Carlos Bulgheroni: adiós a un depredador del Estado, operador de Rockefeller

Desde Onganía y Videla a Cristina Kirchner y Macri, durante más de 50 años, el fallecido empresario petrolero dueño de Bridas, hizo grandes y espurios negocios con todos los gobiernos.Su gran virtud: ser representante en Argentina de los intereses de la familia Rockefeller y exprimir al máximo al Estado. En esta investigación un repaso detallado […]

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Desde Onganía y Videla a Cristina Kirchner y Macri, durante más de 50 años, el fallecido empresario petrolero dueño de Bridas, hizo grandes y espurios negocios con todos los gobiernos.Su gran virtud: ser representante en Argentina de los intereses de la familia Rockefeller y exprimir al máximo al Estado. En esta investigación un repaso detallado de cada uno de esos espurios negociados que realizó Bulgheroni que lo llevaron a ser, en pocos años, el empresario más rico de Argentina con una fortuna de 4.500 millones de dólares.

Por Lázaro Llorens | @lazarollorens

Antes de fallecer en Estados Unidos en la clínica Mayo, Carlos Bulgheroni y su hermano Alejandro, representantes en Argentina de los intereses Rockefeller, poseían la mayor fortuna individual del país, estimada en unos 4.500 millones de dólares, y según publicó la revista Forbes la 324° del mundo. Esta multimillonaria riqueza, que alcanza hasta una excéntrica mansión en Washington, fue adquirida íntegramente en Argentina, un país que hoy tiene un 33% de sus habitantes bajo la línea de la pobreza.

La misma no fue el fruto de su “audacia” empresarial como lo pretendieron contar los grandes medios como La Nación o Clarín. Sino a los diversos y oscuros negocios con el Estado, con gobiernos de toda calaña y color. Desde los presidente de facto Juan Carlos Onganía, Rafael Videla, Reynaldo Bignone hasta los democráticos Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Néstor Kirchner, Cristina Kirchner y Mauricio Macri. Por eso, el mismo Bulgheroni se autodefinía como un “cortesano del poder de turno”, y el día posterior a su muerte toda la elite político-mediático-empresarial local envió sus condolencias a través de los clásicos avisos fúnebres del diario La Nación. Desde el presidente Macri y Mariano Grondona, hasta Sergio Massa y el operador radical Enrique “Coty” Nosiglia.

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Algunos avisos funebres del diario La Nación

El precursor de todo fue Alejandro Ángel Bulgheroni, padre de Carlos y Alejandro, un pequeño empresario inmigrante que en 1948, bajo el gobierno de Perón, comenzó a venderles las bridas a YPF para la unión de los caños petroleros. Así nació Bridas, que en pocos años, de simple proveedor de YPF pasó a quedarse con las bridas, las tuberías y yacimientos de la petrolera estatal, hasta transformarse, en Pan American Energy – PAE -. La segunda productora de petróleo y gas de Argentina que tiene como socios principales a la familia Rockefeller y la China CNOOC.

La oportunidad de oro en la vida de los Bulgheroni apareció cuando el dictador Juan Carlos Onganía, después de derrocar al presidente Humberto Arturo Illia, renegoció los contratos petroleros que habían sido anulados por el cordobés Illia, hecho que según algunos historiadores, fue el motivo principal del golpe de Estado.

Esa renegociación fue aprobada por decreto militar 17.246. En él figura un convenio transaccional entre el Estado Argentino y Pan American, propiedad de la Stándar Oil off Indiana de los Rockefeller, para la explotación de Cerro Dragón, el principal yacimiento de Argentina. Y una aceptación por parte de Pan American de los contratos de perforación que YPF había firmado previamente con Bridas para explotar de esa área.

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Además, en el decreto 17.246, Onganía incluyó un rosario de beneficios a la empresa de Rockefeller indemnizando a Pan American; extendiendo el área de explotación de Cerro Dragón a 400.000 hectáreas; prorrogando por 5 años el plazo del contrato -hasta los 25 años-; fijando un precio del petróleo extraído, a pagar por YPF, que superaba al internacional; y obligando a YPF a hacerse cargo de las regalías. Siendo esto último la razón por la que Illia los había anulado.

