Resultado elecciones: Macri dibujó su balotaje y los Fernández desperdiciaron plebiscitarse

Nuevamente las encuestadoras le erraron feo, y lo mismo las bocas de urna. Tras las elecciones provinciales en Mendoza, Stripteasedelpoder advirtió tempranamente que la mano no venía como estas decían. La cual acorde el tradicional cuento de la liebre y la tortuga, le permitió a Juntos por el Cambio, profundizando la grieta y explotando el […]

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Nuevamente las encuestadoras le erraron feo, y lo mismo las bocas de urna. Tras las elecciones provinciales en Mendoza, Stripteasedelpoder advirtió tempranamente que la mano no venía como estas decían. La cual acorde el tradicional cuento de la liebre y la tortuga, le permitió a Juntos por el Cambio, profundizando la grieta y explotando el voto religioso, dibujar un seudo balotaje en el escrutinio provisorio, lucir una derrota digna, y conservar la primera minoría en Diputados. Mientras que el Frente de Todos se durmió en los laureles y desperdició la oportunidad de triunfar con una mayoría absoluta o plebiscitaria, lo cual seguramente incidirá durante su mandato  para bien o para mal.

Por Redacción – 28/10/2019

Tras la elección provincial para elegir autoridades en Mendoza, el 1 de octubre Striptease publico la nota con título Alerta para los Fernández: dura derrota de La Cámpora en Mendoza ¿aparece el voto religioso?, que a la luz de algunos post, no cayó muy bien en algunos lectores de Stripteasedelpoder.

La cual no obstante anticipaba la parcial reversión de la paliza recibida en las PASO por parte de Juntos por el Cambio, poniendo nuevamente en evidencia que los triunfos embriagan, y las derrotas enseñan. Al menos para que como en este caso, ella fnalmente no resultara estruendosa.

Tal como parece haberlo logrado el actual oficialismo, que pasará a ser oposición, detentando la primera minoría en la Cámara de Diputados, y la segunda minoría en la de Senadores. Que no es poca cosa, al poder impedir si no cuentan con su consentimiento, la obtención en el Congreso de las mayorías agravadas que exigen ciertas leyes. Precisamente las de índoles más delicadas. Además de intervenir en el estratégico Consejo de la Magistratura.

El sesgamiento del escrutinio provisorio

Yendo de lo superficial a lo profundo, el gobierno de Juntos por el Cambio, además de una recomposición de la paliza, reduciendo a la mitad la diferencia registrada en las PASO, se las ingenió también para dibujar, mediante la manipulación del escrutinio provisorio, un cuasi balotaje.  Al mostrar los resultados electorales de ambas fuerzas políticas enfrentadas, dentro del margen simbólico del 40 %.

En un marco electoral donde por efecto de la polarización y la grieta, las PASO se convirtieron en la primera vuelta, y en consecuencia está paso a ser un cuasi balotaje. Donde el objetivo proclamado durante la campaña oficialista, no era consagrar su propia fórmula, sino impedir que la del Frente de Todos se impusiera en la primera vuelta, superando el 45 % de los votos, para abrir la posibilidad de ir al balotaje.

Cuando es muy probable a la luz de la tendencia de los datos que faltan cargar, que con el escrutinio definitivo, Juntos por el Cambio caiga levemente por debajo de ese guarismo simbólico del 40 %. Y por eso detuvo el escrutinio provisorio a las 2:46 de la madrugada del día siguiente a la elección, cuando aun faltaban escrutar casi un 3 % de los votos. El que acorde los resultados publicados, representa al menos una masa de 800 mil votos pendientes de computar.

Clavando así el resultado de la elección para Juntos por el Cambio, en 37 décimas arriba del 40 %. Tras el permanente descenso que registró a partir del anuncio que a las 21 horas efectuó el ministro del Interior Rogelio Frigerio, que el resultado era 41,42 % para Juntos por el Cambio y 47,21 % para el Frente de Todos. El que a partir de allí fue subiendo hasta superar el 48 %, y seguramente se acercará hacia el 49 % con el escrutinio definitivo. Cerrando así la elección con una ventaja del orden de los diez puntos, que es el otro invalidante para poder llegar al balotaje.

