El feminismo ha sido un movimiento vital que a partir del siglo pasado, ha ido logrando la igualdad de derechos de la mujer con el hombre, que antes era considerada una ciudadana de segunda. Pero últimamente se está expandiendo un feminismo autoritario o iracundo, que parece querer ir más allá e invertir la anterior situación, y hacer que el hombre pase a ser un ciudadano de segunda. Proclamando la rebelión contra el “patriarcado hetero”, no obstante que el malestar profundo de la sociedad proviene de la enorme concentración de riqueza en poquísimas manos por parte del turbo capitalismo financiero, que deprime a la clase media y hunde a la clase baja en la pobreza. Cuyos patriarcas heteros son casualmente los que financian este ultrafeminismo ofuscado, como quien patea un hormiguero para que sus integrantes choquen entre sí, en lugar de enfocarse en sus verdaderos problemas. Nicolás Morás, periodista y presidente del colectivo Libertad y Equidad, expone lucidamente esta situación en la siguiente entrevista realizada por Stripteasedelpoder.
Por Mario Martinetti – 20/3/2019
El viernes pasado, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, se publicó el Manifiesto por la Libertad y Equidad, firmado por la filósofa Roxana Kreimer, el escritor Gonzalo Garcés, el abogado penalista Francisco Oneto, la Dra. Chinda Brandolino y el veterano activista Jorge Rulli, entre otras personalidades. De esta manera aparece en escena una organización que se declara laica, plural y apartidaria, fundada en los principios de la presunción de inocencia y la libertad de expresión y resuelta a enfrentarse con lo que denominan Feminismo Autoritario.
Ver Lanzamiento de Libertad & Equidad en contra del feminismo radical
Conversamos con su presidente, Nicolás Morás. Un comunicador y analista internacional que pese a sus escasos 24 años cuenta con amplia trayectoria en radio, gráfica y televisión internacional (HispanTV, RT, Telesur), autor a la vez de la principal investigación sobre el proyecto de espionaje masivo de la ministra Patricia Bullrich y de la filtración del listado secreto de aliados de George Soros en Argentina.
¿Cuáles fueron los disparadores de esta idea?
Es de público conocimiento que existe una fuerte avanzada contra la libertad de los ciudadanos, amparada en un discurso victimista que carece de sustento empírico. Luego podés discutir hasta qué punto la gente conoce el trasfondo de esta cuestión.
Una gran mayoría sabe poco y nada, y hasta hace no mucho tiempo se mantenía indiferente a esta realidad, la de un feminismo autoritario que cala entre una escueta porción de la población argentina. Fundamentalmente mujeres universitarias de clase media alta en las grandes ciudades, pero que cuentan con el absoluto respaldo de todos los partidos políticos, todos los niveles de gobierno y absolutamente todos los grandes medios de comunicación, que desde Canal 13 a Página 12 sostienen el mismo discurso, calcado, sobre el tema género.
Por esa razón, la de un discurso único y monopólico que no admite disidencia, es aún más difícil que las personas se informen. Pero ya es literalmente imposible que se mantengan ajenas a sus consecuencias sobre la convivencia y la vida cotidiana.
Las falsas denuncias proliferan sin cesar, se multiplican dramáticamente y no puede ser de otra forma dado que hay acciones deliberadas para que así sea, por ejemplo la propaganda de la Caza de Brujas – Línea 144, que por momentos copa todas las pantallas del país.
En Mendoza existe un hacinamiento en comisarías y penales por la sobrepoblación de detenidos por denuncias endebles de violencia doméstica o sexual, la mayoría absoluta sin condena. En Río Negro sucede algo parecido, con 7 mil órdenes de restricción anuales que significan a su vez 7 mil hombres trabajadores expulsados de sus casas y separados de sus hijos, en todos los casos y sin excepción por medidas cautelares que no requieren ningún tipo de prueba más allá del testimonio de la denunciante.
En Capital Federal Larreta se ha jactado, públicamente que gracias a un estudio prêt-à–porter del Observatorio de Género de la Justicia porteña (Diana Maffia=Fundación Ford) que sostiene que una de cada dos mujeres dijo ser acosada en 2017, multiplicó las cámaras de vigilancia de última generación en los subtes y en las calles.
El mismo partido que después de 8 años intentando infructuosamente prohibir a los trapitos finalmente lo consiguió el año pasado, alegando que perturban especialmente a las mujeres. El mismo que persigue la prostitución voluntaria sin descanso, haciéndose eco de esa disque izquierda puritana que se uniforma con el pañuelo verde y grita “al machito machete”. El mismo partido que a nivel nacional lanzó la Ley Micaela, que es un recurso de adoctrinamiento forzoso que consagra a los delirios de género como la ideología oficial del Estado.
Dos inocentes se suicidaron en los últimos tiempos por denuncias falsas a confesión de parte, Agustín en Bariloche y el Dj cordobés. Otros tantos varones fueron empalados o linchados por la turba, al calor de esta hoguera de odio colectivo que casualmente acontece en medio de la peor crisis inflacionaria desde 1989.
