta elocuentemente al respecto: “Cuando Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada y Pichetto alejó a los kirchneristas de la bancada para dialogar y negociar a sus anchas con el nuevo Gobierno, la doble fidelidad de Larraburu entró en crisis. La senadora debía elegir entre seguir al jefe político provincial o a su referente política. En los primeros días de abril, Larraburu le transmitió a Pichetto que dejaba la bancada y se iba con la senadora Cristina Kirchner.
Nabot apunta que como resultado de ello, el interbloque de Pichetto dejó de ser la primera minoría, en beneficio de Cambiemos. Y que “si no consigue sumar un miembro a la bancada, Pichetto perderá a un representante en el Consejo de la Magistratura. Y no son tiempos para perder influencia en la Justicia, menos con un hijo complicado con las investigaciones en torno al manejo de los fondos del Anses.”
https://www.lanacion.com.ar/2138418-pichetto-contra-el-maleficio-de-la-reina-de-la-nieve
Apareció así nuevamente en los medios después de dos años, la cuestión de la auditoria de la ANSES. En momentos en que el Gobierno trataba por cualquier medio de impedir que la oposición sacará adelante la ley de limitación tarifaria. A la que veto inmediatamente tras su sanción, demostrando la importancia que le daba a ella.
Ley a la cual Pichetto se encargó de alivianarla lo más posible, pero que ante la postura crítica de los propios integrantes del Gobierno, con Elisa Carrió a la cabeza, le era evidentemente imposible tratar de impedir su sanción. Por el riesgo que su opoficialismo perdiera definitivamente sus dos primeras letras op.
El diario La Palabra de Rio Negro, provincia a la que representa Pichetto, uso como estribo dicha nota de La Nación, para publicar otra con el sugestivo título “El Mensaje para los Pichetto” (28/5/18). Que estaba adornada con una fotografía de los Pichetto y Bossio, y donde en forma insinuante también aparece el logo del Banco Hipotecario, cuya explicación se brinda más adelante.
En esa nota también se recordaba la nota precursora de La Política Online del año 2016 al respecto, citándola y apuntando en relación a los efectos de ella: “Por casualidad también, pocos días después el Senado aprobó con 54 votos a favor, 16 en contra y dos ausentes la ley que habilitó el pago a los holdouts y fondos buitres para lo cual el Gobierno Nacional debió emitir y colocar bonos por 12.500 millones de dólares.”
https://www.diariolapalabra.com.ar/noticia/115708
El opoficialismo del senador Pichetto
En el caso de Pichetto se dan otros hechos notables a favor del actual Gobierno, como el sostener a ultranza la división del peronismo. La cual, conforme lo declara públicamente el mismo Gobierno del presidente Mauricio Macri, es la estrategia que este tiene para tratar de ser reelegido en las elecciones del año que viene. Habiendo declarado al respecto el diputado aspirante a candidato presidencial Felipe Solá, “el que trabaja para que haya dos peronismos trabaja para Macri”.
Además a fines del año pasado, el senador Pichetto fue uno de los artífices en sacar adelante la sorpresiva reforma jubilatoria, con la que tras ganar las elecciones se despachó el Gobierno, haciéndole una mínima variación cosmética como para que resultara tolerable. La que luego en su trámite en la Cámara de Diputados desató una batalla campal que asoló a Buenos Aires.
Otro hecho notable y reciente por parte de Pichetto, fue la súbita y ferviente adhesión a la ley de legalización del aborto. Al punto de salir a aplaudir la media sanción que le dio la Cámara de Diputados, inmediatamente después de que ella se produjo. Proponiendo incluso darle un trámite exprés en el Senado, en un par de semanas, como si con ello le fuera la vida. Y oponiéndose fieramente a su pase a demasiadas comisiones, que intento llevar adelante la vicepresidenta Gabriela Michetti.
