Si hay algo que no abunda en esta posmodernidad líquida, llena de tabúes políticamente correctos, son los librepensadores, que parecen ser una categoría de antaño. Por esta razón Stripteasedelpoder les brinda un espacio, más allá de compartir o no con sus puntos de vista. En esta ocasión publicamos una entrevista realizada a Martín Benegas Ortega, analista político y activista por las libertades civiles, quien dice que hay muchos liberticida disfrazado de liberal, entre ello el presidente Mauricio Macri.
Por Mario Martinetti – 25/6/2019
Mario Martinetti (MM) ¿Cómo definirías al gobierno de Macri en su relación con las libertades civiles? ¿Hemos perdido libertad en estos 4 años?
Martín Benegas Ortega (MBO): Me atrevo a decir que el de Macri es el gobierno más liberticida desde el regreso de la democracia. Atravesamos un contexto mundial signado por una férrea vigilancia contra la ciudadanía, un fenómeno cuyo inicio podríamos ubicar luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando los gobiernos del llamado “occidente liberal y democrático” encabezados por Estados Unidos, iniciaron una campaña sin precedentes contra la libertad y los derechos individuales al que Argentina no fue ajena.
En este contexto el gobierno de Macri ha resultado un cómplice oportuno para el poder global y especialmente nefasto en tanto que intensificó los avances autoritarios iniciados por gobiernos anteriores, utilizando para ello a la inefable Patricia Bullrich en su último rol de ministra de “seguridad”. Recordemos que esta señora de familia acomodada pululó por todo el espectro político desde su militancia montonera, pasando por el menemismo y luego por la Alianza para luego formar un partido testimonial absorbido por Cambiemos.
Bullrich profundizó las políticas de inteligencia interior iniciadas por el carapintada Sergio Berni; intentó poner en marcha el proyecto de vigilancia masivo por medio del software israelí Pegasus; intensificó el control urbano a través de la instalación de “cámaras de seguridad” con reconocimiento biométrico en todo el país; reinventó la controvertida “ley antiterrorista” para perseguir tuiteros, indígenas, movimientos sociales y a virtualmente cualquier opositor con la excusa de preservar la seguridad del Presidente Macri; recrudeció la persecución de delitos sin víctimas disfrazando de “grandes golpes contra el narcotráfico”, la detención de punteros barriales y personas dedicadas al autocultivo; y bajo la excusa de la “lucha contra el contrabando” perpetró persecución de humildes bagayeros que se ganan la vida cruzando mercancía en las fronteras.
Finalmente, bajo su impronta de permisividad hacia los excesos policiales , se recrudecieron los casos de gatillo fácil y las “muertes dudosas” como en los casos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Por no decir que se implementaron todo tipo de controles internos como la obligación de registrar con un código de barras el equipaje de los micros de larga distancia, la obligatoriedad de instalar cámaras en el transporte público de pasajeros, y la prohibición de levantar pasajeros en la ruta. Más la implementación del caballito de batalla de la progresía liberticida a nivel global, regional y local: la “lucha contra la violencia de género” en base a la sistematización de falsas denuncias y el fin de la presunción de inocencia y el debido proceso para todos los argentinos.
De allí nace su proyecto orwelliano para el Registro Nacional de ADN, bajo el pretexto de combatir a los violadores. Lo peor de todo es que lo hace definiéndose a sí misma como liberal, un insulto a la inteligencia de cualquiera que tenga una mínima idea de lo que se trata el liberalismo. No exagero al decir que se trata de la ministra más siniestra desde López Rega . Para resumir, en un mundo que lleva cuanto menos veinte años de espiral liberticida la Argentina de Macri acelero su incursión a la era del totalitarismo de avanzada.
MM: Precisamente se considera a la Ministro de Seguridad Patricia Bullrich y al precandidato presidencial José Luis Espert los dos referentes del riñón liberal en la política argentina. ¿Cómo entiende usted su posicionamiento ideológico?
MBO: Bullrich es el paradigma del pseudoliberalismo. Es una versión caricaturesca del estereotipo que los argentinos tienen de un liberal: Alguien de clase alta o clase media aspiracional, estirada, que habla “con una papa en la boca”, que asiste a reuniones de canapés en clubes exclusivos, donde se codean con sus pares mientras discuten como combatir la pobreza con el capitalismo, pero sin los pobres.