Y por supuesto, la prensa no dice nada y al que diga algo, como Etchecopar, que aclaro no me merece una particular simpatía, le intervienen judicialmente el programa en una muestra flagrante de que la censura está más viva que nunca.
Represión y feminismo son dos caras de la misma moneda. Bullrich con el pañuelo verde fué una foto paradigmática que ilustra, repito, lo que ya pocos ignoran.
Quienes venimos advirtiendo este suceso hace años, actuando como David contra Golliat en distintos ámbitos de manera individual, finalmente entendimos que estamos moralmente obligados a unirnos contra esta suerte de despotismo sensacionalista, antes de que sea tarde.
A su vez hay que concientizar y movilizar a esa creciente cantidad de argentinos dispuestos a hacer lo que sea con tal de frenar este espiral totalitario.
¿A qué se debe ese consenso periodístico al que te referís? ¿Lo relacionarías con actores como Soros?
Soros es el más conocido de los lobistas de género. Opera intensamente y no se esfuerza en disimular. A través de una donación fraudulenta a la Open Society inyectó tres cuartos de fortuna en este negocio, porque claramente es el más rentable de su cartera de inversiones.
En su momento compró parte de Netflix para inundar de contenido filo-feminista y LGBT, en un ejercicio de poder blando tan sofisticado que posiblemente Joseph Nye le hubiera dedicado un libro. Y Gramsci otro, en lo que respecta a construir hegemonía.
Pero Soros no es el primero ni el único de los grandes magnates encandilados con las mieles de Progresismo S.A. Ya en los 60s invertieron a mansalva Ford y JP Morgan, que es donde Soros se educa como especulador y conoce el entretelón de la Fundación Rockefeller, cuya operativa se limitaba a Estados Unidos, y el luego imitó e internacionalizó treinta años después.
Es cierto, su lista de amigos argentinos sirve para explicar perfectamente el consenso feminista de las cúpulas partidarias, editoriales y judiciales de nuestro país. Pero no menos que los 200 millones de dólares que el BID le prestó a Macri a condición explícita de que gaste hasta el último centavo en políticas de género.
¿Por qué la Ola Feminista se da en este último lustro y no antes?
Hay que analizarlo como cualquier estrategia corporativa de largo plazo. Fueron décadas de experimentación e incluso de utilización de la Inquisición feminista para distintos fines. Te pongo algunos ejemplos:
A finales de los 60s Ford financia la primera Cátedra sobre géneros en la Universidad de Berkeley, poco después comienzan a extenderse los “estudios de género” por toda Europa e incluso llegan a Argentina, siempre con el sello de Ford.
En esa misma época, Gloria Steinem, que trabajaba sin ocultarlo en el Research Independent Service de la CIA desde 1958, se convierte en protagonista mundial de lo que se denomina “Feminismo de Segunda Generación”.
Mientras el movimiento gay, los Panteras Negras, los hippies y los libertarios de Karl Hess toman las calles de Estados Unidos contra la Guerra de Vietnam, la izquierda feminista se dedica a discutir el Patriarcado.
Diez años más tarde, a través del Lesbian Caucus y sus donantes acaparan el movimiento gay, purgan a sus fundadores con acusaciones de pederastia, domestican a los miembros restantes y los suman al negocio de las prebendas estatales, y ahí surge el espectro LGBT, que entierra una larga historia de lucha por la verdadera libertad, que es integral.
La “Trampa de miel” – Hooneytrapping en inglés –se extiende durante el resto de la Guerra Fría y con posterioridad, como un recurso de inteligencia para obtener información y eventualmente destruir la vida de disidentes o enemigos públicos.
Tal es el caso de Julian Assange, fundador de Wikileaks y enemigo número uno del Complejo Militar Industrial norteamericano y las gestiones de Bush y Obama, que termina recluído en la Embajada de Ecuador en Londres por falsa denuncia de abuso sexual que le hace una joven sueca vinculada, una vez más, a la CIA.
En cuanto a Ford y demás capitalistas privados, por su parte, consiguieron transformar a millones de amas de casa en mano de obra y consumidoras seriales, al punto que Forbes afirma que en la actualidad las mujeres representan el 70% de los gastos de consumo a nivel mundial.
Con la caída del muro, el proyecto globalizador necesita no sólo internacionalizar inversiones, sino también marcos legales y regulatorios, políticas de seguridad, extender el concepto de oposición controlada y muy especialmente, reducir o controlar el crecimiento poblacional, en vistas a que la miniaturización industrial y las nuevas tecnologías destruyen puestos de trabajo con mayor rapidez que los que crean.
El neofeminismo y la ideología de género sirven como vectores para facilitar todos estos objetivos, con el plus de que la guerra de sexos, que es una suerte de guerra cultural entre ciudadanos, blinda a los poderosos. Es un gran foco de distracción, ideal para momentos de crisis. Macri, el gran paladín del feminismo oficial en la región, puede dar fé. Pero también Thatcher en su día, o Zapatero.