De esta manera, ante la necesidad de los intereses de las multinacionales extranjeras de tener lobistas oriundos en los países que operan, comenzó una fructífera relación donde Bridas pasó a ser el representante informal de los intereses petroleros de los Rockefeller en Argentina. Relación que se la conoce con la palabra “Malinche” y se extiende hasta la actualidad.

Bulgheroni y el dictadura del 76

Tras esta entrega de Onganía, el gran manotazo Bridas lo dio durante la última y sangrienta dictadura militar, cuando fue encumbrado como súper ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz. Martínez de Hoz era representante formal de los intereses de Rockefeller como director de Pan American, abogado de ESSO, y asesor internacional del Chase Manhattan Bank, propiedad de los Rockefeller. Además era amigo personal del legendario David Rockefeller, quién llegó a opinar que Martínez de Hoz era un “genio”, por lo que fue agasajado en 1980 por el ex ministro de economía con un cóctel en el Teatro Colón.

David Rockefeller y José Alfredo Martínez de Hoz
David Rockefeller y José Alfredo Martínez de Hoz

Como ministro de economía de la dictadura, Martínez de Hoz impulsó la “privatización periférica” de YPF. Ejecutada por el general Guillermo Suárez Mason, ex empleado de Bridas, interventor de YPF, luego destituido y condenado por delitos de lesa humanidad. Quien tras su paso por la petrolera estatal, dejó una empresa fundida, enormemente endeudada en el exterior y carcomida por el negociado de las llamadas “naftas adulteradas”.

Guillermo Suárez Mason (ex Bridas) y José Alfredo Martínez de Hoz (ex Pan America)
Guillermo Suárez Mason (ex Bridas) y José Alfredo Martínez de Hoz (ex Pan America)

Estos negocios bajo la batuta de los Rockefeller forjaron una relación tan fuerte entre los petroleros y los militares, al punto que eran los únicos que tenían la capacidad de intercesión para saber el paradero e incluso rescatar personas de los campos de concentración clandestinos. Facultad que no tenía ni la Iglesia y mucho menos la justicia.

En concreto la “privatización periférica” de YPF consistió en entregarle a Bridas, Astra, Pérez Companc, Socma (familia Macri) y otras compañías unas 33 áreas que YPF había desarrollado, para que extraigan el petróleo y luego se los vendieran a la misma YPF, con notables sobreprecios estimados en 416 millones de dólares anuales. O sea era la privatización de las pérdidas y ganancias de YPF.

Claro que en realidad, como se puede ver en el siguiente sociograma, esta privatización estaba controlada por un cartel encabezado por las petroleras internacionales Esso y la Shell, que tenía a Bridas, Astra, y Pérez Companc, como lugartenientes. En el caso de Bridas de los Bulgheroni, como se puede ver el lado izquierdo de la imagen, esta petrolera estaba bajo la batuta de Esso, de los Rockefeller, y se vinculaba con otras empresas como Cabot, Ryder Scot, Ascot, Buttes, etc.

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A su vez, como se puede ver del lado derecho, bajo la tutela de Shell estaba la firma Socma propiedad de la familia Macri colgada de Pluspetrol y Techint. Sociedad que explicaría la gran afinidad que tiene hoy el presidente Mauricio Macri con su ex presidente y ahora a ministro de Energía, Juan José Aranguren.

Bignone y el gobierno de Rockefeller-Bridas

En 1983, antes de la llegada de la democracia, estos contratos fueron renegociados con amplios beneficios para las petroleras por el presidente de facto Reynaldo Benito Antonio Bignone, otro ex empleado de Bridas, también condenado por delitos de lesa humanidad. El general Bignone a su vez tenía como canciller a Juan Ramón Aguirre Lanari, suegro de Carlos Bulgheroni. Y como secretario de Energía al lobista petrolero, Alieto Guadagni, actual asesor del ministro de Energía Aranguren, encargado esas renegociaciones. Con lo cual, en ese último gobierno, los intereses Rockefeller – Bridas, había logrado un notable ascenso, ya de controlar la cartera de economía, pasó a controlar las presidencia, la secretaría de Energía y la Cancillería.

En esa renegociación, como la llegada de la democracia era inminente, el general Bignone y Guadagni, además de prorrogar por 5 años el contrato de Cerro Dragón, incluyó una cláusula condicional que dejaba “ad referéndum” del futuro gobierno democrático, la continuidad de esos contratos.

