20 años de Cordobesismo: la Córdoba industrial se desindustrializa

Veinte años de “cordobesismo” de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti han deparado que lejos de sus mejores momentos, la industria cordobesa perdiera terreno en la economía de la provincia, frente al avance incesante del sector agropecuario. La transformación productiva que acarrea ese desplazamiento, implica mayor desempleo y desigualdad. En este marco, la […]

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Veinte años de “cordobesismo” de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti han deparado que lejos de sus mejores momentos, la industria cordobesa perdiera terreno en la economía de la provincia, frente al avance incesante del sector agropecuario. La transformación productiva que acarrea ese desplazamiento, implica mayor desempleo y desigualdad. En este marco, la obra pública como herramienta política parece jugar un rol significativo para la paz social mientras ella resulte posible.

Por OTES – Observatorio de Trabajo Economía y Sociedad – 6/8/2019

Recientemente el espacio de trabajo denominado Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (OTES) presentó un informe sobre la situación económica de la provincia de Córdoba, en el que hace una revisión de las principales variables de la economía de la provincia: actividad económica, comercio exterior, empleo, precios y salarios y distribución del ingreso y pobreza; desde 2011 hasta la actualidad.

Este análisis provincial permite observar el impacto de las políticas nacionales en la estructura productiva cordobesa. Lo interesante es que, si bien las políticas adoptadas por el gobierno nacional son en su mayoría de carácter horizontal, el impacto en las provincias dependerá de las particularidades de cada una de ellas.

El informe también deja entrever la capacidad del gobierno provincial para efectuar políticas públicas e incidir en los resultados, esto se refleja en particular en el sector de la construcción donde la inversión pública sostuvo por momentos la caída del empleo total que empujaba el proceso de reprimarización de la economía, entendiendo esta como el retorno hacia una estructura basada en la explotación de recursos naturales.

El cambio productivo

La provincia atraviesa, desde 2011, un proceso de estancamiento y recesión que se expresa con mayor intensidad en la producción manufacturera. Es decir, sin bien existe un marco general donde la actividad económica se encuentra en un cuello de botella, la variable provincial más perjudicada es la industria.

El informe presentado muestra que desde 2011 existe una tendencia hacia el deterioro relativo de la industria. Que hizo que mientras en el 2011 la industria, con una participación del 21% en el producto bruto provincial, significa la principal actividad productiva de la provincia, hoy se ubique ampliamente por debajo de las actividades agropecuarias (23%) representando menos del 15% del producto.

Estos datos agregados, y por momentos demasiado abstractos, podemos visualizarlos mejor con algunos números. La icónica industria automotriz de la provincia de Córdoba, fabricó en 2011 un total de 230.821 automóviles, alcanzando un récord histórico y consolidando al sector manufacturero como el de mayor relevancia en la provincia. En contraste, el año 2018 cierra con 99.156 automóviles producidos, es decir que entre ambos periodos hubo una caída del 56% en la producción de este sector.José Manuel de la Sota, Juan Schiaretti, Cordobesismo, Industria, deindustrializa, desempleo, pobreza, únion por cordoba, PJ, Macri

La contracara del ajuste la personifica el sector agropecuario. A pesar del estado de guerra adoptado por el sector para con la última administración Kirchnerista, el agro se expandió año a año en la provincia, y en el 2015 se transformó en la principal componente del producto bruto geográfico, relegando a la segunda posición a la industria manufacturera.

Esta tendencia se intensifica con las políticas del gobierno macrista, tales como la baja de retenciones, la ampliación de plazos para liquidar divisas, y las fuertes devaluaciones sobre el peso. Estas políticas generaron el contexto adecuado para que el maíz alcance dos cosechas récord en 2017 y 2019; y que la soja, a pesar de un deterioro en su precio, goce de niveles de producción altos.

Estas dos tendencias configuran un proceso de reprimarización de la economía cordobesa, en donde el motor productivo se muda de la industria al agro, movimiento que responde a las voluntades políticas de los gobernantes, tanto nacionales como provinciales.

La lectura que subyace a estas políticas públicas es similar a las que estructura al modelo agroexportador: el país necesita de divisas para crecer, las divisas llegan por el intercambio de bienes y servicios, el intercambio internacional exige sectores de altos rendimientos, el sector más competitivo del país es el agro.

En esta estructura de pensamiento, el sector industrial no solo es poco competitivo, sino que también se lo caracteriza como un consumidor de divisas, en contraposición con el agro que es quien las genera.

