La siguiente es una carta dirigida a los editores de CLARIN, Ricardo Roa y Ricardo Kirschbaum, con motivo de una reciente nota del primero titulada “Los que quieren seguir con la grieta”. Señalando objetivamente que más allá del kirchnerismo, otro de los grandes responsables de la mentada grieta, de su profundización y su actual continuidad es el grupo CLARIN. Con el evidente objetivo extraperiodístico de preservar sus mega negocios afectados por el kirchnerismo, cosa que ahora parece estar a punto de conseguir como botín electoral. Poniendo además en evidencia la feroz censura a la libertad de expresión que ejerce en sus foros de noticias, más allá de sus declamaciones públicas.
Estimado Ricardo Roa: una prueba evidente de que CLARIN es uno de los grandes responsables de la grieta a la que Ud. se refiere en su nota “Los que quieren seguir con la grieta” (24/11/15) es el texto de su misma nota, cargada de desprecio y de giros verbales denostativos respecto el kirchnerismo como contrincante.
Pudiéndose asegurar a la luz de las sucesivas ediciones de su diario, recargadas de un anti kirchenrismo ofuscado, y un periodismo carente de rigor y honestidad, que CLARIN es uno de los dos bordes de la grieta. A la que ahora su diario y Ud. dicen querer cerrar, pero que no obstante no se refleja para nada en sus ediciones.
En cuanto al periodismo “militante”, resulta evidente para un observador imparcial que, con profusión de recursos, unos militaban para el proyecto de Cristina, y otros militan para el proyecto de Magnetto. Quien parece haber conseguido su objetivo electoral, en una campaña en la que se desempeñó, junto con Lanata y Carrio, como la fuerza de tareas sucia contra el kirchnerismo. Para que los atildados miembros del PRO pudieran cumplir la consigna de marketing de Durán Barba, de no agredir ni responder agresiones durante la campaña electoral.
Ahora Magnetto evidencia haber cobrado su botín electoral, al haber sido designado Oscar Aguad, el ex director de La Voz del Interior perteneciente al grupo CLARIN, como ministro de Comunicaciones. Que tendrá bajo su férula nada menos que a la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) y la AFTIC (Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), los dos zapatos que aprietan severamente los pies de los negocios de CLARIN. Quién además, olvidando las declaraciones de institucionalidad y República, propone que sus actuales titulares Martín Sabbatella y Norberto Berner, que tienen estabilidad en sus cargos hasta el 2017, sean volados de inmediato de un plumazo de sus puestos, mediante decretos de necesidad y urgencia… del grupo CLARIN.
Esto muestra una vez mas lo sórdido de los intereses en juego, que nada tienen que ver con el periodismo, sino con el sino de los negocios del grupo CLARIN, especializado en encumbrar presidentes para poder expandirlos, o sostenerlos, como es el caso actual. Y así en poco más de medio siglo de un modesto diario, pasó a ser un imperio.
En cuanto a su receta que para cerrar la grieta se necesita mucho cemento “de políticas públicas y libertad absoluta para el que piensa distinto“, con la que evidentemente se trata de justificar una nueva concentración en la propiedad de los medios, lamentablemente esto no se corresponde para nada en la práctica de CLARIN. Como Ud. puede comprobar en las capturas de pantalla adjuntas, donde un post por mi parte con el texto “Sin comentarios” en la nota referida al encuentro entre la Presidenta saliente y el Presidente entrante, fue inmediatamente censurado por su diario, con la excusa “Su comentario está en proceso de moderación”.
Estimado Ricardo Roa: ¿Esta es la liberta absoluta para el que piensa distinto que propone su diario, que me censura hasta los no comentarios? La Argentina desde hace muchos años, particularmente desde el reinado del grupo CLARIN, se encuentra de esta manera ante otro tipo de brecha o grieta, que es que el del dicho al hecho, hay mucho trecho, encontrándose por lo tanto enferma de inautenticidad e hipocresía.
Lo saludo cordialmente
Javier Llorens
Como lo pudiste constatar, nuestras investigaciones, son fundadas, independientes, con datos públicos y verificables y siempre sobre el poder real. Su producción lleva días, semanas, hasta meses de trabajo. Y son abordadas con la mayor honestidad, profesionalidad y rigurosidad periodística. Si está a tu alcance, podes colaborar con este periodismo libre, de calidad, sin injerencia de empresas o gobiernos.
Debe estar conectado para enviar un comentario.