La Ucrania nazi al servicio de Hitler y EEUU y sus grandes riesgos

Los medios de desinformación al servicio de la OTAN, toman a la chacota la consigna de la “desnazificación” de Ucrania esgrimida por la Rusia de Vladimir Putin, cuya gran enemiga fue la Alemania nazi. Pero la realidad al final se impone, y cada vez va quedando más claro que el presidente de Ucrania Volodímir Zelensky está atrapado en un sándwich entre la influencia de EEUU, que según Putin está dispuesto a luchar hasta el último ucraniano contra Rusia en su propio beneficio.

Y la “forcé de frappe” o fuerza de choque esencial que empleo el mismo EEUU para desestabilizar los gobiernos prorusos de Ucrania, que es el núcleo duro nazi que existe allí. Que se estima que es una minoría más que intensa, fanática, compuesta estimativamente por un millón y medio de ucranianos, que integra un tercio de sus fuerzas armadas, y dejaron su huella en el artículo 16 de la Constitución de Ucrania, que establece: “preservar el acervo genético del pueblo ucraniano es deber del estado”.

El cansancio por la guerra ruso ucraniana cunde en Europa y en la misma Ucrania, y por eso desde el mismo EEUU bajan tenues conversaciones con Rusia al más alto nivel, y consejos hacia Zelensky para iniciar negociaciones con Rusia. Lo cual explicaría algunos movimientos militares rusos, como el abandono de la ciudad de Kherson y el traslado de sus tropas al este del río Dnieper. Y la metódica devastación de la infraestructura crítica de Ucrania, condenando a los ucranianos a la falta de energía y al frio que se avecina.

Ver Guerra Rusia Ucrania: La OTAN quemó las naves porque los europeos quieren PAZ

Como brindándole a la par a Zelensky, una excusa y un triunfo, para que pueda iniciar negociaciones con alguna dignidad. Lo cual tendría implícito que Rusia renuncia a conquistar Odessa y cortarle la salida al Mar Negro a Ucrania, postura que se ve confirmada al permitirle extraer su cosecha desde allí. Conformándose así con anexar el Dombass rusohablante, además de Crimea.

Pero arrastrando evidentemente los pies, Zelensky puso diez condiciones, a cual más inaceptable para los rusos. Solo accedió a que podía negociar con Putin, cosa que antes había negado terminantemente. Porque se encuentra entre la espada rusa, y la pared de la forcé de frappe naziucraniana, y no tiene como escapar de ello.

Esto explicaría las balandronadas que se oyen desde el lado ucraniano, como tratando de alimentar bríos bélicos a toda costa, afirmando que en diciembre podrían recuperar Crimea. Y la caída de misiles en Polonía, para tratar desesperadamente de precipitar la intervención de la OTAN. Y el desesperado bombardeo a la central nuclear de Zaporiyia para provocar un incidente nuclear que impacte y empavorice al resto de Europa.

A la par de que EEUU y los países europeos en la Junta de Gobernadores de la AIEA (Agencia Internacional Energía Atómica) requieren a los rusos que se la devuelva a Ucrania, como para hacer cesar esos demenciales bombardeos, mientras que el argentino que preside esa agencia, Rafael Grossi, implora, “¡Quienquiera que sea, detenga esta locura! 

Grossi oculta así quizás por razones diplomáticas, igual que lo hacen los grandes medios de desinformación de la OTAN, que los bombardeos solo provienen y no podría ser de otra manera, del lado ucraniano, dado que Rusia es la que tomó dicha central casi desde el comienzo de la guerra. Incluso Clarín con su pésimo periodismo, parece no saber -o adrede confunde- que una cosa es la ciudad de Zaporiyia, en manos de los ucranianos. Y otra la central atómica de Zaporiyia, distante a 60 kilómetros en línea recta, en manos de los rusos.

