El nuevo INDEC en sus estadísticas de empleo, informa desde el 2016 para las distintas categorías de ocupados, el porcentaje de demandantes de otro empleo, por estar disconformes con el que tienen. La suma de esos ocupados o sub ocupados demandantes de otro o más empleo, no cesa de crecer, siendo por lo tanto un notable indicador del malestar laboral existente. Que tiene su más alto exponente en el Gran Córdoba gobernada por el “cordobesismo” desde veinte años, donde por tercera vez ha sido reelecto Juan Schiaretti, y donde el malestar laboral supera el 50 % de la población ocupada.
Por Redacción – 10/07/2019
Desde el año 2016 el INDEC en sus informes “Mercado de trabajo. Tasas e indicadores socioeconómicos”, además de dar cuenta de la población activa, la población ocupada, y los desocupados, también informa respecto los subocupados y ocupados demandantes de empleo, y quienes están disponibles para más empleo. Tal como se puede apreciar en el siguiente gráfico correspondiente al 1er Trimestre de 2019, en el que generan la zona violeta que se observa a la derecha del mismo.
Dejando de lado que es realmente un Desocupado, que según el INDEC es el que buscó activamente laburo en el último mes, y no el que se desalentó de hacerlo cansado de tirar curriculums o golpear puertas. Y que se trata de un Ocupado, que según el INDEC es el que ha trabajado al menos una hora en la semana por un pedazo de pan, en las restantes categorías de interés en este análisis dice:
Que la Población ocupada demandante de empleo es la que busca activamente otra ocupación. Que la Población ocupada no demandante disponible, es la que no busca activamente otra ocupación, pero está disponible para trabajar más horas. Que la Población subocupada, es la que trabaja menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y está dispuesta a trabajar más horas. Y a su vez está la subdivide en Población subocupada demandante, que es la que busca activamente otra ocupación. Y la Población subocupada no demandante, que está disponible para trabajar mas hora, pero no está en la búsqueda activa de ello.
De esta manera en su último informe correspondiente al 1er Trimestre de 2019, elaboró un cuadro, referido a la “Presión sobre el mercado de trabajo”, donde la suma de A – Desocupados abiertos (10,1 %) más B – Ocupados demandantes de empleo (17,5 %) más C – Ocupados no demandantes disponibles, arroja un 33,9 %. Cifra que el informe denomina Presión sobre el mercado de trabajo. Aunque este no sea una mercancía como para definirlo de esa manera.
No obstante ese cuadro 1.2 es incongruente con el 2.1 publicado en el mismo informe. En cual como se puede observar seguidamente, la suma de Desocupación (10,1 %) más Ocupados demandantes de empleo (17,5 %) más Subocupación demandante (8,4 %) arroja un total de 36,0 %, y no de 33,9 %.
Si a ese porcentaje se lo refiere no al total de Población activa (Desocupados más Ocupados) sino a la Población ocupada, dado que sobre esta es la que se aplica la presión sobre el mercado de trabajo, el porcentaje sube a un 40 % en los 31 Aglomerados urbanos a los que se refieren dichos cuadros.
Si el mismo cálculo se efectúa en relación a los distintos aglomerados urbanos informados en el 1er Trimestre del 2019, ordenando su resultado de mayor a menor, se obtiene el siguiente gráfico de barras. En cuya cabeza figura ostensiblemente el Gran Córdoba a cargo del gobernador peronista Juan Schiaretti, con un 52,5 % de presión sobre el mercado de trabajo o malestar laboral.
Seguido a continuación por Palpalá – Jujuy, a cargo del gobernador de la UCR – Cambiemos Gerardo Morales, con un 51,6 %. Por Santa Rosa – Toay, a cargo del gobernador peronista Carlos Verna, con un 49,5 %. Por el Gran Mendoza, a cargo del gobernador de la UCR Cambiemos Alfredo Cornejo, con un 48,9 %. Por Salta, a cargo del gobernador y candidato a vicepresidente Juan Manuel Urtubey, con un 47,6 %. Por el Gran Tucuman – Tafi Viejo, a cargo del gobernador peronista Juan Luis Manzur, con un 47 %.
