Un video pone en evidencia los escraches por encargo que realizaba el émulo cordobés de Jorge Lanata, Tomás Méndez, y el nombramiento de ñoquis en el Estado como contraprestación de esa faena.
Redacción
El clásico libro “Vidas paralelas” de Plutarco, haciendo una paralelismo entre personajes griegos y romanos, podría tener un capítulo pos moderno con el título “Lanata – Méndez”, basado en las habilidades de ambos para ejercer el linchamiento mediático. Palabra que podría descomponerse como lincha y miento, dado que está basada en medias verdades, exageraciones, ocultamientos de casos paralelos, y reiteraciones, sin permitir que se escuche la otra campana, y que en la jerga periodística argentina se conoce como escrache.
Vocablo al que se le han dado distintos orígenes. Desde la estafa cometida con un billete de lotería falso. O del inglés scratch, raspar, rasguñar. O del italiano scaracio, escupitajo. O del lunfardo, que primero era la fotografía de una cara fea, y luego pasó a romper la cara. O del limosin, pelar, descascarillar, y romper. O del latín sputare, escupir. O del francés, reprochar con malos modos, afrentar, hacer burla y escarnio, decir oprobios. Por su parte el diccionario de la RAE dice que escrachar es un coloquialismo en uso en Argentina y Uruguay que significa, “romper, destruir, aplastar”.
Y esto es lo que hacen tanto Lanata como su imitador cordobés Tomás Méndez, con sus linchamientos mediáticos. Degradación del periodismo que en algunos países se encuentra prohibida, con la definición que se trata de “la difusión de información que, de manera directa o a través de terceros, sea producida de forma concertada y publicada reiterativamente a través de uno o más medios de comunicación, con el propósito de desprestigiar a una persona natural o jurídica, o reducir su credibilidad pública”.
Plutarco con sus “Vidas paralelas” procuraba mostrar el carácter moral de los personajes, basándose en sus anécdotas antes que en sus hechos notables. Dado que “un lance fútil, una palabra, algún juego, aclara más las cosas sobre las disposiciones naturales de los hombres, que las grandes batallas ganadas donde pueden haber caído diez mil soldados”.
O sea que decía algo así, que para muestra basta un botón. Y esto es lo que revela el video, al mostrar las motivaciones secretas del escrache por parte de Tomás Méndez, y de quienes lo practican como Lanata. Consistente simplemente en que detrás de la escena, hay quién paga por ello.
Pero los paralelismos entre Lanata y Méndez van aún más allá. Ya que Lanata fue quién con su diario CRITICA denunció tempranamente en el 2008, la evasión y el lavado de dinero del grupo CLARIN y sus directores, encabezados por Magnetto, y de otros grandes empresas y empresarios. En base a la filtración de Hernán Arbizu, que luego se vio ampliamente confirmada con la de Hervé Falciani o Swisleaks, y la de Panamá Papers.
No obstante Lanata pasó luego a trabajar para el grupo CLARIN. Y no solo se olvidó enteramente de lo que antes personalmente había denunciado con su firma profesional, sino que como una cortina de humo, se dedicó obstinadamente con su programa PPT, a escrachar por los mismos motivos a Lázaro Baez hasta lograr que terminara preso.
Pese que el monto de lo evadido y lavado por este, es diez veces inferior al del grupo CLARIN, según las filtraciones citadas. Y además Baéz bien podría haberse beneficiado con la ley de blanqueo, redactada con nombre y apellido a favor del grupo CLARIN, y otros selectos empresarios.
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Posteriormente, incurriendo en una notable debacle periodística, Lanata se dedicó a escrachar a pirinchos de poca monta. Como los hijos de Luís D’Elia empleados en la ANSES, por carecer de títulos de bachiller. O a su tocayo Jorge Rial, por su supuesta sociedad con Agostino Cuero, cuyos locales fueron allanados por la AFIP.
No obstante haberse presentado este en el blanqueo dictado con nombre y apellido a favor de Magnetto y sus socios, según aseguró públicamente su dueño, Gustavo Arce. Por lo que bien podría describirse la parábola periodística de Lanata, que de elefantes pasó a cazar palomas, con el título “De Magnetto a Agostino Cuero, sacando siempre el cuero”.
Un periplo parecido hizo Méndez. Ya que primero denunció estruendosamente en su programa ADN a quien es considerado el Lázaro Baéz o testaferro de De la Sota, Horacio Miró. Para luego, según lo acreditaron diversos videos, entrevistarse secretamente con De la Sota, y pasar a operar para este como brulote político, para dividir la oposición y dañar a Luis Juez.
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Así Méndez pasó a desempeñarse como concejal en la municipalidad de Córdoba, un destino parecido que en algún momento se le ofreció a Lanata. Y otra coincidencia entre ambos es que Méndez en su programa promocionaba los productos de Agostino Cuero, y se vestía con ellos. Avisos de propaganda que generalmente obtenía, según lo revelaron cámaras ocultas grabadas por el mismo Méndez, no en base a las fortalezas de sus avisadores, sino de sus debilidades. Y luego sorpresivamente Méndez también lo escrachó a Agostino Cuero, vaya a saber con qué motivos o por encargo de quién.
Finalmente la debacle periodística de Méndez culminó, o mejor dicho se arrastró, al escrachar a otro concejal y dirigente de un modesto club de futbol de barrio. Por encargo de un colega en la Liga Cordobesa de Futbol, y presidente de la Agencia Córdoba Deportes, durante el anterior Gobierno de De la Sota. Quién retribuyó los servicios del supuesto testigo empleado para ello, con un puesto de ñoqui en dicha agencia cordobesa. Tal como se puede ver en el siguiente video, que lamentablemente muestra la otra cara del periodismo argentino.
Otros videos de la cara oculta de Tomás Méndez:
“LA TRANZA DE TOMAS MENDEZ Y EL GOBERNADOR DE LA SOTA”
LAS ESPALDAS MAFIOSAS DE TOMAS MENDEZ
Trailer que muestra la obscena corrupción existente en Córdoba
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