En esa oportunidad, el cartel petrolero encabezado por Shell y Esso fue denunciado ante la justicia federal y la Comisión de Defensa de la Competencia. No obstante, como muestra del poder de Bulgheroni Bignone, la justicia nada hizo, y dicha comisión desestimó la denuncia, pese la ostensible prueba mostrada. Aun así, la petrolera Esso, patrón de Bulgheroni Bridas, se vio obligado a publicar en los más importantes diarios de país, una solicitada negando la existencia de ese evidente cartel.

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Finalmente, para legalizar Unión Transitorias de Empresas (UTE) que componían ese cartel petrolero, que la justicia no quiso investigar, a fines de 1983, el gobierno del general Bignone sacó un decreto militar reformando la ley de sociedades (Ley 22.917).

Eran tiempos de oro para los Bulgheroni. Por ese entonces, Bridas y sus empresas satélites, fueron también unas de las principales responsables de la odiosa Deuda Externa Argentina que trepó a los 23 mil millones de dólares. La famosa sentencia del Juez Jorge Ballesteros, le sindica a Bridas una deuda externa de 238 mil millones y otra de 176 millones por Papel de Tucumán, otra empresa de los Bulgheroni. “Fue una de las mayores estafas al pueblo argentino” sostiene el ex diputado Mario Cafiero, profundo conocedor del tema.

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Un Volcán en Llamas”

En 1984 la oscura trama que rodeó los contratos petroleros de YPF fueron detallados por un novel periodista llamado Marcelo Bonelli en su libro Un Volcán en Llamas-Los contratos petroleros”. En él, el actual periodista de Clarín, da cuenta de los pormenores de esos contratos, sus enormes sobreprecios, su corrupción y la dependencia del presidente Bignone con los Bulgheroni. Denominando a las compañías Bridas, Astra, y Pérez Companc como las “Tres Hermanas”, en imitación de las famosas “Siete Hermnas” anglo norteamericanas. nota-bulgheroni-odt10

Luego de publicar este libro, Bonelli recibió una beca del banco Citibank para hacer un curso en Estados Unidos en la Universidad de Columbia, cuyo principal financista es el grupo Rockefeller. A su regreso recibió el premio al Mejor Periodista Económico de la Bolsa de Comercio y se incorporó al grupo Clarín, olvidándose enteramente de ese pecado de juventud. Y de aportar su visión crítica del pasado, en las encomiosas necrológicas dedicadas a Bulgheroni el día de su fallecimiento.

Bridas y Alfonsín

A pesar de su estrecha relación con la dictadura, la llegada de la democracia a fines de 1983, de la mano del radical Raúl Alfonsín, no implicó grandes cambios para los Bulgheroni. Por el contrario, implicó un afianzamiento de sus espurios negocios que había tejido con el gobierno militar. La deuda externa, donde estaba involucrado Bridas, Alfonsín nunca la investigó y pasó a ser un condiciónante directo de la economía Argentina.

Respecto a los polémicos contratos petroleros, con final abierto por su renegociación ad referéndum del gobierno democrático dispuesta por Bignone, Conrado Storani, secretario de Energía de Alfonsín, medico obstetra, se encargó no solo de ratificarlos, sino de mejorarlos con creces a favor de las petroleras. Su aparición en la historia no es casual. Storani, había sido secretario de Energía del presidente Illia. Cargo desde donde fue acusado por sus correligionarios de debilitar la anulación de los contratos petroleros dispuesta por el mandatario radical, que luego facilitó la renegociación dispuesta por Onganía tras su desplazamiento.

A su vez, Bridas, junto a otros petroleros habían financiado la campaña presidencial de Alfonsín a partir de lo cual se generó una estrecha relación. Esta se puso en evidencia con la designación de Roberto Gazzani, ejecutivo de Bridas, como director del Gas del Estado. Empresa estatal que Gazzani se encargó de fundir, igual que se había hecho con YPF, para justificar su posterior privatización.

La alianza petrolera-radical estaba mediada por Storani, que colocó a sus hijos en expectables posiciones políticas, y por el gran operador radical Enrique “Coty” Nosiglia. Llegó a ser tan estrecha que cuando ocurrió el levantamiento militar de Semana Santa, Bulgheroni en persona se presentó en la Casa Rosada, junto con unos ex militares, para brindar su apoyo a Alfonsín y destrabar el conflicto. Por esa razón, tras la muerte de Carlos Bulgheroni, entre los compungidos avisos fúnebres del diario La Nación, estaban los del “Coty” y su familia y otros radicales como el ex canciller Dante Caputo.

