Los medios supuestamente independientes y abiertamente pro israelíes hablan de la nueva crisis Palestina – Israelí. Pero nada dicen que Israel se encuentra desde hace dos años en un tembladeral político, ante la obstinación de su premier Benjamín Netanyahu de mantenerse a toda costa en el poder, para poder zafar de las imputaciones de corrupción que ha hecho la justicia de ese país en contra de él y su esposa Sara Ben-Artzi.
Lo que ha devenido desde el año 2019, en una sucesión de cuatro elecciones parlamentarias, sin que se haya podido consolidar un gobierno estable. Y por ello, como ya lo hizo tres veces antes para ganar las elecciones y sostenerse en el poder, e impedir en esta ocasión que una alianza de partidos israelíes y árabes israelíes lo desalojara de él, Netanyahu provocó deliberadamente esta funesta y trágica cuarta crisis palestino israelí con epicentro en la masacre en la Franja de Gaza.
Netanyahu y la corrupción
Sobre el final de su cuarto mandato Benjamín Netanyahu se vio acosado por una serie de casos de corrupción. En diciembre de 2016 estalló el conocido como Caso 1000, motivado por los numerosos obsequios de lujo que recibieron ambos, por parte de grandes empresarios a quienes Netanyahu había favorecido. Luego surgió el Caso 2000, por haber obtenido una cobertura favorable del diario Yedioth Ahronoth, a cambio de aprobar una legislación dañina contra el diario rival, Israel Hayom.
Seguido del Caso 3000, que está relacionado con la compra de submarinos alemanes, que beneficiaron a empresarios vinculados con Netanyahu. Y por último apareció el Caso 4000, por haber dado un trato legislativo favorable a la empresa de telecomunicaciones Bezeq, a cambio de una cobertura periodística favorable en el popular portal de noticias Walla.
En diciembre de 2018, la policía israelí recomendó la imputación de Netanyahu por el delito de soborno. Como ya lo había hecho ya anteriormente en 1997 y 1999 con cargos similares, de los que la fiscalía designada por el mismo Netanyahu desestimó.
Pero en esta ocasión un año después, en noviembre de 2019, el Fiscal General de Israel, Avichai Mandelblit, imputó a Netanyahu por soborno, fraude y abuso de poder por los casos 1000, 2000, y 4000. Convirtiéndose así Netanyahu en el único primer ministro de la historia de Israel, que fue imputado penalmente durante su mandato.
Al respecto se puede afirmar que fue el presidente de EEUU Donald Trump, y en especial su yerno Jared Kushner, quienes como ángeles salvadores, posibilitaron que Netanyahu, navegando en esas procelosas aguas judiciales, pudiera mantenerse en el poder. Al permitirle concretar con la colaboración indispensable de EEUU, diversos golpes de efecto ante la ciudadanía israelí.
Ver Una caricatura reveló quien guía al presidente Trump, y desató la ira y censura de Israel
Como el reconocimiento por parte de EEUU, de la soberanía israelí sobre los Altos Golán disputados con Siria. El reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel. Y el acuerdo propuesto de paz a los palestinos, presentado por el mismo Kushner, que implicaba la renuncia a todos sus derechos, a cambio de una momentánea ayuda económica, etc.
Razón por la cual Netanyahu dijo que Trump era el mejor amigo que Israel había tenido, que también alcanzaba a él mismo. Pero que la derrota electoral de Trump el pasado año, hizo que se quedara sin ella, para poder seguir sacando conejos de la galera, que le permitieran seguir aferrado al poder. Y evitar así seguir los pasos del ex premier Ehud Olmert, que por diversos delitos de corrupción tuvo que cumplir una pena de prisión de 19 meses, convirtiéndose en el primer jefe de Gobierno encarcelado en la historia del Estado judío.
https://es.wikipedia.org/wiki/Ehud_%C3%93lmert
El fracaso de Netanyahu para formar nuevo gobierno y la variante árabe
No obstante, tras las elecciones de abril del 2019, en las que ningún candidato consiguió formar gobierno, Netanyahu siguió ejerciendo como Primer Ministro. Y lo mismo ocurrió tras las elecciones de septiembre del mismo año. Y en la tercera elección consecutiva, en marzo del 2020, Netanyahu se las ingenió para asumir un cuarto mandato, mediante una frágil coalición junto con otros partidos fundamentalistas, con el Gral Benny Gantz. El líder del partido Azul y Blanco, quien lo había criticado acerbamente por seguir gobernando mientras estaba imputado judicialmente.
