Los Banqueros Buitres

Por Lázaro y Javier Llorens. Luego de la renuncia de Juan Carlos Fábregas a la presidencia del Banco Central de la República Argentina (BCRA), en cadena, los grandes medios de Argentina, encabezados por el Grupo Clarín y La Nación, salieron a defender al banquero. Al unísono, acusaron al ministro de economía Axel Kicillof de ser […]

Por Lázaro y Javier Llorens.

Luego de la renuncia de Juan Carlos Fábregas a la presidencia del Banco Central de la República Argentina (BCRA), en cadena, los grandes medios de Argentina, encabezados por el Grupo Clarín y La Nación, salieron a defender al banquero. Al unísono, acusaron al ministro de economía Axel Kicillof de ser el impulsor de su renuncia, con el propósito de ocupar el sillón del Central con un hombre de su riñón. “Se fue Fábrega, ganó Kicillof” fue el singular título de Clarín.

De lo que nunca informaron estos medios “independientes”, y probablemente nunca lo harán, es el megamillonario negocio que le permitió hacer el ex titular del BCRA, a los grandes bancos argentinos, tras la última devaluación de enero, que de un saque se embolsaron más de ¡60 mil millones de pesos! mediante los contratos de dólares a futuro. Si leyó bien, ¡60 mil millones!, que equivalen a lo pagado por la Asignación Universal por Hijo (AUH) desde su creación hasta la fecha, para cuya esterilización Fábregas elevó sustancialmente la tasa de interés, provocando un gravísimo párate en la economía.

Tampoco informaron estos medios, cuyas páginas se llenan de avisos publicitarios de los grandes bancos, de las sospechosas operaciones especulativas que aparecieron en vísperas de la devaluación de enero, donde en pleno verano los banqueros se habrían alzado con otros 1.600 millones de pesos, en base a información privilegiada apostando a la devaluación.

Evidencias del manotazo

Los primeros rastros de este nuevo manotazo de la patria financiera, están en los balances del Banco Central, que curiosamente la oposición, obsesionada con el vicepresidente Amado Boudou, jamás objetó. Concretamente, los balances del BCRA evidencian que a fines de marzo pasado su Patrimonio Neto cayó estrepitosamente de 188 mil millones de pesos -23 de marzo- a 109 mil millones -31 de marzo- registrando una fenomenal caída, en tan solo una semana, de 79 mil millones de pesos, sin que nadie, entre ellos su presidente, explicara nada.

En detalles, en enero pasado, tras la devaluación, por la revalorización los activos en moneda extranjera, el activo del Banco Central pasó de 723 mil millones a 824 mil millones de pesos, registrando un incremento de 101 mil millones de pesos. Claro que este crecimiento pasó a ser casi nulo en marzo del 2014, cuando el pasivo del BCRA, se incrementó 631 mil millones pesos a 741 mil millones.

Paralelamente a esta caída en el Patrimonio Neto, surge de los balances, un exponencial crecimiento de la cuenta Otros Pasivos del Banco Central, que pasa de 14 mil millones a 77 mil millones de pesos. En esta cuenta se contabilizarían las operaciones en divisas a futuro o dólar a futuro, efectuadas por Mercado a Término de Rosario (ROFEX) y el Operaciones Compensadas a Término del Mercado Abierto Electrónico (OCT-MAE). El primero es parte integrante de la Bolsa de Comercio de Rosario y lidera el mercado de opciones y futuros en Argentina, con alrededor del 50 % del mercado, mientras que el segundo detenta el otro 50%.

A través de ellos, y como un complemento de la estrategia monetaria, el Banco Central en los últimos años concentró su accionar para regular y orientar el valor del dólar futuro. Su operatoria era simple: para que los banqueros renovaran las letras y notas emitidos por el Banco Central, con una baja tasa de interés, este a su vez le garantizaba a los bancos un seguro de cambio, garantizándoles el precio del dólar futuro. Así anualmente se llegaron a mover solo en el ROFEX mas de 50 mil millones de dólares en contratos a futuro.

