El candidato a presidente Javier Milei dice que la dolarización o mejor dicho la despesificación integral que propone como solución mágica a los problemas argentinos, se puede hacer entre 9 y 24 meses. Por su parte su asesor estrella que promociona desde La Nación esta medida, Emilio Ocampo Mihanovichv, dice que puede demandar hasta cuatro años, a lo largo del mandato presidencial que obtendría Milei.
Pero ambos nada dicen de la indisponibilidad, incautación temporaria, y licuación de los depósitos bancarios y ahorros de la gente, que tendrán que disponer ínterin, para poder concretar la dolarización. De manera parecida a lo que sucedió con el Plan Bonex de 1990, con que se saneó al Banco Central a costa de estafar a los ahorristas, lo que posibilitó la instauración de la convertibilidad en 1991.
O el Plan Boden con el que diez años después se salió de ella, tras la crisis terminal del 2001, ante la imposibilidad de devolver los depósitos en dólares por parte del sistema financiero. Concretando así una nueva estafa a los ahorristas argentinos, qué por esas razones, sumado a la quiebra de centenares entidades financiera en los últimos 20 años del siglo pasado, prefieren ahorrar en dólares clandestinos, escondidos bajo el colchón o en cajas de seguridad.
En ambos casos, se confiscaron los depósitos bancarios impidiendo su retiro, y se licuaron con una baja tasa de conversión, para pasar pagarlos con bonos en dólares a 10 años, o ajustados por CER a 5 años en el segundo caso. Así Milei, el campeón de la libertad y la propiedad privada, incurriría en una flagrante contradicción respecto lo que predica en forma tonante, afirmando que va a “respetar a rajatabla los contratos y la propiedad”, haciendo bolsa ambas cosas.
Al tener obligadamente que expropiar temporalmente a la gente de sus ahorros en los bancos, e impedir que los puedan disponer libremente, además de efectuarle una tremenda quita de su poder adquisitivo, con un grave daño patrimonial. Como parece ser una constante en la historia financiera argentina, donde los únicos privilegiados no son los niños, sino los especuladores y banqueros
Ocultando que en realidad la dolarización, no solo estaría dirigida a abatir la inflación reinante, sino también a solucionar el problema de las Leliqs mediante liquidar el Banco Central. Para restablecer el orden macroeconómico de la peor manera posible, tirando al bebe junto con el agua sucia de la bañera, como dice el dicho.
Y atar a Argentina definitivamente al carro de EEUU, con quien tenemos una economía en competencia, en relación con la producción agropecuaria. Al mismo tiempo que dice que no va a negociar con China, no obstante ser actualmente la economía complementaria de Argentina. En circunstancias en la que la hegemonía mundial del dólar y de EEUU y Europa está severamente cuestionada, con el surgimiento de un orden multipolar que se desplaza hacia Asia.
Ningún gobernante con dos dedos de frente plantearía esas opciones absurdas, consistente en esencia en alinearse geopolíticamente y acríticamente con EEUU e Israel. País este último que está conmocionado por la deriva antidemocrática del actual gobierno de extrema derecha. Mientras que por la fractura interna que tiene EEUU, se habla incluso de una guerra civil, habiendo colapsado como presunto faro de la democracia, con el ataque al Congreso concretado al final del gobierno de Donald Trump.
Pero además la dolarización que propone Milei, a la que ahora se ha sumado Patricia Bullrich con la suya, tanto en sus formas como contenido, tienen gravísimos defectos técnicos, como se verá a continuación. En el primer caso porque una medida de ese tipo no puede anticiparse, sin que genere medidas defensivas por parte de los ahorristas y tenedores de pesos que van a ser esquilmados, con una corrida bancaria y cambiaria que pueden hacer estallar todo por los aires.
Y si no fuera así en caso de intentarla, consagrando niveles de ingresos en dólares ínfimos, al nivel de los países pobres africanos, con su consecuente inflación posterior, se podría precipitar un final que puede ser un aquelarre, llevándonos a la disolución nacional. Y si desistiera de hacerlo, la gobernanza también le resultaría imposible a Milei, por la rigidez intelectual ideológica que exhibe él y quienes lo asesoran, que les impide abordar lúcidamente problemas macroeconómicos de enorme complejidad.
Que se han derivado no por el déficit fiscal, como insisten en pontificar los doctores de la City, sino por el pago de las obligaciones externas con las reservas del Banco Central, que han llevado a la ruina y empapelamiento de este, e imposibilidad de cumplir su misión de cuidar el valor de nuestra moneda.
Ver Informe respecto el estado de quiebra irrecuperable del Banco Central de la RA
Paradojalmente, ante esa circunstancia altamente riesgosa, el actual ministro y candidato a presidente oficialista Sergio Massa, en vez de tomar medidas preventivas para evitarla, parece imprudentemente propiciarla, al mencionar reiteradas veces en público, que sus contrincantes políticos vienen con un Plan Bonex bajo el brazo. Cuando bien estaría justificado de tomar medidas no solo de índole preventiva, sino que también podrían aliviar sustancialmente la actual situación de descalabro económico.
La experiencia ecuatoriana y otras
Milei y Ocampo Mihanovich ocultan que la dolarización que se decretó en Ecuador en el 2000, fue en el marco de un corralito bancario dispuesto un año antes, con motivo del crac de la banca privada. En un sistema financiero reducido, de solo 5.000 millones de dólares en depósitos, incluidos los de la banca offshore, contra los 80 mil millones de dólares que tenía el sistema financiero argentino entonces.
Y en cuanto PIB, el de Ecuador en el 2000 era de 18.300 millones de dólares, contra los 300 mil millones del PIB argentino. O sea que no hay punto de comparación entre la complejidad y dimensión de la economía argentina, con la ecuatoriana. Sin embargo este es el mayor país que concretó una dolarización, seguido de El Salvador, que también la concretó en el 2000, con un PIB de 11.780 millones de dólares.
También lo hizo Zinbabwe en el 2009, con un PIB de 9.660 millones de dólares, pero en el 2016 tuvo que recular, mediante la emisión de cuasi monedas como hizo Argentina durante el agotamiento de la convertibilidad. Pasando a registrar una inflación que trepó hasta el 550 % anual, con tasas de interés que actualmente superan largamente el 200 % anual. Por su parte Panamá que en el 2000 tenía un PIB de 12.300 millones de dólares, adopto desde su creación a principios de siglo con motivo de la apertura del canal, el dólar y el balboa, una moneda metálica paralela atada al dólar de muy poca circulación.
Respecto Liberia, que es otro ejemplo que se suele citar, en el 2000 tenía un PIB ínfimo de 874 millones de dólares. Tras salir de la esfera de la libra esterlina en 1935, creó el dólar liberiano (LRD) atado al dólar de EEUU, pero actualmente la tasa de cambio es de 188 LRD por cada USD. A esta cola de pequeños países quieren acoplar a Argentina, el candidato presidencial Milei y su asesor Ocampo Mihanovich, revelando así la pequeñez de su visión e intenciones.
Milei y Ocampo Mihanovich también ocultan que en Ecuador los ahorristas bancarios tardaron seis años en recuperar sus depósitos, trocados en dólares a una tasa de cambio altísima de 25.000 sucres por dólar, dispuesta unilateralmente por el gobierno, cuando un año antes era de 7.000 sucres. Razón por que soportaron un doble perjuicio respecto sus ahorros, en tiempo de indisponibilidad, y por la brutal licuación o pérdida de poder adquisitivo de ellos.