No obstante que representa a la provincia de Río Negro, que tiene una densidad de habitante por Km2 de 3,1, una de las mas bajas del mundo. Y la forma notablemente espuria con la que se había aprobado ese proyecto de ley en Diputados, con la ostensible compra de votos por parte del Gobierno. Principalmente en relación con los diputados de la Provincia de La Pampa, que dieron vuelta su voto, y evitaron un empate que habría obligado la intervención del presidente de la cámara Emilio Monzó, del que se descontaba un voto negativo.
El Gobierno logró esto mediante el súbito reconocimiento al gobernador de esa provincia, Carlos Verna, de cuantiosos fondos que desde tiempo atrás estaban retenidos. Con quien Pichetto tiene una vieja amistad, y al que además aplaudió diciendo: “Felicito al gobernador de La Pampa Carlos Verna. Lo de Verna demuestra que el peronismo está con la evolución social”. Por lo que no sería de extrañar que Pichetto haya sido el puente de ese negociado, y la felicitación tenga otro sentido.
Esa espuria negociación, es otra manifestación de la enorme importancia que tiene la sanción de la ley del aborto para el Gobierno. Al ser una de las condicionalidades no escritas estipuladas por el FMI (Fondo Monetario Internacional) y EEUU para la concreción de su abultado e inusual préstamo.
Ver La política del aborto liderada por EEUU por razones de Seguridad Nacional
No siendo casual en tal sentido que la apertura del debate por la ley del aborto, la haya lanzado el Gobierno a la par que debatía sotto voce la necesidad de recurrir al Fondo, y en vísperas de recibir la visita de la directora ejecutiva del mismo, Christine Lagarde, en marzo pasado.
Por su enfático apoyo a la ley del aborto, las vehementes muchachas de pañuelo verde designaron a Pichetto como un “sororo”, o sea un hermano. No obstante que según el cronista oficialista Fernando González de Clarín, Picheto está “ahora a favor de la ley tras 12 años de silencio antiabortista abrazado a los Kirchners”. Remarcando así el novedoso interés que tiene Pichetto en la aprobación de esa ley.
Sin embargo, cuando el Gobierno lanzó el debate a fines de febrero pasado, Pichetto asumió una postura refractaria diciendo: “No sé si el Gobierno va a poder controlar el debate”. Y consideró que “es una trampa cazabobos”, porque el Gobierno lo abre “para correr del medio cuestiones trascendentes”. Además dijo que veía “poco probable” que la ley avanzara, cuando se ponga en discusión.
Agregó al respecto en el “Espacio Clarín” en Mar del Plata, al que había sido especialmente invitado, lo que evidencia la deferencia con que lo trata este medio ultraoficialista: “Es un tema de una complejidad importante, que hace a la conciencia individual, no es un tema de partido, es un tema que va a producir una dinámica muy fuerte en el conjunto de la sociedad que no sé si el Gobierno va a poder controlar… implicará un diálogo de fractura con la Iglesia… Pongamos un elefante a caminar por la avenida Independencia, acá en Mar del Plata, y así la gente se distrae mirando al elefante”.
“Es fundamental dar una discusión en serio, que aborde la temática desde el punto de vista sanitario, desde la mirada profunda religiosa, del concepto de la vida, de lo que significa que muchas mujeres desamparadas terminen muriendo, tiene aristas de una complejidad muy grande como para tratarlo sobre tablas”. No obstante Pichetto casi propuso esto después que el proyecto fuera aprobado por la Cámara de Diputados, gracias a las malas artes por parte del Gobierno
Empero desde hace dos años existe un proyecto de ley en el Senado enviado por el actual Gobierno, a cuyo sanción el senador Pichetto, olvidando su opoficialismo, se opuso enconadamente. Se trata de la ley de extinción de dominio, o sea el decomiso de los bienes de aquellos que se encuentran perseguidos penalmente, antes que las condenas queden firmes en la Justicia. Afectando esto notoriamente a las más altas autoridades del anterior gobierno kirchnerista,
Quedando la duda si la oposición de Pichetto a esa ley, se debe a que apesta a la CONAREPA (Comisión Nacional Reparación Patrimonial) creada durante la última dictadura militar, con la que se persiguió a los peronistas. O si el senador Pichetto, por las andanzas de su hijo en la ANSES, teme que le pase lo de legislador francés Joseph Guillotin.
