Si el año 2001 marcó la transición definitiva entre el sistema de los partidos políticos (PJ, UCR, etc.) al sistema de las alianzas (Frente para la Victoria, Cambiemos, Frente de Todos, etc.) hoy pareciera ser que se vive nuevamente una crisis de gobernabilidad. En el caso del bloque oficialista, la grieta interna o fuego amigo, se ensanchó aun más con el acuerdo recargado con el Fondo Monetario Internacional, aprobada a principios de este año, que implicó una legitimación a lo acordado en 2018 por el gobierno de Mauricio Macri.
Ver La pésima negociación del Gobierno con el FMI lindante con la traición
En las últimas exposiciones públicas en la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se advierte una modulación en cuanto a sus típicos dardos contra su compañero de fórmula, el presidente Alberto Fernández, y de otros funcionarios “que no funcionan”. Atrás quedó la exigencia de CFK a Alberto que utilizara la famosa lapicera.
Es entendible, ya que entre aquel momento y el hoy, ocurrió el frustrado intento de su asesinato. El que a toda costa el multimedio Clarín, como si se sintiera cómplice de alguna manera del mismo, trata de representar como la acción de unos loquitos sueltos, no obstante que se multiplican las conexiones relacionadas con la política. E incluso si se tratara de loquitos, ellos no habrían estado ajenos al feroz “periodismo de guerra” que desde hace una década cultiva dicho multimedio.
Ver La instigación del atentado a CFK y el «periodismo de guerra» de Clarín y La Nación que destruye al país
Ver Atentado CFK: las amenazas a Uliarte y Copitos evidencian una trama superior vinculada con Lawfare
En sentido inverso, fue su hijo, Máximo Kirchner, quién aceleró aún más sus críticas contra el actual mandatario. Es así, porque es el único habitante masculino del país cuyo padre y madre fueron presidentes de la Nación, y que él mismo considera que fueron excelentes gestiones. Y esa herencia por prosapia se vería cortada por la gestión de Alberto Fernández, que ha agravado aún más la mala situación económica y financiera en que estaba al final de la gestión previa de Mauricio Macri, a partir de la deuda contraída con el Fondo.
Ver 4 años de programas IMFlacionarios e IMFortunados 2018-2022: alerta roja para la casta política
El nuevo acuerdo con el FMI no solo implicó la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque oficialista en la Cámara de Diputados, sino también la germinación de esta crisis interna gubernamental, que muy probablemente incidirá en los resultados electorales del próximo año.
Hasta el punto que ni siquiera se pueden poner de acuerdo para eliminar las PASO, y así poner en apuros a la oposición. Al haberse erigido el presidente Fernández como un notable defensor de ellas, no obstante haber sido elegido a dedo como único candidato a presidente del Frente de Todos, en las PASO 2019.
Ver ¿Quién es Alberto Fernández, el hombrecito gris? ¿EEUU jugó a ganador y place?
Máximo Rebordado
Un ejemplo de esa postura fueron las duras palabras que Máximo Kirchner vertió en la última entrevista realizada por Tomás Rebord, un influencer relativamente joven, que trabajó en algunos espacios mediáticos aferrados al “cristinismo”. Rebord se formó como abogado, pero su interés por estar presente en los medios de comunicación puede deberse por su vieja militancia en el partido Nuevo Encuentro, de Martín Sabbatella.
Quien fue el encargado de aplicar la Ley de Medios Audiovisuales en los momentos más duros contra el Grupo Clarín, habiendo recibido una imputación penal por ello, gracias a las habilidades judiciales de es multimedio. Incluso, desde su gestión como intendente de Morón, Sabbatella aplicó una inédita ley municipal para regular la pauta oficial. Por ende se trata de un espacio político por fuera del pejotismo, pero encandilado por el kirchnerismo a partir de su enfoque por la cuestión comunicacional y mediática.
Ver Fusión Telecom Cablevisión: la abogada Liliana Zabala pidió su nulidad
Por ese motivo, no sería casual que Rebord reservara para el hijo de Cristina su última nota del año, previo a los partidos del Mundial del Fútbol. Al estar consciente de la debacle económica que está generando la actual gestión presidencial, y el rol que podría tener la acción mediática en esa disputa interna, a los efectos de deslindar quienes serán los que soportarán sus costos políticos.
