Por donde se piantan los dólares que no llegan al Banco Central

Periódicamente el país entra en crisis por lo que los economistas denominan pomposamente “restricción externa”, o sea simplemente falta de dólares. Pero si se analiza el circuito de los dólares provenientes de la balanza superavitaria comercial, proveniente esencialmente de las exportaciones agropecuarias -que en nuestro país está concentrada en lo grandes traficantes de granos extranjeros como Cargill, COFCO, Viterra, Bunge, ADM, LDC- se encuentra que esos ingresos genuinos de dólares, también van a parar a bancos extranjeros, como HSBC, BNP Paribas, Citibank, Itau, Santander, Bank of China, etc.

Dejando más que serias dudas respecto la trazabilidad posterior de esas divisas, siendo además estos mismos bancos los que según el Banco Central registran enormes volúmenes de movimientos de divisas, por billones de dólares, como se verá seguidamente. Cuyos volúmenes nada tienen que ver con la actividad de la economía real, como es el producido con la balanza comercial.

La actual “restricción externa”, aunada a la perentoria exigencia del FMI de aumento de las reservas del Banco Central, llevó nada menos a que el kirchnerismo gobernante arriara subrepticiamente su bandera de las retenciones, por las que dio una feroz batalla en el año 2008. Con el dólar a $ 200, se las quitó enteramente a las exportaciones del complejo de la soja, que tiene la alícuota más alta del 33%.

Y además subrepticiamente se las ingenió para obtener un prohibido adelanto del Banco Central al Tesoro, que superaría los 400 mil millones de pesos, a cambio de una letra impagable del Tesoro. Inundando así de pesos la plaza, a lo que se suma la emisión para la compra de los dólares por parte del Banco Central para fortalecer sus reservas, superando en total el billón de pesos.

A la par que se sostiene incongruentemente que la emisión monetaria es la causa de la imparable inflación. Y para tratar de esterilizar esos pesos, llevó la tasa de interés por encima del 100 % anual, lo cual hará explotar la emisión para el pago de los intereses de las Leliq, y/o el crecimiento demencial de estas.

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Pero todo eso es solo un improvisado parche, ante el barril sin fondo que representa el MULC (Mercado Unico y Libre de Cambios) dominado por los grandes bancos extranjeros. Que son los artífices de la fuga de divisas que asola crónicamente a la economía argentina, arrojándola a sus sucesivas y crónicas crisis de supuesta “restricción interna”, que lleva a tomar cualquier medida alocada para tratar de enfrentarla, que lo único que hacen es complicar aún más la situación.

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¿Existe la “restricción interna?

La famosa “restricción externa”, queda en serias dudas si se analiza el Excel denominado Ranking de entidades del volumen operado en el mercado de cambios, que publica el Banco Central en el rubro Informe de la Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario. Tal como se puede observar en el siguiente gráfico, el que por contrario parece relevar la existencia de una enorme lluvia de billetes verdes.

La cual ocurrió especialmente durante el gobierno de Mauricio Macri, entre el 2016 y 2019. Durante el cual el volumen operado en divisas en varios trimestres estuvo arriba de los 100 mil millones de dólares, superando en algunos de ellos los 130 mil millones. A la par que rigió a casi todo lo largo de su mandato una plena libertad cambiaria.

Por su parte el panorama general muestra que solo durante pandemia en el 2020, hubo marcas por debajo de los 40 mil millones de dólares trimestrales, ya instalado nuevamente el cepo cambiario. Siendo también importante el auge que se registra entre el 2008 y 2011, durante el primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y su posterior caída durante su segundo gobierno, entre el 2012 y 2015, similar a la que se registra entre el 2020 y 2022.

Como resumen de ello, en el siguiente gráfico se puede apreciar el volumen total del movimiento de divisas durante los cuatro gobiernos mencionados previamente, que suman un total hasta junio del 2022, de 3,76 billones de dólares. Y si se extrapola hasta el 2023, superaría los 4 billones de dólares, por lo que la invocada “restricción externa” parece ser inexistente.

Corresponden 934 mil millones de dólares al primer mandato de Fernández de Kirchner, y 803 mil millones a su segundo mandato. Monto este que casi se duplicó durante el mandato de Macri, hasta trepar a 1,57 billones de dólares. Mientras que en el mandato de Alberto Fernández, hasta junio 2022, se llevan registrados movimientos por 445 mil millones de dólares, equivalente al PBI de un año de Argentina. Monto que extrapolándolo treparía a 712 mil millones durante todo su mandato.

