En 2021, el actual senador nacional Luis Juez recurrió a la propaganda electoral centrada en el lema “Un Juez para Cristina”. En noviembre pasado, en un reportaje por parte de La Nación+, dijo lo siguiente: “Somos jodidos los argentinos, ¡qué pueblo de mierda! Le exigimos mucho más a un jugador de fútbol que a nuestros propios dirigentes.”
E insistió que “estamos predispuestos a hacer quilombo si nos quedamos afuera del Mundial, pero te roban un país, te saquean educación, te roban el futuro de tus hijos y no nos movemos de casa, así somos los argentinos… Aparece un chanta como Massa, te roba el futuro, te miente, te engaña, te la va pateando. Aparece Cristina, se roba el lugar de la oposición. Aparece un chanta como Fernández que miente y te lleva el país a un nivel insoportable y decimos ‘bueno, está bien, es la dirigencia, vamos a ver qué hacemos'”.
En ese mismo mes, como invitado a uno de los almuerzos de Mirtha Legrand, también aseguró: “Ningún argentino puede decir que la democracia le cambió la vida. La gente la está pasando muy mal. Se nos cayó la clase media, una clase aspiracional, que pretendía cosas para sus hijos y hoy no está pasando”. Pero a él, que desde hace 40 años vive de la política, también se le podría decir como dijo Alfonsín: “A vos no te va tan mal gordito”.
Quienes vivimos en la ciudad de Córdoba, recordamos a aquel Luis Juez que arribó a la Municipalidad de Córdoba, cuya gestión duró entre 2003 y 2007, como un paladín dispuesto a decir las cosas como son. “Córdoba está siendo gobernada por las inmobiliarias”, decía públicamente y con vehemencia.
El tiempo pasa. Luis mantiene su característica verborragia que le habilita estar en la escena pública, con algunas chances de llegar a ser gobernador de la provincia en este año. Pero a diferencia del zorro, cambia las mañas mientras mantiene el pelo.
Y es que lejos de aquel que denunciaba la influencia del lobby desarrollista para influenciar en políticas públicas que los beneficien, su escalonamiento en el poder lo debería haber llevado al actual senador nacional de Juntos Por el Cambio a guardarse un poco la lengua.
Porque resulta que su esposa María Victoria Corte, con quien mantiene un matrimonio de más de treinta años, compró una coqueta mansión en un barrio privado, que pertenece a una de las máximas inmobiliarias de la ciudad. Hablamos de Cañuelas Country Golf, ubicada en la zona sur de Córdoba, que fue concretada por el Grupo Edisur, uno de los máximos referentes en el rubro, y que ha podido obtener beneficios ocultos gracias a las políticas de Juez como intendente, al igual que con otras gestiones de distintos colores políticos.
El palacio de la Corte del Juez
La coqueta y suntuosa vivienda se caracteriza por estar enteramente vidriada con cerramientos con paneles de aluminio. Fue construida en el año 2020, en plena pandemia y cuando el país estaba paralizado. Se levantó en base a los planos diseñados por los reputados arquitectos Adolfo Mondejar y Francisco Figueroa. En las siguientes imágenes de Google Earth, se puede apreciar el avance constructivo que tuvo en ese año, correspondiente a la vivienda del centro.
Bajo la denominación de “Casa JC”, crípticamente Juez-Corte, el diseño de esta lujosa vivienda en Cañuelas Country Golf “intenta alejarse de la estética propia de este tipo de barrio, tanto en escala como en imagen, en busca de una síntesis de su expresión morfológica y cromática”.
Así lo especifica la revista digital Design Boom, en su edición del 3 de enero de 2022, reconocida por dar publicidad a obras y diseños ligados a la arquitectura artística; de allí su nombre que traducido puede interpretarse como Auge en Diseño, y también Diseño Bomba. Y el encomio arquitectónico a la casa JC (o Juez-Corte), también aparece en otros portales, tal como se puede ver aquí, y aquí, etc. Iniciales que casualmente a su vez se corresponden con los trebejos que tienen a Juez como protagonista, para ser consejero de la Magistratura con la ayuda de la misma Corte Suprema, según audios filtrados a la prensa.