Al que se atribuye ser el inventor de la guillotina, y termino descabezado con ella. Aunque algunos historiadores sostienen que no fue él, sino un homónimo el que termino de esa triste manera. Homonimia que también podría suceder en el caso de Pichetto, por las andanzas de su hijo en la ANSES.
La auditoría informal de la ANSES
La interminable auditoria de la ANSES que parece haber disciplinado a Pichetto y Bossio despierta lógicamente la curiosidad para saber su contenido, lamentablemente mantenido en secreto. Pero una revisación de los informes que periódicamente brinda la ANSES respecto la administración del FGS (Fondo de Garantía de Sustentabilidad) que estaba bajo la batuta de Bossio y Picheto, arroja resultados más que inquietantes.
Una primera impresión se obtiene con el siguiente gráfico, correspondiente a la evolución del FGS en dólares, que obra en el informe referido al sexto bimestre del 2015, publicado por el flamante gobierno de Cambiemos. Del mismo surge claramente que habría existido prima facie una pésima administración del fondo, al haber caído el monto del mismo, de 45 mil millones de dólares en el año 2010, a solo 30 mil millones en los años 2012 y 2013.
Reportando por ende una pérdida de nada menos que un 33 % en ese periodo, para recién remontarla y llegar a un monto de 48 mil millones de dólares, tras la devaluación que concreto el Gobierno de Cambiemos a fines del 2015. Lo cual, tal como lo muestra el gráfico, representó a lo largo de esos años una tasa de crecimiento del FGS de solo el 1,7 % anual.
Otro indicador negativo lo aporta el siguiente gráfico, correspondiente al informe del Consejo del FGS enviado a la Comisión Bicameral de Control de los Fondos de la Seguridad Social del Congreso, por el actual gobierno en febrero del 2016. Referido al rendimiento en pesos del FGS, comparado con la evolución del índice del Merval (Mercado de Valores) y el de IAMC (Instituto Argentino Mercado Capitales) para bonos en pesos.
Claramente se observa que en los últimos periodos el índice del FGS estuvo por debajo del Merval. Pero además, a casi a todo lo largo del periodo que va desde el 2012 al 2015, estuvo también notablemente por debajo del índice de IAMC, hasta alcanzar en el año 2015 una diferencia de un 35 % menos. No obstante que la mayor parte de la cartera del FGS esta invertida en bonos, tal como se puede apreciar en el siguiente grafico obrante en el mismo informe.
El tercer indicador negativo aparece en relación con el rendimiento de las colocaciones a plazo fijo, que da cuenta el siguiente gráfico que aparece en el mismo informe. En el que se aprecia que las colocaciones de la ANSES – FGS, evolucionaron casi siempre por debajo del rendimiento promedio del sistema financiero. Resultando esto más notable en los últimos años, entre el 2013 y el 2015.
En el mismo informe aparece el siguiente cuadro que detalla la evolución del FGS en pesos, en dos modalidades. Una en su variación bruta, mostrando aparentemente altas rentabilidades que trepan a más del 40 %. Y otra con su variación neta, restando las transferencias de Capital efectuadas a la ANSES, que también cuenta aparentemente con altas rentabilidades en pesos.
Lo notable de ese cuadro, es que en el segundo caso no brinda el acumulado del neto, que da un monto de 18 mil millones de pesos menos. Ni tampoco se hacen intervenir los netos parciales, para el cálculo del rendimiento neto de cada año. Y menos aún se procuró mostrar la evolución del fondo a moneda constante, deducida la inflación, para ver su verdadera evolución más allá de las apariencias.
