Basta ver la evolución del precio del estratégico bono GD30C, que se emplea para las operaciones de extracción de divisas del país mediante la operatoria del CCL (Contado Con Liquidación), y relacionarlo con la cumbre del BRICS (Brasil, Rusia, India, China, y Sudáfrica) que se concretó el 23 de junio pasado, cuya participación en ella por parte del Gobierno argentino se venía preparando desde principios de junio, para deducir que fue EEUU quien propulsó el contundente golpe blando que expulsó del gobierno a los ministros Martín Guzmán y Silvina Batakis, y precipitó el arribo como súper ministro de Economía a Sergio Massa, cuya afinidad con los EEUU es de público y notorio conocimiento.
Ver Wikileaks: ¿Qué decían Fernández y Massa de los Kirchner en la embajada EEUU?
Al punto de haber sido abrazado Massa por el hoy presidente de EEUU, Joseph Biden, en la cumbre de Davos de 2016, adonde concurrió acompañando al entonces presidente Mauricio Macri. Quien no recibió el mismo tratamiento cordial otorgado por Biden a Massa, tal como se puede ver en el siguiente elocuente video. Donde sus imágenes valen más que millones de palabras, al ser el fruto de las décadas dedicadas por Massa a cultivar “relaciones carnales” con EEUU. Al punto que el ex canciller Guido Di Tella, creador de ese concepto, opinó que Massa fue el argentino que más viajó a EEUU.
La evolución del estratégico bono del CCL GD30C
La siguiente infografía esta confeccionada con la evolución del precio del referido bono GD30C (US040114HS26/312754) en la Bolsa de Luxemburgo. Y en el se puede apreciar que a principios de junio cotizaba a casi 30 ctvs de dólar por cada dólar, y dólar CCL estaba en $ 210. A partir de ahí el valor de ese bono comenzó a descender aceleradamente, llegando a un primer piso de 24 ctvs el 23 de junio, con un precio del dólar CCL de $ 232.
https://www.bourse.lu/security/US040114HS26/312754
Día en que se concretó la cumbre de los BRICS, y se registró el pedido del presidente Alberto Fernández de ingresar a esa agrupación, liderada nada menos que por Rusia y China. Siendo innecesario a esta altura resaltar que los conflictos incluso de índole bélicos que EEUU mantiene con Rusia y China, hacen que la incorporación del segundo país mas importante de Sudamérica a ese grupo, sea absolutamente inaceptable para la geopolítica estadounidense.
Tras la cumbre, y la cordial acogida que manifestó China al pedido argentino, diciendo que tanto Argentina como Irán eran candidatos al ingreso, el precio del bono cayó por debajo de 22 ctvs, y el dólar CCL subió a $ 250. Lo que precipitó la asustada salida del gobierno del ministro de Economía Martín Guzmán, cuya gestión venía siendo denostada por el kirchnerismo, quien habría vislumbrado que la situación se le hacía inmanejable, y por eso optó por una renuncia preventiva a su cargo.
Así apareció como ministra de Economía Silvina Batakis, que no dudó en hacer una rendición incondicional ante el FMI, para tratar de controlar la situación. Lo que no le dio gran resultado, y por contrario el bono en cuestión cayó a un precio mínimo de 18,55 ctvs por cada dólar, típico de un bono basura en default. Y allí entonces aprovechando una segunda oportunidad, tras intentarla tras la salida de Guzmán, apareció como el hombre del destino Sergio Massa, cuya designación tal como se puede ver en la infografía, elevó el precio del bono a un nivel similar al que se encontraba cuando se concretó la cumbre del BRICS, 24,5 ctvs por cada dólar, mientras que el dólar CCl bajo a $ 280.
Con la casi evidente misión de hacer un desesperado giro pro EEUU, que a medida que lo vaya cumpliendo, mediante derribar barreras internas en el propio gobierno, Massa logrará que el precio del bono GD30C rector del dólar CCL, eleve su cotización a niveles previos. Habiendo superado a fines del año pasado los 40 ctvs de dólar por cada dólar, lo que a su vez hará que la brecha cambiaría, que es el verdadero motor de la inflación descontrolada argentina, se reduzca sensiblemente, y traiga alivió a la situación socioeconómica actual.
Qué se trata de un giro geopolítico, lo dejaron bastante claro los voceros de la embajada de EEUU, Clarín y La Nación, que destacaron la visita de Massa a dicha embajada, para entrevistarse campechanamente con el embajador Mark Stanley. Informando a la par que el embajador de China Xiaoli Zou, anda implorando una entrevista con Massa, que este no la concede.
Además, como para que quede claro, ambos grandes medios cuestionaron acerbamente los dichos del embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, quién cuestionó la visita de la presidente de la Cámara de Representantes de EEUU Nancy Pelosi a Taiwan, lo que desató la ira de China. Y también los dichos del subsecretario de la Cancillería para América Latina y el Caribe, Gustavo Martínez Pandiani, afirmando que Venezuela, Cuba, y Nicaragua son países “democráticos”. Como si el giro dado por el Gobierno con el arribo de Massa al gobierno, hiciera que esas manifestaciones fueran absolutamente inaceptables.
