Al filtro de la información por parte de los grandes medios, se le ha sumado ahora la brutal censura en las redes sociales por parte de sus dueños, respecto determinados temas, como se pudo apreciar claramente en relación con los desbarres del ex presidente de EEUU Donald Trump. Siendo otro de esos temas el referido a las vacunas para la COVID 19 o SARS-CoV-2.
Por eso como en los tiempos del medioevo, en los que se consideraba que los sapiens o humanos eran un rebaño conducido por un pastor benévolo, es conveniente citar la palabra de la autoridad, en este caso la “políticamente correcta” BBC, para poder introducir el tema y lograr el “imprimatur”. Consistente en esta era posmoderna, en la libre circulación de la opinión, no obstante que supuestamente, se trata de un derecho básico e inviolable en ella.
Emitido por parte de la moderna “Sagrada Congregación del Índice”, que antes funcionaba en el Medioevo. Y que se ha transformado en esta era posmoderna, en un diccionario de palabras claves, con temas censurados al gran público o rebaño, mediante los poderosos algoritmos de GAFTAM (Google, Apple, Facebook, Twitter, Amazon, Microsoft), etc.
Concretamente la BBC, con la difusión de un escrito de la científica Sarah Caddy, nos comienza a decir al rebaño, que seguramente no habrá inmunidad de rebaño con las vacunas para el COVID 19 o SARS-COV-2. Y que en todo caso solo posibilitaría una rebaja de la carga viral, que haría que el coronavirus se aplaque.
Haciendo para ello una sutil distinción en “inmunidad”, e “inmunidad esterilizante”, que sería la que no proveerían las vacunas contra el SARS-COV-2. De la misma manera de que las vacunas contra los coronavirus de la gripe e influenza, no impiden gran cosa que estas se propaguen.
Ante ello entonces, caben algunas modestas preguntas. Como la de porqué la vacunación debe ser obligatoria, bajo el supuesto ético comunitario y convivencial, que de esa manera se logra la tan ansiada inmunidad de rebaño, que permitirá extinguir el virus. O porqué vacunar a personas jóvenes, sanas, y carentes de riesgos, si la infección en ellos será solo de leve a moderada, tanto si se vacunan o no.
Para un mayor conocimiento de nuestra audiencia, a continuación Stripteasedelpoder.com reproduce tanto la nota de la BBC, como la original de Sarah Caddy. Publicada esta en el portal del establishment The Conversation, que se jacta de tener “rigor académico” y “oficio periodístico” para instruir al rebaño.
Hablando por supuesto “maravillas” de las vacunas, sin revelar empero los enormes intereses que se mueven detrás de ellas. Y soslayando los grandes fracasos que también han ocurrido, como la narcolepsia que dejó como secuela en numerosos países, la vacuna contra el coronavirus de la influenza (H1N1) o gripe porcina.
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2011/02/110208_narcolepsia_vacuna_gripe_men
Por ello, y máxime que los actuales fabricantes de vacunas contra el SARS-CoV-2 se las han ingeniado para no hacerse responsables en manera alguna, de las secuelas de cualquier índole que sus novedosas vacunas puedan dejar, hasta el más modesto integrante del rebaño de los sapiens o humanos, debería reflexionar libremente sobre los riesgos y beneficios de vacunarse contra el SARS-CoV-2.
Máxime sí, como ahora se comienza a difundir, dichas vacunas no proveerán inmunidad de rebaño. Cuya adquisición supuestamente obligaba, por supuestas razones de ética colectiva, a vacunarse a todos y cada uno de los integrantes del rebaño.
Cuyos integrantes cuentan ahora con el derecho individual, más allá del rebaño, de aplicar el principio de precaución o principio precautorio. Que es el que respalda la adopción de medidas protectoras, ante las sospechas de que ciertos productos o tecnologías, podrían crear un riesgo grave para la salud.
