El primer intento de la obra de los grandes gasoductos cordobeses, contratada con la UTE compuesta por IECSA, la empresa de los Macri; Andrade Gutiérrez, la mega constructora brasileña emula de Odebrecht; y Britos, la empresa de Horacio Miró, quien era sindicado el Lázaro Baez del gobernador De la Sota, se fue complicando cada vez mas por los conflictos entre el cordobesismo y el kirchnerismo. A la par que se pagaban anticipos que nadie sabe donde fueron a parar. Se multiplicaban las offshore y los negocios comunes entre el cordobesismo y el grupo Macri. Y se malversaban los dineros recaudados que podían destinarse a esa obra. Agravándose así cada vez mas el malestar por parte de la mega constructora brasileña, anticipando un macabro final cuyos detalles se brindarán en una próxima nota.
Por Lázaro Llorens 20-11-2019
Desde hace cinco años, este portal, al comienzo en absoluta soledad, viene dando cuenta de la oscura trama de relaciones económicas y políticas que hay entre el cordobesismo encarnado por los caudillos José Manuel de la Sota -ya fallecido- y Juan Schiaretti, con el actual presidente Mauricio Macri, líder de Cambiemos y, según algunos, líder de la futura oposición.
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Las últimas de estas investigaciones se publicó hace 14 días con el título La trama de negociados que explica el contubernio entre Macri y Schiaretti (I): La offshore de De la Sota y otras. En ella, STDP, en exclusiva, revelaba la empresa offshore que tiene el fallecido ex gobernador De la Sota en Brasil, en la ciudad de Bahía, feudo de Odebrecht.
Y cómo, esa offshore podría estar vinculada con la primera versión de la ultra polémica obra de los gasoductos troncales de Córdoba. Que fue licitada en el 2008 en 252 millones de dólares, y que con acusación de pago de coimas mediante y denuncias de todo tipo en la justicia, Schiaretti se las adjudicó a un Unión Transitoria de Empresas, (UTE) conformado por la controvertida constructora brasilera Andrade Gutierrez; IECSA de la familia del presidente Macri; y Britos S.A del empresario Horacio Miro. Sindicado de ser el “prestanombre” o “testaferro” de De la Sota.
Fue en ese contexto de componendas y acuerdos, cuando el primero de febrero del 2011, al comienzo del año administrativo, en la ciudad de Bahía Brasil, feudo de Odebrecht, eterna compinche de Andrade Gutiérrez, el candidato a gobernador De la Sota, junto al abogado brasilero Clovis da Silva Andrade Junior, registraron la offshore “Capivara Empreendimentos E Participacoes Ltda.”, especializada en negocios inmobiliarios. Modalidad con la que se acostumbra a disimular el pago de coimas.
Con una confianza plena, dos días después, en Córdoba, el 3 de febrero del 2011, sin tener aun los avales firmados del gobierno nacional, Schiaretti firmó un acta acuerdo con la UTE Andrade Gutiérrez – IECSA – Britos, mediante la cual le otorgó a la UTE un anticipo financiero de 36 millones de pesos, equivalentes entonces a nueve millones de dólares, para que avancen con el proyecto de las obras. Fondos públicos que nadie sabe cual fue su destino, dado que dichos trabajos nunca se realizaron.
Seguidamente el 21 de febrero, luego de regresar de Brasil con su flamante offshore Capivara, el caudillo cordobés hizo declaraciones públicas, llenando de rosas y mieles el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner con los cuales hasta hacía poco estaba enfrentado. “El gobierno nacional ha hecho cosas buenas que yo las valoro: el empleo ha crecido, han mejorado los salarios, la actividad económica creció” dijo De la Sota. Cuyas palabras inmediatamente fueron levantadas por los diarios kirchneristas como Página 12.
Tras cartón, el 27 de abril del 2011, como lo publicó Streeptesaedelpoder.com Horacio Miró, dueño de Britos S.A., sindicado de “testaferro” de De la Sota, integrante de la UTE de los gasoductos, junto a su esposa Nélida Adriana Medaglia, registraron en Florida, Miami, Estados Unidos -otro paraíso fiscal- la offshore MILO INCO INC, cuyo documento pueden verse seguidamente.