Como se puede apreciar en el siguiente gráfico del Banco Mundial, la inflación ínterin fue de solo un 52,2 %, o sea que al momento de dolarizar en enero del 2000, la pérdida de poder adquisitivo de ahorristas y tenedores de sucres fue de un 57 %.
Pero allí no acabó la cosa, porque seguidamente la inflación en dólares siguió lo más campante durante tres años: 96,1 % en el 2000; 37,7 % en 2001; y 12,5 % en 2002; con un total acumulado del 303 %. O sea que el ahorrista que recupero sus dólares a fines de ese año, en términos de poder adquisitivo recibió solo el 19 % del capital que tenía a principios de 1999, soportando una brutal licuación de sus acreencias.
A partir de allí, recién la inflación promedio anual pasó a ser similar a la de EEUU. Y la actividad económica interna del país quedó atada a la fluctuación del precio del petróleo que Ecuador exporta. Y actualmente a la exportación de cocaína, habiéndose convertido gracias a la dolarización, según refieren analistas de allí, en la “autopista de exportación” de esa droga elaborada en Bolivia, Perú, y Colombia.
Ecuador se ha convertido así prácticamente en un narco estado, en el cual recientemente le costó la vida al candidato a presidente Fernando Villavicencio, que denunciaba esto. Mientras el resto de los candidatos se desplazaba y votaba custodiado aparatosamente por fuerzas de seguridad de élite, con capas antibala incluidas.
Por su parte el autor de la dolarización, el presidente Jorge Jamil Mahuad Witt, en medio de ese caos que no supo manejar, fue derrocado 12 días después de decretarla, y sustituido en el cargo por el vicepresidente Gustavo Noboa. Luego resultó procesado y condenado por peculado, por su relación espuria con algunos de los bancos quebrados, cuyas pérdidas las soportó íntegramente el estado ecuatoriano.
Razón por la que termino asilado en EEUU y protegido por Interpol, que en el 2014 se negó a detenerlo por considerarlo un caso político. Atribuyéndole algunos analistas su decisión de dolarizar, como una medida desesperada para salvar a su errática presidencia, y para favorecer a los bancos que habían financiado su campaña para llegar a la presidencia.
Quienes son los que proponen la dolarización
A esta altura cabe apuntar que Emilio Ocampo Mihanovich, es miembro de una familia “pituquita de Recoleta”, que nada tiene que ver con los humildes orígenes de Milei. Es hijo de Emilio María Ocampo Alvear, mencionado en la causa Olmos como un trader traficante de deuda durante la dictadura militar, y de Stella Mihanovich Nazar Anchorena.
Entre 1990 y 2005 se desempeñó en el Chase Manhattan Bank, Salomon Brothers, Citigroup, y Morgan Stanley, en Nueva York y Londres. Por eso en 1995 se casó en esta última ciudad con Brooke Douglass. En el 2006 regresó al país y fundó la inversora Arcadia, en sociedad con su primo Marcelo Etchebarne Mihanovich.
Firma que luego se vio involucrada en las denuncias respecto el affaire del canje de deuda del 2010, llevado a cabo por el ministro de Economía Amado Boudou. Al haberse dedicado ínterin, en base a contar con información confidencial privilegiada, a acaparar bonos de la deuda a precios basura, que le permitió hacer una notable diferencia con el canje.
Posteriormente, a la par de desempeñarse como profesor en la ultramonetarista UCEMA (Universidad Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina), en consonancia con los intereses de EEUU se desempeñó como como Senior Associate del Center for Strategic and International Studies en Washington, y profesor en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York.
A su vez su socio Etchebarne, emparentado con el clan la Bullrich, es hijo de Conrado José Etchebarne Barbará, un ex ministro de Justicia del dictador Gral. Juan Carlos Onganía. Y sobrino de Juan Etchebarne Barbará, ex director de la CNV (Comisión Nacional de Valores) durante la última dictadura militar, bajo las órdenes del famoso ministro de Economía José Alfredo Antonio Martínez de Hoz Cárcano, casado con Elvira Bullrich Lezica Alvear, habiendo sido ambos procesados y condenados por delitos de lesa Humanidad.
Ver BULLRICH – RODRÍGUEZ LARRETA: Genealogía y andanzas de los candidatos “pituquitos de Recoleta”
En consecuencia hay olor a rancia oligarquía de la Generación del 80, con “olor a bosta” según dijo Domingo Sarmiento, atada al patrón oro, la libra esterlina, y el peso oro. Que con estancias del tamaño de conddos, pasaba buena parte de sus días en París, educaba sus hijos en Londres, y se casaba con la aristocracia de allí. Y luego tuvo esporádicas reapariciones con las dictaduras militares.
Pero además no es casual el desempeño de Ocampo Mihanovich como profesor en la UCEMA. Dado que su ex rector Carlos Rodríguez, y el cordobés Roque Fernandez, ambos consejeros y profesores en esa universidad, doctorados en la Universidad de Chicago del monetarista Milton Friedman, con estrechos lazos con el FMI y Banco Mundial, fueron designados por Milei como sus economistas asesores personales, y lo acompañaron en la entrevista que recientemente mantuvo con los funcionarios del FMI.
En los planes para despesificar y dolarizar está también el contador con un MBA en la Universidad de Michigan, Dario Epstein. Que no proviene de la vieja oligarquía, sino del mundo de las finanzas. Al comienzo de la Convertibilidad fue también director de la CNV (Comisión Nacional de Valores) para pasar a intervenir seguidamente en el proceso de privatizaciones de la era menemista. Pero la mayor de su carrera transcurrió en el Citibank, Booz Allen Hamilton, Banco Mayo Cooperativo Limitado, con su escandalosa quiebra, Banco de Crédito y Securitizacion, etc.
La desdolarización que propone Epstein, a “precios de mercado” como también afirma Milei, sería mediante la obtención de más deuda. Con un préstamo de alrededor de 35 millardos (miles de millones) de dólares, no obstante que la calificación crediticia de Argentina CCC es la mas baja de todas, al borde del default.
Para lo cual con el actual riesgo país, habría emitir bonos por 88 millardos de dólares, acompañados seguramente de condicionalidades implícitas o explicitas, si se consigue, qué como dicho monto, serán leoninamente usurarias. A lo que hay que agregar el daño patrimonial que representara para los ahorristas la dolarización en base al dólar blue o parecido, que arrojaría salarios mínimos y jubilaciones de alrededor de 100 dólares, y salarios profesionales de 330 dólares, inferiores a la de los países más pobres africanos.
Ver El megatarifazo del gas natural es una consecuencia del arreglo con los buitres
Ver El desesperado arreglo con los fondos buitres, para evitar la bancarrota del Banco Central provocada por la salida del cepo
La dolarización despesificadora es por la enorme deuda del Banco Central
Años atrás el economista Milei cuestionaba la dolarización, diciendo acertadamente: “Vos lo que vas a tener ahí es un problema enorme. No vas a poder cumplir con tus depositantes, entonces va a haber una corrida y va a terminar en una gran expropiación. Que fue lo que pasó también con la convertibilidad”.