Sin que se cuente todavía para ello con una certeza científica definitiva, atento que no se han respetado en manera alguna los tiempos de ensayo tradicionales. A los efectos de garantizar la inocuidad a largo plazo, de las novedosas vacunas que circulan en el mercado.
Ver VACUNA COVID de la BIG PHARMA, el remedio podría ser peor que la enfermedad
Vacuna contra el coronavirus: por qué una vacuna que no evita la infección de SARS-CoV-2 sigue siendo útil para frenar la pandemia
https://www.bbc.com/mundo/noticias-55560204
Las vacunas son una maravilla de la medicina. Pocas intervenciones pueden atribuirse el haber salvado tantas vidas. Pero quizás te sorprenda saber que no todas las vacunas brindan el mismo nivel de protección. Algunas evitan que contraigas los síntomas de la enfermedad, mientras que otras también evitan que te infectes.
Estas últimas inducen lo que se conoce como “inmunidad esterilizante”. Con la inmunidad esterilizante, el virus ni siquiera puede entrar en el cuerpo porque el sistema inmunológico impide que este penetre en las células y se replique. Existe una diferencia sutil pero importante entre prevenir la enfermedad y prevenir la infección.
Es posible que una vacuna que “solo” prevenga la enfermedad no te impida transmitirla a otros, incluso si te sientes bien. Pero una vacuna que proporciona inmunidad esterilizante detiene el virus en seco. En un mundo ideal, todas las vacunas inducirían inmunidad esterilizante. Pero en la realidad, es extremadamente difícil producir vacunas que detengan por completo la infección por un virus.
La mayoría de las vacunas que se utilizan de forma rutinaria en la actualidad no logran esto. Por ejemplo, las vacunas contra el rotavirus, una causa común de diarrea en los bebés, solo pueden prevenir que la enfermedad se desarrolle de forma grave. Pero aún así, esto ha demostrado ser invaluable para controlar el virus.
En Estados Unidos, ha habido casi un 90% menos de casos de visitas hospitalarias asociadas al rotavirus desde que se introdujo la vacuna en 2006. Una situación similar ocurre con las actuales vacunas contra el poliovirus, pero hay esperanzas de que este virus se pueda erradicar a nivel mundial.
Incógnita
Se ha demostrado que las primeras vacunas autorizadas contra el SARS-CoV-2 son muy eficaces para reducir la enfermedad. A pesar de ello, todavía no sabemos si estas vacunas pueden inducir inmunidad esterilizante.
Se espera que los datos sobre esta incógnita (que provendrán de los ensayos clínicos de vacunas en curso) estén disponibles pronto. Aunque incluso si se induce inicialmente inmunidad esterilizante, esto puede cambiar con el tiempo a medida que disminuye la respuesta inmunitaria y se produce la evolución viral.
Inmunidad a nivel individual
¿Qué significaría la falta de inmunidad esterilizante para aquellos vacunados con las nuevas vacunas contra la covid? En pocas palabras, significa que si te encuentras con el virus después de haber sido vacunado este puede infectarte, pero tú puedes no tener síntomas.
Esto se debe a que la respuesta inmune inducida por la vacuna no puede detener la replicación de cada una de las partículas virales. Se necesita un tipo particular de anticuerpo conocido como “anticuerpo neutralizante” para generar inmunidad esterilizante.
Estos anticuerpos bloquean la entrada del virus en las células y evitan toda replicación. Sin embargo, el virus infectante podría tener que ser idéntico al virus de la vacuna para inducir el anticuerpo perfecto.
Afortunadamente, nuestra respuesta inmune a las vacunas involucra muchas células y componentes diferentes del sistema inmunológico. Incluso si la respuesta de los anticuerpos no es óptima, otros aspectos de la memoria inmunológica pueden activarse cuando el virus invade el cuerpo.
Estos incluyen células T citotóxicas y anticuerpos no neutralizantes. La replicación viral se ralentizará y, en consecuencia, se reducirá la enfermedad. Esto lo sabemos gracias a años de estudio sobre vacunas contra la influenza. Estas vacunas inducen típicamente protección contra la enfermedad, pero no necesariamente protección contra la infección.