Enrique “Coti” Nosiglia
Enrique “Coti” Nosiglia

Carlos & “el Carlo”

A fines de los 80, cuando el gobierno de su amigo Alfonsín se caía a pedazos, como hizo durante el ocaso de la dictadura, Bulgheroni cambió rápidamente de aliado político y se pasó al peronismo. Lo hizo mediante el dinero, aportando 500 mil dólares para la campaña de su tocayo el riojano Carlos Saúl Menen.

Carlos Menem y Bulgheroni
Carlos Menem y Bulgheroni

Nuevamente, las recompensas fueron inmediatas. En 1992, en el marco del Plan Brady, Plan de Convertibilidad y privatización de YPF, el presidente Menem, su ministro de economía Cavallo y su secretario de Energía “el mueblero” Julio Araoz, que consideraban al petróleo como un commoditie más, transformaron al contrato de explotación con Pan American en Cerro Dragón en un contrato de concesión por 25 años, agregándole además nuevas áreas a la explotación.

De esta manera, luego de casi 40 años de insistencia, la familia Rockefeller pasó a detentar el yacimiento más grande de Argentina, cuya superficie es casi el 50% del Gran Buenos Aires, y donde hoy se produce el 17% de los hidrocarburos de todo el país.

En retribución por los servicios de lobby prestados a lo largo de 40 años, en 1997 Pan American se transformó en Pan American Energy -PAE- constituida en un 60 % por AMOCO, la empresa de Rockefeller y un 40 % por Bridas. Y así los Bulgheroni pasaron a ser el mandamás de la actividad petrolera en Argentina, al punto que intentaron quedarse con YPF. Aspiración a la que luego sustituyeron, quedándose con Esso y rotulándola Axion.

Durante el menemismo, con la intervención de YPF como empresa privada, la cartelización del sector, se acentuó notablemente, como se puede ver en el siguiente sociograma.

Sociograma principales empresas productoras gas natural
Sociograma principales empresas productoras gas natural

A su vez, los Bulgheroni, consumaron la quiebra del Banco del Interior y Buenos Aires S.A. (BIBA) y la papelera Papel de Tucumán, que le había ocasionado un endeudamiento externo al país, según el Juez Ballesteros, de 156 millones de dólares. Quebrantos que le generaron al Estado Nacional un perjuicio de alrededor de otros 500 millones de dólares que nunca pudieron ser cobrados.

La causa del banco BIBA, donde los clientes denunciaron la desaparición de 80 millones de dólares que nunca aparecieron, estuvo abierta hasta el 2014, cuando la Corte Suprema de Justicia, integrada por los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Juan Carlos Maqueda y Carmen Argibay, rechazaron tratar el caso por considerarlos prescripto. Otra evidencia de hasta donde llegaba el poder del fallecido Bulgheroni por ser representante de los Rockefeller.

Con el “Chupete” y el “Cabezón”.

A comienzos del 2000, Bulgheroni cambió nuevamente de bando y apuntaló el gobierno de la Alianza a cargo del presidente Fernando “Chupete” de la Rúa, integrada por su viejo amigo el radicalismo, y el Frepaso. Lo hizo apoyando el fallido plan económico “Proyecto Bicentenario” de Rodolfo Terragno, por entonces Jefe de Gabinete que promovía “una asociación entre el sector público y el privado”. Idea que siempre explota a su favor el sector petrolero. En especial Bridas.

Tras la caída de De la Rúa, Bulgheroni trasladó su apoyo al presidente peronista interino Eduardo Duhalde. Este respaldo se plasmó cuatro horas después que Duhalde asumiera la presidencia, quien lo primero que hizo fue reunirse con la UIA y otros empresarios encabezados por Carlos Bulgheroni, para diseñar un plan de acción para salir de la crisis que quedó plasmada en una histórica foto.

Eduardo Duhalde y Bulgheroni
Eduardo Duhalde y Bulgheroni

El nombramiento de Guadagni, ex funcionario del represor Bignone, encargado de renegociar los contratos petroleros durante la dictadura, como secretario de Energía, fue una clara evidencia de ese apoyo. La otra, la designación del hoy diputado de PRO Eduardo Amadeo, primero como secretario de la Presidencia, luego como embajador en EE.UU.