Recientemente en la pomposa cumbre de empresarios del Consejo de las Américas en el Hotel Alvear, el ex patrón de Milei Eduardo Eurnekian de Aeropuerto 2000, explicó la razón por la cual su ex jefe de asesores habría cambiado su opinión al respecto. Afirmó que a él no le gustaba la idea, “pero creo que el camino de la dolarización va a tener una respuesta más rápida en cuanto al ordenamiento financiero, buscar mejorar nuestra moneda va a ser un poco más difícil, costoso y sacrificado”.
Si hay alguien que pueda presentarse como el típico “empresario compinche” de la “casta” es Eurnekian. Quien de empresario textil pasó a detentar los aeropuertos argentinos, gracias a los favores del Jefe de Gabinete menemista Jorge Rodríguez, quien junto con sus subordinados resultó procesado penalmente por esa concesión.
A partir de allí con sus enormes ganancias, Eurnekian obtuvo la concesión de otros aeropuertos en el mundo, y se expandió hacia todos los rubros de la actividad económica, con un holding que abarca 61 empresas en el mundo. Y ahora detentando ese gigantesco patrimonio mal habido, en función de afianzar sus negocios, no le hace asco a ir por el patrimonio de los pequeños y medianos ahorristas argentinos, tal como sucedió antaño con los planes Bonex y Boden.
El caso es que el cordobés Roque Fernández, se desempeñó como director del Banco Central cuando a fines de 1989 se implementó el Plan Bonex. Que saneó las finanzas de dicho banco, que estaba en una situación calamitosa similar a la actual. Y otros que estuvieron por entonces allí desde 1983 a 1991 como gerentes, fueron Carlos Melconian y su ex socio Rodolfo Santangelo, quienes en 1986 intervinieron en la estatización de la deuda externa privada.
Luego a principios de 1991, Fernández asumió como presidente del Banco Central, al mismo tiempo que otro cordobés, Domingo Cavallo, anunciaba su plan de convertibilidad, en el que un dólar equivalía a 10.000 australes, o un peso argentino.
La quita del Plan Bonex y la Convertibilidad
Respecto esos acontecimientos, se puede apreciar en el siguiente gráfico la enorme quita de la mitad de sus ahorros, que representó para los ahorristas el Plan Bonex. Del que también surge lo que sería el “pecado original” de la convertibilidad, con un tipo de cambio muy bajo, que llevó al país a su industricidio, convirtiéndolo en una inmensa fábrica de pobres. Y en consecuencia a su fracaso por el déficit crónico en la balanza de pagos, siendo por ende necesario sostenerla con más endeudamiento externo, hasta su agotamiento final.
En el gráfico se consigna la relación que hubo entre la variación de la inflación y del precio del dólar a partir de diciembre de 1977. Los valores superiores a uno representan que los precios minoristas según Indec (IPC) aumentaron más que el dólar. Y viceversa, los valores menores de uno, representan que es el dólar el que aumentó más que los precios.
Y esto se dio concretamente enero de 1990, en coincidencia con el Plan Bonex. En el que los ahorros en australes se cambiaron a razón de 1.800 austral por dólar, perdiendo el 49 % de su poder adquisitivo en australes en ese momento. Lo que se agravó aún más para los ahorristas que por diversos motivos, a continuación se vieron obligados a vender sus bonos con quitas de hasta 50 %, con abultadas ganancias para especuladores y financistas.
Luego se dio que fueron los precios descontrolados, los que aumentaron mucho más que el dólar, hasta llegar a 2,29 veces más, cuando si implemento la Convertibilidad en marzo de 1991. Con la que se canjeó 10.000 australes por dólar, y se estableció que el peso argentino era equivalente al dólar.
Se instauró así un tipo de cambio ultra bajo, con graves consecuencias para la competitividad de la economía argentina. Lo que se agravó aún más, porque la inflación siguió creciendo en el año 1991 y 1992, hasta llegar a una relación de 4,8 veces, o se una inflación post convertibilidad del 109 %, habiendo partido a fines de 1988 de 1,75 veces.
Pero esto no fue un error, sino un resultado deliberadamente buscado, para posibilitar la concreción de la denominada “capitalización de la deuda”. Consistente en la privatización de los servicios públicos, a favor de quienes tenían obligaciones de la deuda externa en su poder. Siendo necesario un tipo de cambio ultra bajo, para que sus tarifas puedan ser abonadas por parte de los usuarios, y los “capitalizadores de deuda” pudieran llevarse sus rentas, en sustitución de los intereses que cobraban antes.
De esa manera el Plan de la Convertibilidad fue el Estatuto del Plan Brady de capitalización de la deuda. Y su principal requerimiento, el cambio ultra bajo para hacerlo posible, fue también el tóxico mortal que la mató, tras tratar de sostenerla con más y más endeudamiento externo a lo largo de 10 años.
El Banco Central imposibilitado de endeudarse
Al año siguiente de la aparición de la Convertibilidad, en 1992, el Congreso sancionó una nueva Carta Orgánica del Banco Central, que le prohibía terminantemente tomar deuda. Con el objeto de defender una defectuosa convertibilidad, que solo cubría la Base monetaria, o sea solo el dinero circulante, y no todos los depósitos bancarios, y fue la causa de su caída posterior. Al no existir un prestamista de última instancia o emisor, que pudieran asistir a una corrida de depósitos. Tal como señalaba el mismo Milei cuando cuestionaba la dolarización.
Luego en 1996 Fernández pasó a desempeñarse como ministro de Economía, teniendo a Rodríguez como jefe de Gabinete y secretario de Políticas Económicas. Quienes para sostener la precaria y cada vez más alicaída convertibilidad, sostenida en base a nuevos endeudamientos externos, trataron de llevar adelante un rígido ajuste fondomonetarista.
Con aumento de la presión tributaria, generalización del IVA incluyendo la educación y los libros, congelamiento de jubilaciones, aumento de la edad de jubilación de las mujeres, venta de la acción de oro de YPF, etc. Y finalmente ante el agotamiento de esas recetas, con una propuesta de dolarización que la discutieron incluso con la Reserva Federal de EEUU. Pretendiendo los boys del CEMA UCEMA, que esta le cediera una porción del “señoreaje” monetario, que es emitir deuda -billetes- sin pagar intereses. –
Hoy vienen por lo mismo, ante la imposibilidad de plantear una nueva convertibilidad precedida por un Plan Bonex, por el desprestigio de ambas medidas de antaño. Para poder sanear un Banco Central nuevamente reventado y henchido de deudas impagables, y así ordenar la macroeconomía de la que son muy sabiondos, la receta que traen es la dolarización integral, o mejor dicho la despesificación integral. O sea, muerto el perro se acabó la rabia, y una vez concretado eso piensan lograr un gobierno exitoso económicamente.
El mencionado Rodríguez, mostrando la importancia de la cuestión de la enorme deuda del Banco Central respecto la dolarización, recientemente afirmó: “es una alternativa que deberá depender de la situación inicial… la tasa de remuneración de las Leliqs es el principal determinante de la inflación y para bajar la inflación hay que bajar la tasa de interés de las Leliq, explicando bien para que no haya una corrida y no emitir“.
El estallido de la convertibilidad
En el 2001 estalló la convertibilidad, no por una corrida de depósitos como dice la historia oficial. Cuyos retiros fueron sostenidos con el recupero acelerado de préstamos, y ausencia de nuevos créditos, con grave daño a la economía. Como se puso en evidencia en el libro “La Argentina robada”, del fallecido diputado (MC) Mario Cafiero y el autor de esta nota.