Ver EXCLUSIVO: Horacio Miró, señalado de ser “testaferro” de De la Sota, tiene cuatro empresas offshore
Ver Tinelli y Milani los poderosos amigos de Miro, el “testaferro&” de De la Sota
Mientras tanto, como estaba acordado, en junio de ese mimo año, el Banco Central de la República Argentina y el Ministerio de Economía (Mecon) autorizaron al gobierno de Córdoba a poner como garantía la coparticipación federal de impuestos para poder llevar adelante la millonaria obra de los gasoductos. Quedando como último trámite el aval del Banco de Nación Argentina, que debía emitir las letras de cambio para avanzar con las obras.
En paralelo, el por entonces gobernador Schiaretti, primero despegó las elecciones para gobernador de las presidenciales de ese año, que iban a ser en octubre. Luego, astutamente, para medir la popularidad del kirchnerismo, que tenía como única favorita a Cristina Kirchner, las fijó para el 7 de agosto. Una semana antes de las PASO presidenciales, que se desarrollaron el 14 de agosto, las primeras de la historia argentina.
Con toda esta rosca, un ventoso 7 de agoto del 2011, finalmente De la Sota se impuso frente a su histórico archirrival, el hoy macrista Luis Juez, con el 42% de los votos. Con lo cual, la obra de los gasoductos financiada por el BNDES gozaba de buena salud. Fue esa misma noche cuando, envalentonado por los resultados, el líder del peronismo cordobés, en su primer discurso público, ante todo el país, anunció el nacimiento del“cordobesismo. Corriente política conservadora con eje exclusivo como centro del universo a Córdoba, que hasta el día de hoy perdura con el liderazgo de Schiaretti.
“Hoy nace el cordobesismo” arengó un efusivo De la Sota, entre globos celestes que decían “José Manuel se va para arriba”. “Primero soy cordobés después peronista, hay que dejar de lado disputas feroces, somos un gran país pero hay que dejar de lado las divisiones, peronismo, radicalismo, kirchnerismo, para buscar algo mejor, más grande para todos” concluyó mostrando cierta distancia del gobierno.
Sin embargo, este primer cordobesismo duró poco. Una semana después, la actual candidata a vicegobernadora del Frente de Todos Cristina Kirchner, se impuso en las PASO presidenciales con el 50% de los votos, quedando cerca de un amplio dominio del Congreso con la mira puesta en la reelección.
Esta victoria también se dio en la provincia de Córdoba, nido de De la Sota, donde por primera en su historia, sin la lista del peronismo, Cristina ganó con el 35% de los votos. Hecho único que no se volvió a repetir. 15 puntos menos que a nivel nacional. Mientras que la “lista corta” del flamante gobernador De la Sota, que en las presidenciales había sacado un 42%, cayó a un 7%.
Con este espaldarazo electoral, y por las necesidades mutuas, dado que el plazo para conseguir los avales vencía en tres meses, las relaciones entre De la Sota y los K se reencauzaron nuevamente. Y apenas dos semanas después, el 2 de septiembre del 2011, la empresa Gestión y Desarrollos Inmobiliario S.A. (GDISA S.A), vinculada con Miró, en una operación denunciada ante la UIF como lavado de dinero por diputados de la oposición de Córdoba, le compró a IECSA de la familia Macri, el 40% de las acciones de Madero Urbana S.A.
Una empresa inmobiliaria que por ese entonces estaba construyendo el lujoso complejo edilicio Torres Art María, en el selecto barrio de Puerto Madero, en la Ciudad de Buenos Aires, nido ecológico de Macri, en la calle Camila O’Gorman 375, con una facturación estimada en 180 millones de dólares, a la que los amigos de De la Sota, la adquirieron en ¡11 millones de dólares en cuotas!
Sin perder un minuto, ese mismo día, Roberto Walter Poplawski, ex alto funcionario de De la Sota, socio de Miró y accionista de la constructora Britos S.A., integrante de la UTE de los gasoductos, se incorporó como “director suplente” de Madero Urbana S.A que hasta el día de hoy sigue siendo los Macri, en representación de GDISA S.A.
También lo hizo, como “director titular”, Ramiro Sosa Navarro, a actual director del Banco de Córdoba, hijo del actual ministro de Obras Públicas y Financiamiento de Schiaretti, contador Ricardo Sosa. El funcionario de más estrecha confianza del gobernador contador Schiaretti, que lo acompañó a lo largo de su gestión pública, habiéndose desempeñado entre otros puestos como presidente del Banco de Córdoba, Secretario General de la Gobernación, Ministro de Inversión y Financiamiento, etc.