Esta force de frappe naziucraniana, es la que:

• Incidió en el 2014 en la plaza de Maidan para desalojar al gobierno pro ruso.
• Es la que seguidamente a lo largo de ocho años trató de desrusificar al Dombass proruso, cometiendo crímenes de lesa humanidad.
• Es la que impidió que se concretaran los acuerdos de Minsk. que preveía que el Dombass proruso serían republicas que pertenecerían a Ucrania, para así encontrarle una salida pácífica al conflicto.
• Es la que modificó la Constitución ucraniana, estableciendo en ella la aspiración de pertenecer a la OTAN y la Unión Europea, en abierto desafio con Moscú.
• Es la que a fines del 2021 propició un acuerdo de alianza con EEUU, tambien en abierto desafio a Moscú.
• Es la que a principios del 2022 impulsaba el desarrollo de armas nucleares por parte de Ucrania, en abierto desafio a Moscú, no obstante haber firmado en 1995 un acuerdo de No proliferación Nuclear con intervención de EEUU.
• Y es la que tambien a principios del 2022 impulsaba un plan para recuperar a Crimea, convertida en republica asociada a Rusia.

Ver La guerra en Ucrania es culpa de Occidente

Este cuadro de situación llevado adelante por la force de frappe naziucraniana, provocó la invasión de Rusia a Ucrania en febrero pasado, evidentemente buscada por EEUU. Que siguió la “estrategía indirecta” preconizada por el estratega ingles Basil Lidell Hart, de provocar el ”avance desbalanceado del enemigo”, para llevarlo a la derrota o a su debilitamiento.

Ver La provocación de EEUU, OTAN, y Ucrania a Rusia según el estratega suizo Jacques Baud

Pero ahora como el aprendiz de brujo, que no puede manejar las fuerzas que pone en movimiento, esta force de frappe naziucraniana manipulada por EEUU, igual que le pasó con los talibanes en Afganistan, y los Hermanos Musulmanes en Egipto, es la que se ha tornado ingobernable, e impide a toda costa una paz prudente entre Rusia y Ucrania. Mientras ronda el fantasma del desencadenamiento de una guerra nuclear, y/o una notable caída de la economía mundial. Porque según Thierry Meyssan,”los ucranianos son los únicos nacionalistas que no luchan por su pueblo o su tierra, sino por una idea: aniquilar a los judíos y a los rusos”.

Seguidamente Stripteasedelpoder.com reproduce una galería de fotografías, que abundan en el mundo para el que las quiera ver, reveladora de la enorme influencia nazi que existe en las fuerzas armadas de Ucrania, acompañando con sus símbolos las banderas de la OTAN, EEUU, y de la misma Ucrania. Y finalmente, a los efectos de dar una explicación integral de la influencia nazi en Ucrania, traduce para sus lectores el reciente artículo del francés Thierry Meyssan ¿Quiénes son los nacionalistas integrales ucranianos?

Galería imágenes naziucranianas

¿Quiénes son los nacionalistas integrales ucranianos?

Por Thierry Meyssan

Consultor político, presidente-fundador de la Réseau Voltaire ( Red Voltaire ). Su último obra en inglés: Ante nuestros propios ojos, guerras falsas y grandes mentiras: del 11 de septiembre a Donald Trump, Progressive Press, 2019.

¿Quién conoce la historia de los “nacionalistas integrales” ucranianos, los “nazis” según la terminología del Kremlin? Comienza durante la Primera Guerra Mundial, continúa durante la Segunda, la Guerra Fría y continúa hoy en día en la Ucrania moderna. Muchos documentos han sido destruidos y la Ucrania moderna prohíbe bajo pena de prisión mencionar sus crímenes. Queda el hecho de que este pueblo masacró al menos a cuatro millones de sus compatriotas y concibió la arquitectura de la Solución Final, es decir, el asesinato de millones de personas por su pertenencia real o supuesta a las comunidades judía o gitana de Europa.

 Como la mayoría de los analistas y comentaristas políticos occidentales, desconocía la existencia de los neonazis ucranianos hasta 2014. Cuando el presidente electo fue derrocado, yo vivía en Siria en ese momento y pensé que eran grupos violentos que habían estallado en el público. escena para ayudar a los elementos pro-europeos. Sin embargo, desde la intervención militar rusa, he descubierto gradualmente muchos documentos e información sobre este movimiento político que, en 2021, representaba un tercio de las fuerzas armadas ucranianas. Este artículo presenta una síntesis de la misma.