Hay que tener en cuenta que las rentas que puede deparar este negocio, son más que extraordinarias, dado que por un contrato de 1.000 dólares a futuro en el ROFEX, sólo se necesita poner una prima del 3 %. Con lo cual, si el dólar estaba a 6 pesos, con solo 180 pesos se podría adquirir un contrato, que cuando se disparó a 8 pesos en enero, redituó ganancias por ¡2 mil pesos!. Así, la patria financiera, se montó en un formidable negocio.

Según información suministrada por el ROFEX, los contratos del dólar futuro en el 2011, treparon a un volumen total de 53 mil millones de dólares de contratos a término. Ese año, el Central reportó ganancias por 32 millones de pesos en ese mercado. La cosa comenzó a invertirse en el 2012, cuando la diferencia entre el dólar oficial y los contratos a término comienzan a hacerse negativa, arrojando pérdidas por 240 millones de pesos. Y se agrava aún más en el 2013, cuando el BCRA informó pérdidas por 6.343 millones de pesos. Así, la maniobra especulativa llegó a su cénit con la devaluación de enero pasado, tras la salida de Mercedes Marco del Pont del BCRA y la llegada de Fábregas, arrojando pérdidas para el Banco Central solo por ese mes, por más de 8.000 millones de pesos.
En síntesis, desde el 2011 a la fecha, las operaciones del dólar futuro, le habría reportado perdidas efectivas al Banco Central, solamente en el ROFEX, por unos 30 mil millones de pesos, y presumiblemente otro tantos en el OCT-MAE, que no hace público sus operaciones, y detenta el otro 50% del mercado de los dólares a futuro.

Los ganadores de siempre

En concreto los 79 mil millones de pesos del Patrimonio Neto evaporados del Banco Central, habrían ido a parar al sistema financiero, es decir a los bancos. Cuyos activos treparon de 1.005 millones de pesos en diciembre del 2013, a 1.100 millones de pesos en marzo 2014, registrando un espectacular incremento de 95 mil millones de pesos, en tan solo 3 meses, en pleno contexto recesivo, a la par que el patrimonio del BCRA se derrumbaba.

En detalles, con la anuencia de Fábregas y el mutismo de los grandes medios, los bancos obtuvieron ganancias gracias a los contratos de dólar futuro por 10.650 millones de pesos en el mes de enero; 2.965 millones en febrero; 2.756 en marzo; y 1.839 en abril. Pero ahí no acaba la cuestión, dado que los bancos habrían disimulado una parte sustancial de sus ganancias, mediante operaciones espejo con empresas vinculadas, adonde habría ido a parar disimuladamente buena parte de ellas.

Esta maniobra especulativa implicó una gran emisión de dinero favor de la patria financiera, que a su vez fue esterilizada con una emisión masiva de títulos por parte del Banco Central (Lebac y Nobac). Y para que los banqueros los aceptaran Fábregas dispuso una brutal alza en la tasa de interés, inmediatamente después de la devaluación, la que pasó del 15 % al 27 % anual, impactando de lleno en la actividad económica lo que afectó la vida de millones de argentinos.

Por último existen fuertes evidencias que a último momento, en vísperas de la devaluación de enero, habrían ingresado en base a información privilegiada fuertes apuestas especulativas, que habrían implicado ganancias extras por 1.600 millones de pesos. Al respecto las estadísticas del ROFEX muestran que entre enero y febrero del 2014, mientras el dólar oficial trepaba de 6 a 8 pesos, se tomaron posiciones de dólar futuro para esos meses por 801 y 810 millones de dólares respectivamente, lo que representa un 56 % más que lo apostado en diciembre del 2013, pese a las vacaciones estivales. Mostrando esto que la voracidad de la los banqueros buitres no tiene pausas ni descanso.

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