No obstante esa frágil coalición se disolvió, al no aprobarse el Presupuesto de este año, y así en marzo pasado hubo una cuarta elección en Israel. En la que con una gran dispersión de los votos, Netanyahu solo obtuvo el 24 % de los votos. Pero no obstante, al ser la primera minoría, el presidente de Israel, Reuven Rivlin, le confió a él, en primer lugar, mientras seguía gobernando, la tarea de formar gobierno. Mediante lograr una mayoría de 61 diputados de los 120 que tiene la Knesset (Parlamento israelí) cuyo plazo venció en los primeros días de mayo, sin haber logrado Netanyahu ese objetivo.
En consecuencia el presidente Rivlin, el día siguiente, 5 de mayo, le encargó al líder de la oposición, Yair Lapid, del partido Yesh Atid (Hay Futuro) que intente formar gobierno, en alianza con Naftali Bennett líder del partido ha-Yamin ha-Hadash (Nueva Derecha). Al respecto apunta el corresponsal de AP en Clarín: “Pero en una escena política israelí hiperfragmentada, los campos de Lapid y Bennett no sólo deberían unirse a la izquierda, el centro y la derecha decepcionada de Netanyahu, sino también a, al menos, un partido árabe.”
Y así el “incuestionable” diario Clarín y su corresponsal de AP sigue diciendo: “Por primera vez en su carrera política, Naftali Bennett se reunió a solas con Mansur Abas, líder de una pequeña formación árabe e islamista que podría ser la pieza que falta para alcanzar el número mágico de 61 diputados. Si la oposición logra formar un gobierno de unidad, sería el punto final de una página importante en la historia de Israel, con la partida de Netanyahu, en el poder durante los últimos 12 años. De lo contrario, los israelíes podrían volver a votar por quinta vez en poco más de dos años.”
Netanyahu fracasó políticamente y comenzó la provocación
El fracaso de Netanyahu de formar un nuevo gobierno, y la posibilidad que inusitadamente lo hiciera la oposición aliada a un partido árabe, coincidió exactamente con la durísima represión que comenzaron a llevar a cabo las fuerzas de seguridad, bajo el mando de Netanyahu, en la Explanada de las Mezquitas, en la que suelen reunirse los árabes islámicos con motivo de la fiesta del Ramadán. Y en Jerusalén Este, con motivo de la airadas protestas de los vecinos árabes, ante los fallos de la justicia que los desalojaban de sus casas, con la excusa que habían pertenecido previamente a ciudadanos judíos.
Por esa razón acertadamente, el secretario General de la ONU, el portugués António Guterres, a través de su vocero Stéphane Dujarric, el 9 de mayo pasado se pronunció respecto “los acontecimientos recientes en Jerusalén”, diciendo que:
“Expresa su profunda preocupación por la continua violencia en la Jerusalén Oriental ocupada, así como por los posibles desalojos de familias palestinas de sus hogares en los barrios de Sheikh Jarrah y Silwan. Insta a Israel a que cese las demoliciones y los desalojos, de conformidad con las obligaciones que le incumben en virtud del derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos.”
“Las autoridades israelíes deben ejercer la máxima moderación y respetar el derecho a la libertad de reunión pacífica. Todos los líderes tienen la responsabilidad de actuar contra los extremistas y de denunciar todos los actos de violencia e incitación. El Secretario General insta a que se mantenga y respete el statu quo en los lugares sagrados.”
No obstante Netanyahu escaló aún más la provocación, buscando evidentemente una reacción palestina, al tomar por asalto y dañar el lunes 10 su fuerza de seguridad la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar del mundo más sagrado para el islam, hiriendo con lesiones de diversa gravedad a más de 300 civiles palestinos. Concretó así una provocación mucho más grave que la que perpetró Ariel Sharon -el autor de las masacres de palestino en Chatila y Sabra en el Líbano- en septiembre de 2009, al acceder con una numerosa custodia a la Explanada de las mezquitas.