Al comienzo mismo de esta historia, es decir, antes de la Primera Guerra Mundial, Ucrania era una gran llanura que siempre se había visto sacudida entre influencias alemanas y rusas. En ese momento, no era un estado independiente, sino una provincia del imperio zarista. Estaba poblada por alemanes, búlgaros, griegos, polacos, rumanos, rusos, checos, tártaros y una minoría judía muy numerosa que supuestamente descendía del antiguo pueblo jázaro.

Un joven poeta, Dmytro Dontsov, estaba fascinado por los movimientos artísticos de vanguardia, creyendo que ayudarían a su país a salir del atraso social. Dado que el Imperio zarista había estado inmóvil desde la muerte de Catalina la Grande, mientras que el Imperio alemán era el centro científico de Occidente, Dontsov eligió Berlín antes que Moscú.

Cuando estalló la Gran Guerra, se convirtió en agente del servicio secreto alemán. Emigró a Suiza, donde publicó, en nombre de sus amos, el Boletín de las Nacionalidades de Rusia en varios idiomas, llamando al levantamiento de las minorías étnicas del Imperio Zarista para lograr su derrota. Este modelo fue elegido por los servicios secretos occidentales para organizar el “Foro de los Pueblos Libres de Rusia” este verano en Praga [1].

En 1917, la revolución bolchevique cambió las tornas. Los amigos de Dontsov apoyaron la revolución rusa, pero él siguió siendo pro-alemán. En la anarquía que siguió, Ucrania quedó dividida de facto por tres regímenes diferentes: los nacionalistas de Symon Petliura (que se impusieron en la zona que hoy ocupa el gobierno de Zelensky), los anarquistas de Nestor Makhno (que se organizaron en Novorosssia, la tierra que había sido desarrollado por el príncipe Potemkin y que nunca había conocido la servidumbre), y los bolcheviques (especialmente en el Donbass). El grito de guerra de los seguidores de Petliura fue “Muerte a los judíos y bolcheviques”. Ellos perpetraron numerosos pogromos asesinos.

Dmytro Dontsov regresó a Ucrania antes de la derrota alemana y se convirtió en el protegido de Symon Petliura. Participó brevemente en la conferencia de paz de París pero, por alguna razón desconocida, no permaneció en su delegación. En Ucrania, ayudó a Petliura a aliarse con Polonia para aplastar a los anarquistas y bolcheviques. Tras la toma de Kiev por los bolcheviques, Petliura y Dontsov negociaron el Tratado de Varsovia (22 de abril de 1920): el ejército polaco se comprometía a hacer retroceder a los bolcheviques y a liberar Ucrania a cambio de Galicia y Volhynia (exactamente como lo hace la administración Zelensky). negociando hoy la entrada de Polonia en la guerra contra las mismas tierras [2]). Esta nueva guerra fue un fiasco.

Para fortalecer su bando, Petliura negoció en secreto con el fundador de los batallones judíos en el ejército británico (la “Legión Judía”) y ahora administrador de la Organización Sionista Mundial (WZO), Vladimir Jabotinsky. En septiembre de 1921, los dos hombres acordaron unirse contra los bolcheviques a cambio del compromiso de Petliura de prohibir a sus tropas continuar con sus pogromos.  La Legión Judía se convertiría en la “Gendarmería Judía”.

Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, Petliura no logró pacificar a sus tropas, especialmente porque su estrecho colaborador Dontsov seguía alentando la masacre de judíos. Finalmente, cuando se reveló el acuerdo, el Mundo La Organización Sionista se rebeló contra el régimen de Petliura. El 17 de enero de 1923, la WZO estableció una comisión para investigar las actividades de Jabotinsky. Jabotinsky se negó a venir a explicarse y renunció a su cargo.