Expresa más adelante Design Boom: “Se accede a la casa JC a través de un patio privado , que crea un amortiguador de la calle y que también integra una cochera cubierta. Desde este espacio, los residentes pueden ver todo el camino hacia el jardín y el área social, y del asador al final del sitio, que tiene una entrada independiente. La cocina, el comedor y la sala de estar de planta abierta están contenidos dentro del volumen acristalado del plano de planta en forma de U, mientras que el lado lateral de la casa comprende los cinco dormitorios. Similar a la elevación que da a la calle, el bloque de dormitorios largo presenta pantallas móviles hechas de paneles de aluminio, que brindan privacidad y sombra cuando están cerrados; conexión visual y física cuando está abierto.” Señalando además que la casa se encuentra en el barrio privado cordobés de Cañuelas, donde se incluyen canchas de golf.
La vivienda se constituye de una sola planta con forma de “U” abierta hacia el lado este, “en un lote con orientación norte por la parte posterior del mismo, siendo esta una feliz coincidencia entre la orientación y la búsqueda de privacidad sobre la calle”, apunta Desing Boon, insertando en la nota el siguiente video que aporta una visión integral de ella.
Según los registros de catastro, acorde con los registros visuales de Google Earth, la renombrada casa creada hace solo tres años tiene un valor de terreno de más de 5 millones de pesos, en una superficie de 1.500 metros cuadrados. Si hablamos de la zona edificada, alcanza unos 471 metros cuadrados, que alcanzan una cotización de 14 millones de pesos. Por lo tanto, el valor fiscal total supera los 19 millones de pesos.
El inmueble está a nombre de María Victoria Corte, la esposa de Luis Juez, como única propietaria. En el historial del registro de Rentas de la Provincia, vemos que en el 2018 la base imponible de la propiedad de María Victoria era de tan solo 504 mil pesos. Para el año siguiente, se multiplicó por cinco, al rozar los 3 millones de pesos. Para el 2020, cuando la vivienda se encontraba en los últimos ajustes, superó los 5 millones, manteniendo una leve elevación en el 2021, en pleno congelamiento de precios por la cuarentena. Finalmente, en el 2022, con la mansión en su plenitud, triplicó su cotización para alcanzar los $ 19 millones actuales. Rentas informa que sus impuestos están al día, pero no así otros inmuebles a nombre de María Victoria Corte.
Lo llamativo de todo esto es que a María Victoria Corte no se le conoce ninguna actividad en el rubro empresarial, como para acceder a la titularidad de semejante inmueble. Si bien en la AFIP –cuyo domicilio declarado es el que comparte con su esposo Juez, en el barrio Alto Alberdi- figura como asesora inmobiliaria, no se le conoce ningún puesto jerárquico en ninguna gerencia de ninguna desarrollista.
Por contrario, después de haberse desempeñado durante algunos años como docente en institutos de enseñanza privados, ella está registrada como monotributista con la categoría D, casi como una monotributista social. A los efectos de concretar “servicios inmobiliarios por cuenta propia, con bienes urbanos propios o arrendados”. Curiosamente, el registro para esa actividad lo realizó el primer día de noviembre del año 2019, seguramente cuando los obreros estaban cavando cimientos de esa costosa vivienda de alto glamour.
Según la consulta efectuada a una inmobiliaria, la mansión JC Juez Corte, tendría un valor de 650 mil dólares. Pero otros expertos afirman que con su vidriado total con doble vidrio en carpintería de aluminio, más los cerramientos de aluminio móviles exteriores, y su aire de acondicionado integral junto otros detalles de calidad, el costo de Framing Steel (Estructura de Acero) con la que fue construida, varía bastante más allá del costo estándar de esa modalidad constructiva, que es de alrededor los 700 dólares el metro cuadrado. Razón por la cual, teniendo en cuenta los 600 metros cuadrados en los que se concretó las construcciones, más el costo del terreno, la mansión JC de Juez Corte andaría pisando el millón de dólares.
Al respecto como parte de su propaganda electoral para senador en el año 2021, Juez presentó aparatosamente una declaración jurada publica de sus bienes, donde detalló que era propietario de cuatro inmuebles en la ciudad de Córdoba, y de dos automóviles de modelo reciente. Pero omisivamente en el último reglón referido a “Noticias patrimoniales de interés de los últimos cinco años y datos adicionales para una correcta determinación del patrimonio (propio, del cónyuge, pareja conyugal, socios, sometidos a patria potestad, tutela o curaduría):” solo aparece un ominoso guion “-“.
Y en cuanto al importe de sus bienes, en un tabulado de Infobae al respecto, reproducido con la siguiente imagen, solo aparecen para el año 2020, cuando ya su glamorosa vivienda estaba terminada, $ 14.044.304.