Lo que resulta aun mucho más interesante, es averiguar que bancos en cada uno de esos periodos registraron los mayores volúmenes de movimientos de divisas, incógnita que esta despejada en el siguiente gráfico. En el cual se puede apreciar que encabeza el ranking en casi todos los periodos el Citibank, con un volumen total que supera los 555 mil millones de dólares

Le sigue el Santander Rio, con un total de 439 mil millones; el Galicia y Buenos Aires que tiene fuertes inversores extranjeros, entre ellos Blackrock, con 371 millones; el HSBC con 345 mil millones; el BBVA Banco Francés con 334 mil millones, el Banco of China con 271 mil millones; el Banco Nación con 250 mil millones; el BNP Paribas con 141 mil millones; y el Banco Macro con 133 mil millones.

Finalmente por debajo de los 100 mil millones aparecen en forma decreciente entre los primeros quince bancos, el Banco Patagonia, Provincia de Buenos Aires, Credicop; Itau, JP Morgan Chase, y Supervielle. Siendo notable en todos ellos la columna bordó correspondiente al periodo 2016-2019 del gobierno de Macri.

En los cuatro periodos analizados, los primeros cinco bancos movieron divisas por 2,05 billones de dólares, equivalentes al 54 % del total registrado en 371 entidades financieras. Y en el periodo 2020 – 2022, si bien el monto bajo por el cepo cambiario y la pandemia a 284 mil dólares, su participación en el total subió a un 64 %.

Si se analizan los diez primeros bancos, el volumen de movimiento de divisas trepó a 2,94 billones de dólares, equivalente al 78 % del total, que trepó al 85 % del total durante el periodo 2020-2022, con un monto de 377 mil millones de dólares. Si el mismo análisis se extiende a los primeros 15 bancos, el movimiento en los cuatro periodos trepó a 3,3 billones de dólares, equivalentes al 88 % del total, que trepa al 93 % del total en el periodo 2020-2022, con un monto de 415 millones. Casi equivalente al PBI de un año de Argentina, no obstante la pandemia y el cepo cambiario. En la siguiente tabla se puede consultar cuales fueron los volúmenes de divisas manejados por cada una de las entidades financieras.

Tabla movimiento divisas primeras 100 entidades

El circuito de los dólares de la balanza comercial

Argentina obtiene sus divisas genuinas, exclusivamente de la balanza comercial de bienes. En el siguiente gráfico se muestra la evolución anual de los cobros por exportaciones, pagos por importaciones, y los saldos de dicha balanza comercial. Se aprecia en él qué, ya sea por el decrecimiento de las exportaciones o el crecimiento de las importaciones, en el periodo entre el 2013 y el 2020 el saldo cayó por debajo de los 10 mil millones de dólares, excepto en el 2019. Llegando a mínimos de entre 2 y 4 mil millones en los años 2013, 2015, y 2017.

Por contrario en el 2019 se llegó a un saldo máximo histórico de 23 mil millones, no tanto por efecto del crecimiento de las exportaciones, sino por la sustancial caída de las importaciones que bajaron a un mínimo histórico de -34 mil millones. Y en cuanto al año 2022, los montos corresponden hasta el mes de junio, razón por la cual las cifras pueden cambiar sustancialmente.

En concreto en esos 14 años y medio, hubo exportaciones de bienes por 947 mil millones de dólares, importaciones por 772 mil millones, y un saldo a favor de 176 mil millones. A su vez hubo un saldo negativo de -73 millones de dólares en la balanza de servicios, quedando así un neto de 102 mil millones.

Al que se restaron 116 mil millones de ingresos / egresos cambiarios primarios y secundarios (intereses, dividendos y “otros”) por lo que el saldo cambiario, sin contar la Cuenta financiera, resultó negativo en -14.546 millones. Lo que explica la actual penuria de divisas, pero que se encuentra muy lejos de los 3,71 billones de dólares de movimientos de divisas realizados ínterin, según se vio previamente.

En el siguiente gráfico se encuentra un resumen de los resultados de la balanza comercial de bienes, correspondientes cada periodo de gobierno. Siendo paradojalmente notable que el de menor internacionalización y globalización de bienes sea el de Macri, entre el 2016-2019, no obstante ser el abanderado de esas premisas, que si se cumplieron profundamente en cuanto a lo financiero.