Sino que fue consecuencia de que la gran banca de EEUU mediante el Megacanje, introdujo en el sistema financiero argentino los bonos de la deuda externa que iban al default, llevándose a cambio sus reservas en efectivo (RML – Requisitos Mínimos de Líquidez). Derivando esto en la instauración del corralito bancario.
Curiosamente, esto estaba preanunciado en el famoso Blindaje acordado con el FMI y los grandes bancos a fines del 2000. En él se preveía la salida para el 2001 de 20 millardos de dólares para atender los pagos de la deuda. Que no podían ser otros que los RML, y un préstamo adicional por 8 millardos de dólares por parte del Fondo.
Para ello el creador de la convertibilidad Cavallo, irrumpió nuevamente como ministro de Economía en la escena política argentina, con plenos poderes, en el segundo y último año del gobierno del presidente Fernando De la Rua. Y lo primero que hizo, fue volar al presidente del Banco Central Pedro Pou, uno de los fundadores del CEMA y su primer director, quien se oponía que las reservas de los bancos se integraran con títulos públicos, poniendo en riesgo la estabilidad del sistema financiero argentino, tal como ocurrió.
Cavallo para permitir esto, modificó la Carta Orgánica del BCRA con un DNU, y lanzó a la par al famoso Megacanje por 30 millardo de dólares, que tuvo como principal protagonista al JP Morgan Chase. Y a la par intentó nombrar al gerente de Monedas de este megabanco en Londres, Alfonso Prat Gay, como nuevo presidente. Postulación que fue rechazada por el Senado, por no cumplir con el plazo de abstención exigido en la ley de Etica Pública recientemente sancionado.
Ver Recuerdos del 2001: la ficha sucia de los candidatos Prat Gay, Amadeo, Heller, y Olivera en 2009
La salida seguramente prevista de esa estrategia llevada adelante por Cavallo, para que los megabancos de EEUU zafaran del default de la deuda que anunciaban sus sistemas expertos, fue el corralito bancario. Que acarreo a su vez dos consecuencias. Una, la ira de los ahorristas que se sintieron estafados y engañados por parte de los grandes medios, respecto lo que realmente estaba pasando con el Blindaje, Megacanje, y la irrupción de Cavallo en el gobierno.
La otra, la no llegada de dinero de mano a los sectores bajos de la población, precipitándose así los saqueos de supermercados. De esa manera a fines del 2001, la convertibilidad tuvo un trágico final a toda orquesta, con más de 20 muertos, la renuncia de su creador y sepulturero Cavallo, y la huida del presidente de la Rua en un helicóptero de la Casa de Gobierno.
Configurando todo esto una crisis terminal, similar a la de 1890, producida por el crac de los “bancos garantidos”. Involucrados con la deuda externa y la banca inglesa, como en este caso lo era con la banca de EEUU. Que precipitó la Revolución del Parque, dando origen a la Unión Cívica, transformada luego en Radical, y la caída del gobierno del “burrito cordobés” Miguel Juárez Celman.
El Plan Boden
La salida de esa crisis, concretada por el gobierno de Eduardo Duhalde, e impulsada por enormes intereses económicos, que resultaron los grandes beneficiados con la licuación de sus deudas, fue el Plan Boden. Con la pesificación de un peso por dólar para las deudas, y de 1,40 pesos por dólar para los depositantes de los bancos.
Ver Eduardo AMADEO, el delegado del Tío Sam
Siendo estos a su vez “indemnizados” por el Estado, por esa pesificación asimétrica, no obstante haber sido los directos responsables de la crisis, por el delictual empapelamiento que hicieron de sus reservas, incurriendo así en el delito de “subversión económica”. Por ello la exigencia de los grandes bancos y el FMI, que previo a cualquier nuevo acuerdo se derogara esa figura penal. Faena que engañados como niños llevó a cabo el gobierno y el Congreso, con ayuda de los grandes medios, con la promesa de un “salvataje” integral de 30 millardos de dólares que nunca llegó.
Ver Las malas praxis del FMI 9: sus engaños en 2002 para brindar impunidad a los banqueros vaciadores
Ver Las malas praxis del FMI 10: el fraude en las leyes que exigió de Quiebras y Subversión Económica
Ver Las malas praxis del FMI 11: la culminación en el Senado y PE del fraude en la ley de Subversión Económica
Finalmente, la crisis encontró su salida financiera con la emisión por parte del Tesoro de bonos Boden. Uno con los dólares convertidos en pesos con 1,4 más CER, plazo a 5 años, amortizaciones a partir del 2003, y 2 % de interés. Y otro en dólares a 10 años, con amortizaciones a partir de 2007, y tasa Libor. En total junto con otros Boden, se emitieron bonos por 20,3 millardos de pesos ajustados por CER, equivalentes a 14,5 millardos de dólares, y 20,3 millardos de dólares, en lo que sería el costo de salida de la convertibilidad. De los cuales buena parte fueron a favor de los bancos, por la compensación por la pesificación asimétrica.
Los ahorristas que recibieron los Boden, y los liquidaron de inmediato en el mercado, tuvieron pérdidas de hasta el 65 % de su patrimonio. Y si los retuvieron hasta el final, la pérdida se redujo a alrededor de un 28 % para el Boden en pesos, comparado si las hubieran mantenido en dólares. Y un 13 % para el Boden en dólares, comparado si hubieran mantenido en pesos ajustados por CER. Por efecto de la continua revalorización de nuestra moneda que se dio ínterin, que prácticamente volvió a los mismos niveles de la convertibilidad en noviembre de 2015.
El reendeudamiento del Banco Central
A principios del 2002 fue el presidente Eduardo Duhalde el que nombró a Prat Gay como presidente del banco, gracias a una modificación a la ley de Etica Pública hecha por Cavallo y De la Rua con otro DNU. Y en la ley de emergencia que el Congreso aprobó ese año impulsada por Duhalde, a instancias de Prat Gay se modificó la Carta Orgánica del banco, permitiéndole nuevamente emitir deuda, siendo este el huevo de la serpiente de la actual situación.
Ver Prat Gay, el gran encubridor del vaciamiento del sistema financiero en el 2001
Así aparecieron las Lebacs con plazos a más de 30 días, que en el 2018 tras el acuerdo con el FMI mutaron en Leliqs con plazos a siete días. Las que fueron creciendo como una bola de nieve a partir del pago al FMI a finales del 2005. El que se concretó mediante una nueva modificación de la Carta Orgánica del banco, ideada por su entonces presidente Martín Redrado. Quien hizo una ingeniosa tergiversación respecto la “libre disponibilidad” de las reservas. Permitiendo que con ellas se pagaran las deudas externas con los “organismos bilaterales de crédito”.
Ver De la bomba de las LEBAC a la bomba H de las LELIQ y el estallido social
Ver El Patrimonio del Banco Central crece con la devaluación y se derrumba con la joda de las Lebac Leliq
Luego en el 2010, el gobierno creo pomposamente el Fondo del Bicentenario, mediante una nueva modificación de la Carta Orgánica del Banco Central. Por la que se dispuso que con las reservas de supuesta “libre disponibilidad”, se pagara también la deuda externa pública con privados. Medida tomada ante la total carencia de crédito externo, para poder refinanciar o “rollovear” la deuda que iba venciendo, por el defectuoso canje de deuda realizado en el 2005 por Lavagna-Nielsen, y el accionar litigioso de los “fondos buitres”.
