Juan Pablo Ostanelli, ex secretario privado de la Municipalidad de Córdoba, realizó 72 viajes al exterior durante la gestión del actual intendente. Condominios y glamour, escondidos en un patrimonio tan millonario como escandaloso.
Por Lea Ross | @LeandroRoss
Ramón Javier Mestre es el candidato más millonario dentro de la disputa por la intendencia de Córdoba. Si bien una parte proviene del caudal acumulado por su “achanchada” familia, otra parte de parecida proporción proviene de sus bienes materiales. La suma total toca los 10 millones de pesos.
Y aun así, puede haber mucho más de lo que la declaración oficial puede mostrar.
La clave de todo este entramado es Juan Pablo Ostanelli, amigo de confianza de Ramoncito Mestre. Desde el año 2011, este compinche del intendente había ejercido el cargo de secretario privado en la Municipalidad de Córdoba. Hasta que en abril de 2014, renunció a su cargo público en medio del escándalo de la financiera ilegal CBI Cordubensis. Según la famosa y supuesta carta póstuma de Jorge Suau –fallecido en febrero de ese año y último vicepresidente de dicha empresa hoy quebrada-, Ostanelli cobraba 400 mil pesos mensuales para “no controlar la cuenta recaudatoria de la municipalidad y Siemens-Atos”, Esto es en referencia al cúmulo y circulación de dinero provenientes de la recarga de tarjetas de colectivos Red Bus.
La relación entre Mestre y Ostanelli arranca de una amistad llevadera desde hace varios años. En su breve periodo como senador nacional, Ramoncito permanecía amparado de su amigo como su asesor particular. Dato de color: no es la primera vez que Ostanelli asesora a un multimillonario. En 2009, también fue asesor de Roberto Urquía –dueño de la aceitera General Deheza- en su período como diputado por el Frente para la Victoria.
En 2010, Mestre y Ostanelli ya disfrutaban de algún que otro viaje, con el aprovechamiento de sus posicionamientos en el Congreso de la Nación. En particular, los viajes a Santiago del Estero para las fiestas de la Temporada Invernal de Río Hondo, con invitación del radical kirchnerista Gerardo Zamora. En esos viajes, también viajaba el actual vice-intendente Marcelo Cossar.
En junio de 2011, meses antes de que asumieran en el Palacio 06 de Julio, la dupla Mestre-Ostanelli realizaron viajes a Francia. Recibieron 4.400 dólares cada uno para costos de viaje.
En enero de 2012, ya siendo funcionarios municipales, Mestre y Ostanelli arribaron a Villa Carlos Paz a la inauguración del Teatro Luxor, junto con Cossar. Se señala que Mestre arribó en un Porsche deportivo, que estaría a nombre del empresario Federico Máscolo.
Viajes y condominios
El actual vocal del ERSEP, Juan Pablo Quinteros, presentó una denuncia en la PROCELAC contra Juan Pablo Ostanelli por supuesto lavado de activos y con la sospecha que detrás de esto estaría el actual intendente.
Quinteros recuerda que el 04 de abril de 2014, un mes y medio después de la muerte del vicepresidente de CBI, otorgó una declaración testimonial en donde sostuvo que había mantenido conversaciones casuales con Jorge Suau. En ellas, el integrante de CBI le señalaba que Ostanelli le había pedido a la multinacional Siemenes una coima de 16 millones de pesos para permitir la renovación del contrato para la recarga de tarjetas de colectivos. Eso se lo habría dicho en un bar ubicado en el boulevard Chacabuco, en Nueva Córdoba, con desayuno de por medio.
A partir de ello, un ofuscado secretario de Mestre realizó una demanda contra Quinteros, más una serie de medidas cautelares para embargar sus bienes personales, fogoneadas en agosto de 2014. “No es un dato menor que dichas medidas cautelares fueron diligenciadas por el demandante Ostanelli en plena campaña electoral para la elección de gobernador de Córdoba”, señala Quinteros en referencia al proyecto caído de Mestre para disputar las elecciones a gobernador del presente año.
“A raíz de la existencia de esta demanda, es que me vi obligado a ocuparme de nutrirme de los elementos probatorios idóneos para desvirtuar la pretensión del mencionado Ostanelli”, explica el electo legislador juecista, cuya indagatoria se llevó a la denuncia penal.