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Ese primer resultado, le hizo exclamar al comunicador ultraoficialista Luis Majul, una frase de antología de la estupidez y obsecuencia humana, al expresar en el canal América: “No es una mala elección de Macri y tampoco de Fernández: para mí es un empate técnico”. Sin apreciar que se trataba de una elección definitiva, no de una encuesta estadística. Donde generalmente se acepta que hay un margen de error de más o menos 3 %.

Al respecto el sesgamiento que hubo en la carga de datos resulta notable. Con el objeto de que esa primera impresión, sea la que quede fijada en la mente del ciudadano común, y a eso se dirigía el estulto comentario de Majul. Sabiendo que no le interesan a nadie los resultados del escrutinio definitivo, que aparecen dos semanas  después.

Ese impacto se manifestó elocuentemente en el silenció que cundió en el bunker del Frente de Todos, y la prudente algarabía que suscitó en el de Juntos por el Cambio. Ilusionados en llegar a un balotaje, con un descenso del guarismo del Frente de Todos, una milésima por debajo del 45 %. El cual con esa primera impresión, no parecía un objetivo inalcanzable.

El actual oficialismo evidencia haber perfeccionado esas triquiñuelas electorales. Ya que algo parecido sucedió en las PASO del 2017, donde el escrutinio provisorio incompleto dio como ganador en Buenos Aires a la candidatura a senador de Esteban Bullrich sobre la de Cristina Fernández de Kirchner. Y tras bailar en el escenario festejando un triunfo inexistente, el oficialismo interrumpió el recuento de votos.

No obstante que era predecible, conforme la tendencia de los números, que Fernández de Kirchner se iba a imponer por pocos votos, tal como lo anticipó Stripteasedelpoder al día siguiente de esa elección. Razón por la qué para evitar esas picardías electorales, el escrutinio provisorio no debería estar en manos del oficialismo de turno, sino de la justicia.

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El siguiente gráfico donde se consigna los resultados que faltan cargar de cada distrito electoral, distinguiendo con color amarillo los que triunfo Juntos por el Cambio, y con color azul los del Frente de Todos, pone en evidencia ese sesgamiento en la carga de datos.

Al estar ubicadas en los primeros doce puestos, los seis distritos en el que triunfo Juntos por el Cambio. Y en los seis primeros puestos, los cuatro distritos con mayor cantidad de electores en los que triunfó Juntos por el Cambio: Santa Fe, Córdoba, CABA, y Mendoza.

Con registros de faltante del 1 % o menores, mientras que en los últimos puestos de la tabla luce el gran elector que es la provincia de Buenos Aires, con un faltante más de cuatro veces superior, del 4,1 %. Además de Corrientes, provincia de la que solo se cargó poco más del 85 %.Macri, Fernández, Frente de Todos, Cambiemos, Juntos por el Cambio, Mendoza, Elecciones 2019, balotaje, congreso, presidente, Presidencia

La polarización frente al Frente de Todos

Por otro lado es notable la polarización que se habría dado, a los fines de impedir el triunfo del Frente de Todos, como se puede ver en el siguiente gráfico. Donde se exponen las diferencias que hubo en la reciente elección en base a los números del escrutinio provisorio, respecto los resultados de las PASO.

En la cual se observa que el Frente de Todos solo aumento 268 mil votos, mientras que Juntos por el Cambio, lo hizo nueve veces más, 2,35 millones de votos. No obstante que los nuevos votantes, que no concurrieron a las PASO, fueron solo 734 mil. O sea solo un 31 % de los nuevos votos obtenidos por Junto por el Cambio.