Petliura huyó a Polonia y luego a Francia, donde fue asesinado por un anarquista judío de Besarabia (ahora Transnistria). Durante el juicio, este último asumió su crimen y abogó por haber vengado a los cientos de miles de judíos asesinados por las tropas de Petliura y Dontsov. El juicio tuvo un gran impacto. El tribunal absolvió al asesino. En esta ocasión se fundó la Liga contra los Pogroms, más tarde Licra (Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo).

No sólo fueron derrotados los nacionalistas, sino también los anarquistas. En todas partes los bolcheviques triunfaron y eligieron, no sin debate, unirse a la Unión Soviética.

Dmytro Dontsov publicó revistas literarias que fascinaron a la juventud. Continuó promoviendo una Europa Central dominada por Alemania y se acercó más al nazismo a medida que ascendía. Pronto se refirió a su doctrina como “nacionalismo integral” ucraniano. Al hacerlo, se refirió al poeta francés Charles Maurras. De hecho, la lógica de ambos hombres fue inicialmente idéntica: buscaron en su propia cultura los medios para afirmar un nacionalismo moderno. Sin embargo, Maurras era germanófobo, mientras que Dontsov era germanófilo. La expresión “nacionalismo integral” todavía es reivindicada hoy por los seguidores de Dontov, quienes, después de la caída del Tercer Reich, se cuidan de refutar el término “nazismo” con el que los rusos lo describen, no sin razón.

Según él, el “nacionalismo ucraniano” se caracteriza por:

• “la afirmación de la voluntad de vivir, el poder, la expansión” (promueve “El derecho de las razas fuertes a organizar pueblos y naciones para fortalecer la cultura y la civilización existentes”)
• “el deseo de lucha y la conciencia de su extremidad” (elogia la “violencia creadora de la iniciativa minoritaria”).

Sus cualidades son: “fanatismo”; “inmoralidad”.

Finalmente, dando la espalda a su pasado, Dontsov se convirtió en admirador incondicional del Führer, Adolf Hitler. Sus seguidores habían fundado, en 1929, la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) en torno al coronel Yevhen Konovalets. Konovalets llamó a Dontsov “el dictador espiritual de la juventud de Galicia”. Sin embargo, surgió una disputa entre Dontsov y otro intelectual sobre su extremismo que llevó a la guerra contra todos, cuando Konovalets fue repentinamente asesinado. La OUN (financiada por el servicio secreto alemán) luego se dividió en dos. Los “nacionalistas integrales” se reservaron la OUN-B, que lleva el nombre del discípulo favorito de Dontsov, Stepan Bandera.

En 1932-33, los comisarios políticos bolcheviques, en su mayoría judíos, impusieron un impuesto a las cosechas, como en otras regiones de la Unión Soviética. Combinada con peligros climáticos significativos e impredecibles, esta política provocó una gran hambruna en varias regiones de la URSS, incluida Ucrania. Se le conoce como “Holodomor”. Al contrario de lo que dice el historiador nacionalista Lev Dobrianski, no se trató de un plan de exterminio de ucranianos por parte de los rusos, ya que otras regiones soviéticas sufrieron, sino de una inadecuada gestión de los recursos públicos en tiempos de cambio climático. La hija de Lev Dobrianski, Paula Dobrianski, se convirtió en una de las asistentes del presidente George W. Bush. Lideró una lucha despiadada para que los historiadores que no se adhirieran a la propaganda de su padre fueran excluidos de las universidades occidentales [3].

En 1934, Bandera organizó, como miembro del servicio secreto nazi y jefe de la OUN-B, el asesinato del ministro del Interior polaco, Bronisław Pieracki.

A partir de 1939, los miembros de la OUN-B, formando una organización militar, la UPA, fueron entrenados en Alemania por el ejército alemán, y luego todavía en Alemania, pero por sus aliados japoneses. Stepan Bandera le ofreció a Dmytro Dontsov convertirse en el líder de su organización, pero el intelectual se negó y prefirió desempeñar el papel de líder en lugar de un comandante operativo.