Todos ellos con cifras por encima de Partidos del Gran Buenos Aires, a cargo de la gobernadora del PRO Cambiemos María Eugenia Vidal, que luce un 44,7 %. Encontrándose más abajo el promedio del Total de aglomerados de más de 500 mi habitantes, con un 42,2 %. El Total de Aglomerados urbanos, que como se vio alcanzo un 40 %. Los Aglomerados del interior, con un 37,8 % de promedio. Y el total de Aglomerados de menos de 500 mil habitantes, con un promedio de 29,7 %, muy lejano respecto quienes encabezan la lista.
En el siguiente gráfico se han ordenado a los aglomerados urbanos de mayor en menor, en cuanto el aumento de malestar registrado entre al 1er Trimestre del 2019, y el valor mínimo registrado en el mismo aglomerado previamente a partir del 2do semestre del 2016 en adelante, siendo este el primer trimestre en que el INDEC brinda esa información.
En él se puede ver el enorme aumento del malestar laboral que se registró durante la gestión del presidente Macri, en el gran Mendoza, a cargo del mencionado gobernador oficialista Cornejo, con un 30,3 %. Seguido de Santa Rosa – Toay, a cargo del nombrado Carlos Verna, que también supo tener entendimientos con Macri, con un 29,7 %. Y también en Rio Gallegos, a cargo de la gobernadora Alicia Kirchner, con un 24,4 %.
Seguidamente sobre el rango del 20 %, aparecen Concordia, Cuyo, y Corrientes, a cargo del gobernador de la UCR Cambiemos Gustavo Valdez. Viedma – Carmen de Patagones, Rawson – Trelew, y La Rioja, a cargo del gobernador del Frente Para la Victoria Sergio Casas. Y Jujuy – Palpalá, a cargo del mencionado Morales.
Encontrándose inmediatamente por debajo del 20 % de aumento, el Gran San Juan, del gobernador peronista Sergio Uñac. El Gran Córdoba, a cargo del mencionado Schiaretti. Mientras que en contraste, el promedio de los Aglomerados del interior y Total de aglomerados de menos de 500 mil habitantes, lucen casi solo la mitad, un 10,9 % y 10 %, respectivamente. Y el Total de aglomerados de más de 500 mil habitantes, el Total de 31 aglomerados, y los Partidos del Gran Buenos Aires, solo lucen un 9 %, 8,6 %, y 8,4 %, respectivamente.
En el siguiente gráfico, se puede apreciar ilustrativamente las líneas de tendencia del notable aumento del malestar laboral que se verifica en los aglomerados que encabezan la tabla anterior. Entre los que se destacan el Gran Córdoba del mencionado Schiaretti, por su elevada posición inicial y final. Y el Gran Mendoza de Cornejo, y Santa Rosa – Toay de Verna, por su pendiente de crecimiento y posición final.
Seguidos también por su posición final, por Jujuy – Palpalá del mencionado Morales; Cuyo del mencionado Uñac y Cornejo; y Rawson – Trelew, a cargo del gobernador peronista Mariano Arcioni. Por debajo a partir de una mínima posición inicial, aparecen Rio Gallegos de la mencionada gobernadora Kirchner; Corrientes, del mencionado gobernador Valdez; y Viedma – Carmen de Patagones, a cargo del gobernador Alberto Weretilneck.
Complementariamente en el final de la nota, hay un cuadro donde figura la evolución del malestar laboral de cada uno de los aglomerados urbanos, entre 2016 y 2019, ordenado de mayor a menor con el encabezamiento del Gran Córdoba, en el que se han graficado la evolución de cada uno de ellos.
Cordobesismo o contubiernismo
Es notable que la segunda provincia del país agropecuaria e industrial, que le dio el triunfo a Macri en el 2015 y recién acaba de darle un tercer mandato a Schiaretti, encabece el ranking del malestar laboral. Quizás por esa razón, seducida con la implausible promesa de “pobreza cero”, le haya brindado ese año un 73 % de sus votos a Macri. Quién a su vez se vio ayudado por la desafección del PJ local, en cuanto apoyar la entonces candidatura de Daniel Scioli, como hoy lo hace con la de Fernández – Fernandez.