Resulta evidente en consecuencia, que los restantes votos mayoritariamente a favor de Juntos por el Cambio, salieron del Frente de Izquierda, que perdió 82 mil votos. Del Frente Nos que perdió 227 mil votos. De Unite, que perdió 168 mil votos. De Otros partidos, que no obtuvieron el número de votos para poder concurrir, que fueron 306 mil votos. De los votos en blanco, que disminuyeron en 483 mil. Y de los votos Nulos y recurridos, que disminuyeron en 54 mil. Haciendo así que de esa masa de votos más los nuevos votantes, que suman un total de 2,62 millones, el 90 % haya ido a favor de Juntos por el Cambio, y un 10 % al Frente de Todos.

En tal sentido cabe apuntar que si el Frente de Todos se hubiese ingeniado solo para duplicar este magro porcentaje, y capturar el 20 % de esos aportes de votantes, habría superado la cifra mítica del 50 % de los votos, dando así una categoría de mayoría absoluta o plebiscitaria a su triunfo. Con largos diez puntos de ventaja sobre Juntos por el Cambio, quien habría caído por debajo del 40 %.

Los distritos que ganó Juntos por el Cambio

En las PASO, la única provincia en que se impuso a Juntos para el Cambio, fue Córdoba, además de la CABA. Y ahora en las Generales, el país parece cortado por el medio con color amarillo, en su región más prospera. Dado que Juntos por el Cambió se impuso en Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, además de la CABA.

En el siguiente grafico se puede ver respecto esos seis distritos, la diferencia de votos que hubo entre ambas elecciones, en base a comparar el escrutinio definitivo de las PASO, y el provisorio de la reciente elección.

En el caso de la CABA está le reportó 168 mil votos más a Juntos por el Cambio, y solo 62 mil más al Frente de Todos, con un aumento de 97 mil votos válidos. Los que sumados a la Diferencia negativa de votos que se observa en los restantes concurrentes, más la de quienes votaron a otros partidos que no superaron las PASO, hace una masa de 230 mil votos, de los cuales el 73 % fueron a parar a Juntos por el Cambio, y solo un 27 % al Frente de Todos.

En Córdoba el fenómeno fue aún más acentuado. Dado que Juntos por el Cambio aumentó 371 mil votos, contra solo 20 mil votos para el Frente de Todos, con un incremento de 237 mil votos válidos. Los que sumados a la Diferencia negativa de votos de otros concurrentes, más la de los votantes de los partidos que no superaron las PASO, hacen una masa de 391 mil votos, de los cuales el 95 % fueron a parar a Juntos por el Cambio, y un 5 % al Frente de Todos.

Este fenómeno cordobés se explica groso modo por tres causas concurrentes. Una es el dominio absoluto de la comunicación  que tiene en Córdoba el grupo Clarín, que detenta el principal y ahora único diario, la radio y el canal de televisión mas importante, y el monopolio en las conexiones de Internet. Y el notable liderazgo de opinión que ejerce el locutor Mario Pereyra de Cadena 3, a quién el presidente Macri le propuso ser su vicepresidente, antes de elegir a Miguel Pichetto. Quienes hicieron y hacen un cultivo diario del odio hacia el kirchnerismo, que penetró hasta en las capas mas profundas de la población.

Ver Córdoba: asediados por el grupo Clarín, Cablevisión y Telecom

Ver CADENA 3: millonarios favores entre Mauricio Macri y Mario Pereyra

La otra es la inveterada postura que asumió el gobierno del PJ cordobés, de echarle la culpa de sus problemas al kirchnerismo, explotando un infantil chauvinismo, a la par que desarrollaba una trama de turbios negociados con el macrismo. Y la tercera es la bajísima calidad del liderazgo kirchnerista local, elegido a dedo desde Buenos Aires, mediante presentarse como “soldados de Cristina”.

En Entre Ríos sucedió algo similar, con un aumento de 85 mil votos a favor de Juntos por el Cambio, y de solo seis mil votos para el  Frente de Todos, con un aumento de 46 mil votos válidos. Los que sumados a la Diferencia negativa de votos de otros concurrentes, más la de los votantes de los partidos que no superaron las PASO, hacen una masa de 91 mil votos, de los cuales el 93 % fueron a parar a Juntos por el Cambio, y un 7 % al Frente de Todos.