En el siguiente gráfico, confeccionado en base a los valores del cuadro anterior, se visualiza los resultados que producen dichas correcciones. Con sus montos ajustados por inflación con el índice de precios al consumidor de la provincia de San Luis, que es el único que tuvo continuidad en esos periodos.
En el mismo se aprecia que a moneda constante, el FGS cayó de un monto de 495 mil millones en el 2009, a un mínimo de 424 mil millones en el 2012. Registrando en consecuencia una pérdida de un 14,3 % en ese periodo, para recuperarse parcialmente posteriormente, hasta llegar a un monto a moneda constante de 457 mil millones en el 2014. Acumulando así el FGS una pérdida en cinco años de un 8 %, con una tasa negativa acumulada del 1,5 % anual.
No obstante esos indicadores negativos, que evidencian una pésima administración del FGS, lo peor está por venir, conforme se puede observar en el siguiente gráfico. Extraído del informe del Consejo del FGS de diciembre del 2016, enviado a la Comisión Bicameral de Control de los Fondos de la Seguridad Social. El mismo está referido a la Asignación de Liquidez, o sea los dineros depositados a la vista en pesos en los bancos, que no rinden interés, y en consecuencia son un bocatto di cardenale para los codiciosos banqueros argentinos.
El grafico muestra insidiosamente como los montos depositados a la vista, caen sustancialmente a partir del cambio de gobierno en diciembre del 2015, llegando casi a cero a fines del 2016. Habiendo previamente registrado picos de hasta 16.000 millones de pesos, con un promedio mensual estimado del orden de los 7.000 millones de pesos.
Estos dineros depositados sin interés en los bancos, en momentos en que la tasa de interés promedio ponderada por montos según el Banco Central, alcanzo al 33 % anual, representa para los tres años que van desde el 2013 al 2015, un monto de intereses ganados por los bancos y perdidos por la ANSES, de nada menos que casi otros 7.000 millones de pesos de entonces.
Lo cual con un dólar promedio de $ 7,5, representa un monto de nada menos que 930 millones de dólares. Que el FGS habría perdido como consecuencia de la pésima administración de la liquidez por parte de Bossio y el hijo de Pichetto. En beneficio de los bancos, según surge del gráfico, Hipotecario, cuyo logo aparecía en la insidiosa nota del diario La Palabra de Rio Negro antes mencionada, Macro, Banco Francés, HSBC, y Galicia, además del Banco Nación.
A partir de allí, como si fuera una espada de Damocles que pende sobre la cabeza de Pichetto y Bossio, o como una daga florentina cerca de sus yugulares, el periódico informe que el Consejo del FGS envía al Congreso, incluye en su página 7 el grafico “Cuentas a la vista”. Que parece recordarle a ambos la desadministración que tuvieron de ellas, resaltando el contraste de su desarrollo entre ambos gobiernos, pero sin detallar los bancos beneficiados. Tal como se puede observar seguidamente, correspondiente al informe de abril de este año.
El presidente Mauricio Macri repite como una cantinela, seguramente aconsejada por Jaime Durán Barba, que el PRO viene siempre de frente con la verdad. Pero un chantaje se basa precisamente en lo contrario, en ocultar la verdad, para con la amenaza de su revelación, torcer la voluntad del chantajeado. Verdad que en caso de hacerse pública, dejaría de ser efectiva a estos efectos, y por eso se conserva rigurosamente encarpetada. Por ello, haciendo un juego de palabras respecto esos dossier, se podría decir que Pichetto y Bossio estarían encarPROtados .
Los muchachos de Cambiemos, que vienen de la dura actividad de los negocios y las empresas, donde la piedad y los escrúpulos no existen, se presentan ante la sociedad como caballeros londinenses. Pero en los hechos de la realpolitk, se conducen ominosamente como Jack el Destripador, con sus andanzas en los márgenes de la moral, merodeando las cloacas de la sociedad.-
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