“Es un error decirle a la gente que con el Acuerdo va a ser todo bonito”
Sobre la polémica interna que tuvo el Frente de Todos respecto el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, Máximo planteo que si “la decisión nuestra, como espacio político, es decirle a la gente que va a ser todo bonito, es un error”. Ante la repregunta de Rebord sobre a qué se refiere con “todo bonito”, respondió:
“Escuchá la intervención del Presidente del 28 de enero, que creo que fue la fecha que se anunció (el acuerdo con el FMI). Es un viernes a la mañana. (Dijo) Que no iba haber suba de tarifas, que se había solucionado un problema… Es verdad que la debilidad argentina hacía que, quizás, el poder económico hubiera decidido avanzar y hacer un golpe de mercado o una corrida. De última, si entendés que esa posibilidad existe y es real, contáselo a la sociedad. “
“Pero sí le decís que es lo racional y lo lógico, y no porque hay una pistola en la cabeza de la democracia y de gente que busca un no acuerdo para voltear un gobierno, contáselo. Porque si no, la gente no entiende. Si vos le decís que el acuerdo con el Fondo va a traer mejoras, ¿cómo siguió esto? Después del acuerdo, ¿mejoramos o empeoramos?”
La intervención del 28 de enero del presidente, que alude Máximo, se refiere al video grabado donde el mandatario anuncio el nuevo acuerdo, luego de la negociación concretada por el ministro de Hacienda de entonces, Martín Guzmán. En realidad, las palabras de Alberto fueron más austeras: dijo que el nuevo acuerdo no impactaba en el gasto público, en los servicios públicos, ni en inversiones en ciencia y tecnología.
Y que también garantizaba nuevos financiamientos y que no habría saltos devaluatorios: “Es un acuerdo basado en la confianza del mundo en nuestras capacidades. Tenemos que crecer para poder pagar. De otro modo no era posible, y tampoco lo será. Teníamos una deuda impagable que nos dejaba sin presente ni futuro y ahora tenemos un acuerdo razonable que nos va a permitir crecer y cumplir con nuestras obligaciones a través de nuestro crecimiento”.
Efectivamente es en el “posibilismo” de Alberto donde machaca Máximo, ya que al reducir supuestos beneficios, que empeoran las condiciones sociales y laborales de la población, se termina generando un confuso discurso entre “todo bonito” y el depresivo “realismo capitalista”.
Tal como lo definía el crítico cultural Mark Fisher, ante la incapacidad creativa de no poder encontrar soluciones más allá de lo que le pautan los agentes del capital, en este caso, de quienes imponen las deudas para condicionar soberanías, “a punta de pistola”, en términos maximokirchneristas. Y siguiendo con la metáfora, reciben el “tiro” del costo político que esas medidas acarrean.
“Alberto terminó pagando el costo político de Macri”
Para Máximo, un momento clave fue el intermedio de las elecciones realizadas en el año 2019, donde la fórmula de Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto, perdió dos veces frente a la fórmula Fernández – Fernández, en medio de una fuerte corrida cambiaria:
“Una decisión en conjunto que no tomó el Frente de Todos fue no tomar en cuenta el desastre que generó Macri entre las (elecciones de las) PASO y las (elecciones) generales (del 2019), con esa conferencia de prensa que estuvo enojado… y empieza a producirse la corrida y la suba del dólar. La Argentina pierde entre el 12 de agosto de 2019 y el 28 de octubre de 2019 22.000 millones de dólares de las reservas. Estos son los hechos”.
Rebord le pregunta cuál fue esa discusión “no dada” en el Frente de Todos sobre esos “hechos”, a lo que el entrevistado respondió: “Alberto dijo que el dólar vale 60 (pesos)… de la nada. ¿Por qué? Porque el macrismo pide que Alberto haga eso. Esto lo ha contado incluso (Sergio) Massa. O sea, habían perdido (los macristas) entre 15 y 18 puntos, se encapricharon, nadie atajaba el problema, el problema crecía y se decide que se tenga ese valor sin que Macri dijera, por ejemplo, que en vez de 10.000 dólares podían comprar hasta 200”.
“¿Vos decís que Alberto Fernández termina pagando el costo político (de Macri)?”, le pregunta el conductor, a lo que responde “¡Obvio!”.
