Los medios oficialistas con Clarín a la cabeza, como dando aspirina a un muerto, salieron a anunciar que por fin Cambiemos había obtenido un triunfo en las elecciones provinciales. Lo cual es una noticia falaz, no solo porque el nombre de Cambiemos no estaba en la competencia, sino porque además el detalle de los números dicen otra cosa enteramente distinta. Revelando la supremacía del espacio peronista, y la estrategia del gobernador Gerardo Morales para cooptarlo y dividirlo de diversas maneras. Apelando a medidas inverosímiles propias de las monarquías del medioevo, como si en eso consistiera la esencia de la política. No obstante recetas semejantes trata de aplicar desesperadamente el gobierno de Mauricio Macri en el orden nacional.
Por Redacción – 11/6/2019
La provincia de Jujuy se podría decir que es la capital de las listas colectoras y las candidaturas múltiples. No obstante que estas han sido recientemente prohibidas para las elecciones nacionales por el presidente Mauricio Macri, aduciendo que “genera confusión en el electorado“, “inequidad entre los competidores“, y porque “conspira contra la emisión de un voto informado y afecta seriamente la calidad del proceso electoral como un mecanismo eficaz de rendición de cuentas y de elección entre alternativas de gobierno” (decreto 259/19).
Sin embargo gracias a ellas el radical Gerardo Morales logró llegar a la gobernación en el 2015, para lo cual según denuncias de la oposición empleo ¡187 colectoras!. Tal como daba cuenta el diario Clarín, superando en más de diez veces las 14 colectoras empleadas por el peronismo en esa elección.
https://www.clarin.com/politica/acusan-ucr-jujuy-presentar-colectoras_0_SkWgSHftPXe.html
Y ahora en base a las mismas colectoras, logró brindarle supuestamente un nuevo y único triunfo a Cambiemos. Usándolas como herramienta para cooptar y dividir a la oposición peronista, mediante brindarle la oportunidad de tener bancas en la Legislatura, en los concejos deliberantes o intendencias, y financiamiento a sus partidos, a cambio de votos para gobernador. Lo cual puede ser suicida para un gobierno, si los vientos llegaran a cambiar.
El resultado de las elecciones para diputados provinciales
Triunfo que en realidad no fue tal, si dejando de lado el artilugio de las colectoras para gobernador, el análisis se ciñe a los votos obtenidos por cada frente para integrar la legislatura provincial. Lo cual pone en evidencia la raquítica representatividad del alter ego o seudónimo de Cambiemos, denominado Frente Cambia Jujuy, encabezado por Morales, que quedó en segundo lugar, con un 20,54 % de los votos del padrón. Detrás del Frente Justicialista encabezado por Julio Ferreyra, que lo superó por centésimas, al obtener el 20,58 % del mismo..
Tal como se puede observar en el siguiente cuadro, cuyos porcentajes están referidos no a los votos emitidos, sino al total del padrón electoral de Jujuy, de 510.732 electores. Atinentes a los frentes o alianzas que superaron el 3 % de los votos válidos escrutados, según los resultados del escrutinio provisorio, escrutadas el 99,17 % de las mesas.
Como se puede ver en el cuadro, la suma de votos para el espacio peronista, llega casi al 45 % del padrón, mientras que el espacio de Cambiemos no llega al 21 %. Lo cual dice que cada diez personas en condición de votar en Jujuy, casi cinco votaron de una manera u otra al peronismo. Y solo dos de cada diez, lo hicieron por la UCR – Cambiemos.
Una muestra de las inmorales artes de cooptación de la oposición practicadas por el gobernador Morales, es el caso de Julio Ferreyra, que encabeza el Frente Justicialista que habría ganado la elección para diputados. Se trata de un viejo peronista de 75 años de edad, que fue designado por Morales como director del Registro Civil. Dando cabida a altos funcionarios de la anterior administración justicialista, que había gobernado a Jujuy durante 32 años ininterrumpidos, y habrían quedado a la intemperie tras el triunfo de Cambiemos en el 2015, si Morales no los acogía en su seno.
No obstante a principios de año Ferreyra renuncio a su puesto, y se decidió a encabezar el Frente Peronista. Poniendo así en aprietos la inmoral estrategia de Morales, que tiene como vicegobernador a otro peronista Carlos Haquim. Quien con su boleta para diputados Primero Jujuy, que para gobernador llevaba la fórmula Morales – Haquim, obtuvo el tercer puesto, con el 11,59 % de los votos del padrón.
Como si esa alianza no fuera suficiente, e imitando las alianzas de las monarquías, en el 2018 el gobernador Morales se divorció de su esposa María Inés “La Mary” Fernández, a la que “indemnizo” con una jubilación anticipada, en su cargo como asesora en el Senado de la Nación, para la que la había designado en el 2012. Para seguidamente contraer matrimonio nada menos que con Tulia Snopek, portadora de un resonante apellido de dinastía peronista jujeña. Llevando de tal manera la alianza y contubernios con el peronismo, hasta la intimidad de la alcoba nupcial.
