Carta pública a Jorge Lanata y los participantes de la “máquina del fango”

Estimado Jorge: Luego de ver tu programa PPT del domingo pasado sobre la causa judicial del caso Nisman creemos necesario escribirte esta Carta Pública. En su última novela “Numero Cero” referida a la degradación del periodismo, Humberto Eco describe a la “máquina del fango”. Que consiste en tomar detalles mínimos e insignificantes respecto una cuestión, […]

Estimado Jorge:

Luego de ver tu programa PPT del domingo pasado sobre la causa judicial del caso Nisman creemos necesario escribirte esta Carta Pública. En su última novela “Numero Cero” referida a la degradación del periodismo, Humberto Eco describe a la “máquina del fango”. Que consiste en tomar detalles mínimos e insignificantes respecto una cuestión, y magnificarlos mediáticamente hasta el infinito, para enchastrarla o tratar de deslegitimarla.

Esto es concretamente lo que hiciste en tu programa de PPT el domingo pasado. Con la clara intención de sembrar de cualquier manera la duda en la sociedad, ante un curso judicial que se encamina a dictaminar que Nisman se suicidó. Tras haberse desmoronado la absurda hipótesis de magnicidio efectuada por los peritos de Arroyo Salgado, entre otras cosas como consecuencia de la presentación que hicimos ante la fiscal Fein. Donde expusimos el modo y el móvil por el que Nisman se habría suicidado, cuyo resumen se puede ver en los siguientes videos.

http://stripteasedelpoder.com/?p=1076

No nos corresponde defender la actuación de la fiscalía, ni de la policía, ni los errores que puedan haber cometido. Pero como dice Umberto Eco, “se puede mentir mucho diciendo la verdad”. Es posible que haya habido una “multitud” en un baño de dimensiones reducidas, dado que en él solo suele caber una persona, pero eso no invalida para nada la investigación.

Y tal vez sea cierto que hubo alguna impericia en desarmar el arma con un guante ensangrentado, pero hacerle creer a una audiencia incauta que el arma fue limpiada enteramente, mostrando primero su anverso manchado de sangre, y luego su reverso limpio de ella, porque no era la cara depositada contra el charco de sangre, ya ni siquiera es una mentira con algo de verdad. Procurando además afianzar esa falsedad, mostrando que se limpió el reducido lugar de ella donde figuraban sus datos, lo que era indispensable para dejar constancia de ellos en el acta judicial.

También resulta ridículo que escandalizaras a tu audiencia por el hecho de haberse utilizado el papel higiénico del baño para ello, cuando es obvio que estando este limpio y enrollado, era nula la posibilidad de encontrar allí huella alguna. Y que insistieras como si fuera un dato esencial, que en la pistola no había huellas digitales de Lagomarsino, sin aclarar expresamente que estaban las de Nisman. Siendo además difícil saber que sucede en la mente de un suicida, y es probable que al arma la haya limpiado el mismo Nisman, borrando inconscientemente las huellas de Lagomarsino, mientras cavilaba en quitarse con ella la vida.

Es ridículo también que con motivo de la nota de tapa del diario La Nación que se hallaba tirado en el departamento, que aseguraba que la prueba esencial de Nisman era el agente especial que reportaba directamente ante la Presidencia, Ramón Allan Bogado, afirmarás sin prueba alguna que era un agente de inteligencia “inorgánico”. O sea un buchón de barrio, resultando por ende inverosímil que reportara a esos niveles presidenciales. Y en todo caso la denuncia espectacular que deberías haber hecho, sería la de la demencia de la Sra. Presidenta, por haber empleado a un buchón de barrio en sus supuestas tratativas secretas con Irán.

Y luego encontraste el pelo en la leche, o mejor dicho en la sangre derramada de Nisman, como si ese pelo fuera la clave para descubrir un asesinato, que hasta ahora a todas luces se trata de un suicidio, como lo van confirmando las pruebas científicas que se realizan.

Luego la seguiste con la novedad que casualmente tiró ese día el diario LA NACION, que habría habido una intrusión cibernética en la notebook de Nisman cuando este ya estaba muerto, con la que se habría vaciado su contenido, cuando ello no se ha verificado fehacientemente. Pese que el espía Carlos “Moro” Rodriguez te acababa de decir que cibernéticamente se puede hacer cualquier cosa, habiendo sido además confiados esos equipos a la policía Metropolitana de Macri y el espía Fino Palacios.

Dejaste así abierta la posibilidad que la notebook hubiese contenido pruebas ultra secretas, resguardadas por Nisman, pese que no tenía ninguna protección cibernética, para las que estaba contratado Lagomarsino. Así que seguramente en ella no había nada de importancia, salvo que se introduzca a Lagomarsino en la tramoya, cosa que hasta ahora no logró la querella. El que además bien podría haber birlado o borrado tranquilamente esa información en forma remota, tal como dijo que solía hacerlo.