La respuesta que seguramente esperaba Netanyahu fue inmediata. Desde Gaza, Hamás, con el respaldo de Yihad Islámica Palestina, le dio un ultimátum a Israel a que se retire del recinto sagrado de al-Aqsa, o atacarían. Por su parte las fuerzas de Netanyahu hicieron oídos sordos y no se retiraron, y una vez vencida la hora fijada, Hamas cumplió con su amenaza. Lanzando uno de los mayores ataques con cohetes dirigido hacia localidades israelíes, que ha logrado concretar hasta ahora.
Entre Hamás y Al Fatah, el partido que actualmente detenta la Autoridad Palestina, también existe una vieja rivalidad política, que debería haberse definido mediante elecciones, a las que la Autoridad Palestina prorroga con diversas excusas, por avizorar una derrota. Siendo una de las banderas alzadas por Hamás la protección de Jerusalén, que es una cuestión de gran resonancia política y religiosa en Palestina, especialmente durante el mes de Ramadán.
Esa ataque de Hamas es evidentemente lo que estaba esperando Netanyahu, para impedir definitivamente el intento de alianza política entre partidos israelí árabes, que intentaba plasmar la oposición israelí para desplazarlo del poder, y dejarlo expuesto al accionar de la justicia.
En consecuencia afirmando que “Hamás pasó un línea roja”, cuando en realidad lo había hecho él, lanzó la fuerza aérea israelí a concretar los que ya son clásicos operativos de devastación de la infraestructura civil en la Franja de Gaza. Con el objeto de, como lo ha intentado antes, hacer sufrir a su población civil un penoso un escarmiento, para que renuncie de una vez por todas a seguir apoyando a Hamás.
Esta determinación Netanyahu la ratificó poco después, al afirmar: “Dije que golpearíamos a Hamás y a otros grupos terroristas con golpes significativos y lo estamos haciendo… Los líderes de Hamas creen que pueden escapar de nuestro alcance. No pueden escapar. Podemos llegar a ellos en todas partes y seguiremos haciéndolo”. Lo están pagando y van a continuar pagándolo caro… Esto no ha terminado”.
Y tratando de ocultar su manifiesta provocación previa prosiguió: “Nos atacaron en nuestra fiesta [el Día de Jerusalén], atacaron nuestra capital, dispararon misiles contra nuestras ciudades; están pagando y seguirán pagando un alto precio por ello.”
A la par que duros enfrentamientos entre árabes israelíes y judíos cundían en diversas ciudades de Israel, como nunca antes habían sucedido. Como para que la fractura entre ambos etnias fuera suficientemente profunda, para que el intento de una alianza política entre la oposición israelí a Netanyahu y los partidos árabes, se convierta en una irrealizable utopía.
Pero la cuestión es mucho más grave, ya que seguidamente se podrá apreciar que los líderes de Israel, particularmente Netanyahu, emplearon con una cruel e inhumana sevicia las operaciones militares concretando masacres en la Franja de Gaza, como el principal argumento para imponerse en las periódicas elecciones parlamentarias israelíes.
Netanyahu y el “crimen de guerra”
No obstante la provocación de Netanyahu fue tan notable y flagrante, que llevó a Ariel Gold, una destacada activista judía estadounidense, a afirmar que los recientes ataques de Israel en la Franja de Gaza y Palestina son “crímenes de guerra”. “Estos son crímenes de guerra e Israel los llama defensa propia, pero eso no es defensa propia“, aseveró Gold, codirectora nacional de Codepink, una ONG de mujeres que busca poner fin a la guerra en todo el mundo.
“La causa fundamental de la violencia que estamos viendo son los sistemas de opresión y dominio del apartheid de Israel… Necesitamos un cese al fuego, pero para obtener una solución real, se debe desmantelar la asistencia del apartheid y la opresión”, sostuvo Gold. Quien además manifestó que los ataques israelíes son “un asedio que ha creado una prisión al aire libre generando una situación de absoluta desesperación”, apuntando que la tasa de desempleo en Gaza es de casi el 50%.