Los “nacionalistas integrales” admiraron la invasión de Polonia, en aplicación del pacto germano-soviético. Como demostró Henry Kissinger, que no podía ser sospechoso de prosoviético, no se trataba de que la URSS anexionara Polonia, sino de neutralizar parte de ella para preparar el enfrentamiento con el Reich. Por el contrario, para el canciller Hitler se trataba de iniciar la conquista de un “espacio vital” en Europa Central.

Desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, bajo la dirección de Dmytro Dontsov, la OUN-B luchó junto a los ejércitos nazis contra los judíos y los soviéticos.

La colaboración entre los” nacionalistas integrales” ucranianos y los nazis continuó con masacres constantes de la mayoría de la población ucraniana, acusada de ser judía o comunista, ¡hasta la” liberación” de Ucrania por el Tercer Reich en el verano de 1941 al grito de” Slava Ukraїni!” (Gloria a Ucrania), el grito de guerra usado hoy por la administración Zelensky y los demócratas estadounidenses.

En ese momento, los “nacionalistas integrales” proclamaron la “independencia” de la Unión Soviética en presencia de representantes nazis y clérigos ortodoxos griegos, no en Kiev, sino en Lviv, siguiendo el modelo de la Guardia Hlinka en Eslovaquia y la Ustasha en Croacia. Formaron un gobierno bajo el liderazgo de Providnyk (guía) Stepan Bandera, cuyo amigo Yaroslav Stetsko fue primer ministro. Su apoyo en Ucrania se estima en 1,5 millones de personas. Es decir, los “nacionalistas integrales” siempre han estado en minoría.

Los nazis estaban divididos entre el Comisionado del Reich para Ucrania, Erich Koch, para quien los ucranianos eran infrahumanos, y el Ministro de los Territorios Orientales Ocupados, Alfred Rosenberg, para quien los “nacionalistas integrales” eran verdaderos aliados. Finalmente, el 5 de julio de 1941, Bandera fue deportado a Berlín y puesto bajo Ehrenhaft (cautiverio honorable), es decir, bajo arresto domiciliario como funcionario de alto rango.

Sin embargo, luego de que los miembros de la OUN-B asesinaran a los líderes de la facción rival, la OUN-M, los nazis sancionaron a Stepan Bandera y su organización el 13 de septiembre de 1941. 48 de sus líderes fueron deportados a un campo de prisioneros en Auschwitz (que fue todavía no es un campo de exterminio, sino sólo una prisión).

La OUN-B se reorganizó bajo el mando alemán. En ese momento, todos los nacionalistas ucranianos prestaron el siguiente juramento: “Hijo fiel de mi patria, me uno voluntariamente a las filas del Ejército de Liberación de Ucrania, y con alegría juro que lucharé fielmente contra el bolchevismo por el honor del pueblo. Esta lucha estamos librando junto con Alemania y sus aliados contra un enemigo común. Con lealtad y sumisión incondicional creo en Adolf Hitler como líder y comandante supremo del Ejército Libertador. En cualquier momento estoy dispuesto a dar mi vida por la verdad.”

Los nazis anunciaron que se habían descubierto muchos cuerpos en las cárceles, víctimas de “judíos bolcheviques”. Así que los “nacionalistas integrales” celebraron su “independencia” asesinando a más de 30.000 judíos y participando activamente en la redada de judíos desde Kiev hasta Babi Yar, donde 33.771 de ellos fueron fusilados en dos días, el 29 y 30 de septiembre de 1941, por los Einsatzgruppen de SS Reinhard Heydrich.

En este tumulto, Dmytro Dontsov desapareció. En realidad, había ido a Praga y se había puesto al servicio del artífice de la Solución Final, Reinhard Heydrich, que acababa de ser nombrado vicegobernador de Bohemia-Moravia. Heydrich organizó la Conferencia de Wannsee, que planeó la “Solución final de las cuestiones judías y gitanas” [4]. Luego creó el Instituto Reinard Heydrich en Praga para coordinar el exterminio sistemático de todas estas poblaciones en Europa. El ucraniano Dontsov, que ahora vivía en Praga con gran lujo, se convirtió inmediatamente en su administrador. Fue uno de los principales artífices de la masacre más grande de la historia. Heydrich fue asesinado en junio de 1942, pero Dontsov conservó sus funciones y privilegios.