Esto se debe en gran parte a las diferentes cepas de influenza que circulan, una situación que también puede darse con el SARS-CoV-2. Es reconfortante observar que las vacunas contra la influenza, a pesar de no poder inducir inmunidad esterilizante, siguen siendo extremadamente valiosas para controlar el virus.
Inmunidad en la población
En ausencia de inmunidad esterilizante, ¿qué efecto podrían tener las vacunas contra el SARS-CoV-2 en la propagación de un virus a través de una población? Si las infecciones asintomáticas son posibles después de la vacunación, existe la preocupación de que el SARS-CoV-2 simplemente continúe infectando a tantas personas como antes. ¿Es esto posible?
Las personas infectadas asintomáticas suelen producir virus en niveles más bajos. Aunque no existe una relación perfecta, más virus equivale generalmente a más enfermedad. Por lo tanto, las personas vacunadas tienen menos probabilidades de transmitir suficiente cantidad de virus como para causar una enfermedad grave.
Esto a su vez significa que las personas infectadas en esta situación transmitirán menos virus a la siguiente persona. Esto se ha demostrado claramente de forma experimental utilizando una vacuna contra un virus diferente en pollos; cuando solo se vacunó una parte de una parvada, las aves no vacunadas sufrieron una enfermedad más leve y produjeron menos virus.
Por lo tanto, aunque la inmunidad esterilizante sea a menudo el objetivo final del diseño de una vacuna, rara vez se logra. Afortunadamente, esto no ha impedido que muchas vacunas diferentes reduzcan sustancialmente el número de casos de infecciones por virus en el pasado. Al reducir los niveles de enfermedad en las personas, también se reduce la propagación del virus a través de las poblaciones, y esto, con suerte, permitirá controlar la pandemia actual.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons.
Su autora es Sarah L. Caddy investigadora clínica en inmunología viral y cirujana veterinaria de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido.
Coronavirus: pocas vacunas previenen la infección: por eso no es un problema
5 de enero de 2021
Autor
Sarah L Caddy Investigador clínico en inmunología viral y cirujano veterinario, Universidad de Cambridge
Las vacunas son una maravilla de la medicina. Pocas intervenciones pueden afirmar haber salvado tantas vidas. Pero puede que le sorprenda saber que no todas las vacunas brindan el mismo nivel de protección. Algunas vacunas evitan que contraiga la enfermedad sintomática, pero otras evitan que se infecte también. Este último se conoce como “inmunidad esterilizante”. Con la inmunidad esterilizante, el virus ni siquiera puede entrar en el cuerpo porque el sistema inmunológico impide que el virus entre en las células y se replique.
Existe una diferencia sutil pero importante entre prevenir enfermedades y prevenir infecciones. Es posible que una vacuna que “solo” previene la enfermedad no le impida transmitir la enfermedad a otras personas, incluso si se siente bien. Pero una vacuna que proporciona inmunidad esterilizante detiene el virus en seco.
En un mundo ideal, todas las vacunas inducirían una inmunidad esterilizante. En realidad, es extremadamente difícil producir vacunas que detengan por completo la infección por virus. La mayoría de las vacunas que se utilizan de forma rutinaria en la actualidad no logran esto. Por ejemplo, las vacunas dirigidas contra el rotavirus, una causa común de diarrea en los bebés, solo pueden prevenir enfermedades graves. Pero esto aún ha demostrado ser invaluable para controlar el virus. En los EE. UU., Ha habido casi un 90% menos de casos de visitas hospitalarias asociadas con el rotavirus desde que se introdujo la vacuna en 2006. Una situación similar ocurre con las vacunas actuales contra el poliovirus, pero hay esperanzas de que este virus se pueda erradicar a nivel mundial.