Amadeo, junto a los hermanos Carlos y Jorge  Rhom, luego procesados por el vaciamiento de Banco General de Negocios, habían sido los anfitriones de la visita de David Rockefeller y otros súper banqueros, en marzo del 2001. Vinieron para hacer lobby para el arribo de Domingo Felipe Cavallo como súper ministro de Economía de la Alianza, con “superpoderes”, que derivaron en la catástrofe de fines del 2001.

Ver Prat Gay, el gran encubridor del vaciamiento del sistema financiero en el 2001

Ver Amadeo, Bein, Blejer, Pignanelli, Prat Gay, y Sturzenegger, los responsables de la catástrofe del 2001, están de nuevo al frente

El ex presidente Duhalde y los petroleros tenían una excelente relación. Se juntaban a jugar al truco y lo llamaban por su sobrenombre: “Cabezón”. Por eso, a pesar que el Congreso por la Ley de Emergencia 25.561 había establecido que se debían poner retenciones especiales a las exportaciones de hidrocarburos y los derivados, para obtener divisas y afrontar los pagos de la deuda, “el Cabezón” y Guadagni, dieron varias vueltas antes de poner esas retenciones. Luego las fijaron en un ínfimo 10%, exceptuando las exportaciones de gas, beneficiando principalmente a Bulgheroni.

Como una muestra clara de cuán fuerte era ese vínculo político petrolero, estas retenciones Duhalde y Guadagni las establecieron luego de recibir una denuncia penal por “violación de los deberes de funcionario público”, presentada del abogado Ricardo Monner Sans, que puso al “Cabezón” judicialmente contra las cuerdas. “La ley 25.561 estableció un impuesto especial para la exportación de hidrocarburos. En medio de normas que agravan la situación popular, el incumplimiento de esa manda legal supone consciente decisión de seguir beneficiando a los poderosos en desmedro de los débiles“, argumentó por ese entonces Monner Sans.

Tras cartón, a pesar de que estaba prohibido por ley la indexación de tarifas, Duhalde y Guadagni, en un contexto social y económico por demás vulnerable, impulsaron un aumento en los combustibles por lo que fueron denunciados nuevamente en la justicia por el constitucionalista Eduardo Barcesat. “El Estado necesitaba conseguir más recursos para continuar asistiendo con planes sociales a los sectores más pobres de la población” se justificó el ex presidente Duhalde.

Bulgheroni y los K

En mayo del 2003, el “Cabezón” Duhalde terminó su mandato. Gracias a su apoyo, el sucesor fue Néstor Kirchner. Un político petrolero, hasta entonces gobernador de la provincia de Santa Cruz, hasta donde alcanza el yacimiento Cerro Dragón que explota PAE, y que durante el menemismo había apoyado la privatización de YPF.

En un principio, Kirchner, pareció ponerle coto a la influyente familia Bulgheroni. Lo hizo presentando demandas por 500 millones de pesos contra el grupo, por la quiebra de Papel de Tucumán y el liquidado banco BIBA “por impuestos impagos”, “abuso de beneficios del régimen de promoción industrial” y “préstamos no cancelados con el ex Banade y el Banco Central”.

La petrolera Bridas, por su parte, respondió querellando al Estado, a través de YPF, por diferencias en los pagos por la extracción de crudo. Una vieja artimaña a la que siempre recurrió la familia Bulgheroni para embarrar la cancha.

nota-bulgheroni-odt15Sin embargo, entre el 2006-07, frente a la necesidad de volver a los mercados de capitales para tomar deuda externa, Kirchner dejó de lado su política de enfrentamiento con Bridas, y como todos los anteriores presidentes, terminó haciéndole un enorme obsequio a la petrolera de los Bulgheroni – Rockefeller. Consistente en una prorroga anticipada hasta por 40 años del contrato de concesión del yacimiento Cerro Dragón, que luego recibió denuncias de pagos de coimas ante la Securities and Exchange Comissionn de los EE.UU. (SEC), y la justicia argentina, cuya investigación quedó manchada y trunca por el oportuno suicidio del ex gerente financiero de los Bulgheroni.