Quienes no entendieron que la gran quita que proclamaba el kirchnerismo, para evitar investigar la deuda, era compensada con creces por los altos intereses de los nuevos bonos, y los defectuosos bonos ligados al crecimiento del PBI (ULPBI). Los cuales, recomendados por el FMI y defectuosamente diseñados, posibilitaban un cobro acumulativo de las acreencias que surgían del mismo. Lo que derivó que Argentina perdiera recientemente un juicio en Londres, demandada por haber falseado los datos del PBI desde el 2011 en adelante, para no pagar esas acreencias.
A esta exageración del uso de las reservas para pagar cualquier deuda externa, siendo consciente que el banco ya estaba descalzado, se opuso Redrado. Razón por la que el gobierno de CFK lo removió de la presidencia, con la ayuda del ex ejecutivo bancario y entonces diputado Prat Gay, que criticó su gestión y aportó el quorum para ello en la comisión destinada a esos efectos.
Medida que por supuesto, fue apoyada por la gran banca extranjera, que hoy habla pestes de Argentina en sus interesados informes, pero cobra sus acreencias de cualquier manera y que cueste lo que cueste. Ya sea reventando el sistema financiero como en el 2001, o reventando al Banco Central como sucedió luego.
Estos avatares que se precipitaron tras la salida de la convertibilidad, hicieron que el Banco Central cumpliendo su función, comprara dólares para constituir su reserva, emitiendo pesos. Pero buena parte de esos dólares se derivaron a pagar deuda externa, recibiendo a cambio por parte del Tesoro Letras intransferibles a diez años de plazo en dólares, con un mínimo rendimiento anual. Que por supuesto, eran un “pagadios” inejecutable y sin valor alguno.
O sea que cada vez había más pesos circulando en la plaza, en proporción a las reservas, los que a su vez eran esterilizados, o sea sacados de plaza, mediante las Lebac – Leliq. Y además Redrado se encargó de ir sacando todas las restricciones que existían para la compra de dólares por parte de los privados, instaladas luego de la caída de la Convertibilidad.
En base a esto, desde el 2003 hasta el 2011, se fugaron casi 100 mil millones de dólares, registrados como “Formación de Activos externos por parte de residentes”. Provenientes genuinamente, no de endeudamiento externo, sino del milagro de la soja y el precio de los commodities. Desaprovechando de esa manera Argentina, la gran oportunidad histórica que tuvimos para poder instalar un Estado de bienestar en beneficio de toda la población.
Ver Los responsables de la deuda externa y la fuga de divisas según el INDEC
Por contrario, en lugar de aprovecharla con todas sus potencialidades, el gobierno kirchnerista impulsado por los grandes exportadoras multinacionales de granos según confesó luego, y por su necesidad de contar con dólares para afrontar los pagos crecientes de la deuda externa mal renegociada, con las retenciones móviles desató una salvaje conflicto con el campo, motor de esa generación genuina de divisas por parte de millardos de productores.
Sin extender esas retenciones móviles a los pocos grandes actores de la gran minería y los hidrocarburos, que tambien habían revalorizarse enormemente sus precios. Y esas decisiones gubernamentales oscuras que debían ser aclaradas por el Congreso con una comisión investigadora que se creó al efecto, por la influencia de esas grandes exportadoras en todos los partidos políticos, caducó sin pena ni gloria sin haber sesionado ni una sola vez.
Ver LOS MALOS CALCULOS DE LOUSTEAU CON SU 125 PARA BENEFICIAR A LAS CEREALERAS
Por su parte Redrado justificaba esa fuga o rifa de divisas, aduciendo que eso obstaculizaba la notable apreciación del peso que se dio ínterin. Que como el opio , y la tablita de Marínez de Hoz, y la Convertibilidad de Cavallo, aportó nuevamente una falsa sensación de bienestar, que se agotó con la instauración del corralito cambiario, por efecto de la denominada “restriccion externa”.
Ver Redrado el vaciador del Banco Central, candidato a ministro de Economía
Que en realidad es interna, por la insana pasión de los argentinos, como consecuencia de las sucesivas estafas e hiperinflaciones que ha soportado, de atesorar esterilmente sus ahorros en moneda extranjera. Siendo esta la causa esencial de la debacle de Argentina, al haber interrumpido ello la rueda virtuosa de la economia, de inversion, producción, empleo, y consumo.
Ver DÓLAR: la locura autodestructiva de los argentinos y su solución
El empapelamiento del Banco Central
En concreto la operatoria del nuevo empapelamiento del Banco Central desde el 2002 se da así: 1) compra dólares emitiendo pesos. 2) Con parte de los dólares paga deuda externa, recibiendo a cambio Letras de Tesorería incobrables. 3) Para compensar ese exceso de emisión que queda circulando y puede presionar contra el mercado del dólar, con las Lebac – Leliq rescata los pesos excedentes. Hinchiéndose así con más y más papeles que ensucian su balance.
En el siguiente gráfico se puede apreciar el paralelismo existente, reflejado en sus líneas de tendencia, entre las Letras de Tesorería inspiradas por Redrado, que figuran en el activo del banco (línea celeste) a partir del 2005, cuando con el FMI comenzó el pago de la deuda externa con sus reservas. Y las Lebac – Leliq (línea violeta) que figuran en su pasivo a partir del 2002, inspiradas por Prat Gay.
El gráfico muestra que no hay gobierno que se salve. El de Néstor Kirchner dejó en el 2007 las Letras de Tesorería en 10 millardos de dólares, y las Lebac en 14 millardos. Su conyugue Cristina Fernández, dejó la Letras en 48 millardos, y las Lebac – Leliq en 32 millardos. Por su parte Mauricio Macri, con la salida del corralito y el carry trade, llevó a estas al pico en el 2017 de 62 millardos, mientras la Letras se mantenían en el mismo nivel.
Seguidamente en el 2018 y 2019, se observa un bache en esas dos variables. Porque con los aportes del FMI por un lado, se desarmó el carry trade del endeudamiento externo hot money, que tenía como contrapartida las Lebac – Leliq. Y por indicación de este, se valorizaron las Letras de Tesorería a precios de mercado. De esa manera las Lebac-Leliq cayeron a fines de 2018 a 40 millardos, y las Letras a 30 millardos, quedando en el 2019 en 46 y 50 millardos respectivamente.
Por su parte el gobierno de Alberto Fernández, llevó a 57 millardos las Lebac-Leliq, y 65 millardos las Letras, al haber aprovechado este recurso de compensación al Banco Central para los Plan Soja, Maíz, etc. Mostrando de todas maneras que la “pinchadura” del banco por el que está enteramente en llanta en sus cuatro ruedas, es la combinación de las Letras de Tesorería con las Lebac – Leliq, que tiene de por medio el pago de la deuda externa con las reservas del banco.
Esto a su vez se ve reflejado en la Base Monetaria, o sea el dinero circulante (línea roja de trazo discontinuo), que había alcanzado un pico de 63 millardos de dólares en el 2012, y actualmente es menor en una tercera, 19 millardos de dólares. Y esto a su vez es la causal del enorme malestar existente en la calle, similar al del 2001, por la ausencia del circulante que irriga la economía.