Y casualmente, como si Morales fuera un moderno Maquiavelo, su flamante cuñado, el senador nacional Guillermo Snopek, hermano de Tulia, desertó del Partido Justicialista, y formó el frente Juntos por Jujuy. A la par que simulaba pelearse con el gobernador Morales, pero atacaba aún más duramente a su compañero Ferreyra. Concretando así una división del adversario, que en definitiva le permitió a Morales renovar su mandato para Gobernador, razón por la que Ferreyra tildó a Snopek de traidor.
El resultado para Gobernador
La herramienta de Morales para disimular esa derrota en las legislativas, y obtener un triunfo pírrico para ser reelegido como gobernador, además de la división maquiavélica del adversario, fueron las listas colectoras, con las que en esta ocasión multiplicó por 38 su candidatura a gobernador. Según se puede ver en el siguiente resumen de las alianzas o frentes, autorizados por la Justicia Electoral de Jujuy.
La que convalidó nueve alianzas o frentes, integrados por 76 partidos en total, a razón de un promedio de ocho partidos por cada frente, y un promedio de menos de siete mil votantes por cada partido político. Y entre esos nueve frentes, se distingue el oficialista 502 Frente Cambia Jujuy, con los 38 partidos que lo integran, aprobados por la Justicia Electoral Provincial, que a continuación se enumeran. Pudiéndose admirar a lo largo del listado, el ingenio puesto para plasmar sus nombres y que estos no se repitieran.
En base a esa escudería o conglomerado de partidos, y la división del peronismo trabajada apelando hasta el matrimonio de conveniencia política, Morales logró renovar su mandato en Jujuy. No obstante que si sus adversarios peronistas se hubieran unido, ese triunfo no sería tal, como se puede aprecia en el siguiente cuadro, basado en los resultados del escrutinio provisorio con el 99,96 % de las mesas escrutadas. Donde los votos de vertiente peronista suman el 35,95 % del padrón, contra el 34,32 obtenido por Morales, con el aporte de un 11,59 % de los votos del peronista vicegobernador Haquim, sin el cual los votos a favor de Morales se habrían reducido a un 22,73 %. Casi al mismo nivel que los obtenidos en la elección para diputados.
Los porcentajes obtenidos por los distintos frentes, están calculados sobre el total de votantes del padrón, a los efectos de evidenciar su real representatividad. Expresando sus guarismos que solo uno de cada tres jujeños voto a Morales para gobernador, mientras que cuatro de cada once lo hicieron por un candidato peronista.
Resultando también notable que la suma del Frente Justicialista con el Frente Juntos por Jujuy, liderado por el flamante cuñado de Morales, Snopek, arroja un porcentaje de votos provisorios de 33,94 %, casi igual 34,32 % obtenido por Morales con el Frente Cambia Jujuy. Lo que muestra la importancia del papel cumplido por el flamante cuñado del reelecto gobernador para dividir la oposición.
Como colofón, más allá de estas astucias florentinas propia de los Medici, se puede decir que el de Morales es un triunfo pírrico, dado que para retener el Gobierno, lo ha hecho a cambio de ceder gobernabilidad. Por lo que en un futuro el gobernador Morales tendrá la inmoral y titánica tarea de seguir comprando voluntades peronistas, hasta que estos adviertan que el negocio es unirse para decirle chau.
La receta de Morales se impuso a la de Durán Barba
Esta receta de Morales, abiertamente en contra de las recetas de Jaime Durán Barba, es la que ha implementado ahora desesperadamente el Gobierno nacional de Cambiemos, con la designación de Miguel Pichetto para integrar la fórmula presidencial con Macri. Cuya fidelidad está asegurada, ya que desde el comienzo del actual gobierno, este se aseguró su docilidad, mediante una auditoria en la ANSES. Que puso en evidencia la picardías perpetradas por su hijo, Juan Manuel Pichetto, como director del cuantioso Fondo de Garantía de Sustentabilidad de dicho organismo.
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De tal manera la elección de Pichetto como vicepresidente de raíz peronista, era previsible con solo analizar su trayectoria desde el comienzo del Gobierno de Cambiemos, en la que se comportó casi como un integrante más de este. Sumado a la alternativa ante la que se encontraba personalmente, de quedarse sin cargo alguno, y tener que volver cabizbajo a la calle como el común de los mortales, después de haber vivido 38 años de la política. Como consecuencia de haber perdido todo predicamento en Rio Negro, y como representante de los gobernadores provinciales.
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Se plasmó así un frente siguiendo la estrategia de Morales, que además de cambiar el nombre de Cambiemos con el nombre a lo jujeño Juntos Para el Cambio, debería completarse con 2.500 partidos o colectoras, si uno extrapola al orden nacional el número de colectoras empleadas por Morales en Jujuy.
Y además sería necesario que Macri se divorcie prestamente de Juliana Awada, y contraiga antes de las elecciones matrimonio con por ejemplo, Graciela Camaño. Y que el hermano de esta, Dante Camaño, aunque este hoy alejado de la política, funde el Partido Justicamañista, para restarle votos al PJ. Mientras que el Partido Justipichetista le brinda directamente su votos a Macri. De tal manera la democracia argentina se ha convertido en un sainete con aires de la Quebrada de Humahuaca.-
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