El nuevo Big Stick del Tio Sam, el dólar bolsa
En una reciente nota publicada mientras se desarrollaban esos fragorosos acontecimientos, Stripteasedelpoder.com reveló la enorme potencia que tiene el nuevo Big Stick financiero con que cuenta EEUU, para dislocar una economía bimonetaria como la de Argentina, alterada por el berretín que tienen los argentinos por el dólar, Valiéndose de los denominados “dólar bolsa” o “dólar financieros”, que junto con el dólar blue, cotizan con el nombre de “dólar MEP” (Mercado Electrónico de Pagos), y “dólar CCL” (Contado con Liquidación). Siendo este último la forma de extraer dineros del país, mediante vender bonos en las bolsas locales, cuyo producido se deposita en una cuenta en el exterior.
Ver BIMONETARISMO: para controlarlo hay que hacer bolsa el dólar bolsa antes que nos haga bolsa
Ver DOLAR: la crisis la generó la pésima negociación de la deuda del ministro Guzmán
En el siguiente grafico se refleja en el eje izquierdo la evolución de la cotización de dichos bonos en pesos y dólares, desde principios de junio pasado hasta la actualidad, expresados cada 100 dólares en caso que coticen en dólares, o cada dólar, en caso que coticen en pesos. Correspondiente al GD30 (línea azul) que cotiza en pesos, y a GD30C (línea verde) y GD30D (línea violeta) que cotizan en dólares. Y en el eje derecho se refleja la derivación o consecuencia de ello, cuya relación arroja el valor de los denominados dólar CCL (área roja) y dólar MEP (línea negra).
Se aprecia que los bonos que cotizan en dólares GD30D y GD30C caen del nivel de u$s 30 cada 100 que tenían a principios de junio, a un nivel mínimo de u$s 19,5 el 23 de julio, propulsando así la expulsión de Batakis y el ascenso de Massa. Pudiéndose observar que el que más cae en su precio, es el GD30C (línea verde) correspondiente al dólar CCL, tirando a su vez a la baja al bono GD30D del dólar MEP (línea violeta). Por su parte el bono GD30 en dólares que cotiza en pesos, osciló alrededor de los $ 60 hasta esa fecha.
Lo cual hizo que el denominado dólar CCL (área roja) pasara de $ 210 hasta trepar a casi $ 340, como resultado de la simple operación aritmética de dividir la cotización en pesos del GD30, por la cotización en dólares del GD30C al cierre de cada jornada bursátil. Correspondiendo este valor máximo del dólar CCL a una cotización en $ 69,6 por cada dólar del bono GD30, y de u$s 0,205 ctvs de dólar por cada dólar del bono GD30C. Y por su parte resulta notable que es el dólar MEP (línea negra) el que sigue el curso ascendente del dólar CCL.
Pero seguidamente con la entronización de Massa con superpoderes económicos y otros, los bonos GD30C acompañado por el GD30D pegaron un respingo, hasta ubicarse en casi u$s 25. A la par que el precio del GD30 trepaba a un nivel de $ 70, lo cual hizo qué, saludando el arribo de Massa, el 1 de agosto el dólar CCL cayera por debajo de los $ 280, como resultado de dividir el precio del GD30 de $ 68,1 por cada dólar, por el precio del GD30C de u$s 0,244 por cada dólar.
En cuanto a los montos efectivos negociados con dichos tres bonos en el periodo en cuestión, ellos se ven reflejados en el siguiente gráfico, en el cual los montos negociados en pesos se convirtieron a dólares con la cotización del dólar CCL. El mismo globalmente, muestra la poca importancia de los montos efectivos negociados, como para disparar una crisis cuasi terminal que derribo en pocas semanas a dos ministros de Economía. Habiendo superado apenas un día los 40 millones de dólares, y solo tres días los 30 millones de dólares, y esto ya en el periodo de resolución de la crisis a principios de agosto, y no durante su incubación. Siendo cifras insignificantes para alterar el funcionamiento de un país con un PBI del orden de los 500 mil millones de dólares, una cifra 12.500 veces superior.
En total, durante ese periodo de dos meses, entre principios de junio y de agosto, se negociaron en pesos, el equivalente a u$s 518,2 millones correspondientes al bono GD30 (columna azul), con un promedio de u$s 11,2 millones por día hábil. Y en dólares se negociaron u$s 286 millones con el bono GD30D (columna roja), con un promedio de u$s 6,2 millones por día; y u$s 70,1 millones con el bono GD30C (columna verde) correspondiente al dólar CCL, con un promedio de u$s 1,5 millones por día hábil. Siendo notable en este último caso respecto este crucial bono, que el monto máximo negociado, solo en un par de días llegó a los cinco millones de dólares, monto que además a partir del 20 de julio, nunca superó el millón de dólares. No obstante los enormemente dañinos efectos que causó en la economía, reflejados en una inflación que se hizo galopante.