Se ha demostrado que las primeras vacunas contra el SARS-CoV-2 autorizadas son muy eficaces para reducir la enfermedad. A pesar de esto, todavía no sabemos si estas vacunas pueden inducir inmunidad esterilizante. Se espera que los datos que abordan esta cuestión estén pronto disponibles de los ensayos clínicos de vacunas en curso. Aunque incluso si se induce inicialmente la inmunidad esterilizante, esto puede cambiar con el tiempo a medida que disminuyen las respuestas inmunitarias y se produce la evolución viral.
Inmunidad en individuos
¿Qué significaría la falta de inmunidad esterilizante para los vacunados con las nuevas vacunas COVID? Simplemente significa que si encuentra el virus después de la vacunación, puede infectarse pero no mostrar síntomas. Esto se debe a que la respuesta inmune inducida por la vacuna no puede detener la replicación de todas las partículas del virus.
En general, se entiende que se necesita un tipo particular de anticuerpo conocido como “anticuerpo neutralizante” para esterilizar la inmunidad. Estos anticuerpos bloquean la entrada del virus en las células y evitan toda replicación. Sin embargo, el virus infectante puede tener que ser idéntico al virus de la vacuna para inducir el anticuerpo perfecto.
Afortunadamente, nuestras respuestas inmunes a las vacunas involucran muchas células y componentes diferentes del sistema inmunológico. Incluso si la respuesta de los anticuerpos no es óptima, otros aspectos de la memoria inmunológica pueden activarse cuando el virus invade. Estos incluyen células T citotóxicas y anticuerpos no neutralizantes. La replicación viral se ralentizará y, en consecuencia, se reducirá la enfermedad.
Sabemos esto por años de estudio sobre vacunas contra la influenza. Estas vacunas típicamente inducen protección contra enfermedades, pero no necesariamente protección contra infecciones. Esto se debe en gran parte a las diferentes cepas de influenza que circulan, una situación que también puede ocurrir con el SARS-CoV-2. Es reconfortante observar que las vacunas contra la influenza, a pesar de no poder inducir la inmunidad esterilizante, siguen siendo extremadamente valiosas para controlar el virus.

Inmunidad en una población
En ausencia de inmunidad esterilizante, ¿qué efecto podrían tener las vacunas contra el SARS-CoV-2 en la propagación de un virus a través de una población? Si las infecciones asintomáticas son posibles después de la vacunación, existe la preocupación de que el SARS-CoV-2 simplemente continúe infectando a tantas personas como antes. es posible?
Las personas infectadas asintomáticamente suelen producir virus en niveles más bajos. Aunque no existe una relación perfecta, generalmente más virus equivale a más enfermedad . Por lo tanto, las personas vacunadas tienen menos probabilidades de transmitir suficientes virus como para causar una enfermedad grave.
Esto, a su vez, significa que las personas infectadas en esta situación transmitirán menos virus a la siguiente persona susceptible. Esto se ha demostrado claramente de forma experimental utilizando una vacuna dirigida a un virus diferente en pollos ; cuando solo se vacunaba una parte de una parvada, las aves no vacunadas mostraban una enfermedad más leve y producían menos virus.
Por tanto, aunque esterilizar la inmunidad es a menudo el objetivo final del diseño de una vacuna, rara vez se consigue. Afortunadamente, esto no ha impedido que muchas vacunas diferentes reduzcan sustancialmente el número de casos de infecciones por virus en el pasado. Al reducir los niveles de enfermedad en los individuos, esto también reduce la propagación del virus a través de las poblaciones, y es de esperar que esto controle la pandemia actual.-
Ver Sobre epidemias, vacunas y el futuro
Como lo pudiste constatar, nuestras investigaciones, son fundadas, independientes, con datos públicos y verificables y siempre sobre el poder real. Su producción lleva días, semanas, hasta meses de trabajo. Y son abordadas con la mayor honestidad, profesionalidad y rigurosidad periodística. Si está a tu alcance, podes colaborar con este periodismo libre, de calidad, sin injerencia de empresas o gobiernos.
Debe estar conectado para enviar un comentario.