Era por otro lado patético el frontón que realizabas con la periodista Duffard, donde ésta procurando ceñirse a una mínima ética periodística, trataba de expresarse con condicionales o potenciales. Que vos abarajabas en el aire e inmediatamente los transformabas en conclusiones asertivas, para darle bien masticada las conclusiones a un audiencia predispuesta emocionalmente a creerte. Como niños fóbicos ante un adulto que le narra el cuento del Lobo Feroz.

Duffard es una novel periodista, y no deberías abusar de ella como cómplice en la “máquina del fango”, pagándole con un momentáneo brillo mediático. Además deberías haber explicado a la audiencia como PPT obtuvo una copia de un video que es secreto de sumario. Que seguramente fue a cambio de un soborno, como es usual en Argentina. Pero no atinaste a darte cuenta que el mismo video es un testigo fiel del procedimiento judicial. Que va dejando constancia de los pequeños errores que se van cometiendo, para que ellos no incidan ni en el proceso ni en sus conclusiones.

La función la seguiste costosamente, con la entrevista que hizo Fitz Patrick en Estados Unidos a Douglas Farah y Joseph Humire, dos notables integrantes de centros neocons de ese país, abiertamente pro israelíes. O sea algo así como haberle preguntado a Netanyahu que opinaba de Irán. Periodísticamente su valor es doblemente nulo, por de quién vienen, y por ser posturas archiconocidas, publicadas en otros medios.

Pero por si te faltaba algo, la otra fuente que apelaste fue la revista Veja, la misma que denunció las cuentas en el exterior de Garre y Máximo Kirchner, que fueron rebatidas totalmente. La que además se hizo famosa, cuando anunció que se había constatado la existencia del monstruo de Lago Ness, y que se había logrado combinar células animales con vegetales.

Para no vejar a tu audiencia, no deberías haber empleado esa fuente informativa, como hizo el periodista Santoro de Clarín, incurriendo en un papelón, resultando lo mismo que emplear en Argentina a la revista Siete Días. A esta labor seudo periodística desplegada por vos antaño en tu oficio se la denominaba “MANLIBA”, por la empresa que juntaba basura (Mantenga Limpia Buenos Aires).

Y así pudiste llegar a afirmar finalmente, que el motivo del supuesto crimen de Nisman, era el tráfico clandestino de tecnología nuclear con Irán, embarrando así definitivamente tu programa y tu carrera. Ya que si en algo tiene la presidenta Fernández de Kirchner por parte de Estados Unidos es un ¡Muy bien 10 Felicitado! en la cuestión del tráfico nuclear.

Si googleas un poco, o lees la carta pública que le envié a Carrió con motivo de su estrambótica denuncia (https://t.co/kOc32KdTsJ) verificarás que en la Cumbre de Seguridad Nuclear del 2012, el propio Obama recibió en persona a la Presidenta, por haberse plegado sumisamente a la postura de Estados Unidos. Consistente en confiar en manos de este país el control del tráfico nuclear en puertos y aeropuertos argentinos (googlea “Proyecto Megapuertos”) en contra de la postura soberana asumida por Brasil. Por ello la secretaria de Estado Hillary Clinton la elogió personalmente, diciendo que era una “líder en no proliferación nuclear”.

Salvo que creas, como los chicos de La Cámpora, que Cristina es una líder revolucionaria transgresora, capaz de romper con los códigos del establishment nuclear mundial, contrabandeando tecnología o insumos nada menos que con Irán. A la par que votaba afirmativamente las sanciones que el Consejo de Seguridad impuso contra ese país. Nunca deberías haber enunciado esa teoría implausible, sin asidero alguno, salvo las impresentables fuentes de cuarto nivel del lobby neocons proisraelí a las que apelaste.

Un mínimo de seriedad periodística te debería haber llevado a tomar con pinzas esos testimonios interesados, para evitar decir que las cosas caen de abajo para arriba. En el siguiente link puedes encontrar el acuerdo firmado entre Argentina y Estados Unidos sobre “Cooperación para prevenir el tráfico ilícito de materiales nucleares y otros materiales radioactivos” el 13/4/2010 (con los datos Tipo de tratado: “Bilaterales con países” – ID: “9732”).

http://tratados.cancilleria.gob.ar/busqueda.php?consulta=si&modo=c

Resultando muy extraño que siendo supuestamente un periodista con vasta trayectoria, no hayas hecho ninguna mención a la coyuntura política internacional que rodeó al caso Nisman. Como si ignoraras totalmente los fortísimos intereses geopolíticos que hay en juego, entre EEUU, Irán e Israel, que figuraban en las páginas de todos los diarios. O como si optaras con tu silencio por el curso de la guerra que propone el gobierno de Israel, contrapuesto con el dificultoso dialogo que intentan Estados Unidos e Irán.