Basta con leer las leyes de Gran Bretaña, España y Argentina sobre la materia para concluir que son virtualmente idénticas, y lo que vivimos aquí, ahora, sucede allí hace mucho tiempo, con varios años de ventaja.
Pero el avance de los nacionalistas en Europa, el Brexit, Donald Trump…el propio Bolsonaro ¿No son claves de un cambio de rumbo geopolítico?
Sí y no. He analizado lo que me planteás mucho antes que la prensa hegemónica caiga en cuenta de que el modelo al que está fuertemente asociada se cae a pedazos.
Vos ves la línea editorial de La Nación y la BBC, El País y New York Times, es básicamente la misma: Trump es el demonio encarnado, Bolsonaro es Hitler y además hay que invadir Venezuela, tomar muchos medicamentos de Bagó, agradecerle a Monsanto porque combate el hambre del mundo y deconstruirse como quieren las buenas y nobles feminista, esas revolucionarias que lejos de molestarlos, los ayudan tanto.
Todo esto es parte del paradigma cultural del capitalismo globalizado, indisolublemente ligado a la búsqueda de un gobierno transnacional. Durante muchos años les funcionó, pero la destrucción de empleos que genera la misma tecnología que nos condena a la vigilancia masiva es innegable, y el descontento de los hombres comunes con la dictadura de lo políticamente correcto ha superado con creces a la industria del miedo. Rafael Correa, que no es ni liberal ni anarquista, lo vio claramente.
Ahora ¿Cuán anti-sistemas son Trump y Bolsonaro? Poco y nada. Hay que reconocer algo, Trump es el presidente menos belicista que ha tenido Estados Unidos desde Calvin Coolidge (1920´s). Más allá de que es un orate, se merece mucho más el Nobel de la Paz que Obomba, que finalizó su mandato genocida con 7 invasiones y un promedio de 700 bombas diarias su último año de gestión. Pero por ejemplo en lo que concierne al espionaje masivo via NSA- Google y Facebook, no es muy diferente.
Bolsonaro ni siquiera se dignó a suprimir el orwelliano Ministerio de la Mujer, así que mejor que se calle. Figuras como Bullrich podrían sobrevivir a una derecha desideologizada y progre como la de Macri y reinventarse en un gobierno más bolsonaril. Al fin y al cabo Bullrich es una especialista en reciclarse.
Vos fuiste el primero que reveló el proyecto Pegasus. Sos casi que un experto en Patricia Bullrich. ¿Qué opinás de Espert?
Lamentablemente, sí. Me crié en el ambiente del pseudo-liberalismo argentino, la conocí muy bien de pibe porque pasé parte de mi adolescencia como la joven estrella de la Fundación Naumann, el antro que la patrocinó antes que nadie y le pagó al Partido Liberal Libertario, precursor del que hoy comanda a Espert, para que la apoye como posible intendente de Capital.
Por suerte me curé muy rápido de esa enfermedad y desde entonces, creo, he sido un liberal consistente con la tradición que nos legaron Thomas Paine, Mariano Moreno, Artigas, Henry Thoreau, John Brown y Lysander Spooner. Anti-estatismo es también anti-corporativismo y anti-imperialismo o no es.
Las corporaciones existen sólo y exclusivamente por prebendas estatales en perjuicio de la competencia y los consumidores y el Imperialismo es la máxima expresión de la coerción y la violación de libertades. Bullrich es la más viva antítesis del liberalismo, Espert la sigue de atrás.
Afirmaste que Macri es el principal paladín del “feminismo oficial” o “feminismo institucional” a nivel regional. ¿Un cambio de gobierno traería un cambio de paradigma en las cuestiones de género?
No lo creo. La única alternativa es que la gente se rebele, y es más probable eso a que surja un gobierno dispuesto a desafiar en serio los lineamientos de la élite global.
¿Cuáles son los principales desafíos para L&E de aquí en más? ¿Qué actividades planean realizar en los próximos meses?
Dar la guerra sin cuartel para evitar la reforma macrista-feminista del Código Penal, que con la coartada de Feminismo S.A. planteará la extinción de las garantías para la mitad de los argentinos, los varones, y penas más duras para todos los delitos cometidos o presuntamente cometidos contra mujeres. Más allá de eso daremos charlas por todo el país y estamos contactando con el centenar de voluntarios que en las últimas 48 hs se ofrecieron a colaborar para coordinar nuevos planes de acción.
Como lo pudiste constatar, nuestras investigaciones, son fundadas, independientes, con datos públicos y verificables y siempre sobre el poder real. Su producción lleva días, semanas, hasta meses de trabajo. Y son abordadas con la mayor honestidad, profesionalidad y rigurosidad periodística. Si está a tu alcance, podes colaborar con este periodismo libre, de calidad, sin injerencia de empresas o gobiernos.
Debe estar conectado para enviar un comentario.