Ver Massa ignora que la masa monetaria en pesos es tan baja como la de los países africanos pobres
La propuesta irrealizable de Milei por sus formas
La propuesta de Milei hace recordar la fábula de Esopo, que narra que hubo un congreso de ratones, que vivían con miedo constante al gato, y casi no podían salir de sus cuevas. Después discusiones al respecto, un ratón joven que quizás se llamaba mi-lei, tuvo la simple y brillante idea de ponerle un cascabel al gato. Para que así anunciara así cercanía y dar tiempo a los ratones para ponerse a salvo. A lo que un viejo ratón puso reparos, preguntando quien le iba a poner el cascabel al gato.
El sentido de la fábula de Esopo habla de las soluciones impracticables. Y en el caso de la dolarización que ha anunciado a voz de cuello Milei mucho antes de llegar al gobierno, aunque ahora trata de esconder e tema, tiene el doble sentido que ello dará tiempo a los ratones, mejor dicho a los ahorristas bancarios, de desarrollar acciones defensivas para tratar de ponerse a salvo de sus garras.
Máxime con la gimnasia adquirida por los argentinos con el Plan Bonex y el Boden. Y seguramente si sube la expectativa de un triunfo de Milei ya sea en la primera o segunda vuelta, ello generaría una corrida bancaria, con el retiro de los depositantes de sus ahorros, cuyos depósitos a plazo fijo según informa el Banco Central, el 90 % está a menos de 30 días del vencimiento.
Para lanzarse a comprar dólares, o títulos privados y públicos a cualquier precio, y si no los encuentra, cualquier bien durable que encuentre a mano, generando una estampida en el precio del dólar, al superar sideralmente la demanda de ellos a la oferta. Y lo mismo en relación con el precio de los bienes que se encuentren a mano.
Al respecto, no se sabe si con malicia o exceso de inocencia, que no suele tener, Clarín publicó al fin de la semana después de las PASO, una nota dando cuenta de una caída de 2,8 % del stock de plazos fijos con un total de 338 mil millones de pesos, el lunes siguiente a la elección que deparó el resonante triunfo de Milei.
Una vista del el Informe Monetario Diario del Banco Central, no corrobora la magnitud de esa cifra, y por contrario trasunta un aumento en los depósitos a la vista y a plazo fijo, como se puede apreciar en el siguiente graficó extraído del mismo. Pero por su parte al día siguiente Clarín y otros medios dieron cuenta de que los bancos habían usado el seguro de liquidez de los bonos del Tesoro, acordado con el ministra candidato Massa y el Banco Central, vendiéndoselos a este por un monto entre 200 mil y 340 mil millones de pesos.
De esa manera la banca habría soportado la salida de depósitos, y el Banco Central habría disimulado la pérdida de ellos, para no sembrar alarma en la City financiera y los ahorristas. Pero existen otras remezones como consecuencia de la incertidumbre a cortísimo plazo, sembrada por el gobierno con la devaluación sin plan del lunes; y a corto plazo de meses, generada por el “batacazo” electoral de Milei y su propuesta de dolarización.
La que se evidencia en la desaparición total del crédito en pesos, tal como se puede apreciar en el siguiente video difundido en Tik Tok por una comercializadora de granos, dando cuenta humorísticamente de ello.
De tal manera la falla esencial por parte de Milei con su plan de dolarización, es haberlo difundido previamente a troche y mochi. Cuando en todo caso si realmente intenta concretarlo, era haber guardado un estricto silencio al respecto. Tal como señaló el “padre” de la dolarización en El Salvador, el economista Manuel Hinds, en una entrevista periodística que dio en estos días en relación con la propuesta de Milei, señalando la principal falencia de ella:
“Después de decidir que sí iba a dolarizar, el presidente [Francisco Flores] dijo ‘esto lo vamos a mantener en secreto hasta el momento en que presentemos el proyecto de ley ante la Asamblea para que no vengan críticas que no tienen nada que ver con lo que es la dolarización, para que no inventen cosas. En el Comité, que mantuvimos en secreto, estaba Aquiles Almanci, que había trabajado en el Banco Central de Argentina. Yo me encargaba de coordinar el Comité y de armar la ley. Estaban también el ministro de Hacienda, el presidente del Banco Central y teníamos a dos personas que me ayudaban en el trabajo del día a día: redactar la ley y pensar en todos los ángulos que tenía que tener.”
En el mismo sentido el economista Ricardo Delgado señaló: “la anticipación de bruscos cambios en el régimen macroeconómico, con nuevas y disruptivas reglas básicas de funcionamiento, como es la dolarización propuesta por Milei, sólo puede acelerar los comportamientos defensivos (léase dolarizadores) de las carteras de inversión. ¿Qué hubiese pasado si la convertibilidad de 1991 o el Plan Austral de 1985 -los dos planes más exitosos para desplomar la inflación- hubiesen sido conocidos antes de ser implementados? Con certeza, hubiesen fracasado.”
Y ante la pregunta del cronista: -¿Es un error, entonces, anticipar una medida como la dolarización?, contestó: “Estabilizar siempre demanda sigilo. ¿Es culpa de Milei que haya encontrado en la idea de la dolarización un eslogan político de campaña? De ningún modo, pero ahora, con los resultados en la mano, quedará en su responsabilidad como presidenciable explicar en detalle el experimento para contribuir a ordenar la transición hacia octubre, al menos.”
La dolarización sin despesificacion de Liendo – Bullrich
Como si la cuestión no estuviera de por si para sustos, apareció en el ruedo el abogado Horacio Liendo, hijo del general del mismo apellido que fue una figura notable durante la dictadura militar, y cerebro jurídico de Cavallo, tanto en 1991 como en el 2001. Por su capacidad no de hacer trampas a la ley, sino de hacer la ley con trampas.
Presentándose como asesor de la candidata Patricia Bullrich, y de su anticipadamente designado ministro de Economía Melconían, Liendo tiró al ruedo su plan de dolarización, pero no de despesificación, proponiendo el mismo régimen bimonetario que tiene Perú. El economista peruano magister en Finanzas Renzo Jiménez Sotelo, criticó duramente dicho régimen, señalando el riesgo que corría el sistema financiero y expresando al respecto en el 2001:
“El Perú es una economía parcialmente dolarizada donde el 70% de la liquidez del sistema financiero ha estado en dólares durante casi una década. La mayor parte de los salarios y bienes transados (poder adquisitivo) están en soles (moneda nacional), pero las empresas y la gente se endeudan (y ahorran) en dólares. Esta dolarización estrangula la economía porque cualquier intento de reactivación que favorezca una depreciación o cualquier choque macroeconómico que efectivamente la produzca, eleva el valor de las deudas en dólares en términos de soles y crea un efecto inverso y, por tanto, recesivo.”
Como consecuencia de ello desde el 2001 se produjo en Perú protagonizado por el Banco Central, un proceso de desdolarización y solarización, como se puede apreciar en el siguiente gráfico, ejerciendo para ello un riguroso control de cambios, y acumulación de reservas. En el cual se observa además que en 1993, cuando se legalizó constitucionalmente la tenencia de moneda extranjera, esta ya estaba formalizada en los bancos, al concretar estos dos tercios de sus préstamos en dólares.
Perú adoptó es medida de dolarización constitucional cuando tenía un PIB de 34,8 millardos de dólares, contra los 236,7 de Argentina, y contaba con un reducido sistema bancario, con créditos totales de 4,5 millardos de dólares. Además como se puede apreciar en el siguiente gráfico, Perú recién tuvo un notable crecimiento a partir del 2000, cuando se impulso la desdolarización y solarización, habiendo aumentado cinco veces su PIB ínterin hasta el año 2002.