O sea puestos relacionados con las finanzas y la obra pública, que a principios de este año al escuchar algunas quejas de integrantes de la Cámara de la Construcción de Córdoba, dijo que “se quejan de llenos”, como quien conoce de sus empachos. Con lo cual, hombres del estrecho riñón tanto de De la Sota (Miró – Poplawski) como de Schiaretti (Ramiro Sosa) quedaron como socios de la familia Macri, estando todos ellos relacionados con la obra de los millonarios gasoductos brasileros. Sociedad que hasta el día de hoy perdura.
Esta operatoria fue denunciada en el 2017 por los legisladores Juan Pablo Quinteros (Cambiemos), Liliana Montero, (ex juecista) y Aurelio García Elorrio (conservador vecinalista), ante la UIF por posible lavado de dinero y pago de coimas. Denuncias que la UIF (Unidad de Información Financiera) tan diligente para avanzar contra opositores y sindicalistas, cómo estaba la familia presidencial de por medio, no se habría animado a investigar.
“A través de diferentes actos jurídicos aparentes, la empresa IECSA SA, cedió acciones de la empresa “Madero Urbana S.A” a la empresa “Gestión y Desarrollos Inmobiliarios S.A”, cuando tenemos fundadas sospechas de que en realidad se pudiera estar escondiendo el pago de un soborno transnacional y el posterior lavado del dinero proveniente de la coima, vinculada a la adjudicación de la principal obra pública de la Provincia de Córdoba, cual es la obra de gasoductos troncales, a la Unión Transitoria de Empresas formada por la brasileña “Andrade Gutiérrez” y las empresas argentinas IECSA SA y Britos SA” dice textualmente la denuncia presentado ante la UIF.
En defensa de esta escandalosa denuncia, ante el diario La Voz del Interior, el funcionario de Schiaretti Ramiro Sosa, socio de los Macri, suelto de cuerpo se limitó a decir: “Mi participación estuvo vinculada al desarrollo del proyecto inmobiliario en sí; es decir, su desarrollo comercial y su estructura de financiamiento”. Y aclaró que el proyecto “nunca tuvo relación de ningún tipo con Córdoba y menos aún con los gasoductos troncales”.
En una concatenación de hechos increíbles, al otro día de esta denunciada compra de acciones de Madero Urbana por parte de los amigos del flamante gobernador cordobés, el 3 septiembre, a un mes y pico de las elecciones, en un hecho único, De la Sota y Schiaretti, con una patética carta acordaron bajar su “lista corta” de legisladores que encabezaba el dirigente peronista Carlos Caserío.
Baja que con la que implícitamente, se le garantizaba más legisladores nacionales leales a Cristina Kirchner, de cara a su re-reelección presidencial, a cambio de la firma de los avales por parte del Banco Nación para la obra de los grandes gasoductos.
“Apostamos al diálogo, a las coincidencias y a una buena sintonía en la relación entre la provincia y el gobierno nacional. Demostramos con este gesto, la firme decisión de apostar a una relación madura y seria, en beneficio del bien común entre Córdoba y la Nación“, decía el comunicado que llevaba sólo la firma del actual senador albertista Caserio.
Aun así, este “gesto” del cordobesismo no trajo grandes réditos. El 23 de octubre del 2011 se desarrollaron las elecciones para presidente, donde finalmente Cristina Kirchner, acompañada por Amado Boudou, se impuso a nivel nacional con el 54% de los votos. 4 puntos más que en las PASO. En Córdoba, por su parte, la lista de Cristina sacó apenas 37%. Dos puntos más que en las PASO, a pesar de tener supuestamente todo el apoyo del aparato del cordobesismo. Una diferencia de 17% respecto al resultado nacional. Más amplia que en las PASO, donde la diferencia era de 15%.
Pelea con los K
Estos resultados no conformaron a las huestes de Cristina Kirchner, que si bien había logrado una contundente reelección de su líder, no alcanzó para controlar el Congreso y alcanzar una reforma de lo Constitución, en busca de la re-releeción de Cristina en el 2015, como soñaban algunos de sus fieles seguidores.