En el mismo se ha extrapolado al 2024, los resultados obtenidos en el 2020-2022 hasta junio, proyectándose así un aumento respecto el periodo de Macri en los tres conceptos, exportaciones, importaciones y saldo. Aunque sin llegar en este último aspecto al nivel del 2008-2011, donde igual que en el periodo de Macri, hubo plena libertad en el mercado de capitales.

De esa manera la fuga de divisas durante dicho periodo, fue solventada con el despilfarro de la balanza comercial obtenida entre el 2003-2011. Mientras que la fuga de divisas durante el gobierno de Macri, fue solventada mediante endeudamiento externo, con la grave secuela de dependencia de la metrópoli financiera de New York – Washington que ello trajo aparejado, cuyos estertores se siguen produciendo hasta la fecha.

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¿Quienes se apropiaron primariamente de esas divisas comerciales?

Los mismos de siempre, tal como se puede apreciar en el siguiente gráfico, en el que se muestra el ranking de los doce primeros bancos que trasegaron el saldo positivo de la balanza comercial. Encabezados por el HSBC, el cual con un total de 49 mil millones de dólares, trasegó el 28 % del saldo genuino de la balanza comercial de 176 mil millones de dólares, obtenidos entre 2008 y 2022. Banco que se vio envuelto en un escandalo al filtrarse la politica que había llevado adelante para propiciar la fuga de divisas del país, y quienes fueron sus beneficiarios.

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Le siguen por arriba de los 20 mil millones cada uno, sumando un 25 % del total de la balanza comercial, el extranjerizado Banco Galicia, y el BNP Paribas. Por debajo de los 20 mil millones cada uno, vienen a continuación el Citibank, Santander, e Itau, sumando un 33 % del saldo de la balanza comercial. Totalizando así estos primeros seis bancos, el 85 % del saldo de divisas genuinas de la balanza comercial. Porcentaje que baja solo al 83 % si se considera solo el saldo correspondiente al periodo 2020-2022.

Los otros seis bancos que les siguen son: inusitadamente Banco Provincia de Córdoba, manejado por el cordobesismo; Banco Industrial, Bank of China, Banco Macro, Banco Comafi, y Nuevo Banco Santa Fe, totalizando un monto de 50 mil millones de dólares, o un 29 % del saldo de la balanza comercial. De esta manera esos primeros doce bancos trasegaron un importe equivalente al 114 % del saldo de la balanza comercial, porcentaje que se repite exactamente si se considera el saldo correspondiente al periodo 2020-2022.

Claro que estas cuantías hiper positivas, tienen su reflejo en las entidades que quedaron con un saldo negativo en relación con la balanza comercial, al superar ellos los pagos por importaciones a los pagos por exportaciones. Tal como se puede apreciar en el siguiente gráfico, este ranking negativo lo encabeza el Banco Nación, con -25 mil millones de dólares, no obstante haber registrado en los periodos 2008-2011 y 2016-2019, saldos positivos por 7 mil millones de dólares.

Le sigue el Banco Mariva, que parece especializado en importaciones, actividad que también tiene sus picardías, con -14,5 mil millones de dólares, Credicop con -9,1 mil millones, y Banco de Tokio con -2,2 mil millones. Seguidos con montos menores por el Banco CMF, Banco de Valores, Banco Patagonia, BICE, Supervielle, Sáenz, y Columbia. En este pelotón se distingue el Patagonia propiedad del Banco do Brasil, que en los periodos 2008 al 2015, tuvo un saldo negativo de la balanza comercial de .4,2 mil millones, y en el periodo posterior 2016-2022 se las ingenió para tener un saldo positivo de 3,5 mil millones de dólares. En la siguiente tabla se puede consultar cuales fueron las posiciones netas en divisas provenientes del saldo de la balanza comercial

Tabla saldos balanza comercial de bienes por entidad

El MULC el corolario del extractivismo empobrecedor

Como resumen de esos cuatro periodos, en el siguiente gráfico se muestran la cantidad de entidades que quedaron con un saldo positivo de la balanza comercial y su respectivo monto en cada uno de ellos; y la cantidad de entidades que quedaron con un saldo negativo y su respectivo monto. Pudiéndose apreciar que en el periodo 2008-2011, 34 entidades trasegaron un saldo positivo de 79,3 mil millones de dólares, y 23 entidades administraron un saldo negativo -9,4 mil millones de dólares.