Por contrario, la propuesta Liendo – Bullrich, parte de la base de aprovechar la enorme tenencia informal en dólares que tienen los argentinos, que la ponderó equivalente a un PBI; para institucionalizar la circulación del dólar a todos los efectos como moneda legal de ahorro, transacción, y pagos. Y a la par, contrariamente a lo que hizo Perú, eliminar totalmente el control de cambios, dejando que lo fije el mercado por su cuenta, consagrando una libertad absoluta para la tenencia y movimiento de capitales.
Ver DÓLAR: la locura autodestructiva de los argentinos y su solución
Mas allá de que ello requeriría un blanqueo indiscriminado, en directo beneficio de grandes evasores y narcotraficantes, a los que dice que perseguirá Bullrich, al ser en Argentina la tenencia de dólares no declarados semi clandestina, esa dolarización, lo advierte su mismo autor Liendo, llevaría a un shock inflacionario.
Con un dólar a una paridad con el peso que estimó en los 800 pesos, o sea el denominado Contado con Liqui. Y la consecuente pulverización de los pesos que están en las billeteras de la gente y en los bancos. Estableciendo así igual que Milei jubilaciones y salarios mínimos de alrededor de 100 dólares, y sueldos profesionales alrededor de los 330 dólares.
E igual que paso en Ecuador y Perú, y con la Convertibilidad, con esos reducidos valores en dólares de ingresos la inflación galopante no se detendrá. Y continuara al menos un par de años más, en donde los sectores más indefensos que están ahora en la total intemperie, soportaran que su poder adquisitivo siga reduciéndose aceleradamente, poniendo en serias dudas esto su viabilidad social.
Y como en la fábula de Esopo de los ratones y gatos, seguramente la propuesta Liendo – Bullrich será impracticable, igual que la de Milei. Porque los ahorristas argentinos igual que los ratones, al solo ver que suben las chances de que Bullrich o Milei lleguen a presidente, preventivamente se encargarán de sacar sus pesos de los bancos, no para llevarlos a sus cuevas, sino para comprar cualquier cosa que encuentre a mano, disparando una corrida bancaría y monetaria, que haría volar todo por el aire.
Resulta indudable que para una veloz recuperación del país, es indispensable movilizar la ingente riqueza semiclandestina que los argentinos han atesorado esterilmente en moneda extranjera. Pero ello no puede hacerse de manera disruptiva, a costa del ahorro en pesos de los argentinos, y menos aun con el objetivo oblicuo de sanear el Banco Centralde cualquier manera. Porque conforme la experiencia de Ecuador, Perú, y Libería, solo agravará los problemas, en lugar de solucionarlos.
La propuesta irrealizable de Milei por su contenido
Pero esa decisiva falencia en cuanto las formas de concretar la dolarización, no es la única, dado que también existen dos graves falencias en cuanto al contenido de ella. Una referida a que el plan de Ocampo Mihanovich, prevé convertir en dólares a precios del mercado el circulante o sea la Base monetaria de 6,35 billones de pesos, empleando para ello las reservas del Banco Central.
Las cuales, como acaba de confirmarlo el FMI en la página 82 de su reciente revisión del acuerdo con Argentina, son negativas en nada menos que -13.600 millones de dólares. Lo que arroja el resultado absurdo de que la tasa de cambio sería de -435 pesos por dólar. O sea que por cada dólar un argentino debería recibir también 435 pesos, a cambio de nada.
La otra grave falencia es la propuesta de crear un fideicomiso en el exterior con los activos y pasivos del Banco Central. A los efectos de recibir un anticipo suficiente para dolarizar a precios del mercado, al menos las Lebac – Leliq, que en el último balancete de este montan 19,9 billones de pesos. Esto sin tener en cuenta que los depósitos totales del sistema financiero montan 31,7 billones de pesos, y los del sector privado 25,6 billones, los que deben sumarse a la Base Monetaria.
Trepando el M3 que le dicen los economistas, a 36,3 billones de pesos. Contra Prestamos al sector privado de 11 billones, y al sector público de 6 billones, o sea solo la mitad del M3. Lo que revela la pérdida del señoreaje por parte de Banco Central, consistente en su facultad de emitir moneda -deuda- sin interés. Y por contrario, impulsado por el FMI, paga cada vez mas enormes y demenciales intereses por ello, careciendo así de toda capacidad de regulación macroeconómica.
Tomando solo la Base Monetaria más las famosas Lebac Leliq, el monto trepa a 26,3 billones billones de pesos. Con un cambio de 800 pesos por dólar, esto representa la suma de casi 30 millardos de dólares necesarios para concretar la dolarización.
Por su parte el Banco Central tiene un Patrimonio Neto de 9,7 billones de pesos, con los que supuestamente al cambio de pesos 800, podrían obtenerse 12 millardos de dólares para la dolarización. Pero eso es Argentina Año Verde, porque en su activó contabiliza actualmente los “pagadios” de las Letras Intransferibles de Tesoro bajo legislación argentina, por 22,7 billones de pesos, más Otros “pagadios” por 12 billones de pesos, suma que trepa a 35,2 billones de pesos.
Si estos “pagadios” irrealizables se quitan del balance del Banco Central, su Patrimonio Neto pasa a ser negativo en 25,5 billones de pesos, razón por la que debería cerrar sus puertas, con una bandera de remate en ella. Esa suma casi equivale a menos -32 millardos de dólares, al cambio de pesos 800. Así de nuevo paradojalmente, el tipo de cambio no sería 800 sino menos -800, o sea que por cada billete de un dólar su tenedor debería recibir también 800 pesos.
En el balancete figuran además 33,7 millardos en títulos en moneda extranjera bajo legislación extranjera, qué según el balance cerrado en diciembre pasado, fueron también emitidos por el Tesoro Nacional. Pero esa suma es en pesos. En dólares con la tasa de cambio de 350 empleada en el balancete, son solo 96 y pico millones de dólares, por lo que no sirve ni para empezar.
A su vez según el mismo balance anual, los restantes títulos en moneda nacional, salvo una suma ínfima de la provincia de Formosa, también fueron emitidos por el Tesoro Nacional. Figurando bajo el rubro Otros, una variedad mistonga de Letras del Tesoro a descuento y ajustadas por CER, Bonos dólar Link, Bonos duales, Unidades Ligadas al PBI, etc. O sea todo basura incobrable por parte de un Estado, que en su caída por efecto de la deuda externa, arrastró al Banco Central.
Vamos por YPF y ANSES
Este es el disloque de la realidad de la dolarización que propone Milei, propia de Alicia en el País de las Maravillas. Y como el Banco Central tiene que ser botado al tacho de la basura, propone sumar al fideicomiso las acciones de YPF en manos del Estado. Valuadas en el mercado en 5,5 millardos de dólares, de los cuales supuestamente el 49 % pertenecería a las provincias. Y ahora serían rematadas al mejor postor, concretándose así una reprivatización total de esta empresa de bandera, que cuenta con un porvenir brillante con su actividad en Vaca Muerta. O se matar el futuro para zafar del ruinoso presente.
También Milei propone enviar al fideicomiso el FGS (Fondo de Garantía de Sustentabilidad) de la ANSES. El último informe disponible de este corresponde al primer trimestre 2023, dando cuenta de sus inversiones trepan al equivalente de 54 millardos de dólares. Y aclara que el 73,6 % de su cartera, igual que el Banco Central, está conformada por títulos del Tesoro Nacional. Correspondiendo un 80 a la nominada en pesos, y un 20 % a la nominada en dólares, por un total de 39,8 millardos de dólares o 8,31 billones de pesos.
