Haití, San Martín, la deuda externa odiosa, y el FMI
Uno de los primeros mentores de la “doctrina de la deuda odiosa” fue quién denominamos el padre de la Patria, el general José de San Martín. Quién en una su proclama a sus compañeros del Ejército de los Andes dijo: “La guerra se la tenemos que hacer como podamos: si no tenemos dinero; carne y tabaco no nos tiene que faltar. Cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla que nos tejan nuestras mujeres y si no andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios, seamos libres y lo demás no importa”. No obstante esta postura que lo llevó a emprender la hazaña del cruce de los Andes para lograr la definitiva independencia, desde el regreso de la democracia se ha enquistado en Argentina una dirigencia cobarde y “posibilista”, que en vez de idear salidas imaginativas ante los atolladeros que enfrenta el país, opta por el mal menor. Especialmente en las cuestiones las relacionadas con la deuda odiosa heredada de la dictadura militar, que no ha hecho otra cosa que tumbar gobiernos elegidos democráticamente, y tumbar a una enorme cantidad de argentinos en la marginalidad y la pobreza. Y ahora está por repetir otra nueva defección con el acuerdo con el FMI.