Y fue a partir de esos menguados guarismos, cuando la relación entre el peronismo cordobés o cordobesismo y los K se pudrió totalmente. Se cortaron todos los puentes. Quedando De la Sota y Schiaretti en una situación muy comprometida, dado que según la ley provincial N° 9652, la autorización para tomar el crédito con el BNDES, poniendo como garantía la coparticipación, y hacer la obra de los gasoductos, por la cual ya se habían dado un anticipo financiero de 36 millones de pesos, o nueve millones de dólares, tenían plazo hasta el 10 de diciembre del 2011. Es decir ¡45 días!
Sin embargo, si hay algo que caracteriza políticamente tanto a De la Sota como al gringo Schiaretti es su tenacidad. Y exactamente un mes después, el 23 de noviembre del 2011, antes de que el Gringo terminara su mandato, la legislatura cordobesa, controlada por el cordobesismo “mano de yeso”, aprobó la mega ley Nº 10.012. Mediante la cual, con una treintena de artículos se modificó el código tributario, ocho leyes provinciales y se creó –como gancho- el “Fondo para Financiamiento del Sistema Educativo”.
Con en esta ley ómnibus, en su artículo 31, se prorrogó hasta el día 10 de diciembre de 2015, cuando terminaba el tercer mandato de De la Sota, la autorización para tomar el crédito con el BNDES, en los términos y condiciones que habían sido aprobadas en el 2009 por la ley Nº 9652. “Prorróganse hasta el día 10 de diciembre de 2015 las disposiciones contenidas en el artículo 4º de la Ley Nº 9652” dice textualmente el mencionado artículo.
Pero además con esa ley ómnibus, para garantizarles dineros frescos e inmediatos a la UTE Andrade Gutiérrez – IECSA – Britos, que desde cuatro años esperaba arrancar con las obras, modificando el aspecto principal del contrato, se dispuso mediante su artículo 20, que a partir del 2012 los gasoductos troncales se podían financiar con el Fondo Rural para Infraestructura y Gasoductos, con que también se financiaría el sistema educativo de Córdoba. Es decir, todo el dinero ya no lo pondría el BNDES, sino también el campo cordobés.
“El Fondo Rural para Infraestructura y Gasoductos tendrá la siguiente afectación para la anualidad 2012 y siguientes: a) La construcción de gasoductos troncales y demás obras de infraestructura tendientes a la promoción, fomento e impulso del sector, y b) La integración del Fondo para el Financiamiento del Sistema Educativo de la Provincia de Córdoba -Ley Nº 9870-“ dice textualmente el artículo.
Por este fondo, creado en el 2008 por ley Nº 9456, y que se cobraba a mediante una tasa en la misma boleta del Inmobiliario Rural, según denuncias de la oposición, se llegaron a recaudar 260 millones de dólares. Es decir el mismo monto que salían las obras de los gasoductos troncales que debía financiar el BNDES con sus complicadas condiciones.
Su destino inicial era la construcción, a través de constructoras y consultoras “amigas” del gobierno, como GUBA S.A. de Horacio Busso, Alcón y Newen de Roberto Daniel Martín, gasoductos regionales y las estaciones reductoras, que luego se empalmarían a las red gasoductos existentes y troncales, de los cuales, en el caso de estos últimos aún no se habían puesto un caño. Todo un delirio.
“Si tenemos en cuenta lo que se recaudó desde la vigencia de la LEY 9456 hasta el momento hubiese alcanzo para hacer los gasoductos troncales… Si calculamos lo que se recaudó de la vigencia de la ley el dinero fue suficiente – U$S 262 millones- como para terminar la obra” detalló en agosto de 2014 un informe técnico de Néstor Eduardo Roulet, ex -presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez) y ex funcionario de Macri. Sin saber que detrás de este fondo había todo un mega negociado político que llegaba hasta la familia de su líder político. 
2012: se destapa la cacerola
Aprobada la ley Nº 10.012 todo parecía mejorar para De la Sota y Schiaretti. Pero, sucedió lo inesperado. El domingo 11 de marzo del 2012, apenas arrancado el tercer mandato de De la Sota, el diario cordobés La Voz del Interior, propiedad del grupo Clarín, publicó una nota titulada “La Consultora Millonaria” escrita por su prestigioso periodista de investigación Sergio Carreras. En ella, Carreras denunció una serie de irregularidades y corrupción en las obras de los gasoductos regionales que estaban llevando adelante, empresas vinculadas al gobierno, gracias al millonario “Fondo Rural para Infraestructura y Gasoductos”.