Se trata en consecuencia de una sutil maquinaria infernal, que tiene la capacidad de dislocar desde el exterior a la economía, en base a lo que coticen los bonos “benchmark” de la deuda externa en el exterior, con total prescindencia de lo que sucede realmente en el país. Pudiéndose equiparar a un módico y económico misil que puede llegar muy lejos, pero con mucha potencia, como para enloquecer a 48 millones de habitantes que padecen la psicopatía por el dólar. Residiendo precisamente esa potencia, en el estado de debilidad alterado o alienado de los argentinos por el dólar.
La potente influencia del CCL
El impacto rector del CCL sobre los otros dólares alternativos, que se insinuó en gráficos anteriores, se puede apreciar palpablemente en el siguiente gráfico. Donde resulta evidente que hasta fines de julio la evolución del dólar CCL (línea verde) arrastra tras si el dólar MEP (línea roja) y ambos arrastran el dólar Blue (área celeste). Y a partir de allí, con el desplome del precio del dólar CCL, también cae el dólar MEP, mientras que el dólar Blue, dudando, se mantiene entre ambos.
Ese efecto se ve aun mas claramente, si se relacionan al dólar CCL y MEP con el dólar Blue, tomando a este como base, tal como se efectúa en el siguiente gráfico. En el que se puede observar como el dólar CCL (línea verde) aumenta porcentualmente sobre el dólar Blue (línea cero azul) hasta un 20 % mas en algunas jornadas, arrastrándolo así tras sí.
Y lo mismo hace con el dólar MEP (línea roja) hasta finalmente hacer hacia fines de julio, que el dólar Blue se sitúe como un promedio entre el dólar CCL y el dólar MEP. Mostrando esto la artificialidad de los tres “dólares alternativos”, cuyo crecimiento a partir del año 2020 vienen desquiciando a la economía, al ser los verdaderos responsables de una inflación cada vez mayor, y cada vez más angustiante para la sociedad.
La bomba destructiva del dólar CCL y su desactivación
La bomba destructiva del CCL, como todas las bombas, es muy fácil de desactivar si se conoce el percutor y sus componentes. Que en este caso es el dólar GD30 en dólares que cotiza en pesos, y su símil el dólar GD30C en dólares, que cotiza en dólares. Y simplemente lo que hay que hacer es que, igual que con el potasio y el azufre en la pólvora, sus componentes no se toquen o se unan, generando la explosión del dólar CCL. Y eso se logra simplemente, ordenando que en el mercado bursátil cada bono cotice en la moneda expresada en él, como sucede en todas las bolsas serías del mundo.
Pero el kirchnerismo que se ha convertido en el principal despotricador del bimonetarismo, ni siquiera se ha animado a eso, para tratar de controlar los nefastos efectos de este. Que se expresa cíclicamente con la supuesta “restricción externa”, que en realidad no existe, porque las divisas están, pero no donde deberían estar, sino clasificadas como “adquisición de activos externos por parte de residentes”. Enloquecidos por el dólar, después de las megas estafas financieras e hiperinflaciones que soportaron a lo largo de medio siglo.
Ver DÓLAR: la locura autodestructiva de los argentinos y su solución
En la actual situación, en que EEUU ha logrado entronizar a su predilecto Sergio Massa como súper ministro de Economía, el dólar CCL es un formidable poder disciplinador respecto con las tensiones internas en el Frente de Todos, y el giro desesperado hacia EEUU que esta coalición tuvo que aceptar tácitamente.
Pero a la vez puede ser un bálsamo, que vaya bendiciendo y premiando los resultados del accionar de Massa en tal sentido, mediante dibujar el descenso del dólar CCL, que es tarea de niños para los “lobos de Wall Street. Para acercarlo primero al dólar solidario, y luego al dólar oficial, y contrarrestar así el fenómeno inflacionario, llevando paz y alivio económico a la sociedad argentina, a medida que se acerque acríticamente más y más hacia EEUU, en un revival de las “relaciones carnales” de los ‘90.
Para la cual es necesario decirlo, preparó el terreno Cambiemos, con el enorme endeudamiento externo en dólares que concretó durante el gobierno de Macri, que llevó la deuda externa a un nivel similar al de la dictadura militar, si se la ajusta por la inflación de EEUU. Volviendo así a instalar un condicionante externo estratégico, que se había reducido notablemente durante los gobiernos kirchneristas, que reemplazaron la deuda externa por la deuda interna intra estado y con el Banco Central, que también tuvieron sus efectos perniciosos.
Ver Altas autoridades de EEUU reconocen que la deuda es un instrumento de dominio
Ver Los responsables de la Deuda pública externa y Fuga de divisas según el INDEC
Siendo seguramente el próximo episodio de esta serie de “entregas” de estas nuevas “relaciones carnales”, lo que definitivamente se decida respecto el avión venezolano iraní de EMTRASUR, cuya incautación y decomiso requirió la secretaría de Comercio de EEUU y un juez de Florida. Cuya última palabra, según el convenio invocado para ello, firmado en 1991 durante las “relaciones carnales” con EEUU, la tiene el gobierno argentino.-
Ver ¿Quién es Alberto Fernández, el hombrecito gris? ¿EEUU jugó a ganador y place?
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