Por su parte en Mendoza el aumento de votos para Juntos por el Cambio fue de 155 mil, mientras que el Frente de Todos registró una pérdida de 20 mil votos, con un incremento de 41 mil votos válidos. Los que sumados a la Diferencia negativa de votos de otros concurrentes, más la de los votantes de los partidos que no superaron las PASO, hacen una masa de 155 mil votos, de los cuales el 100 % fueron a parar a Juntos por el Cambio.

En San Luis se dio un fenómeno parecido al de Mendoza, pero en menor escala. Ya que hubo 40 mil votos más para Junto por el Cambio, una reducción de medio millar de votos para el Frente de Todos, con un incremento de 26 mil votos válidos. Los que sumados a la Diferencia negativa de votos de otros concurrentes, más la de los votantes de los partidos que no superaron las PASO, hacen una masa de 40 mil votos, de los cuales el 100 % fueron a parar a Juntos por el Cambio.

En el caso de Santa Fe hubo 252 mil votos más para Juntos por el Cambio, y solo 36 mil votos más a favor del Frente de Todos, con un aumento de 163 mil votos válidos. Los que sumados a la Diferencia negativa de votos de otros concurrentes, más la de los votantes de los partidos que no superaron las PASO, hacen una masa de 288 mil votos, de los cuales el 88 % fueron a parar a Juntos por el Cambio.

Distritos amarillos, Buenos Aires, y 17 provincias restantes

Los totales de los seis distritos antes reseñados que Juntos por el Cambio pintó de amarillos, arroja que hubo 1,07 millones de votos más para Juntos por el Cambio, y solo 104 mil votos a favor del Frente de Todos, o sea diez veces menos, con un aumento de 609 mil votos válidos. Los que sumados a los 453 mil votos provenientes de la Diferencia negativa de otros concurrentes, más los 113 mil votos de los partidos que no superaron las PASO, hacen una masa de 1,17 millones de votos, de los cuales el 91 % fueron a parar a Juntos por el Cambio, y solo un 9 % al Frente de Todos.

Por su parte los totales de la provincia de Buenos Aires, que es la gran electora, arroja que hubo 562 mil votos más para Juntos por el Cambio, y solo 62 mil votos a favor del Frente de Todos, con un aumento de 206 mil votos válidos. Los que sumados a los 304 mil votos provenientes de la Diferencia negativa de otros concurrentes, más los 114 mil votos de los partidos que no superaron las PASO, hacen una masa de 624 mil votos, de los cuales el 90 % fueron a parar a Juntos por el Cambio, y solo un 10 % al Frente de Todos.

En los restantes 17 distritos en los que se impuso el Frente de Todos, las sumas son bastante parecidas. Dado que Juntos por el Cambio obtuvo 716 mil votos más, mientras que el Frente de Todos solo receptó 102 mil votos más, con un aumento de 456 mil votos válidos. Los que sumados a los 281 mil votos provenientes de la Diferencia negativa de otros concurrentes, más los 81 mil votos de los partidos que no superaron las PASO, hacen una masa de 818 mil votos, de los cuales el 88 % fueron a parar a Juntos por el Cambio, y solo un 10 % al Frente de Todos.

Las causas de ese sorpresivo resultado

Ese sorpresivo resultado que contradijo las encuestas previas, ha dado sospechas que puede provenir de un fraude en el escrutinio provisorio, contratado con la empresa de mala fama internacional Smartmatic, cuyo sistema tiene una doble vulnerabilidad.

Uno es la extraña conversión de archivos de imágenes TIFF a PDF, que se hace a los certificados electorales antes de la carga de sus datos. Y el otro es la carga del mismo certificado por dos data entry distintos y remotos, que es habilitada de sumarse al cómputo, si un algoritmo determina que sus datos son iguales. Pero también podría hacer alguna otra determinación o picardía, si es diseñada para ello.