“Aunque el gasoducto está paralizado y las empresas constructoras hace mucho tiempo que no reciben un peso, hay una consultora que sigue muy activa y cobrando todos los meses. Se trata de Newen SA, que desde 2006 viene siendo contratada por el ente intercomunal que integran los 10 intendentes involucrados en el gasoducto de las Sierras Chicas” detallaba el periodista de La Voz. Quien además destapaba que el dueño de esa consultora era Roberto Daniel Martín, ex secretario de Planeamiento y Desarrollo Energético e Infraestructura del gobernador Schiaretti, a cargo de las obras de los gasoductos troncales y regionales.
https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/consultora-millonaria
“La presidenta de la consultora al momento de asumir Martín en la función pública, era la esposa de éste, Liliana Beatriz Ferro. Ella se retiró y en la actualidad figura como presidenta la ingeniera mendocina Jacqueline Schkop, que no respondió los llamados de este diario, y como responsables técnicos, los ingenieros Marcelo Arias y Gustavo Herrera” agregó Carreras.
Sin saber que poco tiempo después, el ingeniero Arias que el mencionaba en su nota, aparecería muerto flotando en el Rio Sequía, a plena luz del día, frente la casa de gobierno El Panal, habitada por el gobernador De la Sota. Siendo este hecho, que parece ser un notable y macabro mensaje mafioso, junto otro crimen directamente relacionado con una altísima funcionaria del gobernador De la Sota, y un asalto a los propietarios formales de la constructora Britos SA, ejecutados todos en el mismo día, el último acto antes de la caída del telón, del primer intento por parte del cordobesismo, de llevar adelante la obra de los grandes gasoductos troncales. Cuyos trágicos detalles se ampliarán en una próxima nota de esta serie.
Al otro día de publicada esta nota, el lunes 12 de marzo, a primeras horas de la mañana, el legislador Ricardo Fonseca del Frente Cívico, presentó una denuncia penal contra el ex gobernador Juan Schiaretti, el ex ministro Hugo Testa, y el titular de la consultora Newen, Daniel Martín, entre otros implicados. Por los supuestos delitos de violación a los deberes de funcionario público, defraudación calificada, administración fraudulenta, y asociación ilícita en obras por 58 millones de pesos.
Además de al mandatario cordobés, a quien no le cayó nada bien esta denuncia penal, ni el artículo de La Voz del Interior, fue a los muchachos de Andrade Gutiérrez. Dado que, mientras ellos en cuatro años no había visto casi dólar alguno, De la Sota y Schiaretti, luego de quedarse con una offshore en Brasil y una empresa inmobiliaria en Puerto Madero, no solo no habían podido sacar la obra de los grandes gasoductos adelante. Sino que a su vez desde el 2008 estaban haciendo negocios con otras constructoras amigas, en otras obras de gasoductos, solventados mediante un fondo millonario, que en un futuro recién se conectarían a los gasoductos troncales. Toda una locura.
Rápido de reflejos, sabiendo que el escándalo podía ser neutrónico, el 26 de marzo del 2012, 15 días después, el gobernador De la Sota firmó los decretos 192/12 y 193/12, autorizando la salida de la empresa Britos SA, propiedad de su operador Miró, de la UTE de los gasoductos. Luego de la venta de su participación de supuestamente solo de un 3% según el mismo decreto, de su participación a las empresa Andrade Gutiérrez y IECSA.
De esta manera, gracias a estos dos decretos, que también llevaban la firma del actual vicegoberador electo Manuel Calvo, como ministro entonces de Agua, Ambiente, y Energía, el enredado y millonario contrato de los gasoductos troncales quedó solo en manos de los brasileros y la familia Macri. Estos últimos, a su vez, socios de Odebrecht en Brasil y en la Ciudad de Buenos Aires, en la megamillonaria obra del Soterramiento del Tren Sarmiento, también implicada en el Lava Jato.
Ver Video: El cordobesismo amarillo PRO y su corrupción estructural con la obra pública
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