“La electricidad es esporádica, no siempre hay agua potable disponible y, por supuesto, ahora mismo también tenemos un brote masivo de COVID-19 en Gaza… Israel en realidad provocó esta reciente violencia, intensificada al aprobar una serie de desalojos, que es el robo de tierras y la limpieza étnica en Jerusalén Este, al atacar a los fieles musulmanes durante su mes más sagrado del año”.
Por su parte en Argentina, en consonancia con el comunicado del secretario General de la ONU, la cancillería se despachó el 11 de mayo con un comunicado propio, ratificando donde estaba el huevo de la serpiente de la violencia, propulsada por el gobierno de Netanyahu. Expresando al respecto en su introducción:
“La República Argentina expresa su honda preocupación por el dramático agravamiento de la situación en Israel y Palestina, el uso desproporcionado de la fuerza por parte de unidades de seguridad israelíes ante protestas por posibles desalojos de familias palestinas de sus hogares en los barrios de Sheikh Jarrah y Silwan, así como por la respuesta a través del lanzamiento de misiles y artefactos incendiarios desde la Franja de Gaza. Todo ello condujo a una escalada de la violencia, que condenamos, que causó numerosas víctimas fatales, cientos de heridos y trajo mayor sufrimiento a la región y sus habitantes.”
Comunicado que mutilando su sentido, al prescindir del párrafo referido a las “protestas por posibles desalojos” fue acerbamente criticado por una oposición cada vez más cerril y abiertamente pro israelí. Y en especial por periodistas de origen judío que abundan en los grandes medios, como Luis Novaresio, Eduardo Feinmann, Natasha Niebieskikwiat, etc, que se esmeraban en desinformar al respecto, presentando el comunicado como un desbalanceado apoyo a Hamas. Contando a esos efectos con la ayuda de la embajadora de Israel Galit Ronen.
Cabiendo el interrogante si lo hacían por su adhesión emocional con Israel, de la que deberían informar honestamente a sus audiencias. O si directamente estaban tratando de disimular la notable y flagrante provocación concretada por el gobierno de Israel encabezado por Netanyahu, para disparar el conflicto conforme las necesidades políticas y judiciales de este.
Por su parte Infobae, cuyo propietario Daniel Hadad es de origen judío, y por ello se puede entender su postura abiertamente pro Israel, se animó a ir bastante más allá, hasta incurrir en el grotesco. Atribuyendo a un par de cachetadas propinada en un subte a dos jóvenes fundamentalistas judíos, por parte de un joven presuntamente árabe, el origen de los gravísimos hechos que se suceden allí. Como para poner al premier Netanyahu con ese cuento infantil, enteramente a salvo de su responsabilidad al respecto.
https://www.infobae.com/…/como-un-video-de-tiktok-pudo…/
Más grotesca aun fue la postura del mega rico argentino, ahora residente en Uruguay, Marcos Galperin, ampliamente amplificada por los grandes medios. Quien refutó las palabras de otro empresario que condenaban el accionar de Israel, diciendo: “Sugiero visites Franja de Gaza y milites ahí el matrimonio homosexual, los derechos de la mujer y la democracia igualitaria para que sientas lo que es la ‘violencia desmedida”.
Como si en Israel y dispersas por el mundo, no existieran también sectas judías fundamentalistas, de las que dan cuenta incluso series de Netflix. Algunas de las cuales en la actual crisis confrontan directamente en las calles de Israel con los árabes israelíes. Habiendo sido una desafiante marcha organizada por ellos el 9 de mayo, en el “día de Jerusalén, otro de los contribuyentes para desatar el conflicto. El que conforme la premisa del “cui bono” (¿Quién se beneficia?) no tiene otro destinatario que Netanyahu.
El fake news de la “lluvia de misiles sobre Israel”
Esos mismos periodistas antes mencionados, y los grandes medios como La Nación, CNN, América, El Cronista, Infobae, TN, Clarín, etc, informaron e informan mendazmente respecto una “lluvia de misiles sobre Israel”. Cuando no se trata de misiles, sino de cohetes de manufactura casera, que los chinos inventaron hace ya 800 años, y los árabes introdujeron en Europa, y también se emplearon en las guerras napoleónicas. Que se rigen por las reglas aproximadas de la balística, conforme el ángulo de su lanzamiento, y la capacidad de trayecto que tenga.