Y así como los votantes cordobeses creyeron ingenuamente en la utopía de “pobreza cero” macrista, siguen apostando a favor del “cordobesismo” del difunto José Manuel De la Sota y Schiaretti. Quien parece creer que gobernar es hacer obras faraónicas con empresas acusadas de corrupción en la región, y ganar elecciones, y no darle más bienestar al pueblo.
La clave de esta situación es el “cordobesismo” que es el eufemismo del contubernio político que logró implantar con la UCR y otros partidos minoritarios, el difunto De la Sota, y heredó Schiaretti. Anulando así en la práctica con sus pactos secretos a la oposición, que es el germen que nutre la democracia. Los que comenzaron con el ex gobernador Eduardo Angeloz, y siguieron con el actual intendente Ramón Mestre hijo. Quien en el 2011 llegó a la intendencia aupado por el PJ, partido que concurrió dividido con la ex esposa de De la Sota Olga Riutort por un lado, y el PJ por el otro.
Este contubernio fundamental, como en los tiempos del Unicato de los hermanos Marco Juárez y Miguel Juárez Celman -cuñado este último del dos veces presidente Gral Julio Argentino Roca- fue el que le permitió al cordobesismo delasotista reformar la Constitución Provincial. Y a partir de allí, violando la representación proporcional, se quedó con el control de la Legislatura, no obstante haber sido solo la primera minoría. Y por carácter transitivo, pasó también a controlar el Consejo de la Magistratura y la Justicia provincial.
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Y ante la crisis de periodismo, también pasó a controlar a los medios, con el reparto de la pauta oficial. Quedando así constituido el contubernio cordobés como una nueva oligarquía que disfruta de las pitanzas del poder. Llegando el PJ y la UCR a repartirse a la rusa, sin poner un peso, obscenos negocios directamente relacionados con el poder, como la recolección de basura, y los sistemas de transporte.
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Además de compartir contratistas de obras públicas comunes, que como es tradición en esta actividad, aseguran el retorno hacia la política de ingentes dineros, mediante las coimas que en la Docta Córdoba se llaman “aforos” del 20%.
Este continuado fraude al sistema democrático, hizo de Córdoba un feudo a la altura de las provincias más pobres y con menos recursos del país, donde aparecen mandamases que por largo tiempo logran instalarse en el poder. Disimulado en el caso de la Docta Córdoba, con el matrimonio o animal político de dos cabezas, De la Sota – Schiaretti. Quienes se han sucedido mutuamente en sucesivos mandatados de cuatro años, y ya van para los 24 años, en lo que podría considerarse no la Década Infame, sino el cuarto de siglo infame cordobés.
Un cuarto de siglo, en que Córdoba no solo se empobreció democráticamente y culturalmente, sino también económicamente, y por eso pese sus riquezas, luce los peores indicadores laborales y de pobreza del país.
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Esta lumpenización cordobesa se puso estruendosamente de manifiesto con la huelga policial de fines del 2013, oportunidad en que la ciudad de Córdoba sufrió una de las jornadas más negras de su historia, con saqueos como nunca antes se habían visto. Protagonizado por la periferia del Gran Córdoba, hundida en la marginalidad, la mala vida, el descontento laboral, y la pobreza.
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Mientras que el narcotráfico señorea en todo el ámbito provincial, y del Arsenal de la Central de Policía desaparecían armas de guerra por millares, sin que el Gobierno pudiera dar una explicación de esto, las que habrían ido a para a las mafias del crimen en Brasil.
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Esta es la Córdoba del cordobesismo contubernista, que ahora por orden del gobernador Schiaretti lleva para las elecciones presidenciales una “lista corta” de diputados, para que supuestamente defiendan a los cordobeses. Diciendo como el presidente de EEUU Donald Trump, “Primero Córdoba”, sin advertir que el chauvinismo es el último recurso del infame.
Cuando en realidad es para que defiendan los negocios y planes del contubernio cordobesista, y para darle una mano el presidente Mauricio Macri, quien intenta una más que dificultosa reelección. Con quien el gobernador Schiaretti ha compartido negocios non santos desde mucho tiempo atrás. Y por eso siguen bailando juntos, aunque con ambos a los cordobeses les vaya cada vez peor.-
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