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Para consumar esta prórroga, justificada en un aumento de producción por parte de PAE que no cumplió, Kirchner tuvo que hacer un par de piruetas, para esconder su defección. Para ello, primero, el 6 de diciembre del 2006, el congreso controlado por el kirchnerismo, sancionó expeditivamente una “ley corta” de hidrocarburos -26.197- escrita por el actual diputado K Julio De Vido. Donde, contrariando frontalmente la doctrina Mosconi de llevar a cabo una política petrolera integrada, se transfirió la administración del petróleo de la Nación a las provincias.

Posteriormente el gobernador de Chubut Mario Das Neves y su Jefe de Gabinete Norberto Yauhar -luego ministro de agricultura de Cristina Kirchner- prorrogaron anticipadamente la concesión de Cerro Dragón a favor de PAE por 40 años más hasta el año 2047. Lo hicieron mediante un contrato, donde según el ex gobernador Das Neves, De Vido “participó de la confección y trámite del borrador”. Y que fue girado a la legislatura de Chubut con un encabezado que decía: “suscribe en representación del Estado Nacional el señor Ministro de Planificación, Inversión Pública y Servicios don Julio de Vido.”

Reunión en la Casa Rosada entre Kirchner, De Vido y Bulgheroni.
Reunión en la Casa Rosada entre Kirchner, De Vido y Bulgheroni.

Como compensación de esta polémica prórroga, las demandas mutuas entre Bridas y el Estado Nacional se desactivaron. A su vez, el gobierno de Kirchner, logró colocar 6.000 millones de dólares en bonos, con un rendimiento del orden del 8 % anual, gracias a la intervención de los bancos Deustche Bank, Citibank y JP Morgan Chase. Siendo este último, el banco de la familia Rockefeller, por donde según la SEC de Estados Unidos, habría circulado una coima a través de la financiera argentina Epsilon.

En Argentina, la denuncia del pago de coimas en la renegociación del contrato de Cerro Dragón, recaló en la fiscalía del polémico Guillermo Marijuán quien viajó a los Estados Unidos para recibir información de la SEC. Su viaje casualmente coincidió con él torneo de la Copa América, en donde se lo pudo ver al fiscal como un hincha más, despreocupado, viendo el partido de la selección Argentina, mientras la causa se deshincha.

El discal Marijuan en Estado Unidos viendo a la selección.
El discal Marijuan en Estado Unidos viendo a la selección.

A las denuncia de la SEC, se le suma una denuncia penal de la diputada de Cambiemos Elisa Carrió contra De Vido, Das Neves y Bulgheroni por cohecho y asociación ilícita, en la cual la diputada manifiesta que “PAE le pagó coimas a Mario Das Neves de Chubut“.

También se le suma la misteriosa muerte del gerente financiero de PAE Juan Carlos Bueres, imputado en la causa, quien el 28 de abril del 2011, el mismo día que tenía que ir a declarar a los tribunales, apareció ahorcado en el baño de su departamento, sin tener previamente ningún síntoma de depresión. Su testimonio era considerado clave dado que durante años este contador había estado involucrado en los manejos de fondos del grupo Bridas, banco BIBA y una centena de empresas ligadas a la familia Bulgheroni. No obstante en ningún medio se hizo eco de este oportuno suicidio.

Con CFK también

En el 2008, Cristina Fernández de Kirchner, sustituyó en la presidencia a su marido Néstor Kirchner, y las relaciones con los Bulgheroni siguieron en muy buen senda. A mediados del 2012 tras la estatización de YPF, como una manera de granjearse la simpatía del patrón del petróleo Bulgheroni, la presidenta repuso retroactivamente la compensación que se daba a las exportaciones de petróleo, que a principios de año había suspendido. Además aprobó la supuesta venta de Esso de los Rockefeller, a Bridas.

A fines de diciembre del 2012, tras las sentencias del juez Griesa que acorralaron financieramente a su gobierno, la ex presidenta Cristina Kirchner se entrevistó en la Casa Rosada con Carlos Bulgueroni y la cúpula de Bridas. Tras el encuentro, la ex presidenta dispuso un cambio radical en la política petrolera que venía impulsado tras la estatización de YPF, que buscaba proteger al consumidor y recuperar el autoabastecimiento energético, ya que acordó con Bulgheroni que el barril de petróleo pase de 42 a 70 dólares, y que la nueva producción de gas cotice a 7,50 dólares el millón de BTU.