En el periodo 2012-2015, 31 entidades trasegaron 60,5 mil millones de dólares del saldo positivo, y 23 entidades administraron un saldo de -31,4 mil millones. A su vez en el periodo 2016-2019, 34 entidades trasegaron un saldo positivo de la balanza comercial de 54,6 mil millones de dólares, y 21 entidades administraron un saldo negativo de -10,7 mil millones. Mientras que en el periodo 2020-2022 hasta junio, 30 entidades trasegaron un saldo positivo 47,4 mil millones de dólares, y 21 entidades administraron un saldo negativo de -14,7 mil millones.

Como resultado total, en esos cuatro periodos, 36 entidades trasegaron 227 mil millones del saldo positivo de la balanza comercial, que se esfumaron enteramente, mientras que 23 entidades administraron un saldo negativo de la balanza comercial de -51 mil millones de dólares.

Así funciona el denominado desde los tiempos del menemcavallismo, MULC (Mercado Unico y Libre de Cambios) que suena parecido a mula. En el cual los exportadores deben liquidar las divisas obtenidas de sus exportaciones, y donde los importadores deben hacerse de ellas para el pago de las importaciones. El cual periódicamente, tras el despilfarro de esas divisas y de las obtenidas con endeudamiento externo, deja de ser libre, para pasar a tener un acceso limitado al mismo, con un precio fijado por el Banco Central, con lo que se denomina el cepo o corralito cambiario.

El cual además, por el absoluto predominio en él por parte de la banca extranjera o extranjerizada, evidencia ser el corolario o ultima fase de una economía extractivista entranjerizada. La que actualmente se lleva millones de toneladas de nutrientes con las exportaciones agropecuarias, que no se reponen, agotando el humus que posibilitan ellas.

Y como metal dore, o ganga o barro minero, se lleva los metales preciosos, nobles, y raros, sin ningún valor agregado, dejando esa descapitalización neta solo una regalía neta del 1,6 % en las provincias. A la vez que gozan de una absoluta estabilidad impositiva, que impide aumentarle los impuestos, al ritmo del encarecimiento del precio de esos commodities en un mundo con recursos cada vez más escasos.

Otro tanto sucede con las exportaciones de petróleo, que pagan regalías del 12 % o menores a las provincias, que estas destinan al pago de gastos corrientes, sin quede ninguna capitalización neta de esas exportaciones, como hacen los países árabes y nórdicos. Siendo estos los factores de la primarización de la economía argentina, y el hundimiento de vastos sectores de la población en la pobreza e indigencia.

No obstante esto, ahora se va por más reprimarización extractivista y extranjerizante, con los proyectos de explotación del gas y petróleo no convencional de Vaca Muerta, actividad a la que se pretende dotar de las mismas prebendas que tiene la gran minería. Aunado a la explotación del litio de la misma manera.

Y el remate de todo esto este extractivismo extranjerizante es el MULC, manejado por la banca extranjera, para que en definitiva gran parte de lo que obtenga genuinamente de la balanza comercial, también se esfume en el aire, sin dejar nada a cambio. Como los nutrientes del suelo, los metales preciosos, nobles, y raros, el petróleo, y el litio.

Lo menos que habría hecho una administración diligente al disponer un cepo o corralito bancario, sería la exigencia de que las divisas de las exportaciones se liquiden en el Banco Nación, para asegurar el debido uso y a trazabilidad de ellas. Y no dejarlas en las mismas manos de siempre, que hicieron que, junto con las divisas obtenidas con endeudamiento externo, se evaporaran presuntamente en el aire. Dejando solo rastros celosamente guardados bajo el secreto bancario, de la misma manera con que se ocultan los fraudes y los crímenes.

Ante esto, incluso sería una medida superadora el eliminar la obligación de liquidar las divisas para dejarlas en manos de banqueros inescrupulosos, disponiendo que ellas se depositen en las cuentas de los que produjeron los bienes exportados, y tengan una circulación solo bancaria, sin extracciones en efectivo, quienes seguramente las cuidaran mejor que los banqueros extranjeros. Lo que a la par evitaría la emisión de pesos por parte del Banco Central para las compras de ellas.

De esa manera con sus altos encajes, también ellas figurarían en las reservas del Banco Central. Cuyo aumento parece ser la única meta del actual plan económico impuesto por el FMI, con el exclusivo objeto que Argentina vuelva a ser un “sujeto elegible” de créditos privados externos, para así poder pagar a partir del 2024 la enorme deuda que tiene con este. Con total prescindencia de otras variables económicas y sociales que están a punto de estallar.-

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