No obstante suponer que el presidente y candidato Macri, se sirvió de estos mecanismos fraudulentos para obtener una momentánea derrota digna pírrica, que se vería enteramente desbaratada con el escrutinio definitivo, es atribuirle una categoría de imbécil político, dado que destruiría su carrera y la de Juntos por el Cambio.

Las causas políticas

Descartada en principio esta hipótesis extrema, las causas de ese sorpresivo resultado deben buscarse en la política. Las que parecen ser suficientes para explicar ese fenómeno. Por un lado es una vieja lección  de la vida de que los triunfos embriagan, y las derrotas despabilan, acucian, y  enseñan. Lo cual se ve reflejado en la fábula de la liebre, que confiada se duerme una siesta antes de llegar a la meta, y es sobrepasada por la lenta y paciente tortuga.

En tal sentido resulta evidente que el Frente de Todos, tras la paliza que le propinó a Juntos por el Cambio en las PASO, se durmió en los laureles, confiado en que repetiría el resultado en forma ampliada.

Ante nutridas encuestas que circulaban en los grandes medios, que anticipaban una diferencia de más de 20 puntos, por arriba del 50 %. Por parte de las mismas encuestadoras que antes de las PASO sostenían que existía un empate técnico, y termino con una diferencia de 16 puntos.

Y casualmente esto de dormir al adversario, y hacerle creer que va de banca a la elección y no de punto, es una de las principales recetas que vuelca en sus manuales el gurú electoral de Juntos por el Cambio, Jaime Durán Barba.

Ver “El arte de engañar”: El plan de Duran Barba con el que Macri derrotó a CFK

No obstante que existían encuestas, como la de la firma brasileña Atlas Intel, que pronosticaban un resultado de 49,5 contra 39,6 %, con menos de un punto de error respecto el resultado verificado hasta ahora. La que sin embargo pese a publicarla Bloomberg, los grandes medios no la trascendieron a la sociedad, no sea que hubiese despertado a los líderes del Frente de Todos dormidos en sus laureles.

El otro alerta claro no escuchado, fue la elección a gobernador en Mendoza de fines de septiembre pasado. Donde como lo expuso Stripeasedelpoder en la nota antes mencionada, el sucedáneo de Juntos por el Cambio aumentó 162 mil votos  respecto lo obtenido previamente en las PASO, mientras que el de Frente de Todos perdió 61 mil votos.

El piantavotos del aborto

Habiendo aparecido en esa provincia frontalmente en el último debate televisivo, el divisivo tema de la legalización del aborto. Ante el cual el candidato a gobernador Rodolfo Suarez se opuso frontalmente, mientras que la candidata del Frente de Todos Anabel Fernández Sagasti, lo defendió fervorosamente.

Divergencia que fue rematada en un mitin por el presidente Macri, que dijo que defendía las dos vidas. No obstante haber promovido la discusión de la ley, y sobornado al gobernador Carlos Verna y sus diputados, para lograr su aprobación por un mínimo de votos en la Cámara de Diputados. Seguramente por mandato del FMI y el Banco Mundial, con quien entonces estaba en desesperadas tratativas para tratar de obtener su financiamiento.

Claramente se observó así en las elecciones en dicha provincia, mal que pese, la explotación de voto religioso. En alianza con los evangelistas, que tienen un gran alcance territorial e influencia sobre la clase media baja y baja, mucho más que la de cualquier partido político.

La respuesta a este movimiento táctico por parte del candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, fue propia de lo que Perón llamaba un “piantavotos”. Dado que toreado en el programa televisivo “Corea del Centro” por la periodista oficialista María O’Donell, Fernández fue más allá de la prudente postura que sostenía previamente, de la despenalización del aborto.

Para manifestarse abiertamente por su legalización, y ejecución gratuita a cargo del Estado. O sea a cargo de todos, incluso los que disienten por razones humanistas y morales con él. Sobrecargando además a una salud pública andrajosa, que no alcanza a atender la demanda de los cada vez más amplios sectores rezagados de la sociedad.