Cuya escasa capacidad ofensiva se advierte por el escaso número de muertes que produjeron en Israel, 3 israelíes contra 30 palestinos muertos, acorde con la relación de víctimas de uno a 10 o bastante más, que lamentablemente existe históricamente entre ambos bandos.
Un misil es una cosa enteramente distinta, porque además de ser un cohete, tiene un sistema inteligente que lo guía donde ir, lo que recién se inventó a fines del siglo XX, y una carga explosiva en su cabeza, con una enorme capacidad de daño. Mientras que los cohetes carecen de ella, y el daño lo produce el impacto del cohete, como si fuera una piedra lanzada con una onda de David en gran escala.
Pudiendo equipararse los posibles daños que pueden causar uno y otro, en las siguientes imágenes provenientes del actual enfrentamiento. Razón por la que este, salvando las escalas, tiene una asimetría similar a la de la leyenda de David contra Goliath. Pero con los roles invertidos, donde el heroísmo está enteramente ausente en el campo israelí.
Terrorismo islámico y terrorismo judío
Los grandes medios y los periodistas nombrados, también hacían hincapié, como si se tratara de una descalificación absoluta, respecto el “terrorismo de Hamás”. Como si desconocieran enteramente la génesis del conflicto árabe israelí, donde el terrorismo judío tuvo una destacadísima actuación.
Precisamente fue el terrorismo judío fue el que inauguró la era de los super atentados dinamiteros, con la voladura del Hotel King David en Jerusalén, en 1946. Perpetrado por la banda terrorista Irgun, y contó con la aprobación de su jefe y futuro premier Ben Gurión. Cuyo aniversario se festeja todos los años en Israel como una fecha patria. En cual murieron 92 británicos, árabes y judíos, y 58 personas resultaron heridas.
El mismo consistió en una implosión, efectuada mediante la introducción de explosivos en los sótanos del hotel, por integrantes de Irgún disfrazados de árabes, en latas que supuestamente contenían leche. Y tuvo por objeto destruir la documentación que la autoridad británica había incautado en la Agencia Judía, demostrativa de los actos de violencia y terrorismo cometidos por esta.
Este mega atentado fue el inicio de un arco terrorista, que culmino en el 11/S, supuestamente atribuido a Al Queda. Estando de por medio entre ambas fechas, el ataque suicida por parte de Hezbolá con dos camiones, contra el cuartel de los marines de EEUU, y el cuartel de los paracaidistas franceses en Beirut, en octubre de 1983, que costó la vida de 241 marines de EEUU, y 58 paracaidistas franceses.
El que fue precedido en abril de ese año, por el atentado contra la Embajada de EEUU en esa misma ciudad, que costó la vida de 60 personas, y 120 personas quedaron gravemente herida. Y por el ataque suicida contra un cuartel israelí en noviembre de 1982 en Tiro, que costó la vida de 75 soldados de esa nacionalidad. Seguido a su vez en septiembre de 1983 con un nuevo ataque suicida a un cuartel de Israel en Tiro, que costó la vida de 28 soldados israelíes y 32 libaneses.
De esta manera con la modalidad suicida, que soluciona el problema de la evasión o escape del terrorista, Hezbolá llevo los atentados a un nuevo nivel, con los que logro expulsar del Líbano a estadounidenses, franceses, y israelíes. Por ello la enemistad perpetua que mantienen esos países con esa organización chiita islámica. Pero todo había comenzado con la voladura del hotel King David en Jerusalén, por parte del terrorismo judío.
El que también perpetró notables magnicidios, como el asesinato en El Cairo en 1944 de Lord Moyne, el ministro británico para el Medio Oriente, llevado a cabo por la banda terrorista judía Lehi. Y esta misma banda terrorista asesinó en Jerusalén en 1948, al mediador de la ONU, el conde sueco Folke Bernardotte. Y posteriormente en 1995 se produjo el asesinato de Isaac Rabin, el primer ministro que había firmado los Acuerdo de Oslo con los palestinos, perpetrado por un joven fundamentalista israelí, que atravesó los sucesivos cercos de seguridad como si no existieran.