Con el transcurso del tiempo, el electo legsilador empezó a descubrir una plétora de registeros sobre viajes al exterior e inmuebles de alta gama en el extranjero, incompatibles para alguien que ejerció semejante función pública en “la Muni”.
Según constató Quinteros, Ostanelli adquirió inmuebles en la ciudad de Punta del Este (Uruguay), en el coqueto condominio de las Torres Le Parc, cuya dirección es Rambla Lorenzo Batlle, esquina Franklin Roosevelt., parada 8 Playa Brava. Se sospechará, más adelante, que en ess lujoso establecimiento, con vista al mar, se habrían hospedado la propia familia de Ramón Mestre.
También, la denuncia apunta a que Ostanelli ostenta un número no determinado de inmuebles en la ciudad de Miami, en la costa este de Florida (Estados Unidos). En particular, el condominio Jade Ocean, cuya dirección es el 17.121 Collins Ave, Sunny Isles Beach. Esta adquisición se habría realizado recientemente.
Con estos lujos en el exterior, no faltaba más que haya toda una serie de viajes realizadas por el secretario privado, mientras cumplía sus funciones en la Municipalidad.
Según los registros de la Dirección Nacional de Migraciones, durante la gestión municipal de Ramón Mestre, Juan Pablo Ostanelli realizó 72 vuelos internacionales.
Estadísticamente, entre uno y dos vuelos mensuales. Algunos de ellos, fueron a destinos que están declarados como paraísos fiscales.
En el 2014, a pesar del duro año recibido por la cúpula municipal por el escándalo de CBI, fue el periodo anual de mayores vuelos registrados para ostanelli: 23 viajes en total.
Sobre la distribución de los destinos, hablamos de 11 vuelos totales a Miami, 33 vuelos directos a Uruguay, 6 para España, 14 para Chile, 2 para Brasil, 2 para Paraguay, 2 para Panamá y 2 para Perú. Son ocho destinos distintos, todos durante la gestión municipal de Ramón Mestre, es decir, entre 2011 y 2015.
Uno de los vuelos, en este caso privado, realizados a Punta del Este, contó con la participación de la familia del intendente. Allí, un avión partió desde el Aeropuerto Córdoba el 10 de febrero de 2012. En él, viajaron el flamante intendente Ramón Mestre, junto con su esposa y sus hijos de cinco y seis años de edad, además del propio Ostanelli y su esposa… ¡hasta la mucama de la familia Mestre viajó!
La ficha es muy parecida al escandaloso viaje que realizaron ambos funcionarios, junto con Marcelo Cossar a la fiesta de la empresa ERSA en Corrientes.
El avión es un jet privado, modelo C560, cuya matrícula es LV-AHX, que es de propiedad de la empresa Video Drome SA, cuyo presidente es el empresario cordobés Miguel Ángel Caruso, uno de los zares del juego en nuestro país, dueño de importantes negocios de juegos de azar para casinos a nivel nacional, pero también en Paraguay y Uruguay, lugares donde Ostanelli recurre frecuentemente. Video Drome mantiene la UTE CET junto con el Grupo Roggio para la concesión del juego en Córdoba, con el aval del delasotismo. La familia Roggio, además, fue beneficiada por la gestión de Mestre al aprobar el Convenio Urbanístico para la construcción de los edificios ubicados en Parque Las Heras, en la ciudad capital.
Pero lo más llamativo, es que en los años anteriores, los viajes de Ostanelli no fueron tan recurrentes como lo ha sido en los últimos años. Según se ha constatado, desde el año 1997 hasta el 2010 –un año antes del triunfo de Ramón Mestre como intendente- el mejor amigo de Ramoncito solo realizó 30 viajes en total. Menos de la mitad de los que realizó en el período 2011-2015.
En su declaración jurada actualizada en este año, Mestre asegura que no tiene bienes en el exterior. Sin embargo, el crecimiento exponencial de viajes al exterior, con condominios y todos los lujos, emprendidos por su amigo y ex secretario privado municipal, pone sobre la mesa todo un manto de sospecha de un posible crecimiento de las riquezas oculto debajo de la alfombra.
La gran pregunta será el origen de esos ingresos ocultos. Será la clave en medio de una elección, donde se hacen presentes los gastos descomunales para las campañas, que corren a favor del oficialismo. Y en medio de una gestión en donde reina los negocios y la ausencia de políticas para el bien común.
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