Las andanzas políticas de Edisur
El crecimiento de Edisur, empresa creada por el magnate local Horacio Parga, se logró con el agradecimiento a las políticas provinciales que impulsaron los principales archi-enemigos de Luis Juez, los gobernadores José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti, pero también con alguna ayuda de distintos jefes municipales; incluyendo al verborrágico Luisito, quien se inició en la política en 1983 como secretario de la Juventud Peronista cordobesa. Y de quien cabe apuntar que después de andar del brazo de Domingo Cavallo, pasó de delasotista a antidelasotista, de kirchnerista a antikirchnerista, y que ahora parece estar a punto de pasar de macrista a antimacrista.
Con Edisur, todo empezó con el remate de tierras fiscales a precios irrisorios, llevados a cabo por la hoy extinta agencia “Corporación Inmobiliaria Córdoba” o “Corincor”, durante la primera década del presente siglo. El presidente de Corincor era Carlos Presas, funcionario y operador delasotista, que fue sindicado de haber pagado coimas cuando era legislador provincial para sacar adelante la famosa “Ley Bodega”, que autorizaba la privatización o concesión de empresas públicas y las ventas de terreno públicos a mansalva.
Ver Córdoba: ¿Cómo se “construyeron” las campañas de De la Sota y Schiaretti?
En marzo de 2006, tres terrenos fueron vendidos a precio vil. Uno de ellos, de casi 1.600 m2 al frente de la Terminal de Ómnibus, se lo quedó Edisur. Allí se encuentra la “Torre Duomo”, considerada como el “edificio más importante de la ciudad”, con 28 pisos de alto. Fue construido por una unión transitoria de empresas junto con Betania, bajo el nombre de “Emprendimientos Urbanos SRL”. Dicha firma figura como aportante para la última campaña a gobernador de Schiaretti en el año 2019.
Ver Eurnekián, y su batallón de irregularidades, invade Córdoba
Pero Edisur también apostó por el schiarettismo con “Urbanizaciones Residenciales SA”. Dicha firma figura como partícipe del “Fideicomiso Manantiales”, en referencia a un enorme emprendimiento barrial cerrado, ubicado en la zona sudoeste de la ciudad de Córdoba.
Manantiales de la Cañada, de Edisur, engloba una treintena de barrios privados, dentro de una zona de 60 hectáreas que, previamente, había sido declarada por la Provincia y la Municipalidad de Córdoba como espacio y reserva verde. Pero gracias a la gestión municipal de Luis Juez, en el 2006 se “rezonificó”, autorizando que esas tierras baldías pasaran a ser miles de lotes de 5.000 metros cuadrados, destinados a countrys.
Luego, el sucesor de Juez, Daniel Giacomino, que se decía “un soldado de Cristina”, lanzó la concertación público privada en el 2008, que redujo la superficie de cada lote a 1.500 metros cuadrados. Y seguidamente, Ramón Mestre, de Cambiemos, con una nueva concertación público privada, en el 2014 los redujo a lotes de 250 metros cuadrados, que previo a la pandemia valían unos 72 mil dólares cada uno.
Fue una verdadera sucesión de escándalos que la concejala peronista Olga Riutort, ex esposa del fallecido gobernador De la Sota, calificó como “las 60 hectáreas de la corrupción”. Curiosamente, en el año 2015, Riutort fue compañera de fórmula de Luis Juez, en una nueva disputa municipal capitalina, en donde quedaron relegados a un cuarto lugar.
Muy distinto a la realidad de hoy, donde no solo Juez acaricia la posibilidad de ser gobernador, sino que también tiene a su compañera matrimonial como propietaria de una mansión exclusiva, adquirida de manera poco clara, en uno de los emprendimientos del principal desarrollista urbano de Córdoba, que tanto denunciaba su marido. Tan principal que su dueño, Horacio Parga, es a la vez presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba. Desde ese puesto ha pasado a ser el mentor económico del senador Juez para las futuras políticas económicas a aplicar en Córdoba, que seguramente no serán en beneficio exclusivo de los sectores populares.
Por esa razón, apareció como su par en el Senado Carmen Alvarez Rivero, una empresaria proveniente de una tradicional familia conservadora de Córdoba y accionista de DELTA SA, fundada por su padre Agustín Álvarez Rivero, quien fue ministro provincial de Obras Públicas durante la dictadura militar y procesado por fraude en grandes licitaciones de EPEC (Empresa Provincial de Energía de Córdoba) destinadas a la adquisición de centrales eléctricas. “Dime con quien andas y te diré quién eres”, dice un viejo refrán.-
Ver La legalización del juego on line en Córdoba ¿Quiénes estarían tras ella?
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