Reinhard Heydrich hablando en el Castillo de Praga. Estuvo a cargo de la gestión de Bohemia-Moravia. Sin embargo, su función real era la de coordinar la “solución final” de las cuestiones judías y gitanas. Dmytro Dontsov se unió a su equipo en 1942 y supervisó masacres en toda Europa hasta la caída del Reich. El Castillo de Praga fue el escenario de la reunión de la Comunidad Política Europea contra Rusia el pasado mes de octubre.

Stepan Bandera y su adjunto Yaroslav Stetsko fueron puestos bajo arresto domiciliario en la sede de la Inspección General de Campos de Concentración en Oranienburg-Sachsenhausen (a 30 km de Berlín). Escribieron cartas a sus partidarios y a los líderes del Reich con total libertad y no se les privó de nada. En septiembre de 1944, cuando el ejército del Reich se retiró y los seguidores de Bandera comenzaron a rebelarse contra él, los nazis liberaron a los dos líderes y los reincorporaron a sus cargos anteriores. Bandera y Stetsko reanudaron la lucha armada, entre los nazis, contra los judíos y los bolcheviques.

Video Acto de la Orden Nacionalista Integral Centuria. Según la Universidad George Washington, para 2021 ya había penetrado en los principales ejércitos de la OTAN.

Pero ya era demasiado tarde. El Reich se derrumbó. Los anglosajones obtuvieron Dontsov, Bandera y Stetsko. El teórico del nacionalismo integral fue trasladado a Canadá, mientras que los dos practicantes del asesinato en masa fueron trasladados a Alemania. El MI6 y la OSS (antecesora de la CIA) reescribieron sus biografías, haciendo desaparecer su implicación nazi y su responsabilidad en la “Solución Final”.

Bandera y Stetsko se instalaron en Munich para organizar las redes de apoyo anglosajonas en la Unión Soviética. A partir de 1950 contaban con una importante emisora ​​de radio, Radio Free Europe, que compartían con los Hermanos Musulmanes de Said Ramadan (el padre de Tariq Ramadan). La estación de radio fue patrocinada por el Comité Nacional para una Europa Libre, una rama de la CIA de la que era miembro su director Alan Dulles, así como el futuro presidente Dwight Eisenhower, el magnate de los periódicos Henry Luce y el director de cine Cecil B. DeMilles. El especialista en guerra psicológica y futuro mecenas de los straussianos, Charles D. Jackson, fue el presidente.

Vladimir Jabotinsky, por su parte, tras vivir en Palestina, se refugió en Nueva York. A él se unió Benzion Netanyahu (el padre del actual primer ministro israelí). Los dos hombres escribieron los textos doctrinales del “sionismo revisionista” y la Enciclopedia Judía.

Bandera y Stetsko se mudaron mucho. Organizaron operaciones de sabotaje en toda la Unión Soviética, particularmente en Ucrania, y lanzaron folletos en paracaídas. Para ello, crearon el Bloque Antibolchevique de Naciones (ABN), que reunió a sus homólogos centroeuropeos [5]. El doble agente británico, Kim Philby, informó con antelación a los soviéticos sobre las acciones del Bandera. Bandera se reunió con Dontsov en Canadá y le pidió que tomara la iniciativa en la lucha. Una vez más, el intelectual se negó, prefiriendo dedicarse a su escritura. Luego se sumió en un delirio místico inspirado en los mitos vikingos. Anunció la batalla final de los caballeros ucranianos contra el dragón ruso. En cuanto a Bandera, se alió con el líder chino Chiang Kai-shek a quien conoció en 1958. Pero fue asesinado al año siguiente por la KGB en Munich.