El carácter de piantavotos a la delicada cuestión del aborto, se lo asigna la misma izquierda, que financiada paradojalmente por el magnate George Soros, sostuvo ostensiblemente esa bandera durante la campaña electoral, ostentando su candidato Nicolás del Caño el icono del pañuelo verde. La que como resultado de ello, no obstante la grave crisis económica que asola al país, ha perdido en este año electoral a buena parte de sus representantes en el Congreso y Legislaturas.

Ver Los “líderes confiables” argentinos financiados por Soros: de la derecha hasta la izquierda están todos

https://www.lavoz.com.ar/videos/liliana-olivero-estar-favor-del-aborto-es-piantavotos

El descuido en la estrategia de síntesis

Pero el factor esencial de ese resultado, parecería ser el no haber cumplido fielmente tras las PASO, adormitados en los laureles, la inteligente estrategia de síntesis lanzada por la ex dos veces presidenta y candidata a vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner. Consistente en poner a quien había sido su jefe de Gabinete, y luego un feroz detractor suyo, en el primer lugar de la fórmula presidencial.

Para lograr así no solo la unidad del peronismo, sino también brindar una pantalla o blindaje frente al inusitado cultivo del perpetrado diariamente contra Fernández de Kirchner, por parte de los grandes medios con el grupo Clarín a la cabeza. Cuyos periodistas dignos de un estudio psiquiátrico, parecen padecer una obsesiva cristinofobia.

Puesta en evidencia en cada vez que mencionan a ella en sus notas, como loros repiten que cuenta con trece procesamientos y siete pedidos de prisión preventiva. Sin contextualizar que once de esos procesamientos y todas esas prisiones preventivas, fueron emitidas por el juez Claudio Bonadio.

Ver CLARIN prepara la violencia, embellece a Bonadio, exalta a Pichetto, y oculta a Pato Bullrich

Lo cual viola flagrantemente la garantía del juez natural, al resultar inaceptable que todas esas graves causas penales, hayan caído casualmente en sus manos, y no en los otros once jueces federales que se desempeñan en Comodoro Py. Las que además fueron avaladas por una Cámara de Apelaciones integrada anómalamente, mediante manipulaciones en el Consejo de la Magistratura, con otra grave violación a la garantía del juez natural.

https://www.infobae.com/politica/2019/06/06/cristina-kirchner-ya-suma-13-procesamientos-y-7-pedidos-de-prision-preventiva/

Los otros dos procesamientos provienen del juez espejo cómplice de Bonadio, Julián Ercolini. Quien en base a una inusitada pericia encargada a la Gendarmería dependiente de la ministra Patricia Bullrich, logró transformar un suicidio dictaminado por el Cuerpo Médico Forense integrante de la justicia, en un supuesto asesinato.

La mala prensa

La deshonestidad de ese periodismo en su afán de que Macri revierta su desastroso resultado, lo llevó al extremo de violar la ley electoral el domingo de las elecciones. Al publicar un perfil del candidato Alberto Fernández claramente denostativo desde su título, que decía: “El telonero de varios líderes que fue empujado a salir a escena”.

Escrito por la intelectual macrista Pola Olaixarac, que no pertenece al staff del diario Clarín. Y adornado con imágenes del candidato con la denostada ex presidenta, con el marido de esta y Hugo Moyano, y con el jefe de campaña del contrincante de ella, Florencio Randazzo, etc.

https://www.clarin.com/politica/alberto-fernandez-telonero-empujado-salir-escena_0_SPvu_nyY.html

La que venía acompañada como contraste, con un encomioso perfil del candidato y presidente Macri, elaborado por el editor del diario ultramacrista Alberto Amato, con título: “El empresario que saltó a la política y busco popularidad” – De aquella relación conflictiva con su padre al éxito en Boca. De un secuestro a la fundación de un partido político que venció al PJ. Hoy un nuevo desafío”. Adornado con imágenes con un beso de su mujer en primer plano, con la copa en sus manos ganada por Boca, besando a su hijita, y con ella en brazos y su mujer en el balcón de la Casa Rosada, etc.