Posteriormente a esa fecha, el ministro candidato Massa dispuso que los entes públicos transfirieran al Tesoro los títulos de este en moneda extranjera bajo ley extranjera; y vendieran los títulos en moneda extranjera bajo ley argentina en el mercado; recibiendo a cambio títulos en pesos. En un intento desesperado para tratar de contener los dólares paralelos bursátiles, mediante vender títulos en moneda extranjera en pesos, para hacer caer su valor en pesos. Comprándolos a la par en dólares, para subir la cotización en esta moneda. Y así controlar el dólar MEP (Mercado Electrónico Pagos) y el CCL (Contado Con Liquidación).
O sea que la cartera de títulos en moneda extranjera, bajo legislación extranjera o local, habrían caído hacía cero, arrastrando así el Tesoro en su caída no solo al Banco Central, sino también a la ANSES. Quedándose a cambio con bonos del Tesoro en pesos bajo legislación local, los que con una dolarización a 800 pesos, pasarían a representar aproximadamente 16,8 millardos de dólares. Que seguramente serán tasados a valor cero, al provenir del mega endeudado fisco nacional.
Quedaría así el 26,4 % del FGS, que representan según el referido informe, 14,3 millardos de dólares, integrado por acciones de empresas públicas y privadas, obligaciones negociables, depósitos a plazo fijo, fondos comunes de inversión, prestamos, etc. Esencialmente nominados en pesos bajo legislación nacional, por lo que una dolarización a pesos 800 reduciría sustancialmente su valor, al menos inicialmente, estimativamente a alrededor de 6,25 millardos de dólares.
Cuya tasación por tratarse de obligaciones bajo legislación local, disminuiría más que sensiblemente, tratándose de un fideicomiso extranjero. El que evidentemente, con ese mistongo rejunte de dudosas acreencias, la mayoría provenientes del mismo Estado nacional al borde del default, estaría lejos de brindar un anticipo para concretar la dolarización sin un corralito cambiario, pero con un enorme esquilme a los tenedores y ahorristas en pesos.
La curiosa postura del candidato “piloto de tormentas” Massa
Esto sin tener en cuenta las acciones defensivas que estos pudieran ejercer previamente. Que el ministro candidato Massa parece alentar, al alertar públicamente que las dolarizaciones propuestas por Milei y su imitadora Bullrich, “es un Plan Bonex”, sin tomar medidas preventivas de fondo al respecto.
El ministro candidato que se proclama “piloto de tormentas”, parece tener grabado a fuego en el timón la leyenda “Marketing friendly – Amigo del Mercado”. Como consecuencia del asesoramiento del hombre de la deuda, Daniel Marx, y de su viceministro, el liberal Gabriel Rubinstein. El que hace recordar a Ricardo Zinn, el segundo del ministro de Economía Celestino Rodrigó, autor del “Rodrigazo”.
Ver Marx: el HOMBRE-DEUDA del círculo rojo y Blackrock, y su sobreseimiento trucho en el Megacanje
Ver MASSA: candidato “fullero”, avión Skyvan, Derechos Humanos, Guerra Malvinas, y negociados
Quien adoptó la receta neoliberal de este, con la supuesta finalidad de evitar así el golpe de estado de 1976, pero que en realidad lo propició. Pasando seguidamente Zinn a desempeñarse en el gabinete de Martínez de Hoz. Ahora Massa es quien más allá de los discursos, adoptó una agenda neoliberal y promercado, para presuntamente ganar la elección. Que parece más bien destinada a que la pierda irremisiblemente, al haber perdido el voto de la base popular peronista, que en el 2015 puso sus esperanzas en Macri, en el 2019 en Fernández, y ahora la volcó en Milei.
En tal sentido, es notable la torpeza con que llevó adelante las negociaciones con el FMI, arrojándose en manos de este con el pago que le efectuó antes de las elecciones, en base a créditos puente, para solo obtener una declaración que había un acuerdo en curso, como parte de la campaña electoral. Y así al día siguiente de la elección, para poder recuperar esos indispensables dineros, concretó una devaluación sin plan, que sumada al “batacazo” electoral de Milei, lo único que hizo es dejar a la economía sin precios ni horizonte a la vista.
Un verdadero piloto de tormentas, con su timón libre de consignas sectoriales, ante las propuestas de dolarización irresponsables de sus contrincantes políticos, que nublan enteramente el horizonte de la economía y las finanzas, habría tomado medidas profundas para enfrentarlas. Máxime que cuenta con el argumento de los eventos calamitosos que soportó en forma sucesiva Argentina: el descomunal acuerdo con el FMI, la pandemia, la guerra ruso ucraniana, y la sequía.
Una medida en tal sentido sería disponer que todos los depósitos a plazos en pesos, se transformen en moneda digital, que no pueda ir contra el dólar. Lo que permitirá reducir sustancialmente la tasa de interés, y también la de inflación, como lo expresó Rodríguez, el economista del CEMA UNCEMA. Al revés de la receta del FMI, que en su última revisación del acuerdo ordenó que “las tasas de interés permanecerán en niveles debidamente positivos para seguir apoyando la demanda de activos en pesos”, haciendo así que la serpiente de la inflación se realimente mordiéndose la cola.
Esa medida actualmente es perfectamente ejecutable, con los celulares transformados en billeteras, y las tarjetas de débito y crédito en poder de casi todo el mundo. Y por ello Brasil anda tras su moneda digital denominada DREX.
La cual debería ser completada con la disposición de que la compraventa de títulos bursátiles, solo se efectúe con la moneda de pagos de estos. Suspendiendo a la par la cotización de los bonos de la deuda externa en Nueva York, por sus bajísimos precios. A los efectos de evitar el efecto destructivo del dólar CCL, que desde la renegociación de la deuda por parte del ministro Martín Guzmán, se convirtió en el estandarte de la suba del dólar, arrastrando tras sí al MEP y el Blue, y tras estos la galopante inflación.
Ver INFLACION: la provoca la dominancia del dólar CCL sobre el Blue manipulado desde Nueva York
Ver La perversa dinámica del dólar CCL que nos está haciendo bolsa con la inflación y la torpe compra de deuda
Ver DOLAR: la crisis la generó la pésima negociación de la deuda del ministro Guzmán
Que conmociona día a día a los argentinos, y ha hecho que aparecieran candidatos como Milei, proponiendo medidas irracionales de la pre historia de la ciencia económica, a la que ahora se ha acoplado Bullrich. Las que seguramente lo único que harán es profundizar el desastre colectivo en que se encuentra Argentina, llevándola posiblemente a su disolución, como en los tiempos previos a la Confederación Argentina.-
Ver Biografía no autorizada de Javier Milei “No vengo a guiar corderos. Vengo a despertar leones”
Como lo pudiste constatar, nuestras investigaciones, son fundadas, independientes, con datos públicos y verificables y siempre sobre el poder real. Su producción lleva días, semanas, hasta meses de trabajo. Y son abordadas con la mayor honestidad, profesionalidad y rigurosidad periodística. Si está a tu alcance, podes colaborar con este periodismo libre, de calidad, sin injerencia de empresas o gobiernos.
Debe estar conectado para enviar un comentario.