Yaroslav Stetsko continuó la lucha a través de Radio Free Europe y ABN. Fue a los Estados Unidos para testificar ante la Comisión de Actividades Antiamericanas del Senador Joseph MacCarthy. En 1967, él y Chiang Kai-shek fundaron la Liga Mundial Anticomunista [6]. La Liga incluía a muchos dictadores pro-estadounidenses de todo el mundo y dos escuelas de tortura, en Panamá y Taiwán. Klaus Barbie, quien asesinó a Jean Moulin en Francia y al Che Guevara en Bolivia, era miembro. En 1983, Stetsko fue recibido en la Casa Blanca por el presidente Ronald Reagan y participó, junto con el vicepresidente George Bush padre, en las ceremonias de “Naciones cautivas” (es decir, pueblos ocupados por los soviéticos) de Lev Dobrianski. Finalmente murió en 1986.

Pero la historia no termina allí. Su esposa, Slava Stetsko, asumió el liderazgo de estas organizaciones. Ella también viajó por el mundo para apoyar cualquier lucha contra los “comunistas”, o mejor dicho, si nos referimos a los escritos de Dontsov, contra los rusos y los chinos. Cuando se disolvió la URSS, la Sra. Stetsko simplemente cambió el título de la Liga por el de Liga Mundial por la Libertad y la Democracia, nombre que aún conserva. Luego se dedicó a recuperar un punto de apoyo en Ucrania.

Slava Stetsko se postuló en las primeras elecciones de la Ucrania independiente en 1994. Fue elegida miembro de la Verjovna Rada, pero al haber sido despojada de su nacionalidad por los soviéticos, no pudo sentarse. Sin embargo, llevó al presidente ucraniano, Leonid Kuchma, a las oficinas de la CIA en Munich y le dictó partes de la nueva constitución. Incluso hoy, el artículo 16 de la nueva constitución establece: “Preservar la herencia genética del pueblo ucraniano es responsabilidad del estado. Por lo tanto, la discriminación racial nazi todavía es proclamada por la Ucrania moderna como en los peores momentos de la Segunda Guerra Mundial.

Slava Stetsko fue reelegido en las dos sesiones siguientes. Presidió solemnemente las sesiones de apertura el 19 de marzo de 1998 y el 14 de mayo de 2002.

En 2000, Lev Dobriansky organizó un gran simposio en Washington con muchos funcionarios ucranianos. Invitó a Straussian Paul Wolfowitz (ex colaborador de Charles D. Jackson). Durante esta reunión, los “nacionalistas integrales” se pusieron al servicio de los straussianos para destruir Rusia [7].

El 8 de mayo de 2007, en Ternopol, por iniciativa de la CIA, los “nacionalistas integrales” de las Autodefensas Populares de Ucrania y los islamistas crearon un “Frente Antiimperialista” antirruso bajo la presidencia conjunta del Emir de Itchkeria. , Dokka Umarov y Dmytro Yarosh (actual asesor especial del jefe del ejército ucraniano).

A la reunión asistieron organizaciones de Lituania, Polonia, Ucrania y Rusia, incluidos separatistas islamistas de Crimea, Adygea, Daguestán, Ingushetia, Kabardino-Balkaria, Karachaevo-Cherkessia, Osetia y Chechenia. A Dokka Umarov, que no pudo ir allí debido a las sanciones internacionales, se le leyó su contribución. En retrospectiva, los tártaros de Crimea no pueden explicar su presencia en esta reunión, si no su pasado servicio a la CIA contra los soviéticos.

El presidente proestadounidense, Viktor Yushchenko, creó un Instituto Dmytro Dontsov, luego de la “Revolución Naranja”. Yushchenko es un ejemplo de blanqueamiento anglosajón. Siempre ha afirmado no tener conexión con los principales nacionalistas, pero su padre, Andrei, era guardia en un campo de exterminio nazi [8]. El Instituto Dmytro Dontsov se cerraría en 2010 y luego se reabriría después del golpe de 2014.