Los principales “padres fundadores” de Israel, como Chaim Weizman, David Ben Gurion, Levi Eshkol, Menahem Begin, Ytzhak Shamir, Ehud Barak, Ariel Sharon, Shimon Peres, pertenecieron a organizaciones terroristas judías. Y algunos de ellos como Begin, hasta el final de sus días se jactaban públicamente de ello. Hasta que el terrorismo islámico mostró una potencia lamentablemente superior, con la aparición de los suicidas, ante lo cual Israel comenzó a denostar lo que antes había practicado.
https://www.nodo50.org/pretextos/isrrael1.htm
https://elpais.com/diario/1978/10/28/internacional/278377209_850215.html
Netanyahu bendecido por la violencia
En las elecciones de junio de 1992 se impuso en Israel el Partido Laborista, liderado por el premier Isaac Rabin. Quien llevó adelante los acuerdos de Oslo firmados en 1993, con el objeto de reconocer al estado palestino. Lo que hizo que la oposición nacionalista y fundamentalista que aspira al Eretz Israel (Una Gran Israel, que abarque toda la Palestina) se inflamara al extremo. Acusando a Rabin de traidor, y autorizando algunos de sus religiosos a usar la violencia contra él.
Meses previos a la elección de Rabín, en el marco de la agudizada campaña electoral, en marzo de 1992 se perpetró en Buenos Aires, donde reside una de las mayores comunidades de origen judío, el atentado contra la embajada de Israel, que costó la muerte de 29 personas y 242 heridas. Y luego en el año 1994, a la par que reaparecían en Israel los atentados suicidas atribuidos a fundamentalistas palestinos, sucedió la voladura de la AMIA en Buenos Aires, en la que se registró 85 personas muertas, y más de 300 heridas.
Ver Los misterios de las voladuras de la AMIA y Embajada de Israel
Atribuidos ambos atentados a terroristas suicidas, que sería el sello del fundamentalismo islámico, no obstante que hubo pericias que informaban que se trató de una explosión interior. Estando ambos edificios casualmente en refacción, con la introducción pocos momentos antes de supuestos materiales de construcción. No existiendo además evidencias contundentes de la existencia de los coches bombas que caracterizan al terrorismo islámico.
Ver AMIA: Defensora oficial (1) demolió la tesis del coche bomba y terrorismo islámico
Ver AMIA: Defensora oficial (2) la explosión fue en el volquete e internamente
Estos atentados conmocionaron la opinión pública en Israel, especialmente a sus sectores nacionalistas y fundamentalistas, que redoblaron su encono contra Rabin. Y al año siguiente se produjo el magnicidio de este, por parte de un joven fundamentalista israelí, que atravesó los sucesivos cercos de seguridad como si no existieran.
En este caso la violencia, haya sido interna o externa al pueblo judío, tuvo un claro beneficiario. El sector nacionalista y fundamentalista religioso, y especialmente Benjamín Netanyahu. Quien de esa manera en mayo de 1996, llegó a ser el primer ministro más joven de Israel. Para lo que fueron decisivos los dos atentados suicidas que sucedieron en Israel en marzo anterior, atribuidos a Hamás.
A la par que esa sucesión de atentados que llegaron a su clímax con el asesinato de Rabín, en la práctica lograron congelar sine die el problema palestino, como si este no existiera. El que actualmente prosigue agravándose incesantemente, con la ocupación de las tierras palestinas en Cisjordania, en búsqueda del Eretz Israel.
Pero esa bendición de la violencia, si cabe el oximorón, a favor de las aspiraciones políticas de Netanyahu, estuvo lejos de agotarse allí. Porque por medio de ella, concretada con sucesivas masacres perpetradas en la Franja de Granza, Netanyahu volvió a encaramarse en el poder en el año 2009, y se mantuvo allí hasta ahora.
Pudiendo observarse con horror en el siguiente cuadro, la coincidencia cronológica de las elecciones parlamentarias en las Netanyahu resultó ganador, con previas masacres perpetradas en la Franja de Gaza. Como si estimulando el odio al adversario o enemigo palestino, este fuera el argumento decisivo para poder ganar las elecciones en Israel, al que ahora Netanyahu estaría intentando emplearlo nuevamente.
Por otro lado, además de la descomunal asimetría que tienen militarmente los contendientes, existe otra también de índole descomunal. Consistente en que los palestinos aceptan la inmolación, mientras que los israelíes quieren hacer una guerra postmoderna sin muertes.