La línea editorial sostenida por dicho grupo, consistente en maltratar a la candidata a vicepresidente Fernández de Kirchner, sin tratar bien durante la campaña al candidato a presidente Fernández, está ostensiblemente dirigida ahora a sembrar fracturas dentro del Frente de Todos, cultivando la antisíntesis albertismo versus cristinismo.

Con la esperanza de que una ruptura total entre ambos, arroje defensivamente al flamante presidente a los brazos del CEO del grupo, Héctor Magnetto. Con quien Fernández mantuvo estrechas relaciones cuando era jefe de Gabinete del kirchnerismo, y florencian los negocios del grupo.

Para lo cual florentinamente, logró introducir a Vanesa Defranceschi, la esposa de Felipe Herrera de Noble heredero de la dueña de Clarín, que mutó su apellido por el de este, en el bunker donde el Frente de Todos festejaba la victoria electoral. Que son momentos que no se olvidan, y menos aún si quedó fijado en una sonriente foto.

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Presidente electo Alberto Fernández junto Vanesa Defranceschi de Herrera de Noble

El ahora presidente electo Fernández descuidó ese flanco extremadamente sensible, y dándole pasto a las fieras de Clarín, llegó a decir “Cristina Kirchner y yo somos lo mismo”. Y se molestaba cada vez de que uno de sus periodistas lo toreaba, preguntándole por ella. Cuando claramente la idea estratégica hegeliana de la síntesis, era que los Fernández no eran lo mismo, sino sus opuestos, su tesis y antítesis.

Esa idea estratégica tampoco fue seguida fielmente con las candidaturas, lo que explica fracasos electorales, como los de Mendoza, La Plata, y Mar del Plata, donde aparecieron como candidatas “soldadas de Cristina”. Como la citada Fernández Sagasti,  Florencia Saintout, y Fernanda Raverta. Y por otro lado el soldado de Alberto Fernández en la CABA, ajeno al partido peronista, Matias Lammens.

La explotación a fondo de la grieta

El descuido de esa idea central en la estrategia, fue aprovechada a fondo por el presidente y candidato Macri. Quien repuesto del duro golpe recibido, se dedicó a profundizar a fondo la grieta, con una inusitada campaña de odio, no solo contra el candidato contrincante, sino contra sus votantes, a los que pasó a denominar “ellos”.

Ver El plan demencial de Macri dispuesto a incendiar Argentina en pos de una quimérica reelección

Y si bien la grieta se había ensanchado por el kirchnerismo, por la superioridad y desprecio que acostumbra a manifestar hacia el opositor, bajándolo a la categoría animal de “gorila”, Macri y Juntos por el Cambio, la profundizaron al extremo. Presentándose como víctimas del peronismo, porque supuestamente impide terminar sus mandatos a quienes no lo son.

Y satanizando al enemigo como si fuera el compendio de todos los males y desgracias del mundo, llevando así al frenesí la campaña para obtener el voto a favor, mediante la siembra de la animadversión y el odio hacia él contrincante.

Acorde con las recetas de Durán Barba, lo cual explica buena parte de los dos millones y medio de votos adicionales que obtuvo Juntos por el Cambio tras las PASO. Llevando a decir como síntesis al canciller brasileño Ernesto Araujo, que “las fuerzas del mal están celebrando” el triunfo de Frente de Todos.

Acometida por un Macri desesperado por acortar la diferencia de las PASO, no solo por cuestiones políticas, sino también para asegurar su futuro personal ante una Justicia venal. Que ha mostrado taxativamente que ella se ensaña contra quién abandona el poder. Y más si lo hace de mala manera con el rabo entre las patas, como consecuencia de un desastre electoral irremontable.

La victimización y las falsedades de la historia

El asumir el rol de víctima para poder victimizar, es una política dúplice que parece brindar buenos resultados en este mundo, a la luz de las políticas seguidas por EEUU, Israel, y otros países. Aunque ese rol de víctima sea falso e impostado, dado que el último presidente radical que terminó su mandato, no fue Marcelo de Alvear, en 1928. Sino el candidato de la Concordancia, integrada por la UCR antipersonalista y el Partido Conservador,  Agustín Justo, en 1938.