Por su parte Bridas Bulgheroni, a traces de PAE se comprometió invertir 3500 millones de dólares en exploración en los próximos cinco años, y 1.500 millones en Vaca Muerta. Inversión que hasta ahora no cumplió a pesar que el Gobierno, mediante la resolución 1/2013, implementó de inmediato el nuevo esquema de retenciones, llevando el precio del petróleo a 70 dólares el barril.

La ex presidenta Cristina Kirchner con Bulgheroni
La ex presidenta Cristina Kirchner con Bulgheroni

Este encuentro fue crónicado por el periodista de La Nación, Carlos Pagni, con una nota titulada “Pactos de año nuevo que saben a derrota”. En ella el periodista destacaba que este recule de Cristina Kirchner, tenía como trasfondo solucionar el tema de los fondos buitres ante la nueva sentencia adversa de Griesa. Por eso se dispuso a recibir tan afablemente a Bulgheroni, cediendo todo lo que él le pedía, porque sabía perfectamente que detrás de él estaba Don Rockefeller.

Ver más: http://www.lanacion.com.ar/1541770-viene-de-tapapactos-de-ano-nuevo-que-saben-a-derrota

Esta reunión fue simultánea con el precontrato que el gobierno argentino firmó con la petrolera Chevron para explotar Vaca Muerta y que se formalizó al año siguiente. Chevron, no es otra que la ex Stándar Oil of California, también propiedad de los Rockefeller, que en 1955, bajo el gobierno de Juan Perón, se quedó con concesiones de yacimiento en Santa Cruz, que luego justificaron su derrocamiento. En este contrato con Chevron, Cristina Kirchner también fijó un precio del petróleo a 100 dólares el barril y del gas natural a 7,5 dólares el millón de BTU. Valor que triplicaba el precio promedio que recibían y reciben la mayoría de las empresas petroleras de Argentina. Y que ahora el gobierno de Macri pretende hacerla extensiva a toda la producción.

Miguel Galuccio, ex presidente de YPF, con Carlos y Alejandro Bulgheroni.
Miguel Galuccio, ex presidente de YPF, con Carlos y Alejandro Bulgheroni.

Luego de esas generosas concesiones de los K a la escudería Bulgheroni-Rockefeller, vinieron más. En octubre del 2014, mediante la resolución 803, el gobierno de Cristina Kirchner ante la caída del precio del petróleo, redujo disimuladamente las retenciones al petróleo a un 10%. Luego, en diciembre de ese mismo año, por resolución 1077/14, finalmente derogó todas las disposiciones anteriores llevándolas a un 1 %.

Ambas resoluciones beneficiaron casi exclusivamente a PAE que concentra el 90% de las exportaciones de petróleo “Escalante” que se produce en la cuenca del Golfo San Jorge, y en el yacimiento de Cerro Dragón, que por sus características no es demandado por las destilerías locales. Y las dos llevan la firma del entonces ministro de economía Axel Kicillof, quien también cayó preso de las exigencias y poder de lobby de los Bulgheroni, igual que todos los ministros que lo precedieron de la dictadura a la fecha.

  [highlight] nota-bulgheroni-odt21-24 Como si ello fuese poco, al año siguiente, el gobierno de Cristina Kirchner mediante las resoluciones 14/2015 y 33/2015, creó el “Programa de Estímulo a la Producción de Petróleo Crudo”, por el cual se dispuso un subsidio las compañías petrolera que exportaban crudo en la Argentina, entre las cuales, estaba PAE segunda productora de crudo del país y primera exportadora.

Según la resolución 33/2015, firmada por Mariana Matranga, ex secretaria de Energía de la Nación, para el caso del petróleo crudo de San Jorge -Cerro Dragón- esas compensaciones alcanzaban hasta los 3 dólares por barril. Con lo cual, inexplicablemente, el Estado argentino, luego de concederle a Bulgheroni-Rockefeller la explotación del yacimiento de Cerro Dragón por casi un siglo, hacerle pagar a los usuarios altísimo combustibles, quitarle las retenciones, terminó subsidiando el negocio petrolero de la familia más rica de Argentina y del mundo.