Y como se puede apreciar en el cuadro, la proporción de bajas en las distintas masacres perpetradas por Israel en la Franja de Gaza, se ha hecho cada vez mas equilibrada. Al pasar de 102 en el 2009, a 87 en el 2012, y 32 en el 2014, siendo hasta ahora en la actual masacre de 16. Por lo que el efecto político electoral de esas masacres es de presumir que ha ido descendiendo.
Lo que se habría reflejado en la cada vez mayores dificultades que encontró Netanyahu, para formar gobierno después de ellas. A lo que se suma ahora los disturbios que existen en distintas localidades israelíes, por el enfrentamiento entre árabes israelíes y fundamentalistas judíos, fomentados por un Netanyahu desesperado, que parecería estar jugando con fuego dentro de un polvorín.
Las masacres en el Gheto de Gaza, la Masada palestina
En el año 2005, como consecuencia de la resistencia desplegada por Hamás, Israel se vio obligado a retirar unilateralmente sus tropas de la Franja de Gaza, y a los colonos que en ella residían. Luego en el 2007, tras haber sido elegida democráticamente Hamas como autoridad en ella en el 2006, desplazando a Al Fatah, Israel dispuso un bloqueo por tierra, mar, y aire en la Franja de Gaza, como castigo a la población civil por haber concretado esa elección.
Reviviendo así paradojalmente, el sitio al gheto de Varsovia que padecieron los judíos en Polonia. Con la diferencia que este duró solo dos meses, y la Franja de Gaza ya lleva 168 meses, o sea 14 años.
La respuesta desde Gaza frente a ese sitio y embargo de bienes, que configuraba un acto de agresión, fue el lanzamiento de cohetes artesanales desde allí, construidos con rezagos de cañerías, que se cobraron dos víctimas fatales israelíes. La respuesta israelí a ello, fueron ataques aéreos y misilísticos, y asesinatos selectivos, que cobraron cientos de víctimas.
A la par que ajustaba el bloqueo sobre Gaza, prohibiendo enteramente la entrada y salida de personas. Y racionando elementos de primera necesidad, como alimentos, medicamentos, agua, y combustibles.
Pero ante la persistencia y el perfeccionamiento de la cohetería artesanal palestina, Israel emprendió a principios de 2009, bajo el gobierno de Kadima, encabezado por la premier Tsipi Livni, el operativo militar aéreo y terrestre, denominado “Plomo fundido”. En el cual tanto Livni como Netanyahu competían para ver el cual era el que expresaba el discurso más brutal, en contra de Hamás y los habitantes de la Franja de Gaza.
Con dicho operativo Israel devastó la infraestructura de Gaza, con la destrucción total de miles de edificios, la mayor parte de ellos residenciales. Este conflicto provocó por entonces el mayor número de muertos en los últimos 40 años del conflicto árabe-israelí. 14 de ellos israelíes, once soldados y tres civiles. Y 1.434 palestinos, 960 civiles, y 288 menores de dieciocho años.
Sin embargo después de esa enorme destrucción, pese a la cual no pudo “liquidar” a Hamas, como era su intención, Israel ajustó aún más el cerco, para multiplicar las penurias de la población civil palestina, prohibiendo incluso el ingreso de materiales indispensables para la reconstrucción de lo que había devastado.
https://es.wikipedia.org/wiki/Conflicto_de_la_Franja_de_Gaza_de_2008-2009
Invirtiendo los roles históricos, Israel transformó así a Gaza en una nueva Masada. La gesta que llevaron a cabo los zelotes judíos a principios de la era cristiana, resistiendo durante años en la colina del mismo nombre el bloqueo romano, para finalmente suicidarse en masa, antes de ser doblegados por estos. Como un retorno a esos tiempos, Gaza se convirtió en un agujero negro en el planeta Tierra, ni siquiera las noticias podían o pueden salir de allí; y el mundo se entera censuradamente de ellas, a través de la prensa israelí.