No obstante esta desaprensiva irrupción tuya en un tema de enorme delicadeza para el país, como es la cuestión si la muerte de Nisman se trata de un suicidio o un magnicidio, nos llevó a recordar algunos de tus anteriores desbarres periodísticos.

Como cuando te asociaste con Gorriarán Merlo para echar a andar El Periodista y Página 12, conforme aseguran tus biógrafos y colegas. Cuya línea editorial fue la de exacerbar el conflicto de la izquierda contra los carapintadas, y denunciar permanentemente un posible Golpe de Estado a perpetrar por estos.

Lo cual culminó a principios de 1989 con la toma del cuartel de La Tablada por 40 infelices que fueron al suicidio. Con quienes la represión militar jugó durante dos días a la guerra sucia, con el resultado de la existencia de muertos, torturados, y desaparecidos, razón por la esa causa aún sigue abierta.

Mientras que Gorriarán Merlo, a quien algunos de sus colegas guerrilleros catalogan como agente de la CIA, se cuidó muy bien de ingresar al cuartel. Esos infelices fueron inducidos a esa acción descabellada, desde la tapa misma de la edición de Pagina 12 de ese día. La que con el título “Más vale prevenir que curar”, dedicó su página central a alertar sobre la inminencia de un golpe militar.

También nos llevó a recordar el famoso caso García Belsunce, donde te jugaste abiertamente a favor de la inocencia de Carrascosa, hoy condenado por la justicia. Aún se puede ver en algunos videos tus intervenciones televisivas en Día D, diciendo que habías visitado el baño donde fue asesinada Garcia Belsunce, y afirmando que estaba diseñado para que se golpeara en la cabeza, pese que tenía varios balazos en ella. O echándole la culpa del homicidio a los vigiladores, todo lo cual tiene un curioso paralelismo y actualidad, con la embarrada de la cancha que estás haciendo con el caso Nisman.

http://casobelsunce.blogspot.com.ar/2003/09/jorge-lanata-describe-el-bano-de-la-casa.html

http://casobelsunce.blogspot.com.ar/2003/10/jorge-lanata-habla-de-la-hipotesis-de.html

Acusaste incluso judicialmente como autor del mismo al “perejil” Nicolás Pachelo, cuya madre se suicidó arrojándose desde el piso onceavo, inmediatamente después de ver tu programa televisivo, reclamando por la inocencia de su hijo en las cartas que dejó. Hecho trágico que no tuvo trascendencia en la prensa, que parece gozar de entera impunidad respecto la impronta que ella deja, tanto en los individuos como en la sociedad.

Y hoy pareces decidido a inducir a un nuevo suicidio de la sociedad, sembrando la duda respecto a la resolución de este delicadísimo caso, para dejarla abierta para siempre, con la creencia de la existencia de un supuesto tercer atentado. Aunque científicamente se demuestre que el mismo solo existió en la letra de cierta prensa, y de poderes y creadores de opinión malintencionados, que lo único que buscan es llevar agua a sus molinos.

De todas maneras este caso sirve para poner claramente de manifiesto donde radica el verdadero problema que enfrenta Argentina. Que en el fondo, no es un problema político, sino de algo mucho más básico, como es la comunicación. Cuya calidad allegada a la verdad, es esencial para que una democracia funcione correctamente.

De la cual carece el periodismo argentino, que cada vez se comporta en forma más tóxica, degradada y embanderada, pasando ya a la categoría de comunicadores, no de periodistas. Y así de un lado se dice que no hay marginalidad ni pobreza, y del otro se responde que llega a un tercio de la población.

O que la corrupción no existe, y del otro lado se señala solo la corrupción K, como si fuera la única en el país y en el mundo. Usando un argumento parecido con el que antaño se justificaban los golpes militares. Ningún país puede solucionar sus problemas más básicos con esa brecha informativa, a través de la cual se escapa la verdad.

Y que además de su crisis moral, se encuentra en una crisis existencial, por la imposibilidad de sostenerse por sus propios medios, ante la virtual desaparición de la prensa gráfica y la imposibilidad de cobrar sus contenidos digitales. Razón por la que parece estar ofertado al mejor postor que se cruce en el camino, necesitado indispensablemente de negocios paralelos que le permitan su subsistencia, o dependiente de la caja del Estado.

De esa manera el periodismo argentino en las dos vertientes en que se ha polarizado, ha abierto y profundizado una enorme grieta en la sociedad, con un enorme perjuicio para la democracia, la pacificación de los espíritus, y el bienestar general. De cual la única manera de zafar, sería parafraseando al sindicalista Barrionuevo, que por dos años se comprometa a dejar de mentir, aunque no diga toda la verdad, para que la comunidad se desintoxique y se afiance la convivencia. Y que además como corresponde profesionalmente, desista definitivamente del ofuscado bardeo, o sea el usar permanentemente la navaja contra él otro, como se advierte en tu programa PPT, y en 6, 7, y 8.

Te saludamos cordialmente
Mario Cafiero y Javier Llorens
3 de junio del 2015

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