El presidente Viktor Yushchenko, poco antes del final de su mandato, elevó al criminal de lesa humanidad Stepan Bandera al título de “Héroe de la Nación”.

En 2011, los principales nacionalistas lograron aprobar una ley que prohibía la conmemoración del final de la Segunda Guerra Mundial porque los soviéticos la ganaron y los banderistas la perdieron. Pero el presidente Viktor Yanukovych se negó a promulgarlo. Enfurecidos, los “nacionalistas integrales” atacaron la procesión de veteranos del Ejército Rojo, golpeando a los ancianos. Dos años después, las ciudades de Lviv e Ivano-Frankivsk abolieron las ceremonias del Día de la Victoria y prohibieron todas las manifestaciones de alegría.

En 2014, los ucranianos de Crimea y Donbass se negaron a reconocer al gobierno golpista. Crimea, que se había declarado independiente antes que el resto de Ucrania reafirmó su independencia por segunda vez y se unió a la Federación Rusa. El Donbass buscó un compromiso. Los “nacionalistas ucranianos”, encabezados por el presidente Petro Poroshenko, dejaron de prestar servicios públicos allí y bombardearon a su población. En ocho años, asesinaron al menos a 16.000 de sus conciudadanos en la indiferencia general.

También fue a partir del golpe de 2014 que las milicias nacionalistas completas se incorporaron a las Fuerzas Armadas de Ucrania. En sus reglamentos internos, ordenan a cada combatiente que lea las obras de Dmytro Dontsov, incluido su libro maestro, Націоналізм (Nacionalismo).

En abril de 2015, la Verjovna Rada declaró a los miembros de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) “combatientes por la independencia”. La ley fue promulgada, en diciembre de 2018, por el presidente Poroshenko. Los ex Waffen SS tenían derecho retroactivo a una pensión y todo tipo de beneficios. La misma ley criminalizó cualquier afirmación de que los militantes de la OUN y los combatientes de la UPA colaboraron con los nazis y practicaron la limpieza étnica de judíos y polacos. Publicado en Ucrania, este artículo me enviaría a la cárcel por escribirlo ya ti por leerlo.

El 1 de julio de 2021, el presidente Volodymyr Zelenski promulgó la Ley “Sobre los Pueblos Indígenas de Ucrania” que los coloca bajo la protección de los Derechos Humanos. Por defecto, los ciudadanos de origen ruso ya no pueden invocarlos ante los tribunales.

En febrero de 2022, las milicias “plenamente nacionalistas”, que constituían un tercio de las fuerzas armadas del país, planearon una invasión coordinada de Crimea y el Donbass. Fueron detenidos por la operación militar rusa para implementar la Resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la ONU para poner fin al sufrimiento de la gente de Donbass.

En marzo de 2022, el primer ministro israelí, Nafatali Bennett, rompiendo con el “sionismo revisionista” de Benjamin Netanyahu (hijo del secretario de Jabotinsky), sugirió al presidente Volodymyr Zelensky que debería estar de acuerdo con las demandas rusas y desnazificar su país [8]. Envalentonado por este inesperado apoyo, el canciller ruso, Sergei Lavrov, se atrevió a mencionar el caso del presidente judío ucraniano, diciendo: “El pueblo judío en su sabiduría ha dicho que los antisemitas más ardientes suelen ser judíos. Cada familia tiene su oveja negra, como ellos dicen.”

Esto fue demasiado para los israelíes, que siempre se preocupan cuando alguien intenta dividirlos. Su homólogo de entonces, Yair Lapid, recordó que los propios judíos nunca organizaron el Holocausto del que fueron víctimas. Atrapado entre su conciencia y sus alianzas, el estado hebreo repitió su apoyo a Ucrania, pero se negó a enviarle armas. Al final, el Estado Mayor decidió y el ministro de Defensa, Benny Gantz, cerró cualquier posibilidad de apoyo a los sucesores de los asesinos en masa de judíos.

Los ucranianos son los únicos nacionalistas que no luchan por su pueblo o su tierra, sino por una idea: aniquilar a los judíos y a los rusos.