Posteriormente en noviembre de 2012, siendo nuevamente primer ministro Netanyahu, Israel llevó contra Gaza la “Operación Pilar Defensivo”. Originada por el asesinato de un joven palestino en el interior de Gaza, por parte de la tropa israelí que controlaba su cerco. Y la situación fue escalando con el asesinato del jefe militar de Hamás Ahmed Yabari, y el lanzamiento de cohetes desde Gaza a las poblaciones israelíes cercanas.
Respondidos por Israel por miles de ataques desde el aire y el mar, que no solo devastaron la infraestructura civil, sino que además afectaron a escuelas y centros de prensa extranjeros. Al terminar el operativo se contabilizaron 2 muertos y 97 heridos del lado de Israel, y 174 muertos y 1.077 heridos de lado palestino.
https://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Pilar_Defensivo
Tres años después, en julio de 2014, Israel comandada nuevamente por el premier Netanyahu, llevó a cabo la “Operación Margen Protector”, tras atribuir infundadamente a Hamás el secuestro y asesinato de tres adolescentes judíos en Cisjordania.
En este caso la operaciones israelíes no solo consistieron en el bombardeo desde el aire y mar de Gaza, que eran respondidos desde Gaza con los clásicos cohetes, sino también con una invasión terrestre. Contando incluso para ello con el apoyo de EEUU y el Reino Unido, con el objetivo de “desmilitarizar la Franja de Gaza”.
Lo cual además de una nueva devastación de la infraestructura de Gaza, con ataques a hospitales y escuelas refugio de la ONU, deparó la mayor cantidad de muertos hasta ahora, en este conflicto con la Mesada Palestina. Al resultar muertos 66 soldados israelíes, 1.306 heridos, y cinco civiles muertos. Y 2.310 palestinos muertos, de los cuales el 70 % eran civiles, y 11.500 heridos.
https://es.wikipedia.org/wiki/Conflicto_entre_la_Franja_de_Gaza_e_Israel_de_2014
La mayoría de países latinoamericanos se solidarizaron con Gaza. Chile, Perú, El Salvador, Brasil y Ecuador llamaron a sus embajadores a consulta. Y el portavoz de la cancillería israelí Yigar Palmor, al ser entrevistado por la cadena CNN, deploró esas medidas, afirmando que era «decepcionante» que Latinoamérica «de la espalda» a Israel. Por esa razón Israel procuró seguidamente “conquistar” Latinoamérica, con el ostensible apoyo en sus países rectores a la llegada de nuevos gobiernos, con franca empatía para con él.
Ver Jair Messias Bolsonaro presidente de Brasil, una súper producción israelí
Por su parte la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, acusó a Israel de cometer «crímenes de guerra y violar la Convención de Ginebra y el derecho internacional» al atacar hospitales y escuelas, y expresó que como «fuerza ocupante» tenía la obligación de brindar asistencia a los palestinos.
Tras esa declaración, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH) acordó realizar una investigación por los hechos acaecidos en la Franja de Gaza, con el envío de una comisión para investigar posibles violaciones de los derechos humanos y crímenes de guerra cometidos por Israel.
A la que lógicamente, las potencias occidentales se encargaron de desbaratar, prolongando así la afrenta a los derechos humanos que representa actualmente el Gheto de Gaza y la situación en Palestina. A la par que, con un grado extremo de hipocresía, se erigen como críticos del tratamiento que dan a sus minorías las potencias asiáticas, que hoy acechan a la hegemonía occidental.
A su vez la situación en la Franja de Gaza, como si le faltara algún ingrediente a ella, se ve aún más complejizada, con el descubrimiento de yacimientos de gas frente sus costas, que Israel procura explotar a toda costa. Pero que legalmente conforme el Derecho del Mar, pertenecen a los palestinos.
Ver La demencial guerra de los gasoductos pasa por Siria, atizada desde Qatar y por Occidente
Mientras que el premier Benjamín Netanyahu, para sostenerse en el poder y eludir el accionar de la justicia, y la perspectiva de ser un nuevo ex primer ministro israelí cumpliendo pena de prisión por corrupción, emplea a la Franja de Gaza como un polígono de tiro, como ya lo ha hecho otras veces, para poder lograr esos miserables objetivos personales. Pero no obstante como aprendiz de brujo, que en lugar de aguas y escobas moviliza odios y violencia, quizás en esta ocasión ha movilizado fuerzas que no pueda controlar.-
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