Quién, siendo además general del Ejército, y contando como vicepresidente a Julio Roca, hijo de otro general, gobernó durante lo que se conoce como la “Década Infame”, por el fraude electoral y corrupción que hubo durante ella. Razón por la que ni radicales ni conservadores quieren acordarse. Y recién después como consecuencia de ella, llegó el peronismo, signado en el discurso de Juntos por el Cambio como la bestia negra.

No obstante que los golpes militares, que también arrasaron con dos gobiernos peronistas, fueron también impulsados desde la UCR. Y por supuesto por el Partido Conservador que nutrió de civiles a todos los golpes militares, desde el que derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen en adelante, y del que se nutre hoy Cambiemos. Cuyos integrantes y descendientes simulan llorar como víctimas, tras haber sido notables victimarios.

Por su parte el presidente Raúl Alfonsín y la UCR se pusieron al hombro la agobiante deuda externa originada durante la sangrienta dictadura previa, que fue lo que desquició y llevó a un final anticipado de su gobierno. Tras el corte del financiamiento externo, parecido al que sucede actualmente.

Y lo mismo sucedió con el presidente Fernando De la Rua y la Alianza, cuyo final anticipado derivó en un nuevo default de ella. Y otro tanto sucedió con el presidente Mauricio Macri y Cambiemos. Siendo claramente el culpable de esos finales de mandato exabruptos, no el peronismo, más allá de sus enormes defectos, incongruencias, y defecciones, sino la deuda y los banqueros.

La continuidad o desaparición de la grieta

Lamentablemente, el modo en que se recuperó Juntos por el Cambio tras las PASO, que ayudado por el maquillaje de cómputos sesgados, le dio una apariencia de derrota digna, parecería anticipar que hay grieta para rato. Lo cual haría imposible u obstacularizaria gravemente que Argentina pueda emprender un sendero en el que cunda la armonía y el bienestar en sus habitantes.

Ante lo cual, conforme al dicho “no hay mal que por bien no venga”, cabe una digresión. Consistente en que quizás haya sido mejor para el futuro del país, de que el Frente de Todos no haya llegado a la mítica mayoría absoluta de la mitad mas uno o superior.

La que acorde los antecedentes, históricos suele tentar a quienes gobiernan y sus simpatizantes, a hacerlo coercitivamente, ostentándola ante la minoría. Lo que llevaría a la profundización de la grieta, teniendo como contraparte a Macri como representante de la oposición, con su hierático consejero proveniente del riñón más conservador, Marcos Peña.

El carecer de esa mayoría absoluta, obligaría al novel gobierno a profundizar la política de síntesis, inteligentemente adoptada para llegar al poder. Para desplegar desde allí una cálida política envolvente de persuasión y cooptación de la oposición y sus huestes, en lugar de una de confrontación con ellos.

Para lo cual cuenta con un contexto local y regional muy favorable, por la peronización que se observa en el discurso de Macri y Cambiemos tras la derrota de las PASO. Quienes por primera vez hablaron del bienestar del pueblo, y se vieron obligados a tomar medidas que antes repudiaban. Siendo en consecuencia susceptibles de dejarlos actualmente en orsay ante sus seguidores.

Se suma a ello los sucesos insurreccionales que se desarrollan en Chile, Bolivia, Ecuador, y Venezuela, que muestran que es peligroso engañar al pueblo con expectativas y promesas que no se piensan cumplir, como hizo Cambiemos.

Pero para que ello sea posible, primero resulta indispensable dar una solución creíble, digna, y eficaz, al empleo de la justicia como instrumento para la persecución del adversario político y siembra del odio hacia él. Y que cese el encrespamiento de la sociedad por parte de un periodismo, que es parte esencial de esa maquinaria de escrache y linchamiento mediático del adversario, destinada a fomentar la fractura y división entre los argentinos.-

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