En los hechos Bullrich es sostenida por la para estatal fundación Friedrich Naummann de Alemania, una entidad que se propone como promotora de políticas, liberales pero en realidad se dedica al lobby de holdings germanos como Siemens. Con el auspicio de esta ONG, la ex montonera fue nombrada vicepresidente de la “Internacional Liberal” , una burocracia internacional que aglutina una fauna variopinta que incluye a todo el arco político de lo “aceptable”. Desde neoconservadores y socialdemócratas, todos unidos en la defensa de la plutocracia y los privilegios estatales a las grandes empresas, en resumen una forma de mercantilismo exacerbado y prédica atlantista .
Con respecto a Espert, si bien ha hecho buenos diagnósticos económicos y critica con razón el endeudamiento del país, es un personaje que solía afirmar no creer en la política partidaria, y ahora lo tenemos metido de lleno como candidato a Presidente. Alguien que afirmaba estar en favor de la legalización de las drogas para terminar con el negocio de los narcos, y ahora propone crear una DEA Argentina… critica a Bullrich por ineficiente pero alaba su “protocolo policial” que es una invitación a fusilar civiles.
Tampoco se ha pronunciado por ninguno de los atropellos mencionados anteriormente. Es más, critica a Diego Santilli por “no saber nada de seguridad”, pero no hizo mención a la propuesta hitleriana del registro de ADN, mientras se pasea por la Organización Sionista Argentina dando claras muestras de su alineamiento con una teocracia militarista y genocida. Otro charlatán que profana el nombre del liberalismo para su rédito político y personal.
MM: ¿Por qué cree que este gobierno no es económicamente liberal?
MBO: El gobierno se endeudó compulsivamente para mantener el dólar y una bicicleta de especulación financiera. No bajo un ápice el gasto público, que recién ahora se ve apenas licuado por la devaluación. Sigue robando con la obra pública, y se jacta del escarnio por ejemplo a través de la inauguración del famoso “Paseo del bajo”. Reinventaron la emisión monetaria y esquilman aún más al pueblo productivo con una presión impositiva confiscatoria y criminal. No han llevado adelante ninguna medida afín con las ideas de libertad económica, todo lo contrario.
MM: ¿Cómo evalúa la política exterior de Macri?
MBO: La política exterior de Macri se resume en una absoluta genuflexión del país hacia Estados Unidos e Israel, en sintonía con una tendencia latinoamericana de regreso a la Doctrina Monroe. Condenan los abusos del régimen venezolano, mientras se hace la vista gorda con respecto a los crímenes atroces que comete Israel contra la población civil palestina. O se avala la crisis humanitaria de los inmigrantes tratados como delincuentes por el gobierno norteamericano.
Dejaron de lado todo esfuerzo serio diplomático para resolver el tema Malvinas, y se ha cedido a todas las demandas de silencio sobre el tema dispuestas por Gran Bretaña en la relación bilateral. En el ámbito comercial se sigue insistiendo con ese conglomerado de empresarios y gobiernos corruptos disfrazado de pacto de “libre comercio” llamado Mercosur, que sigue condenando a millones de personas a un mercado cautivo en favor de industrias regionales y multinacionales protegidas.
MM: ¿Por qué un gobierno que ganó las elecciones de 2015 con el voto de centro derecha introduce la ideología de género? En base a sus anteriores comentarios ¿Cree que hay una finalidad represiva en las políticas de género?
MBO: Las llamadas “políticas de género” suponen la eliminación de la presunción de inocencia y la igualdad ante la ley, y la virtual transformación de la mitad de la población en sospechosos de convertirse en violadores en potencia. El festival político de las falsas denuncias es transversal y domina todo el espectro político, que puede sacarle fácilmente partido a la hora de perseguir disidentes o disciplinar a los ciudadanos.
Nadie se atreve a cuestionar las nuevas verdades reveladas so pena de ser tachados de machistas, retrógrados, fascistas, etcétera… lo cual supondría una suerte de muerte civil en la realidad distópica que vivimos, de un claro espíritu represivo y totalitario que se configura desde los centros de poder transnacionales.
MM: ¿Hay lugar para la libertad humana en este sistema socio-económico globalizado, o sólo queda en la retórica?
MBO: En un sistema como el actual es cada vez más difícil escapar de las garras regulatorias que se ven potenciadas por los avances tecnológicos. Sin embargo mientras exista pensamiento libre y personas dispuestas a difundir las ideas de la libertad hay esperanza. Es imperioso crear la masa crítica que nos permita cambiar esta realidad sombría.-
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