Bulgheroni y Axel Kicillof
Bulgheroni y Axel Kicillof

Como broche de oro, antes de dejar la presidencia, Cristina Kirchner firmó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 2.229/15. Mediante él cual, reflotó una vieja ley de la dictadura firmada por el represor Bignone, ex empleado de Bridas, y le otorgó otro millonario subsidio a PAE restableciendo los reembolsos a las empresas petroleras que exportan sus hidrocarburos a través de los puertos patagónicos.

nota-bulgheroni-odt26-27Esta Ley es la numero 23.018. Había sido aprobada el 7 de diciembre de 1983 por el presidente de facto Bignone. Establece un reintegro del entre 8 y 13% para todas aquellas exportaciones que se realicen por los puertos patagónicos de San Antonio, Madryn, Comodoro Rivadavia, Deseado, San Julián, Punta de Quilla, Rio Gallegos y Ushuaia. Había sido suspendida en abril del 2003, por el entonces presidente Duhalde. En los hechos implicó otra compensación de unos 2,5 dólares por barril a Bulgheroni y otras compañías.

Bulgheroni detrás del tarifazo de Macri

Finalmente el lobby del insaciable de Bulgheroni, como no podía ser de otra manera, este año pocas semanas antes de fallecer, llegó hasta el gobierno de Macri, sucesor de Cristina Kirchner. De hecho, el ex-titular de Bridas fue uno de los principales responsables del cuestionado tarifazo del gas, que echó abajo la Corte Suprema de Justicia, en agosto pasado.

Macri designó como ministro de Energía al petrolero Juan José Aranguren, ex presidente de Shell. Compañía que es socia de PAE en Salta, en el yacimiento de gas pozo Macueta con el consorcio Acambuco, donde lleva invertidos unos 90 millones de dólares. A su vez, Aranguren, designó a Guadagni, ex funcionario de la dictadura, de estrecha e histórica relación con Bridas, para que lo asesore en el tema de las tarifas de gas luego que la corte lo rechazara.

Ver El Escuadrón Suicida Oil de Aranguren

El lobby de Bulgheroni empezó apenas asumió el presidente Macri. Fue uno de los que los acompañó a Suiza al selecto Foro de Davos y quien le organizó allí reuniones con grandes empresarios del mundo.

Alejandro Bulgheroni y Mauricio Macri en la Casa Rosada
Alejandro Bulgheroni y Mauricio Macri en la Casa Rosada

Una vez más las respuestas no tardaron en llegar. En abril pasado, Aranguren, no solo ratificó los subsidios a las exportaciones de petróleo dispuestas por Cristina Kirchner, sino que los elevó a 7,5 dólares por barril. A su vez ratificó los reintegros a las exportaciones por los puertos patagónicos, haciéndolo retroactivo a noviembre. Con lo cual, gracias este doble subsidio, las petroleras, en especial PAE, pasaron a recibir uno 10 dólares por cada barril de petróleo que exportan. Unos 3.500 millones de dólares o 52 mil millones de pesos. Casi el mismo presupuesto que tiene la Asignación Universal por Hijo -AUH-.

Claro que esta no fue la principal presa que de los Bulgheroni con Macri. El dueño de PAE, operador de Rockefeller, segundo productor de gas y petróleo de Argentina, fue uno de los impulsores del tarifazo. El mismo, como quedó demostrado en las audiencias públicas, procura generalizar el precio del gas en boca de pozo a 7,5 dólares el millón de BTU para toda la producción, no solamente sobre el aumento de ella, como había dispuesto el kirchnerismo.

Para obtenerlo, el 14 de julio pasado, Alejandro Bulgeroni, hermano de Carlos, estuvo presente en la Casa Rosada junto al propio Macri, prometiendo una inversión de 1.400 millones de dólares en exploración y extracción en las provincias de Neuquen, Chubut y Tierra del Fuego. Inversión que como ha pasado otras veces, seguramente no cumplirá. Su visita al nuevo presidente reveló una vez más la constante, insaciable, paciente y gradual capacidad de lobby de los Bulgheroni, donde lo logrado con el gobierno anterior, solo es el punto de partida para obtener más cosas con el que lo sucede. Cosa que ha venido haciendo en estos últimos 50 años.

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Esta nueva depredación de la empresa Bridas – Rockefeller están detallados en la investigación:El megatarifazo del gas natural es una consecuencia del arreglo con los buitres

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