“No se puede caer más bajo”
En un momento álgido, embroncado pero bajo la calma que garantiza un pucho entre los dedos de su mano, Máximo directamente apuntó a quienes en ese entonces ejercieron una suerte de nestorplaining. Es decir, de correr a quienes criticaron el acuerdo formulado por el ministro Guzmán, aseverando que Néstor Kirchner, con su antecedente de haber cancelado las deudas con el FMI en su mandato, hubiera considerado este nuevo acuerdo como lo más “bonito” posible: “Hubo situaciones en donde alguien se le ocurrió aseverar que Néstor hubiera votado el Acuerdo… Tan bajo no podés caer. Más abajo, shale”.
Pude haber sido más de un funcionario. Pero los más memoriosos recordarán que existió una publicación en Twitter del periodista argentino radicado en Brasil, Bruno Bimbi, que se expresó con esas mismas palabras. Bimbi ha venido codeándose con la gestión de Alberto, a punto tal que lo acompañó en su gira por Rusia, previo a la invasión a Ucrania. Esa publicación fue comentada por parte de LA NACION+, tras ser “retwitteada” desde la cuenta oficial de Alberto Fernández.
Mas adelante Máximo apuntó: “Incluso yo hablo con Alberto y le explico que no voy a seguir frente al bloque, que estoy en desacuerdo. Pero después vino toda esa andanada, en donde yo permanecí 60 días sin abrir la boca. Sacamos un documento el día que votamos y tuvimos un comportamiento como había que tenerlo. Es decir, no había ganas de figuración, ni de protagonismos, ni nada por el estilo. Sabíamos que no iba a salir bien. Lo del Fondo Monetario Internacional con Argentina es criminal. No está bien lo que están haciendo. Es irracional, no es práctico. Cuando miras la curva de vencimientos, no hay cuestión práctica en su conjunto, es impagable”.
“No era verdad qué sí hacía algo mal, se lo tendríamos que decir”
Por último, Máximo recordó aquella frase de Alberto que decía qué si iba por mal camino en la economía, que se lo hagan saber. “Nuestro Presidente dijo que entendiéramos que cuando no estaba haciendo algo bien, se lo dijéramos. Se lo dijimos, ¡y mirá cómo nos tratan! Entonces era mentira. No quería que le dijeramos nada. Yo lo escuché. Yo me dije: ‘Ah, mirá qué bueno. Cuando nosotros sintamos que algo está mal, se lo dijieramos’. ¿O no lo dijo? Y se lo dijimos y casi pasamos a ser hiperideologizados, que son cuestiones ideológicas… Bueno…”.
De esta manera, el acuerdo con el FMI no solo condiciona la economía de un país, sino que pone en jaque su gobernabilidad política. En la Cámara de Diputados el proyecto de ley para habilitar el Acuerdo de Facilidades Extendidas con el FMI, se consiguieron 202 votos afirmativos. De los cuales, 76 provinieron del Frente de Todos, pero el bloque Juntos (ex Cambiemos) aportó 102.
Eso se contrapone a los 41 votos oficialistas que no bancaron el proyecto, conformado por 28 negativos y 13 abstenciones. Esos 28 votos negativos oficialistas integraron la totalidad de los 37 que votaron en contra; los restantes 9 votos los aportaron 5 diputados “libertarios” y 4 del Frente de Izquierda.
Ver Guzmán el flautista de Hamelin del FMI con su plan inflacionario llevó el Congreso al abismo
En consecuencia: la bancada del Frente de Todos fue la tuvo más peso en el rechazo del acuerdo, en relación con las otras fuerzas, en lo que era una iniciativa presentada por el propio oficialismo. Una verdadera crisis política, como efecto del “co-gobierno” con el Fondo, cuyas consecuencias económicas las vemos sintiendo, y eso seguramente se canalizara en la emisión del voto en el próximo año.
Lo cual, igual que el cuento de Kafka, tras la metamorfosis del jefe de la familia en un inmenso escarabajo, inaceptable para la sobrevivencia de ella y sus vecinos, no les quedó a sus parientes y allegados otra que dejarlo morir.-
Como lo pudiste constatar, nuestras investigaciones, son fundadas, independientes, con datos públicos y verificables y siempre sobre el poder real. Su producción lleva días, semanas, hasta meses de trabajo. Y son abordadas con la mayor honestidad, profesionalidad y rigurosidad periodística. Si está a tu alcance, podes colaborar con este periodismo libre, de calidad, sin injerencia de empresas o gobiernos.
Debe estar conectado para enviar un comentario.