Obsesionada la DAIA persigue de cualquier manera a los judíos que denuncian el genocidio palestino
“No hay peor astilla que la del mismo palo dice el refrán”. Y eso parece ser notable el caso de la DAIA, empeñada en disimular de cualquier manera el atroz genocidio que Israel está perpetrando en Gaza. Y por eso a periodistas y actores de origen judío que disienten con ello, no vacila en tildarlos de terroristas, como es el caso de Bercovich y Briski. O apelando como sería el caso de Brieger, a escracharlo con viejas cuitas del pasado.