El mal trago del gendarme Echazú mintiendo respecto Santiago Maldonado

En una evidente operación de prensa para limpiar su imagen, de la Gendarmería, y el Gobierno, TN entrevistó mansamente al  subalferez Emmanuel Echazú, en un escenario montado en el escuadrón de Gendarmería de Bariloche. No obstante con su lenguaje gestual no verbal, Echazú se encargó de dejar en claro sin ninguna duda que estaba mintiendo, […]

Gendarme Emmanuel Echazú

En una evidente operación de prensa para limpiar su imagen, de la Gendarmería, y el Gobierno, TN entrevistó mansamente al  subalferez Emmanuel Echazú, en un escenario montado en el escuadrón de Gendarmería de Bariloche. No obstante con su lenguaje gestual no verbal, Echazú se encargó de dejar en claro sin ninguna duda que estaba mintiendo, como se puede ver en el siguiente video. Lo cual configura una autodelación de la responsabilidad de Gendarmería en la desaparición de Santiago Maldonado.

Por Redacción – 1-1-2018   

En su conocido libro Cómo detectar mentiras – Una guía para utilizar en el trabajo, la política y la pareja”, Paul Ekman expresa: “Basándonos en nuestras propias investigaciones y en las experiencias que nos han explicado distintos profesionales de los cuerpos de seguridad, tengo plena confianza en lo siguiente:

“Las probabilidades de distinguir con éxito si una persona miente o dice la verdad son máximas cuando: La mentira se cuenta por primera vez. La persona no ha contado antes mentiras de esta clase. Hay mucho en juego, sobre todo si existe amenaza de un castigo severo. El entrevistador carece de prejuicios y no se apresura a sacar conclusiones”… etc.

Y este parece ser precisamente el caso del subalferez Emmanuel Echazú, y las mentiras que vertió ante las cámaras de TN, tratando por primera vez ante la cámara de televisión de dar un punto final a la desaparición de Santiago Maldonado. En un escenario prolijamente armado en el destacamento de Gendarmería en Bariloche, no obstante que pertenece al escuadrón del El Bolsón, con banderita argentina a un costado incluida.

Adonde viajó expresamente el cronista de TN a entrevistarlo, mostrando la importancia que le daban a ella. Con un Echazú prolijamente guionado como si fuera el youtuber Juan Cassette narrando sus peripecias.

El ya clásico libro de Ekman, tiene nutridos capítulos dedicados a “Mentiras, autodelaciones e indicios del engaño. Por qué fallan las mentiras. La detección del engaño a p a r t i r de las palabras, la voz y el cuerpo; Los indicios faciales del engaño. El polígrafo como cazador de mentiras; Verificación de la mentira”, etc.

Pero no hace falta una lectura de ellos, ni la asistencia de un polígrafo detector de mentiras,  para ver que Echazú miente a lo largo de la entrevista. Dado que como dice Ekman: “Con frecuencia, una mentira falla porque se trasluce algún signo de una emoción oculta. Y cuanto más intensas y numerosas sean las emociones involucradas, más probable es que el embuste sea traicionado por alguna autodelación manifestada en la conducta”.

En el siguiente video se puede ver como Echazú, incurriendo inconscientemente en una notable autodelación no verbal, en relación al engaño y las mentiras que estaba diciendo, hace reiteradamente el gesto de tragarse la verdad. Llegando al punto de tener que apelar a beber finalmente un trago de agua, para poder digerir las falsedades que está obligado a decir, por su situación personal, y sobre todo por lealtad a la fuerza que pertenece.

La que a través de la mediación de Echazú como imputado sin haber sido indagado, ha logrado tener un acceso irrestricto a la causa, e incluso aportó peritos. Como si se tratara de un acto de servicio para tratar de limpiar la mancha que para él y la Gendarmería, significó la desaparición de Maldonado días antes de las PASO. Y su sospechosa reaparición en vísperas de las elecciones de octubre.

Aunque el tragarse ese insano secreto le reporte a Echazú convivir con el fantasma de Santiago Maldonado para siempre. Que seguramente lo carcomerá psicofísicamente a largo de su existencia, dado que la emocionalidad a flor de piel que revela su video, hace evidente que no se trata de un cínico canalla, acostumbrado a vivir con las posverdades y las mentiras que abundan en el periodismo y la justicia argentina.

Ekman dice que “una pista sobre el embuste responde al interrogante de si el sujeto está o no mintiendo, pero no revela lo que él oculta: sólo una autodelación puede hacerlo. Con frecuencia, eso no importa. La pista sobre el embuste es suficiente cuando la cuestión es saber si la persona miente, más que saber qué es lo que oculta. En tal caso no se precisa ninguna autodelación. La información sustraída puede imaginarse, o no viene al caso”.

Y en este caso se puede decir que el embuste, que es notable por parte de Echazu, también es una autodelación respecto la responsabilidad que tuvieron él y la Gendarmería en la desaparición del cuerpo del Maldonado del Pu Lof en Resistencia el 1 de agosto de 2017. Y en consecuencia, su reintroducción en el mismo y su aparición supuestamente ahogado en el río Chubut el 17 de octubre de este año.

Al respecto Ekman, cita a Erving Goffman en su obra “Interacción estratégica” donde dice: “Cuando la situación semeja ser exactamente tal como se nos aparece, la alternativa más probable es que sea una farsa total”. Y este parece ser el caso de la desaparición de Santiago Maldonado, iniciado por su muerte por hipotermia en manos de los gendarmes, tras la anómala irrupción de estos en el Pu Log en Resistencia el 1 de agosto.

Lo cual por razones políticas habría derivado primero, en la subrepticia sustracción de su cuerpo del Pu Lof, días antes de las PASO del 13 de agosto de ese año. Y luego su reintroducción en el mismo y su aparición el 17 de octubre, días antes de las elecciones del 22 de ese mes. Actos electorales que resultaban ser cruciales para el partido gobernante, y por ello no podía permitir en manera alguna que ningún hecho conmocionánte o “cisne negro”, conspirara contra sus resultados.-

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