Como los incentivos a las actividades agropecuarias son en gran parte antagónicos con los de la industria manufacturera, un cambio de paradigma basado en el modelo agroexportador implica un desaliento a la industria que se traduce en la reprimarización observada.

Valor si, trabajo no

Es claro que consideramos que la reprimarización tiene un efecto perjudicial para el grueso de la sociedad, sin embargo, no hemos argumentado razones. El informe elaborado por OTES nos brinda algunos datos de relevancia para comprender las implicancias del proceso que experimenta la provincia.

Un efecto ampliamente trabajado sobre la reprimarización es el que ocurre sobre el trabajo. Hoy en día, el sector manufacturero representa casi el 20% del empleo privado de la provincia, siendo, junto con el comercio, el sector líder en la estructura laboral. Muy lejos de estos se encuentran las actividades agropecuarias que aportan tan solo el 5% del empleo privado.

 Es decir, si bien el agro y la industria generan en términos de dinero un volumen similar (como expusimos previamente) la producción industrial destina hacia los trabajadores en una proporción de dinero cuatro veces mayor a la del agro.

Con esto queremos decir que, en vista que los desarrollos de los sectores dependen en buena parte de las políticas adoptadas por los gobiernos, el incentivo del sector agropecuario puede resultar en detrimento de las manufacturas, provocando, por las diferentes capacidades de generación de empleo, un resultado negativo el empleo total. En definitiva: apostar a un desarrollo primario de la economía tendrá un impacto negativo sobre el empleo, y Córdoba es un claro ejemplo de esto.

Estas predicciones se encuentran reflejadas en parte en las estadísticas de empleo de la provincia. Entre 2015 y 2018 la industria perdió 3.500 puestos de trabajo acompañando a la caída en la producción que experimentaba el sector. La caída en el empleo no pudo amortiguarse con la producción agropecuaria la cual, a pesar del récord en sus cosechas, presentó una variación cercana al 0% en la cantidad de empleos que genera.

Ver 20 años cordobesismo: el desplome del empleo en Córdoba explica el crecimiento de la pobreza

La Obra Pública

El informe también deja apreciar algunos resultados de las políticas provinciales. La obra pública como elemento dinamizador del empleo fue la clave de estos últimos cuatro años. Mientras que a nivel general la creación de empleo es, por parte de los distintos gobiernos, una deuda más que un haber, el volumen de empleo en el sector construcción creció casi diez veces más que el promedio general.

Esto significó uno de cada tres empleos privados que se crearon desde 2015 hasta acá, pertenecieron a la construcción. Esto posibilitó que los niveles de empleo se mantuvieran relativamente estables durante el último ciclo de gobierno.José Manuel de la Sota, Juan Schiaretti, Cordobesismo, Industria, deindustrializa, desempleo, pobreza, únion por cordoba, PJ, Macri

El aumento del empleo en la construcción tiene su correlato en el consumo de cemento.  El consumo de portland en la provincia creció a tasas que duplicaron al ritmo nacional, y sostuvieron variaciones positivas incluso cuando el consumo de cemento caía en el resto del país.José Manuel de la Sota, Juan Schiaretti, Cordobesismo, Industria, deindustrializa, desempleo, pobreza, únion por cordoba, PJ, Macri

Ya sea por el canal del empleo como por el del gasto, la obra pública tiene impactos positivos pero transitorios sobre el consumo, la producción y el ingreso. Los impactos son de carácter transitorio dado que, al finalizar la obra, el empleo y el gasto retornan a los valores previos, así como el consumo y la distribución. Lo dio dicho puede verse en el último año, donde las variaciones negativas en el consumo de cemento en la provincia triplican a la nacional, y se espera que el empleo (estancado desde mediados de 2018) tenga un comportamiento similar.

Ver INDEC: malestar en el empleo llegó al máximo con Macri y al tope esta Córdoba de Schiaretti

Mejor que mañana

A medida que el efecto de la obra pública se apague, es de esperar que se manifiesten de manera más fuerte los efectos de la transformación productiva ocurrida en la provincia. Así las tendencias negativas sobre los indicadores sociales se verán profundizadas.-

Ver ¡Sensacional!: La mujer del ministro de Economía redujo 11 puntos la pobreza en Córdoba

Ver 16 AÑOS DE CORDOBESISMO DELASOTISTA

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